martes, 30 de noviembre de 2010

7.9 El anillo de planetoides o clonoides de la Tierra.

7.9 El anillo de planetoides o clonoides de la Tierra.

Los Planetoides-artificiales o cloncitos de la Tierra empezaron a construirse, sobre la base del éxito económico obtenido por las ciudades espaciales homólogas conocidas como las Ciudades-espaciales-parecidas, ellas han tenido un enorme crecimiento tanto de su población como de su economía y decidieron cada una formar ahora una Ciudad-planetaria de la forma y estructura de la Tierra y en la zona donde se mueve la Tierra o sea se resolvieron financiar la construcción de una ciudad que se mueva como un planeta alrededor del Sol. Todas las ciudades espaciales homólogas o sea que copian algo de las ciudades importantes, construidas en los últimos años se proyectaron para tener veinticinco mil habitantes y lo asombroso es que antes de cinco años se han visto en la necesidad obligatoria de tomar este camino de formar otra ciudad espacial con mayor capacidad que ella. Ahora pasa a una nueva etapa su ciudad homóloga anterior o sea salta a la construcción y financiamiento de esta última ciudad planetaria ahora, nada menos que de cien mil habitantes. Hay mucho entusiasmo por estos revolucionarios proyectos de construir estos planetoides o pequeños clones de la Tierra hay uno funcionando y otros cinco en la fase terminal de su construcción o sea seis que ya están situados no alrededor de la Tierra sino en la órbita de la Tierra o sea se trasladan como planetas alrededor del Sol.

Este proyecto debatido durante varios años de construir un collar de Planetoides-artificiales en la misma órbita de la Tierra, o sea en torno al Sol, comenzó realmente a llevarse a la práctica ahora último recientemente en el año 2060 al inaugurarse el primero o sea el Planetoide-artificial-001. Este tiene la forma del cuerpo geométrico conocido como icosaedro regular, es decir, está limitado con el cosmos exterior por veinte grandes triángulos equiláteros transparentes. Cada uno de los tres lados de estos triángulos gigantes mide 1024 metros. Hacia el interior de este icosaedro gigante se encuentran construidos otros cuatro icosaedros por supuesto cada uno de menor tamaño que el anterior, en ellos están distribuidas: el volumen de aire correspondiente para todos los cuatro espacios entre los icosaedros; una superficie entre el primero y segundo icosaedro con 300 mil metros cuadrados de plantaciones; el espacio entre el segundo con el tercero con el número de departamentos correspondientes o sea las habitaciones, las bibliotecas, salas de conferencias; el espacio entre el tercero y cuarto dejado en gran parte para zona de investigación; entre el cuarto y quinto las bodegas y la producción energética; y el quinto y último icosaedro se encuentra casi siempre totalmente lleno de nuestro vital elemento, es el gran depósito de agua dulce. Hace ya un año vivimos en este planetoide cien mil personas, estamos gozando placenteramente las delicias de la ingravidez y del enorme espacio que disponemos cada uno, es decir nos hallamos super holgadamente.

Si aún no lo ha visto en nuestras informaciones ya verá usted, querido lector, lo espacioso que es cada uno de nuestros clonoides y la enorme capacidad, por no decir infinita, que tendrá el collar de Planetoides-artificiales en la órbita de la Tierra, o sea trasladándose en torno al Sol.

Lo espectacular, la estrella del momento, nuestra actual diva es que en la actualidad esté ya terminada y funcionando nuestra Ciudad-espacial-planetaria-001. Importantísimo es que paralelamente estén emulando por terminar lo antes posible las otras cinco Ciudades clonoides planetarias, están ahora en la fase final de su construcción y el mundo entero está pendiente de cual será la ganadora. Esto recuerda la emoción causada en las etapas finales de la competencia final del fútbol internacional.

Yo vivo, junto con los “Pitagóricos con razón omnipotente”, precisamente desde hace algunos meses en el primero de los planetoides que se ha construido y está totalmente terminado hasta en sus más mínimos detalles. Estos cloncitos de la Tierra son realmente como un planeta independiente. Según los proyectos a futuro en el Sistema Solar se instalarán por miles y por supuesto las nuevas generaciones de este tipo de Ciudades-espaciales-planetarias serán cada vez más grandes y después en el futuro más lejano se extenderán indudablemente al cosmos infinito. Con estas construcciones iniciales que se harán miles de veces más grandes y numerosas demostramos nuestra calidad de gigantes gracias a la Razón omnipotente, ya que con esta nos convertimos en la parte consciente ejecutiva del universo infinito. Los hermosos y geométricos Planetoides-artificiales, son nuestra cósmica cédula de identidad como seres racionales ante todo el inmenso universo inorgánico y orgánico. Ellos también serán pronto parte de un super anillo alrededor del Sol. Con las construcciones que están proyectadas habrá cabida para todos los habitantes que aún quedan en la Tierra y que deseen trasladarse al cosmos incluso lo pueden hacer de este mismo momento. Con los enormes proyectos que ya están comenzando a caminar habrá cabida para toda la población de los Homo sapiens con razón omnipotente que tengamos incluso en cincuenta años más.

En resumen esta pequeña Tierra artificial o Planetoide-artificial-001 tiene las propiedades de: ser expresamente diseñado para resistir los micro-meteoritos del espacio, ser autónomo es decir auto abastecerse de todo, tener la hermosa forma icosaédrica, trasladarse independientemente alrededor del Sol o sea ser planetario. Hicimos una gran fiesta para inaugurar el nacimiento de nuestra primera Ciudad-planetaria y que pasó a ser nuestra actual residencia. Como ustedes saben el Planetoide-artificial-001 tiene todas sus paredes del icosaedro exterior formadas por un total de veinte gigantescos triángulos equiláteros transparentes y cada uno de los tres lados, de estos gigantescos triángulos equiláteros gigantes, mide 1024 metros de largo y pegados a ellos se instalaron gigantescos adornos y fotografías recordatorias como la de Bertrand Russell que se veía desde enormes distancias.

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