martes, 30 de noviembre de 2010

7.4 Las 84 Estaciones Espaciales Internacionales EEI

7.4 Las 84 Estaciones Espaciales Internacionales EEI


Imagen de nasa.gov

El número de grandes laboratorios de investigación, en situaciones de ingravidez en el cosmos aumenta año tras año. Los laboratorios están situados en diferentes órbitas en el Cosmos-ingrávido. Hoy ya contamos con 84 Estaciones Espaciales Internacionales con el conocido acrónimo en español EEI. Fue famosa la terminada de construir el año 2000 y conocida más bien como EEI alfa, o conocida también por la abreviación del inglés, como ISS alfa International Space Station. Cada ISS esta formada por un conjunto de laboratorios de investigación, están ubicados en una órbita como satélites artificiales de la Tierra. En general ahora tienen una duración permanente en su órbita, estos laboratorios van tripulados con dotación de habitáculo para varios miembros, y dotados de los mejores instrumentos de observación científica, etcétera. Son entonces nuestros grandes laboratorios espaciales. Estas 84 Estaciones Espaciales Internacionales EEI están situadas en diferentes órbitas alrededor de la Tierra. La más cercana está ubicada en una órbita casi circular con una altura sobre el nivel del mar de 400 kilómetros. Las EEI más lejanas están construidas y ubicadas más allá de la órbita de la Luna es decir más allá de los 400 mil kilómetros de distancia. Existieron dos antecesoras de las EEI, construidas por la URSS se llamaron Salyut (año 1971) y la Mir del año 1986. Las Salyut y la Mir lamentablemente se hicieron descender quemándose en la atmósfera y sus restos calcinados quedaron en el fondo del mar, sino se hubiese cometido este error hoy serían un hermoso e importante lugar del museo espacial.

Las Salyut fueron una serie de siete estaciones espaciales tripuladas. Diseñadas especialmente para la realización de misiones prolongadas en el espacio. La superficie interior útil era de unos 100 metros cuadrados y tenían un peso de 20 toneladas. La primera Salyut se acopló en junio de 1971 a una nave Soyuz, para formar la primera estación orbital tripulada. Con la séptima y última de la serie Salyut se logró que un cosmonauta tuviera la permanencia en el espacio de 238 días. Toda una odisea para esos años en una pequeña estación espacial de solo 20 toneladas.

En el año 1984, la serie Salyut fue relevada por la primera estación orbital permanente, la Mir. La Mir fue construida como plataforma orbital permanente pensando usarla durante unos 6 años pero duró en uso activo más del triple hasta después de la llegada de la primera EEI. Eran parte de este complejo espacial de la Mir las naves Progress. La nave Progress transportaba suministros alimenticios y materiales era nave de carga. La nave Soyuz transportaba a bordo los cosmonautas desde la Tierra a la Mir y lo hizo con cosmonautas de una gran cantidad de países, algunos de ellos permanecían en la Mir por períodos de más de un año. Las naves Progress y Soyuz prestaron servicio continuado e impecable por 14 años a la estación espacial Mir. Muchos cosmonautas y hombres de ciencia pedían dejar a la estación Mir para siempre en órbita y usarla como museo o como un hotel. En forma inexplicable, en una misión muy peligrosa, la Mir fue dejada caer finalmente en el Océano Pacífico, frente a las costas chilenas.

Las primeras EEI eran plataformas orbitales ubicadas a baja altura, aproximadamente a una milésima parte del trayecto de la Tierra a la Luna, entre 390 a 600 kilómetros de distancia de la superficie de la Tierra, como ya les dije estaban destinadas a laboratorios de investigación científica y a la formación de astronautas para realizar sus primeras prácticas de vivir sin peso durante un tiempo prolongado en estos laboratorios del cosmos. Aparte de las naves recuperables tripuladas norteamericanas, la primera EEI se sirvió de las naves Soyuz que siguieron prestando los mismos servicios de trasladar cosmonautas a la EEI tal como lo hacían con la Mir.

Por estar situadas en una órbita alrededor de la Tierra, todas estas EEI no tienen en su interior ni en su órbita atracción de gravedad y los primeros y curiosos experimentos consistían en observar que: allí todo flota en el interior; nada tiene peso; no hay arriba ni abajo; cuando se da vuelta un vaso de agua, esta no cae se forma un pequeño globo de agua que queda flotando y el globo oscilando cerca de la persona que hace el experimento, el agua no se va abajo ni toma otra dirección de preferencia. Los primeros cosmonautas decían: “Esto es estar en un verdadero Nuevo-Mundo”. Al mantenerse en pequeñas esferas flotando frente a nosotros, el agua aparentemente tiene extraños comportamientos en el cosmos, en el interior de nuestro organismo esta situación no juega ningún rol y felizmente esta aparente extraña situación no nos afecta para nada personalmente cuando bebemos agua pero debemos habituarnos a beberla de una manera diferente. Que en el cosmos, el agua no tenga peso, es más bien una buena ayuda para nuestro organismo. No olvidemos que nosotros asimismo estamos compuestos fundamentalmente de agua, en la Tierra el peso del agua en los intestinos ayuda a producir las enfermedades de hernias, las membranas intestinales envolventes son débiles sobre todo la de los ancianos. En el Cosmos-ingrávido no existen las hernias ni tampoco cientos de otras enfermedades como por ejemplo: ronquidos; apneas; dolores musculares al cuello; quebraduras de huesos; etcétera. En nuestro nuevo medio ambiente ingrávido se han eliminado de raíz los efectos de la osteoporosis que hacen tan frecuentes las quebraduras de huesos y afectan a tanta gente que continua viviendo allí en la Tierra.

Se decía, en la física clásica a comienzos de nuestro siglo, que la fuerza de gravedad de la Tierra se extiende hasta el infinito. La mayor parte de los físicos, que se afirmaban en los principios de Newton, argumentaban que las naves en órbita, luchaban permanentemente por mantener el equilibrio entre la fuerza centrípeta efectuada por la atracción de la Tierra y la fuerza centrífuga originada por la velocidad adquirida mediante los motores de la nave. Dentro de las naves aparecía el juego de estas dos fuerzas como anulando la gravedad de la Tierra. La fuerza centrífuga se decía que era el “deseo” de salir por la tangente, de acuerdo al antiguo principio de inercia, se le llamaba fuerza centrífuga. Un cuerpo en movimiento orbital con su fuerza centrífuga, anulaba pues a esta fuerza centrípeta, o de atracción gravitatoria o “deseo” de la Tierra de llevarse a sus entrañas al cuerpo que orbitaba en sus alrededores. En resumidas cuentas toda la poderosa gravedad ejercida por la Tierra en esa región interior del cuerpo-satélite mientras se movía en esa órbita se afirmaba que se anulaba para toda la eternidad mientras el cuerpo orbitara y sin necesidad de darle más energía de ningún tipo. Toda esta historia era resultado como consecuencia del veloz movimiento de los cuerpos a través de ese trayecto en el espacio.

La realidad objetiva es simplemente esta otra. Como todos los cuerpos que observamos en el cosmos siempre los encontramos moviéndose en alguna órbita, entonces tomamos este movimiento como el natural y ahora nosotros sostenemos lo que observamos. Decimos simplemente, de acuerdo con la Teoría de la Permanencia, no hay entonces necesidad de suponer la existencia de la gravedad en ninguna zona orbital. Las naves espaciales apenas dejan de funcionar sus motores toman su movimiento inercial orbital. Se mueven automáticamente por la órbita originada y resultando que el producto del radio vector R por la velocidad V al cuadrado o sea que RVV pasa a ser una constante y no hay posibilidades de tener otro movimiento inercial en el cosmos. Si impulsamos un cuerpo mediante un motor a reacción originamos en el interior de la máquina una gravedad. Los ingenios espaciales, como cohetes de investigación y las astronaves, en el cosmos se mueven mediante sus motores y para esto los motores lo hacen gracias al principio de acción y reacción. Cuando los motores están lanzando por sus toberas el gas o la luz hacia el exterior entonces en el interior de la nave aparece la gravedad. En cualquier parte del espacio cercano o lejano a la Tierra, apenas dejan de funcionar los motores de la nave desaparece para los cosmonautas del interior automáticamente la gravedad en todo el interior y también en el exterior de las astronaves, si por supuesto se ponen escafandras y salen a pasear en las cercanías.

Demostramos, haciendo uso solamente de nuestra razón, que si se dejan de hacer funcionar los motores de una astronave desaparece el peso de los objetos y de las personas ubicadas en su interior y no hay forma de medir la supuesta gravedad en ese punto, ni la originada por la Tierra ni tampoco la del Sol. En estas condiciones de ingravidez total en el interior de la nave, sin afirmarnos en obtener información del exterior, no existe ningún instrumento para medir esta virtual gravedad y si lo hubiera ¿cuál gravedad mediría en ese ponto la de la galaxia, la del Sol, la de la Tierra o la suma de todas ellas? .Por lo tanto ¡no existe la gravedad! En los lugares donde los cuerpos se mueven con una velocidad natural y propia de todos los movimientos orbitales, ningún cuerpo en órbita necesita de ninguna fuerza adicional para mantenerse allí. En órbita permanecerán los cuerpos indefinidamente hasta que una fuerza extraña, o perteneciente a otro sistema los haga cambiar. Por ejemplo el choque de un cuerpo en órbita con un meteorito lo puede hacer cambiar de órbita. La gravedad natural se suponía que se produce por la presencia de materia como la Luna o la Tierra, como ya les dije anteriormente el uso de motores a reacción produce el mismo tipo de gravedad en el interior de una nave es la llamada gravedad artificial.

El moverse en una órbita es el lugar natural para todo cuerpo en movimiento en el cosmos, allí permanecerá conservando su tipo de órbita y moviéndose indefinidamente en el tiempo, hasta que no sea perturbado por otro cuerpo extraño. Antes de que apareciera la Teoría de la Permanencia se creía que el lugar natural era el movimiento rectilíneo y uniforme, invención que no tiene una existencia real. Es una suposición inexistente en el mundo real y objetivo, es un producto solo de la fantasía humana. No hay ningún cuerpo que se mueva por una línea recta. Por ejemplo la Luna está en una órbita, que es su situación natural, que no abandonará salvo que una fuerza proveniente del choque con otro gran cuerpo la haga cambiar a otra órbita pero jamás tomará una línea recta.

Esto de que todos los cuerpos puedan permanecer en órbita como si fuera su inercia natural lo explicamos diciendo que es natural ya que es un principio de la física enunciado claramente por la Teoría de la Permanencia. Repetimos que recurriendo a las matemáticas elementales podemos afirmar para los cuerpos como la Luna y la otra gran cantidad de naves y satélites artificiales que se mueven en torno a nuestro planeta. Si R es la distancia desde el centro de la Tierra a una nave espacial, ubicada a cualquier distancia, V su velocidad orbital en torno a la Tierra y C una constante dada por la Tierra, entonces su inercia natural de la nave se puede expresar por una sencilla expresión o ley inercial como: R V² = C(Tierra)

Aplicando este nuevo principio en forma más general, no solo para los cuerpos que se mueven en torno a la Tierra, podemos afirmar: para todos los cuerpos de un sistema orbital el producto del radio vector del cuerpo R, por el cuadrado de su velocidad orbital V² es igual siempre a una constante C, y C es única o la misma para todos los cuerpos de este sistema. En el caso de los satélites que giran alrededor de la Tierra la constante de la Tierra CT es la misma para todos los miles de satélites que giren en torno a la Tierra. Si los cuerpos los hacemos girar en torno a la Luna, entonces el valor numérico de la constante originada por la Luna o sea CL, es muy distinto al valor numérico de la constante entregada por los satélites que giran en torno a la Tierra, CT. La Luna tiene por constante CL para todos los satélites que tanto nosotros le instalemos en su alrededor como las rocas sueltas que podamos descubrir en órbita alrededor de la Luna. El Sol tiene su propia constante, llamada CS, que caracteriza a todos los astros, planetas y asteroides que orbitan alrededor del Sol. Todos los planetas están unidos por una constante que les es común. Por ejemplo la Tierra sigue rigurosamente y en todo momento en su movimiento elíptico este moviéndose cerca o lejos del Sol ==>RTT=CS ¡Lo asombroso es que la misma constante del Sistema Solar CS, rige para todos los planetas y asteroides! Este es por último un número que los une y hermana a todos los cuerpos que están en órbita alrededor del Sol.

Tomemos por ejemplo a los cuerpos que se mueven en las órbitas en torno de la Tierra. La constante originada por la Tierra tiene un valor numérico, que puede ser calculado observando uno solo de sus satélites. Por ejemplo si tomamos a la Luna entonces la constante de la Tierra CT es igual el producto de la velocidad orbital de la Luna al cuadrado multiplicado por su distancia al centro de la Tierra. O sea como la velocidad de la Luna es de aproximadamente un kilómetro por segundo y su distancia redondeando es alrededor de 400000 kilómetros entonces reemplazando en la ley general RLL=CT tenemos 400000*1*1= CT o sea que la constante originada por la Tierra aproximadamente en números redondos es CT = 400 000, este número es de 400 000 por supuesto siempre que se midan, las distancias en kilómetros y el tiempo en segundos. Lo asombroso es que este resultado de aproximadamente del valor numérico constante de 400 000 es el que caracteriza a todos los cuerpos que giran en una órbita en torno a la Tierra. Este número es igual para todos los satélites hechos por el hombre y en general es obligatorio para todos los cuerpos que se proyecten trasladándose en una órbita en torno a la Tierra. ¡Sin ninguna excepción! Es el mismo número constante, para todos los satélites que se mueven en órbita en torno a la Tierra.

Como ya lo dije, esta constante para los satélites en torno a la Tierra, tiene un número diferente a la constante que rige el movimiento de los planetas del Sistema Solar, cuando estos se trasladan en torno al Sol. Todos los cuerpos estelares tienen su propia y particular constante. Esta es una de las leyes generales universales entregadas como un principio por la “Teoría de la Permanencia”. A causa de vivir siempre sumergidos en lo que habíamos llamado atracción de gravedad o fuerza de atracción ejercida por la Tierra no podíamos descubrir tan directamente como ahora que RV²=C. Con su forma tan simple nos sirve para apreciar más ventajosamente el aparentemente complejo universo, que si usamos como base la tercera ley de Kepler o con la ley de gravitación universal. Este principio de la Teoría de la Permanencia, nos sirve también para conocer más directamente algunos otros caprichos del universo. Es decir cuando se está en una órbita cósmica, sin ningún motor a reacción en funcionamiento, se pueden apreciar con mayor exactitud muchas de las leyes universales de la física y otras ciencias y por supuesto estudiar estas leyes con mucho más pureza y facilidad.

Se supone por la física newtoniana que todos los cuerpos celestes tienen su propia fuerza con la que atraen a los otros cuerpos es decir tienen su propia gravedad, como por ejemplo la Tierra, Júpiter, el Sol, nuestra Galaxia, etcétera. Se supone además que todas estas fuerzas son de la misma índole o sea que atraen de la misma forma a los cuerpos, lo que varía entre la gravedad del Sol y la gravedad de la Tierra es de que solo es mucho mayor la fuerza con que atrae el Sol a la Tierra que la fuerza con que la Tierra atrae al Sol o sea la intensidad de la gravitación terrestre es menor.

Para que algo sea científicamente aceptable se exige a lo menos poder siempre medirlo.

¿Es posible medir, mediante un instrumento directamente la fuerza de gravedad de la Tierra de cualquier lugar del cosmos ya que se supone que ella se extiende hasta el infinito? ¿Esta medición de la fuerza de la gravedad sería posible hacerla por ejemplo dentro de una Estación Espacial Internacional o EEI que se mueve en una órbita de la Tierra donde todo ha quedado ingrávido en su interior?

¿Si fuera posible cuál gravedad mediría el instrumento, la de la Tierra, la del Sol, la de la Galaxia la de todo el Universo? Esta pregunta nos conduce directamente a las profundidades de la filosofía de la ciencia o a lo menos a la propia epistemología de la física. La conclusión es que si pudiéramos medir, mediríamos la gravedad universal y esto no es posible dado que el universo es infinito en cantidad de materia. ¡Indiscutiblemente en el interior de la zona ingrávida la fuerza de gravedad no se puede medir directamente mediante instrumentos!

Si por ejemplo estamos situados en la zona orbital por donde se desplaza la primera EEI, al hacer que el interior del recinto donde hacemos el ensayo esté cerrado o sea que no entre luz, ni otra onda electromagnética del exterior, es imposible determinar mediante experimentos e instrumental, manejados en el interior de este sistema, nuestra real posición en el espacio ni siquiera se puede medir nuestra propia velocidad orbital. Esto se consigue solo recurriendo a información venida del exterior, como la luz proveniente de las estrellas o la posición óptica respecto a ellas o a otros astros o a al movimiento de la superficie de la Tierra, etcétera.

Para nosotros que vivimos actualmente en la Ciudad-espacial-planetaria y también para los habitantes de una zona como la geoestacionaria la gravedad no existe en la forma clásica, ya que no se puede medir directamente con instrumentos que vengan al caso, como ser por ejemplo pesar una cantidad de materia. Para los habitantes de la zona geoestacionaria es absolutamente lógico negar la existencia de la gravedad que supuestamente ejerce sobre ellos la Tierra. Físicamente es correcto afirmar que allí no hay gravedad, que la gravedad de la Tierra no llega ni a estas zonas ni a ninguna otra, esto niega terminantemente lo que con tanto énfasis se suponía que la gravedad de la Tierra llegaba hasta el infinito.

En resumen la gravedad no es una fuerza que se pueda medir en todos sus supuestos puntos de existencia, por esto es preferible pensar en que no es fuerza sino una especie de un nuevo concepto virtual de campo. Este campo especial gravitatorio está originado, sobre la superficie de la Tierra, por obstruir esta superficie terráquea el desplazamiento natural orbital de los cuerpos ubicados sobre esta superficie, la superficie de la Tierra actúa como una muralla que impide que los cuerpos en su caída libre sigan la trayectoria elíptica orbital pasando cerca del centro de nuestro planeta. Es un fenómeno que se manifiesta produciendo un hecho curioso dando la impresión como si la Tierra tuviese un imán que hace caer los cuerpos en dirección al centro de nuestro planeta. Si no existiese esta especie de muralla veríamos desplazarse a los cuerpos en caída libre siguiendo una órbita que pasa muy cerca del centro de la Tierra. Esto se manifiesta, sobre la superficie horizontal, aparentemente un tanto más complicado comparado con el sencillo principio de la nueva inercia orbital sostenida por la Teoría de la Permanencia.

Con nuestros cálculos usando los principios de la Teoría de la Permanencia resulta que la gravedad es una consecuencia, después de aceptar algunas suposiciones provisionalmente, por la presencia de la superficie de la Tierra que no permite que al dejar caer libremente un cuerpo este orbite pasando cerca del centro de la Tierra. Es deducible solo virtualmente que los cuerpos actúan como si fuesen atraídos por la ley F=m1M2/r² y de ella se desprenden las otras conocidas leyes de la mecánica racional.

El movimiento gravitatorio de los cuerpos o sea la gravedad se puede producir en el interior de un recinto en forma de rueda por medio de movimientos circulares, como lo hacen ahora las Plataformas orbitales con atracción gravitatoria o conocidas como POG. La mayor parte de estas plataformas POG están ubicadas, al lado de las Ciudades-espaciales, sirviendo para el turismo, como lugar para realizar las sagradas vacaciones, modelar el ocio o las entretenciones y también para realizar las exposiciones permanentes del país que las ha financiado. En las Plataformas orbitales con atracción gravitatoria la gravedad se produce por efecto de hacerlas girar en torno a un eje virtual. Se sabe de las primeras lecciones de la enseñanza de la física, que haciendo girar un cuerpo por ejemplo algo parecido a una rueda de automóvil de dimensiones gigantescas, donde puedan haber personas en su interior, estas son impulsadas a las paredes más alejadas del centro de giro y experimentan la sensación de tener un peso contra esta pared. Estas gigantescas ruedas, de muchos pisos, donde pueden vivir en su interior hasta treinta mil personas son las Plataformas orbitales con atracción gravitatoria y ellas hoy día son tan numerosas que casi no hay persona, de las que viven en el cosmos, que no haya ya pasado alguna de sus vacaciones en su interior. Son lugares para pasarlo bien, para disfrutar de las merecidas vacaciones, tienen numerosos hoteles, gravitación controlada, piscinas temperadas, son lugares ideales para el esparcimiento, allí conoce usted además lo más interesante del país propietario de la Plataforma orbital con atracción de gravedad. Las personas en su interior a medida que aumenta la velocidad circular aumenta para ellas la gravedad contra la pared más lejana del centro de la rueda. La gravedad es pues la sensación de peso contra la pared de uno de los pisos de la rueda y es mayor la gravedad mientras más alejada del centro de la rueda este el piso y va entonces a depender la gravedad de la velocidad de rotación y de la distancia a que te encuentras del centro de la gran rueda.

Con el propósito de tener gravedad no existe solo este método, de situarse dentro de una rueda con movimiento giratorio. Otro método, aunque no idéntico al estar dentro de una rueda, y sirve mucho es el de la simple cama gravitatoria. En el cosmos casi todas las familias tienen en sus departamentos, en la pieza de las prácticas de gimnasia, a lo menos también una cama individual giratoria. En general estas camas dando solo una rotación o vuelta cada dos segundos y nos dan la sensación de estar sometidos exactamente a la gravedad normal de la Tierra. Este efecto es real solamente en la cabeza y en los pies. Estas camas especiales les fueron útiles usarlas a aquellos, recién llegados al cosmos que al comienzo no se acostumbraban a las delicias de dormir y vivir sin peso. Ahora se dejan estas camas giratorias para las visitas que llegan muy a menudo de la Tierra. Como más del 50 por ciento de las familias que viven en el interior de los Complejos-espaciales-habitacionales tienen aún familiares y amigos en la Tierra, esta pieza siempre tiene bastante clientela.

Las personas que viven permanente en el Anillo-geoestacionario, a los dos meses de haber llegado ya no desean tener que permanecer bajo la atracción de gravedad, les es como una pesadilla soportarla, la deben aguantar por necesidad cuando realizan grandes vuelos en las astronaves expresas con propulsión continua y aceleración normal. Es muy raro que se enferme alguno de esta nostalgia de echar de menos la gravedad y si lo hace allí muy cerca esta la solución, acostarse en la cama gravitatoria. Como lo dijimos en cada departamento hay una pieza para la gimnasia, y en que tiene, aparte de otras cosas, un lugar con la cama giratoria. Esta cama tiene adosado un motorcito eléctrico y mediante el motor es posible moverla dando vueltas durante un largo rato y solo en un plano que simula el horizontal. El que desea este tipo de gravedad se acuesta y sujeta bien con las correas su cabeza y piernas y hecha a andar la máquina, que en el fondo no es otra cosa que una centrifugadora. Ella puede girar con 23 revoluciones por minuto produciendo la gravedad normal. Además si quiere jugar y arriesgar la salud puede hacerla girar hasta 30 o 40 o más revoluciones por minuto, produciendo esta sencilla máquina, en la cabeza y los pies, si se desea incluso mucho más sensación que la producida por la gravedad normal.

En el año 2000 apareció la primera Estación Espacial Internacional o EEI. Desde el año 1998 se comenzaron a llevar las primeras partes y se terminó esta primera EEI casi diez años después. Estos complejos orbitales son laboratorios espaciales o estaciones permanentes usadas para las investigaciones científicas en el cosmos ingrávido. No tienen en general gravedad, es decir partes grandes girando, ni por supuesto autonomía, debe llevárseles continuamente desde la Tierra o bien de otras Ciudades-espaciales oxigeno, agua y los otros alimentos para los cosmonautas que están viviendo en su interior. Comparada con las Estaciones Espaciales Internacionales actuales, la primera EEI es pequeña, de solo 108 metros de largo por 74 metros de ancho. Esta primera EEI llamada Alfa o EEI1 pesa 415 toneladas, tiene un pequeño ferrocarril en su parte exterior para mover las piezas grandes de varias toneladas y también por supuesto para trasladar a los cosmonautas con sus escafandras de un extremo a otro. La primera EEI ocupa solo una pequeña extensión en el espacio, todas sus partes incluidos sus paneles extendidos ocupan una superficie un poco mayor que una cancha de fútbol. Saludando la llegada a un nuevo milenio fue armada en sus tres partes fundamentales el 26 de julio del 2000. Se envió la primera tripulación permanente el 31 de octubre de ese mismo año. Sus tres primeros habitantes fueron dos conocidos cosmonautas rusos de aquel entonces, uno con una experiencia de tener más de un año de permanencia en el espacio, Yuri Gidzenko y Sergei Krikalev y un experimentado astronauta norteamericano Bill Schepherd. En las noches se vio a simple vista, la flamante EEI, y cuando armaron otras partes de ella ocupó el tercer lugar en cuanto al brillo, vista desde la Tierra, su brillo venía a ser el mayor después de la Luna y Venus. La construcción de la primitiva EEI originó por primera vez la unidad de numerosos países de los más desarrollados de diferentes continentes, que en total sumaron 16: EEUU, Rusia, Canadá, Japón, Brasil, Italia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Francia, España, Alemania, Gran Bretaña, Suecia y Suiza. Esta unidad fue algo insólito adherirse para algo que no les traía ninguna ganancia a sus economías particulares, al contrario cada país debía aportar cierta cantidad de dineros. Los diferentes países se unieron para acelerar el progreso de la ciencia, para algo enteramente de carácter internacional. Esta actitud unitaria fue una de las precursoras de la gran unidad económica de todos los países de la Tierra. Precursoras de la gran unidad de la economía de las naciones fueron también los países que formaron la Unión Europea UE, que tenía en su interior a los grandes países con las economías fuertes de todo este viejo continente, ya en el año 2004 estaba formada por veinticinco países.

Para la construcción de la primitiva EEI, los diferentes países tuvieron que hacer aportes de acuerdo a sus respectivos desarrollos económicos, los 16 países participantes aportaron proporcionalmente los dineros para los gastos de su construcción y además pagar los gastos que originó el servicio posterior de la manutención. Costó su construcción total y puesta en órbita, unos sesenta mil millones de dólares USA de aquel entonces. Desde noviembre del año 2000 empezó su funcionamiento activo, con los tres conocidos cosmonautas. Se fueron agregando otras partes durante 48 meses. Así pues como lo decíamos su dimensión pasó a ser la de un estadio deportivo, o sea 108x74x42 metros. Su peso llegó a las 415 toneladas. Su tripulación se extendió a 7 personas como residentes permanentes, pero generalmente había otras siete personas construyendo alguna parte anexa o arreglando algún desperfecto. Sus paneles solares permitieron disponer de una potencia eléctrica de 110 kilovatios o kw. Desde estos laboratorios se descubrieron cosas muy importantes e interesantes, especialmente en la biología. Los descubrimientos fueron muy útiles, no solamente para un país, sino para toda la humanidad. Su capacidad y volumen útil (1140 metros cúbicos), en el año 2006, pasaron a ser mayores que dos de los aviones más grandes de su época. Se calculó su uso hasta para el año 2013. Pero es útil, podríamos decir, hasta hoy día, eso si que se han cambiado ahora algunos de sus objetivos iniciales.

Ahora, la primera EEI, conocida como Alfa, se mantiene funcionando solo como museo, es un rincón que sirve para la recreación de nuestros recuerdos relacionados con la iniciación de la era espacial. En ella se inauguró el turismo espacial el 28 de abril del año 2001. Fue inaugurada como estación espacial turística al ser visitada por primera vez por una persona que no era un cosmonauta profesional sino un profesional civil con mucha cultura y mucho dinero. Juntar la cultura con el dinero era algo así como juntar el aceite con el vinagre, esto se daba en este primer turista por considerarse así mismo como un auténtico ingeniero y no un avaro coleccionista de dineros y estas cualidades, dicho sea de paso, no era muy corriente de encontrarlas. Este primer turista espacial fue el ingeniero Dennis Tito. Pagó con mucho agrado 20 millones de dólares americanos, por este primer viaje de una semana en calidad de turista, lo que era en ese tiempo equivalente a unos 2000 kilogramos de oro. Él dijo al volver, he cumplido con la aspiración de ir al nuevo mundo del Cosmos-ingrávido. Tito tenía sesenta años cuando emprendió esta aventura de dar la vuelta a la Tierra cada media hora y hacerlo durante toda una semana. Cumplió maravillosamente una aspiración mantenida durante casi toda su vida. El segundo turista espacial fue el multimillonario sudafricano Mark Shuttleworth, salió a órbita en el año 2002 con 28 años de edad. También pagó veinte millones de dólares por el viaje. Mark tuvo las congratulaciones públicas y los brindis por su éxito de su compatriota el legendario héroe comunista Nelson Mandela. El abogado Mandela estuvo detenido en la cárcel durante 28 largos años por estar en contra del Apartheid, una odiosa ley racista. Las fuerzas progresistas de toda la Tierra lo sacaron en libertad, realizando miles de multitudinarias manifestaciones. Fue presidente del Congreso Nacional Africano 1991. Mandela además en la primera elección democrática multirracial en el año 1994 fue elegido Presidente de la República Sudafricana, fue asimismo Premio Nobel de la paz en el año 1993.

Lo más notable fue que Mark mientras estaba en órbita dedicó su hazaña al día de la libertad y al éxito del término del odioso Apartheid. Este nuevo turista había ganado su enorme fortuna colocándose a la copiosa sombra del generoso árbol del nuevo mundo ofrecido por Internet, era un hombre culto y por lo tanto pertenecía a la juventud poseedora de una conciencia virtuosa. No hacía este homenaje a la libertad de los negros por que tuviera personalmente problemas de conciencia. No había usado a los de raza negra para hacer plantaciones ni para la explotación de minas. Esto prueba, que ante la ciencia y sobre todo ante el cosmos con su maravillosa ingravidez, las discrepancias ideológicas se minimizan. ¡El legendario héroe comunista Mandela felicita a un héroe de los capitalistas millonarios, por su arriesgado viaje al cosmos, así comenzaron a perfilarse los nuevos tiempos, con su gran tolerancia entre los que usan diferentes camisetas pero que no son delincuentes!.Mandela fue el campeón de la teoría de que haciendo una resistencia pacífica en contra de las injusticias el resultado es que hay siempre éxito, pero se debe hacer esto ocupando su tiempo y sin descansar.

Para la mayor parte de la gente de comienzos de este siglo, había algo inexplicable. ¿Qué tiene el cosmos que produce tanto entusiasmo en la juventud y hace que muchos millonarios paguen sumas cuantiosas por hacer este arriesgado viaje al espacio?. No se podía dudar de las delicias que se sienten al ir a pasar unos días al delicioso Mundo-ingrávido. Lo comprobaban las expresiones de felicidad y agrado de estos turistas al volver después de permanecer los diez días en la primera Estación Espacial Internacional EEI. ¿Qué los movía a pagar el valor de 2000 kilos de oro para hacer este viaje? ¿Era para hacerse famosos o para gozar de permanecer diez días sin peso? Hoy sabemos, mejor que en esos lejanos tiempos, que ellos disfrutaban de algo inexplicable, disfrutaban de la ingravidez. Los turistas espaciales no buscaban convertirse en estrellas con esta hazaña. Ellos ya eran famosos con la enorme fortuna que se debían administrar y las pesadas responsabilidades de llevar consigo una gigantesca tarea administrativa. Por otro lado el ser tan importante y millonario los hacia blanco de los secuestradores y esto no era nada de agradable para nadie. Tito y Mark viajaron al cosmos para disfrutar de diez días del nuevo Mundo-ingrávido. El espacio es decir el estar en órbita para ellos fue algo tremendamente importante, que muy poca gente en el año 2001 sabía apreciar.

¿Por qué entonces arriesgaban su vida los primeros cosmonautas y después los primeros turistas espaciales?. Los primeros astronautas sospechaban intuitivamente del fantástico futuro que nos esperaba allí, donde aparentemente no había nada ni siquiera gravedad. El Homo-sapiens convirtió esta zona ingrávida, como lo veremos más adelante, en un hiper sensacional nuevo mundo.

La primera EEI hoy es visitada especialmente por la juventud excursionista del cosmos cercano. Los jóvenes excursionistas ahora por el viaje ida y vuelta desde la Tierra, pagan el equivalente a dos de sus monedas de 100 gramos de oro o sea pagan solo 200 gramos de oro. El pasaje es pues diez mil veces menor que los 2000 kilogramos de oro pagado por los primeros viajes de los turistas. A la juventud de hoy día les gusta experimentar las emociones vividas por los primeros valientes investigadores del cosmos, por eso gastan sus economías en visitar la primera EEI.

Los primeros investigadores debían averiguar, los efectos para ellos del vivir en la ingravidez y además en el comportamiento del desarrollo de la vida en la ingravidez de los animales y de las plantas. Experimentalmente medían lo que les sucedía a las leyes tradicionales de la física en la ingravidez. Ellos mismos eran objeto de observación, ya que tenían que vivir en condiciones de ingravidez durante muchos meses, cuando todavía no se sabían los efectos que produciría el vivir sin tener peso. En la primera década de nuestro siglo los científicos investigadores del Mundo-ingrávido, durante los numerosos meses mientras hacían sus investigaciones se separaban de sus familias y debían además correr muchos riesgos al subir y al bajar a la Tierra en astronaves muy rudimentarias. Estas naves dejaban solamente el diez por ciento de su peso en la órbita y el resto con los estanques donde iba el combustible se desechaba. Los candidatos a cosmonautas debían soportar muchas incomodidades cada vez que asumían la responsabilidad de trasladarse al espacio en alguna comisión de investigación científica, ya que duraban algunas veces períodos de tiempo de seis meses a un año. Allí a la órbita, no podían llevar ni a su mujer ni menos a sus hijos. Pensaban sus familiares que el vivir sin gravedad les afectaría enormemente, felizmente la cosa era muy diferente, el vivir sin gravedad les permitía soportar estos seis meses, encerrados en un espacio muy pequeño, con más facilidad. Antes de emprender el viaje, en los ensayos que debían hacer en la Tierra, esto de estar encerrado en una pequeña cabina seis meses, era un suplicio mucho más grande, casi insoportable. Allí en el cosmos lo soportaban mucho mejor por vivir en la suave ingravidez, por no tener allí peso no había necesidad de tener camas, la ingravidez resultaba ser el paraíso para dormir. Los que viven actualmente fuera de la Tierra no saben lo que son algunas pequeñas molestias originadas por la gravedad, les contaré en detalle algo sobre dos de estas enfermedades. En el Mundo-ingrávido se eliminaron, al no tener peso, automáticamente muchísimas enfermedades relacionadas con los músculos y los huesos. Hay otras enfermedades en que los pacientes, curiosamente se han sanado, por el solo hecho de trasladarse al cosmos, es el caso por ejemplo de que aquí en el cosmos ninguna persona ronca y no existe la enfermedad tan común de la apnea. Esta y el ronquido se producen como consecuencia de tener peso. El tener peso origina problemas mientras se duerme en las vías respiratorias en especial en la lengua y entonces roncas, y la apnea también es causada por la presencia del peso. La enfermedad conocida como apnea, consiste en que, mientras duermes, por causa del peso de algunas partes de las vías respiratorias pierdes el ritmo de respirar y pasas un par de minutos sin hacerlo y luego viene una sonora y desesperada aspiración. Como esta enfermedad también tenía que ver con el peso de partes de las vías respiratorias por supuesto aquí en la ingravidez también desapareció como enfermedad.

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