domingo, 28 de noviembre de 2010
3.1 Lo previsto para cien años se realiza en diez años
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extrapolación fantástica,
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Capítulo 3
EXTRAPOLACIÓN FANTÁSTICA
Auténtica y rigurosa anticipación científica
Temas del capítulo 3. Extrapolación Fantástica es una auténtica anticipación científica. La razón de llamar a esta narración ”Extrapolación Fantástica”. Un descubrimiento revolucionario en el año 2019 observando como el carbón natural pasa a ser diamante y se extrapola este procedimiento pasando del aluminio a los diferentes diamantes-alumínicos. El dominio de la energía de fisión y de fusión atómica. La formación obligada de una comunidad pitagórica en los tiempos modernos. Como consecuencia de tener los nuevos elementos con propiedades programadas, se usa a gran escala la limpia energía fusio atómica nuclear y comienza una extrapolación fantástica en cuanto al aumento de la energía per cápita llegando a todos los rincones de la Tierra, Hay también una revolución positiva en las economías de todos los países. Este tercer capítulo comprende la gran e increíble odisea de la iniciación del traslado masivo de los habitantes de nuestro planeta Tierra al Anillo-habitacional-geoestacionario, ubicado en una órbita en la zona geoestacionaria. El éxodo se produce mediante el ascensor a propulsión de fotones mediante los motores fusio atómicos a reacción lumínica.
3.1 Lo previsto para cien años se realiza en diez años
Les voy a continuar contando la fabulosa aventura de nosotros los catorce inseparables amigos, haré las narraciones en más profundidad o les contaré con más detalles lo que ya les adelanté en las paginas anteriores. Seguiremos entonces paso a paso la aventura de los Pitagóricos dotados de la fabulosa Razón-omnipotente. Todos nosotros los catorce más nuestra consejera la computadora Compupaz somos positivistas, es decir, lo inverso de los pesimistas o catastrofistas. De acuerdo a nuestra filosofía, tratamos de ser siempre optimistas. Como tenemos la suerte y la felicidad de ser de los concientes de que los hombres somos los poderosos seres racionales de todo un enorme universo, el deber nuestro es ser ameno con todos nuestros semejantes, esperar convencerlos de la enorme riqueza que ellos y nosotros tenemos y además por ser consecuentes con los principios de nuestra filosofía debemos mantenernos siempre con un espíritu de joven optimista. Debemos tratar de conservarnos serenamente alegres, ya que el positivismo no es una simple dudosa creencia, sino que es una consecuencia obligada para los seres humanos ya que hemos descubierto lo fantásticamente importante que somos nosotros frente a todo el universo que no tiene conciencia. Nos afirmamos en un hecho objetivo y real para asegurar que somos importantes, este hecho objetivo lo demostramos por el gran acontecimiento de que desde el momento de nacer estamos dotados de un maravilloso e incomparable cerebro. El Homo-sapiens como consecuencia de haber nacido dotado de este enorme cerebro, es el único ser vivo capaz de darse cuenta de que existe.
El ser consciente de nuestra existencia es consecuencia de que poseemos, la facultad de discurrir, o sea la razón. Haciendo uso de este entendimiento o razón hemos logrado adquirir dones especiales, por medio de los cuales pudimos vencer todas las dificultades catastróficas naturales. Nuestra propia razón nos ha conducido a crear un minúsculo instrumento que la hizo más poderosa y eficaz o sea más inteligente. Nosotros hemos asociado a la razón con estos minúsculos microprocesadores. Ahora con los microprocesadores apareció la computación, además asociamos la razón con la computación y poseemos lo más insólito que tiene el inmenso universo, el gran tesoro que es la Razón-omnipotente.
Para que sea más claro el comprender que es lo medular de nuestra filosofía materialista y que veamos el contraste que se origina entre la otra filosofía idealista catastrofista con nuestra filosofía positivista, para esto a continuación les narraré con algunos detalles un caso histórico. Esto que les contaré es un típico ejemplo de pensar en soluciones contrarias a nuestra posición materialista. Esta fue la historia conocida como la amenaza para toda la humanidad de la explosión demográfica, la famosa temida y falsa profecía catastrofista, anunciada por Thomas Malthus el año 1803, o sea, hace 258 años. El terror catastrofista era doblemente creído, ya que el inglés Malthus era considerado el fundador de la primera rama de la economía política y además era muy escuchado ya que Inglaterra, como otros países europeos, padecían periódicamente de muchas hambrunas. Estas falsas predicciones, aseguraban que todos los países con mucha población, estaban casi en el límite, al borde de un gran desastre económico que se acercaba vertiginosamente y era algo inevitable para toda la humanidad. Esta profecía de malos augurios aparece hoy como un pronóstico de catástrofe sostenida con una increíble y extrema ligereza. Malthus y sus seguidores, en el año 1803, echaron las bases para tener atemorizada a la mayor parte de la humanidad por más de doscientos años. Adornó un delicado asunto económico con frases matemáticas que no venían al caso. Afirmó, “La alimentación del mundo crece en progresión aritmética y la población del mundo crece en una progresión geométrica”. Como ustedes recordarán la progresión geométrica tiene un crecimiento enormemente mayor que la progresión aritmética. Decían los maltusianos, “el porvenir de la humanidad está absolutamente condenado, a padecer hambruna tras hambruna. No hay otra solución que no sea la de limitar el crecimiento de la población”. A estas catastróficas afirmaciones se les temió muchísimo, sobre todo porque eran afirmaciones que se hacían solemnemente por conocidos economistas defensores de los gobiernos reaccionarios de turno. Ellos afirmaban que los miles de muertos originados por la falta de alimentos eran una consecuencia ya calculada. Estos economistas catastrofistas pronosticaban y aseveraban que se estaba llegando a la inevitable explosión demográfica y cínicamente decían que este desastre era científicamente inevitable. Indudablemente que esto no era ninguna afirmación con base científica.
En las últimas décadas del milenio pasado, cuando se formó nuestro grupo, nosotros demostramos que estas catástrofes se debían a otras causas que eran ajenas al exceso de la población. Afirmamos que las hambrunas se podían lograr evitar si empleábamos bien nuestra poderosa razón. Nosotros los positivistas teníamos razón, ya que en los países más progresistas se producían en cantidad siempre creciente nuevos descubrimientos. Estos nuevos descubrimientos, arrancados pacientemente al mundo físico por las técnicas tradicionales, eran aprovechados en beneficio de todos los hombres. De estos maravillosos hallazgos científicos también se beneficiaba la agricultura. Por ejemplo para la agricultura, entre otras cosas, se desarrollaron nuevas máquinas cosechadoras que hacían cada una el trabajo de cientos de campesinos. Entonces sucedió que en los países que habían optado por desarrollar la investigación científica, contrariamente a lo sostenido por los maltusianos, la cantidad de productos agrícolas y elementos que tenían que ver con la alimentación seguía creciendo porcentualmente más aprisa que el crecimiento de la población.
Como una de las maneras de justificar los continuos fracasos económicos, que por supuesto no obedecían al crecimiento de la población, los gobiernos de algunos países que eran reacios a la investigación científica, decían oficialmente, “esta hambruna es producto de la explosión demográfica”. Sus ministros de economía hablaban por “boca de ganso” y seguían sosteniendo que estábamos en plena explosión democrática. Algunos reaccionarios gobiernos con este mismo pretexto de la explosión demográfica expulsaban mandando al extranjero a sus propios compatriotas. Es lo que le sucedió por ejemplo a muchos campesinos alemanes. Con este pretexto en el año 1888, fueron prácticamente expulsados de Alemania, los padres de mi abuela Rosina Schraub, con mi abuela y con su hermana, ya que se les argumentó que Alemania entraba en crisis debido a la superpoblación. Se hizo por ese entonces un dudoso compromiso entre el gobierno de Alemania y el gobierno de Chile. Alemania necesitaba desprenderse del exceso de población y el gobierno de Chile necesitaba colonizar tierras que estaban aún en poder de sus auténticos propietarios o sea los araucanos. Entonces la familia de mi abuela, junto a muchos otros campesinos alemanes, fue enviada por el gobierno de Alemania al lejano país de Chile, ubicado en el extremo sur de Sudamérica, con el pretexto de ir a ayudar a colonizar esas inmensas regiones, consideradas deshabitadas. Los reaccionarios decían que estas eran tierras alejadas del peligro catastrófico de Malthus. A estos ingenuos colonos alemanes se les engañó diciendo que allí tenían tierras gratis, además gratis también serían las armas, y herramientas de trabajo etcétera. La tierra por supuesto tenía sus propietarios desde muchos miles de años, por ejemplo los indígenas del sur de Chile se sentían auténticos propietarios y resistieron 400 años las invasiones de los europeos. Aquella tesis de que Europa estaba superpoblada era malintencionadamente sostenida sin argumentos científicos valederos. Les daré a continuación pruebas que demuestran lo falso de estas hipótesis catastrofistas. En el año 2000, se había triplicado la población de Inglaterra con relación al año 1800 y sin embargo se vivía mucho mejor en este país que a comienzos del siglo diecinueve, cuando se lanzó la campaña terrorista de la superpoblación.
Les doy a continuación otro ejemplo demostrativo ocurrido en estos últimos tiempos. El Archipiélago-pacífico, como ustedes saben, es una zona artificial habitacional flotante, ubicada en la zona del Ecuador terrestre, o sea, es un archipiélago artificial construido en el Océano Pacífico. Ya se informarán ustedes en los capítulos venideros, que en la década del cincuenta de este milenio, en nuestro creciente Archipiélago-pacífico podían vivir más de tres veces y muy cómodamente todos los habitantes de la Tierra del año 1803, año en que se argumentaba por Malthus que había exceso de población en el mundo. Ahora sabemos todos que por medio del buen uso de nuestra razón se ha creado en el cosmos una gigantesca capacidad habitacional y que las construcciones en el cosmos para el futuro tienen una capacidad ilimitada. Hace ya algunos años que la vieja historia de Malthus no la cree nadie.
En esta última centuria, o sea, desde el año 1961 hasta ahora, se han más que triplicado las cantidades de los habitantes del mundo. Hoy solo lamentamos que somos muy pocos los 15 mil millones de seres humanos para la enorme empresa de poblar y conquistar el Sistema Solar. Nuestra Razón-omnipotente nos indica que más adelante hay que racionalizar, o someter al reino de la razón, al resto de nuestra galaxia. El Homo-sapiens con su Razón-omnipotente tiene muchas tareas ilimitadas para el futuro. Dentro de algunos siglos debe terminar de repoblar, los millones de los otros sistemas estelares de nuestra galaxia, o sea, la Vía Láctea. Como una tarea a un lejano futuro deberá comenzar con la conquista racional del inmenso universo comprendido por los otros millones de galaxias. Seguramente, de acuerdo a nuestros cálculos de probabilidades, algún lejano día encontrará un planeta de otros universos poblado de vida racional como la humana. Descubrirá que en alguno de los millones de galaxias hay una dichosa galaxia, que tiene como nuestra Vía Láctea, seres racionales o sea que no es un rincón del universo ciego de la razón, encontrará pues finalmente la hermana de la maravillosa razón humana de infinita y creciente potencia.
La prensa de todo el mundo, hace exactamente cien años atrás, publicaba y comparaba a Yuri Gagarin con el conquistador de América, Cristóbal Colón. Esta comparación de Yuri con Colón, aparece pues solo en algún aspecto justificada. La experiencia de vivir en este maravilloso nuevo Mundo-ingrávido, empezado a conquistar por Yuri, nos hace ver que este nuevo universo es algo enormemente diferente y superior a aquel mundo del continente americano comenzado a conquistar por Colón. No hay pues punto de comparación. La mayor diferencia a favor de que lo realizado por Yuri es históricamente enormemente más significativo, se puede ver fácilmente, ya que lo descubierto por Colón vale solo para la época en que el hombre vivió en la Tierra y el hecho de comenzar a vivir en el cosmos por Yuri se mantendrá por toda la eternidad. Esto se justifica, ya que el mundo de Yuri tiene otras dimensiones casi infinitas, o sea, enormemente mayores en extensión. Esta sola propiedad hace al mundo del cosmos incomparable con el limitado mundo descubierto por Colón. Por otro lado el nuevo mundo descubierto por Yuri, entre otras cosas, se extiende físicamente y en el tiempo hasta el infinito, por lo tanto de acuerdo con esto perdurarán los recuerdos de su hazaña eternamente. Lo más importante es haber descubierto que podemos vivir mucho más tiempo y placenteramente sin estar sometidos a la odiosa y continua atracción gravedad. ¡El mundo ingrávido es el infinito mundo natural y el gravitatorio es algo excepcional originado en las superficies de los cuerpos en el espacio!
Hace cien años atrás, era impensable que la salida al cosmos originaria este avance tan gigantesco de la ciencia y de la técnica. Esto nos ha permitido tener hoy una vida enormemente mejor ya que además le damos a nuestra propia existencia un tiempo no limitado a unos cien años y gran parte de este tiempo lo podemos disfrutar plenamente haciendo mucho más dichosa la vida.
Las consecuencias de este avance estrepitoso de la ciencia a originado con sus gigantescas construcciones que rodean la Tierra, un cambio en la propia cosmografía del Sistema Solar. Estas enormes construcciones en el cosmos ni siquiera fueron descritas a comienzos de este siglo por los escritores de las historias de ficción científica, históricamente de repente se han convertido en una asombrosa realidad. Este tipo de kilométricas herramientas y gigantescas construcciones no eran sino imaginadas como posibles para siglos venideros por algunos osados escritores. Estos escasos anticipadores del futuro aplicando la teoría de las probabilidades, le atribuían a la llegada de estas construcciones en este nuevo mundo, una probabilidad muy pequeña y además lejana en el tiempo, es decir solo posible para muchos siglos más adelante.
Después de la salida de Yuri al cosmos se comenzaron a producir grandes cambios, en la mayor parte de los países se aceleraron ostensiblemente sus planes a futuro. Trastrocaron también los objetivos y así mismo los plazos establecidos para cumplir con algunos de los propósitos con relación a la conquista del cosmos. Todo giró, entre las dos grandes potencias del mundo en esos años, no en seguir haciendo bombas H sino en dirección al universo fuera de la Tierra. Por ejemplo los EE UU aceleraron sus planes espaciales y se propusieron llegar a la Luna antes de diez años. ¡Fue toda una linda emulación, con la ex Unión Soviética! Por otro lado se acortaron todos los plazos establecidos para el desarrollo de la investigación científica. Les explicaré como se pudo acelerar este proceso del avance tan vertiginoso de la ciencia. Muchos objetivos a alcanzar que eran soñados y calculados para realizarlos para muchos siglos en adelante se logran hacerlos efectivos en menos de un siglo. Por ejemplo la National Aeronautics and Spase Administration, conocida como la NASA, en el año 2002 planificó construir un ascensor desde la zona ecuatorial a la zona geoestacionaria del cosmos, fue calculado que esto era posible realizarlo pero solo para cien años más. La NASA moviendo a sus mejores técnicos estableció que este ascensor comenzaría a funcionar para el año 2102. Nosotros los “Pitagóricos con razón omnipotente” no nos demoramos sino la quinta parte del tiempo pronosticado y nuestro ascensor comenzó a funcionar impecablemente el año 2022 solo veinte años después y no cien como esos técnicos de la NASA habían vaticinado.
Les citaré otro ejemplo de los muchos que podríamos citar, sobre este tema por que tiene que ver directamente con nosotros los “Pitagóricos con razón omnipotente”. Los científicos de todo el mundo estaban interesadísimos en este tema de la energía limpia de radiactividad, o sea la obtenida por medio de los isótopos del hidrógeno. Estos científicos estimaban, antes de nuestra salida al cosmos, que la utilización de la limpia energía obtenida al fusionar hidrógeno se comenzaría a dominar recién en el año 2034 y la desarrollarían plenamente en los alrededores del año 2100. A comienzos de este milenio se unieron todas las grandes potencias de la Tierra, UE, EE UU, Rusia, China y resolvieron hacer grandes inversiones para que este proyecto, de fusión del hidrógeno, se pudiera comenzar a llevar a cabo el año 2034. Nosotros los “Pitagóricos con razón omnipotente” conseguimos realizar esta maravillosa fusión del hidrógeno y obtener energía gratis e ilimitada en el año 2019. Incluso lo conseguimos realizar en mejores condiciones que lo estipulado por este proyecto de las grandes potencias cuya fecha de ponerla totalmente en marcha utilitaria estaba proyectada recién para el año 2100. Les narraré a continuación otro poco de nuestra historia relacionada con nuestra energética.
Todo surgió con el descubrimiento, aprovechamiento y extrapolando en forma científica, una propiedad física muy notable del carbono y muy conocida desde hacía ya muchos años. Esta propiedad física especial del elemento carbono, que sirvió de punto de partida a nuestra investigación, consistió simplemente en la observación del insólito y desproporcionado endurecimiento experimentado por las moléculas de este elemento. Este endurecimiento de las moléculas del carbono se producía sin combinarlo con ningún otro, o sea sin intervención de la ciencia química, era un proceso absolutamente perteneciente a la ciencia física. La obtención del carbón, obtenido mediante el tronco de las plantas, es muy fácil de lograrlo y es posible extraerlo sin dificultad por cualquier persona. Se trata de carbonizar especialmente los troncos de los árboles o bien otras partes de sus maderas. El procedimiento era muy conocido por los campesinos de toda la Tierra. Ellos de los troncos y ganchos de los árboles obtenían un montón de maderas y cubriéndolas con una capa de tierra, de unos veinte centímetros, y dándoles una entrada de aire por la parte baja y una chimenea en lo alto la transformaban en un verdadero horno de combustión lenta. Este horno era un pequeño volcán artificial, que a los pocos días de encendido entregaba el negro carbón vegetal. Este sencillo procedimiento es el proceso de obtención del carbón vegetal por medio de la combustión lenta de la madera, resultando un carbón blando de color negro y de dureza en la escala del 1 al 10 de 1,1. Este carbón era muy usado a comienzos del siglo pasado para la calefacción de las habitaciones de las casas, sobre todo donde sus moradores no disponían de abundantes recursos económicos para los otros tipos más sanos de calefacción. Si cambiamos las condiciones físicas normales y sometemos este carbón natural a una gran presión y a una elevada temperatura entonces las moléculas del elemento carbono, contenido en este combustible, es convertido en el famoso diamante. Solamente por usar este procedimiento físico de presión y temperatura elevadas las moléculas del elemento carbono han adquirido otras interesantes propiedades. Por ejemplo: primero, este carbón normal vegetal de densidad un poco superior a uno pasa a tener una nueva densidad de 3,5 y lo llamamos diamante; segundo, de color negro pasa a ser un diamante semi transparente; tercero de tener una dureza de valor que es casi el mínimo ligeramente superior a uno pasa a adquirir la mayor dureza en la escala o sea a tener un valor de diez ahora como diamante, etcétera. Esta última propiedad significa que el elemento carbono se ha transformado a tal extremo que estando al comienzo de la escala de valores de dureza ahora como diamante es tan duro como que queda ubicado en el extremo de la escala de dureza.
Si esto sucedía en el carbono nuestra intuición nos indicó que se podía probablemente hacer lo mismo con el aluminio y con cualquier otro elemento. Siguiendo este camino y mediante nuestra cada vez más desarrollada Razón-omnipotente nos convencimos que debíamos hacer los cálculos y los experimentos correspondientes sin darnos descanso. Algo muy importante iba a suceder, intuimos que si conseguíamos éxito estábamos a las puertas de una gran revolución científica.
Abordamos el problema sabiamente. Buscamos las causas precisas que hacían posible este endurecimiento de las moléculas del carbono. Nos metimos al estudio de las moléculas y después al de los mismos átomos, para estos efectos usamos siempre lo mejor de la tecnología. Computadores de una enorme capacidad para ese entonces y los últimos descubrimientos, como por ejemplo, de como mirar y fotografiar o sea la llamada técnica de congelar el movimiento de los átomos a medida que van formando las moléculas.
Lo insólito que sucedía con el carbono al transformarse en diamante era que sus propiedades cambiaban radicalmente, de negro pasaba a ser transparente, de densidad uno del carbón blando pasaba al transformarse en el diamante a tener una densidad superior a tres. Este cambio de las propiedades de un mismo elemento, usando solo procedimientos físicos, lo logramos producir en otros elementos como fue en especial en el aluminio. En primera instancia apretamos las moléculas del carbono en estado de carbón. Las moléculas también orbitan entre sí, le dimos más velocidad y menos radio vector en torno al punto virtual de giro y se produjo el primer descubrimiento, podíamos producir en nuestro laboratorio pequeños diamantes artificialmente. El segundo gran descubrimiento se produjo cuando nos metimos a hacer lo mismo con cada átomo. Este proceso consistió fundamentalmente en “apretar o juntar” los electrones obligarlos a que giren más rápido y más cerca del núcleo del átomo. Con el núcleo de un mismo elemento, logramos construir átomos con diferentes propiedades y moléculas, con estos átomos, ocupando un volumen más pequeño, lo que en la práctica significaba que una misma cantidad de materia tenía, después de pasar por este procedimiento, muchísimo menos volumen. Entonces con los electrones más cerca del núcleo del átomo apareció lo fantástico, entre otras cosas, el grado de endurecimiento de la materia con la que experimentábamos se podía multiplicar a voluntad miles de veces. Lo más importante es que este problema quedó resuelto científicamente. Todo el procedimiento de crear diamantes, que se realizaba a ciegas casuísticamente por los golpes de los meteoros, sobre los árboles milenarios, quedó resuelto y no solo para el carbono sino para el aluminio y otros elementos. Los científicos tradicionales desde el siglo pasado, fabricaban pequeños diamantes del carbono pero solo imitando a la naturaleza, esto es aplicando presión y temperatura. La naturaleza profunda de estos procedimientos que permanecían en forma oculta, ahora quedó por nosotros aclarada y en nuestras manos sin ningún secreto. Hacíamos no solamente más duras las moléculas de determinados elementos sino las podíamos diamantizar a voluntad, es decir hacerlas, duras, transparentes, coloreadas, etcétera.
Estábamos haciendo las cosas no solo de la forma casual-empírico como lo venía haciendo a ciegas la naturaleza sino ahora lo hacíamos científicamente. Entramos así en un procedimiento que era capaz de originar en los elementos un cambio dialéctico muy profundo y que además se podía realizar con todos los elementos casi por igual. Cambiando las órbitas de los electrones, acabábamos de fabricar con el núcleo de un mismo elemento aparentemente otro artificial con propiedades diferentes no existentes en la naturaleza.
En el transcurso de la vida del ser humano se fueron sucediendo primero en forma muy sencilla las dos primeras etapas de los materiales usados por el Homo-sapiens. A la edad de piedra, le siguió la época de los metales. Después de estas dos primeras etapas aparecieron las edades en la que el hombre usa sus propias creaciones de materiales, así aparece el tiempo donde se usan las grandes moléculas plásticas artificiales y finalmente desde el año 2019 le apareció otra nueva, la edad de los elementos con propiedades artificialmente cambiadas. ¡Habíamos así entrado en la edad de la materia compuesta no solamente con moléculas sino con sus elementos ahora con propiedades artificialmente cambiadas!
Todas estas suculentas transformaciones del nuevo mundo que nos rodea partieron de una simple observación, su principal protagonista fueron primero las moléculas del carbono. La reflexión de fondo se fue ahondando al ir buscando la explicación de cómo en la naturaleza, situaciones exclusivamente físicas, podían llegar a producir nuevas propiedades insólitas en las moléculas del carbono. Lo curioso era que, el elemento no cambiaba ni se combinaba con otros, seguía siendo carbono puro tanto en las moléculas del carbón vegetal como en el grafito y también en el diamante. En el siglo pasado normalmente, se conformaba a la inquietud de los que querían una explicación más satisfactoria, diciéndoles que la posición de las moléculas del carbono, tanto en el carbón vegetal, como en el grafito y como en el diamante eran derivadas de posiciones de estructura diferentes en las moléculas, sin ahondar mayormente en este interesante tema. Lo que sucedía con el diamante era algo demasiado insólito para una explicación tan elemental y por lo tanto nos movía a investigar las causas de este interesante asunto y dada su importancia a hacerlo sin darnos descanso. Por ejemplo hacer lo del médico, si un médico descubre una enfermedad el facultativo no se detiene hasta determinar la etiología, es decir las causas precisas que originan la enfermedad. Nosotros atravesábamos por un problema parecido. ¿Cómo era esto posible, que las moléculas del carbono, cambien todas sus propiedades y sin combinarlas con ningún otro elemento?. Era conocido por todo el mundo que este interesante elemento carbono se presentaba en la naturaleza como el durísimo diamante, o como el blando grafito, o como carbono amorfo o carbón. En todas sus formas es carbono puro. ¿Entonces como se explica el que se produzcan estas enormes diferencias entre el diamante y el grafito o las diferencias entre el diamante y el carbón? Encontramos la respuesta científica adecuada a esta pregunta, pero ello originó que lo mismo debía suceder no solo con el carbono sino también con los otros elementos. Esta extrapolación de las propiedades del carbono, a los otros elementos, produjo la cadena de otras extrapolaciones. Como consecuencia de esta situación se produjo incluso también algunos cambios radicales con respecto al tiempo ocupado por los nuevos proyectos. A los proyectos a largo plazo, lo previsto que podría suceder en cien años más se realizaba a lo más en solo diez años. Es decir, las curvas de representación de pronósticos del futuro, si en las abscisas se tomo como unidad al año, entonces normalmente esa curva de representación subía ligeramente a la recta horizontal, aparecía ahora al extrapolarlas, dibujadas en forma cercana a la vertical. Por eso a esta narración le he llamado “Extrapolación Fantástica”. Además en este nuevo mundo pasamos a hacer cambios radicales en las formas de ser y de pensar, nos hicimos rápidamente filósofos más profundos nos descubrimos a nosotros mismos como poseedores de la Razón-omnipotente nos empezamos a tutear con el infinito de la materia del espacio y del tiempo.
Ahora les contaré brevemente algo de historia del siglo pasado en la década del 70 cuando los integrantes de nuestro grupo éramos muy jóvenes. Historia nostálgica para nosotros, pero que tiene que ver o se relaciona con estos grandes sucesos, que vendrán narrados más adelante.
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