4.3 La fundación de la primera fábrica Nuevos Aluminios.
Les contaré en detalle algo más de nuestra aventura que es como contar una fantástica historia. De acuerdo con una de las resoluciones del último seminario, buscamos la manera de como comprar una propiedad que incluyera una zona de un río donde se hubiese explotado una mina de oro de lavadero. Con esta intención preconcebida nos compramos en medio millón de euros o sea lo que en ese tiempo era el equivalente a cincuenta kilogramos de oro doscientas hectáreas de un terreno, que se situaba a ambos lados del río Marga-Marga, o sea que el río pasaba por el medio de nuestra propiedad. Pagamos al contado solo el equivalente a cinco kilogramos de oro y el 90% restante lo pagó, un Banco dándonos un crédito hipotecario a largo plazo. Pedimos oficialmente a las autoridades el permiso de explotación de las minas de oro de los lavaderos, ubicadas precisamente dentro de nuestro propio territorio en el río Marga-Marga al lado de la ciudad de Quilpué que queda cerca del puerto de Valparaíso en Chile.
De acuerdo también con las resoluciones del primer seminario. Formamos una empresa minera y construimos e inscribimos legalmente la fábrica de nuevos aluminios llamada ahora oficialmente “Nuevos-aluminios” y la inscribimos como una sociedad anónima. En el futuro en estas sociedades anónimas tomarían acciones la mayor parte de los integrantes de nuestra propia comunidad ya que todos nosotros pasamos a disponer de grandes cantidades de capital en nuestras economías privadas. Nuestro trabajo era comparativamente muy bien remunerado ya que las utilidades obtenidas se repartían rigurosamente en partes proporciones a los trabajadores participantes en cada una de las numerosas empresas.
Como ya les dije con la máquina Transformadora-pfe, hicimos una cantidad enorme de experimentos probando el endurecimiento que podíamos producir en los diferentes elementos, de la mayor parte de la tabla del sistema periódico de Mendeléiev. Cuando ya habíamos hecho bastantes ensayos y pruebas y tomando en cuenta que necesitábamos un material abundante y de reducido costo descubrimos que, para nuestros grandes objetivos futuristas de grandes construcciones, nada nos resultaba mejor que el endurecimiento de láminas finas de aluminio. El oro o la plata resultaban muy buenos para su laminación y por lo tanto excelentes para endurecerlos en finas capas, pero eran comparados con el aluminio relativamente muy caros. Con el oro conseguíamos una superficie de un espesor tan fino como lo deseábamos y luego al endurecerlo nos servía su filo para cortar todo lo que queríamos. De acuerdo a nuestros planes, nosotros necesitábamos material para endurecer superficies de grandes dimensiones y por lo tanto el oro nos resultaba muy costoso como material de construcción para los gigantescos proyectos que teníamos por delante. Resolvimos trabajar el aluminio por su enorme abundancia en todos los rincones de la Tierra y lo barato que resultaba su explotación basada en la electrólisis. Las enormes cantidades de electricidad que se ocupaban para obtenerlo no nos asustaban, ya que la parte de los costos relacionados con el consumo de la electricidad, para nosotros era casi gratuita. Debíamos sacarle a las rocas el aluminio natural y con él teníamos que fabricar un nuevo aluminio. Por esto inscribimos nuestra primera fábrica con el nombre de “Fábrica de Nuevos-aluminios” y que nosotros lo abreviamos como Nuevos-aluminios. Esto era el nombre público oficial para nuestro uso interno era más explícito y significativo el nombre con apellido Nuevos-aluminios Alrad0.xxxx. Este último agregado Alrad0.xxxx nos daba el nuevo radio del átomo del aluminio con relación al radio natural. Por ejemplo el Alrad1.0000 era para nosotros el aluminio natural o normal. Con rad se abrevia la reducción del radio vector de la nueva elipse de los electrones del elemento. Se designa entonces la característica de reducción del nuevo radio vector de los electrones del átomo de aluminio comparado con el normal o natural considerado como de valor uno. Esta órbita nueva de los electrones viene a ser también el nuevo radio atómico del nuevo Aluminio. La forma simbólica escrita con Rad0.xxxx es para la especificación precisa de la reducción efectuada de este radio. Por ejemplo Alrad0.5 significa un nuevo aluminio con la mitad(0.5) del radio original de la órbita de cada uno de sus electrones integrantes del nuevo átomo del aluminio, ahora por consiguiente modificado en sus propiedades.
Este asombroso tratamiento con el aluminio y el apreciar las fantásticas consecuencias de lo gigantesco de nuestros descubrimientos nos trajeron otras consecuencias que fue necesario tomar en cuenta. Crecíamos también en todas las dimensiones de nuestros proyectos generales y personales. No pensábamos en cosas chicas ni siquiera encontrábamos normal las costumbres de vivir en el espacio clásico habitacional con el que habíamos estado acostumbrado a vivir durante toda nuestra vida. Ahora cuando planificábamos algo, generalmente de las llamadas dimensiones normales, como ser nuestras futuras habitaciones, ninguno de nosotros pensaba en los cincuenta clásicos metros cuadrados habitacionales por persona sino en un mínimo de cien metros cuadrados por persona.
Nos reorganizamos para reconstruir el proyecto de la fábrica de Nuevos-aluminios, este complejo metalúrgico lo debimos dividir en etapas. Con nuestro especialista en minerales recorrimos nuestro fundo, de 200 hectáreas, palmo a palmo buscando las rocas que contenían el mayor porcentaje de aluminio. Encontramos seis lugares, con un porcentaje de aluminio que no entusiasmaría a ninguna empresa dedicada al efecto pero para nosotros eran los seis lugares absolutamente rentables. Las fases que debíamos cumplir para obtener el esperado nuevo aluminio eran cinco. Primera etapa, consistió en la extracción de las rocas con el mineral y obtención del aluminio de los minerales y consistió en: 1.1 Obtención del mineral rocoso con aluminio, 1.2 trituración y pulverización del mineral, 1.3 centrifugación y separación por densidad de los componentes del mineral pulverizado para obtener aluminio más enriquecido porcentualmente, 1.4 tratamiento en la cuba electrolítica, del mineral previamente pulverizado y enriquecido para darle un nuevo enriquecimiento de la pureza del aluminio y aproximarla al 100 por ciento.
La segunda etapa de nuestra fábrica Nuevos-aluminios fabricaba grandes rollos de aluminio finamente laminado, usando una serie en cadena de pulimentados cilindros, el llamado papel aluminio, este papel salía enrollado en un cilindro por supuesto muy liso y todo este material en un enorme rollo impecablemente acicalado.
La tercera etapa de la fábrica de Nuevos-aluminios consistía en llevar al tratamiento, haciendo uso de la Transformadora-pfe, a estos grandes rollos de papel de aluminio, con el objetivo de obtener el endurecimiento y cambio de otras propiedades de estas enormes planchas del laminado aluminio. Esta máquina-robot o Transformadora-pfe luego hacía maravillas con el papel de aluminio, por ejemplo el aluminio de este papel de aluminio lo reducía a un radio orbital de sus electrones a la mitad o sea se podían tener Alrad0.5. Las planchas resultantes de este aluminio endurecido se hacían con una relativa facilidad y a un costo muy rentable. Hicimos rápidamente, en muy pocos días, construcciones para nuestras habitaciones que resultaron ser muy interesantes por ser sus paredes, pisos y techos de un material de aluminio muy resistente y de gran densidad pero por ser planchas muy finas resultaban relativamente livianas. Dejamos como regla que debíamos tener a lo menos cien metros cuadrados de superficie habitacional per cápita, o sea por persona. Empezamos por construir mil cuatrocientos metros cuadrados de habitaciones solamente para nosotros, los catorce “Pitagóricos con razón omnipotente”. Como consecuencia de usar los nuevos materiales, se comienza a palpar las bondades del nuevo mundo que empezábamos a edificar. Teníamos espacio para vivir y mucho espacio para nuestras fábricas y talleres. Todo lo planificábamos y lo hacíamos de dimensiones gigantescas.
Nuestras primeras habitaciones y fábrica estaban situadas en las orillas del río Marga-Marga, estábamos instalados en un lugar con mucha historia y con mucho oro no explotable por estar desparramado en millones de toneladas de arena. La obtención del oro de estos lavaderos del río no era en ese tiempo rentable, su explotación industrial se había abandonado hacía ya más de un siglo. Habían fracasado en este intento de explotación muchísimas personas y empresas que ya infructuosamente, en años anteriores, lo habían intentado, pero lo que sucedería con nuestra potente capacidad de explotación sería algo original y muy diferente. Estas minas fueron famosas en el tiempo cuando Chile era una colonia de España. Desde que Chile se independizó fueron lentamente abandonadas ya que dejaron de ser rentables. Estas minas de oro fueron rentables para los conquistadores españoles, usando el sanguinario método de la esclavitud con trabajo forzado hasta la extenuación total. Hacían trabajar a varios miles de indígenas que mantenían como esclavos. De promedio el rendimiento era de un gramo de oro al día por cada cautivo trabajando de sol a sol. Los españoles sacaron del río Marga-Marga muchos miles de toneladas de oro y quedaron también muchos miles de nativos exterminados por esta inhumana explotación. A los esclavos nativos los mantenían con solo una mínima ración de comida. Los explotaban hasta cuando terminaban agotando totalmente sus escuálidas fuerzas. Esta explotación duró hasta que Chile se independizó. La cantidad de oro contenido en las arenas de este río era inmensa pero cada kilogramo estaba repartido en millares de toneladas de arena. Todas las arenas del fondo y orillas del río en una enorme extensión tenían y tienen oro repartido en pequeñas proporciones. Tan pequeñas que para ninguna de las empresas que intentaron explotarlo, la puesta en marcha de estas minas fue rentable. Cualquier empresa que intentaba de nuevo esta aventura iba nuevamente al rotundo fracaso. Al primer análisis resulta que el valor del oro obtenido es inferior a la suma de los gastos de energía más el pago de los salarios mínimos a los trabajadores. Mientras hacíamos el estudio para iniciar nuestra explotación de la mina, veíamos a veces, a algunos trabajadores cesantes que por extrema necesidad se iban allí, a las catacumbas de los esclavos indígenas, a sacar, cuando les iba bien, algún miserable gramo de oro al día. Los veíamos trabajar haciendo todo con las mismas herramientas tradicionales que utilizaban los indígenas en la época cuando esta región era colonia española. En el tiempo de la colonia mantenían para esto a los prisioneros indígenas encadenados y custodiados por soldados españoles, vestidos con armadura y montados sobre caballos. Cada indígena semi desnudo debía mover ininterrumpidamente, una bandeja de varios kilos, para lavar diariamente una interminable cantidad de veces las cientos de porciones de arenas sacadas del río por el mismo. Dejando en cada lavado a veces unas centésimas de gramo de oro en el fondo de la bandeja. Por cada indígena obtenían los españoles, haciéndolos trabajar duramente más de doce horas al día, un promedio de un gramo de oro cada día. Como tenían muchos miles de indígenas trabajando y no les pagaban, entonces el negocio de explotación caminaba. El tratamiento inhumano en el actuar con los nativos de parte de los uniformados españoles, no era en nada diferente, a los métodos de los uniformados ingleses o a los procedimientos holandeses o a las crueles formas de explotación de los portugueses con los indígenas de otras regiones del planeta. Ninguno de los explotadores tenía, en aquel tiempo, ningún tipo de piedad con los indígenas. Indígena que se enfermaba era indígena muerto, los aniquilaban sin compasión. Argumentaban que “los salvajes” no eran seres humanos y por lo tanto si los mataban no tenían puntos en contra para el juicio final ante sus dioses. Algunos curas que llegaron acompañando a los conquistadores a América y que actuaban de convencimiento, les argumentaban a sus compatriotas acorazados, que no debían matar a los indígenas y que estos eran seres humanos, además la mayor parte de los españoles tenían hijos con las mujeres indígenas, llamados mulatos. Lo que cuentan es que también estos curas lo pasaron muy mal a pesar de ser españoles. Los uniformados-acorazados por usar estos argumentos de que los indígenas eran seres humanos los calificaron de revolucionarios y antipatriotas, así como devolvieron al propio Colon preso a España lo hicieron también con algunos curitas. Los curitas, no pudieron convencer a estos hombres de hierro, que se decían ser cristianos, a que cambien de actitud. Al mismo tiempo los conquistadores profesionalizaron a grupos para asesinar, les pagaban a un precio conocido por cada cabeza de indígena, asesinando y persiguiendo encarnizadamente a aquellos que se negaban a ser sus esclavos. En Chile a los curas como Padre Las Casas que pregonaban la igualdad de los hombres, vivan en España o en América, tengan el color que tengan, se les discriminó y se les acuso que estaban contra la corona española. Los indígenas araucanos se hicieron muy amigos de ellos, eran conocidos con el apodo cariñoso de curitas, o sea cura bueno. Decían los curitas “En la Biblia está escrito que Cristo consideró a todos los hombres iguales, la Biblia dice además en uno de sus mandamientos no matarás.” Aun así los conquistadores españoles dejaron a muy pocos indígenas vivos. Lo mismo hacían los conquistadores venidos de otros países europeos por ejemplo al llegar los ingleses a Norteamérica buscaban oro afiebradamente y asesinaban sin compasión a los indígenas de aquella región. Posteriormente se especializaron para dar vuelta la realidad haciendo películas del oeste, en que manipulando la situación histórica hacían aparecer a los indígenas de esa región como los malos de la película.
Utilizamos para aumentar el rendimiento en el lavadero de oro una simple red muy fina o mejor dicho de enrejado microscópico, pero de un entretejido metálico super endurecido, que usamos como convertidor de las duras rocas en polvo por esto lo llamamos el desmenuzador de rocas, fue una de las primeras sencillas y valiosas herramientas. El desmenuzador de rocas fue indirectamente una de las herramientas claves para hacer rentable la mina de lavadero de oro. El lavadero de oro fue desde el comienzo nuestra esperanza para obtener fuertes entradas de dineros. Nos propusimos sacar oro de las arenas del río usando en el fondo los mismos métodos y herramientas antiguos tan conocidos, o sea el esfuerzo muscular y las bandejas para lavar las arenas auríferas. Nosotros usábamos ahora las herramientas o bandejas con más de mil veces la superficie de una bandeja utilizada en forma tradicional y empleando para su movimiento un potente motor eléctrico en vez de los esfuerzos musculares de los sufridos indígenas. Además los técnicos e ingenieros del grupo Pitagóricos no descansaban proyectando y haciendo otras fantásticas herramientas además de originales instrumentos. Ellos estaban ansiosos en usar los nuevos materiales endurecidos en la proyección de nuevas máquinas. Ahora ocultos en el interior de estas doscientas hectáreas proyectaron maravillosas máquinas y herramientas que comenzábamos con mucho entusiasmo a construir.
Como ya lo dijimos para la obtención del oro de este lavadero nos fabricamos los tradicionales utensilios, pero ahora los tamaños de las superficies de las bandejas, usadas por cada minero de lavadero, fueron aumentados en alrededor de mil veces. De la bandeja de 30 centímetros de diámetro usada por los mineros indígenas pasamos a usar bandejas de diez metros de diámetro, o sea de más de mil veces la superficie de la bandeja clásica para el oro de 30 centímetros de diámetro. Por supuesto que las enormes bandejas estaban colocadas sobre un soporte firme y movidas por un motor eléctrico. En estos grandes platos se depositaba en su interior, mediante un enorme cucharón mecánico el material y el agua correspondiente para el lavado se extraía del río mediante poderosos pistones alimentados con bombas aspirante-impelente. Aparte de las grandes bandejas también obtuvimos mucho éxito para sacar oro de las arenas y del material pulverizado, por el segundo método consistente en hacer correr por largas canaletas, mezclando con agua, las arenas auríferas y los materiales pulverizados. Nos hicimos canaletas de trescientos metros de largo, estas no eran lisas en la parte del fondo o sea llevaban trampas para el oro en la parte baja. En resumen usamos todos los métodos antiguos, pero ampliados a miles de veces, para obtener en cantidades este valioso mineral. Con nuestros incansables motores eléctricos, movíamos y hacíamos vibrar las enormes bandejas cargadas de arena y agua además por otro lado le dábamos abundante agua a las numerosas y largas canaletas con material de arenas auríferas. En nuestra naciente empresa trabajábamos por turno las veinticuatro horas del día.
Casi en todos los lugares del mundo hay siempre en cada metro cúbico de tierra pequeñas, o mejor dicho infinitesimales, porciones de oro. Se sabe por la ciencia de la geoquímica que por la erosión continua que originan las aguas de los ríos se llevan al mar las partes de tierra con sus sales y otros elementos menos densos que el oro y además parte de rocas convertidas en arenas de poca densidad. El oro se va quedando, por tener más densidad, en el fondo de los ríos en especial sobre los lechos o superficies de rocas más duras. Por esto son zonas auríferas los lugares donde el río, en millones de años, erosionó grandes montañas. Se puede estar seguro que todos los ríos del mundo tienen sus depósitos secretos de oro. Por esta razón, al buscar oro, sacamos el material especialmente del fondo del río, de las grietas de las rocas y precisamente en las superficies de las partes más duras de su lecho. Primero trabajamos solo los catorce amigos positivistas de nuestra naciente organización y nuestro trabajo fue muy lucrativo, rindió lo mismo que harían mil personas trabajando rústicamente a razón de un gramo de oro por persona al día. Nuestra producción inicial resultó pues en promedio de un kilogramo de oro al día. Les contaré con algunos detalles de como nos fue posible iniciar estas faenas en forma tan exitosa, pese a los grandes inconvenientes que se presentan al explotar una mina de lavadero de oro con un capital inicial proporcionalmente muy pequeño con relación a las intenciones del rendimiento diario. Nuestro capital inicial, que era un préstamo de nosotros mismos los Catorce-pitagóricos a la naciente empresa, fue de menos de un millón de euros y ya estaba casi agotado. Las maravillosas Transformadoras-pfe y los potentes Motores-atómicos eran máquinas sencillas pero usaban costosos computadores y otros artefactos muy valiosos que inicialmente debimos de comprar.
En las desarmadurías de vehículos, compramos varias máquinas usadas a menos de la milésima parte de su valor real. El bajo precio era debido a que estaban estas máquinas gastadas y también mucho tiempo en desuso. Nuestros primeros utensilios para la mina fueron: tres grandes palas mecánicas con cucharones de varios metros cúbicos de capacidad de modelos muy antiguos; dos tractores viejos; y cuatro camiones volquete dados de baja hacía ya más de dos años. No nos importó mayormente el estado en que estaba este conjunto de máquinas ni el problema con los motores, los motores los cambiamos muy rápido por otros eléctricos, usados también pero reforzados y reparados por nosotros además de varios motores eléctricos nuevos que compramos a crédito. Estas máquinas las comenzamos a usar exclusivamente solo en el interior de nuestra mina y en los patios anexos. A los generadores eléctricos les pusimos una instalación con largos cables aislados y cubiertos de un material irrompible, cubriendo toda las partes de la mina con cientos de toma corriente repartidos por todos los rincones. Todas las máquinas de la mina las hicimos funcionar con potentes motores eléctricos. Nos fabricamos una maravillosa herramienta consistente en un taladro eléctrico de mucha potencia y con las brocas endurecidas al nivel del Alrad0.25, con estas brocas resistentes podíamos perforar las planchas de aluminio endurecido e incluso el material de los motores también ya hechos resistentes. Con esta herramienta perforábamos los orificios adecuados y nos servían para unir, colocándoles en estos orificios finos pasadores para y con ellos así apernar las planchas del nuevo aluminio endurecido. Hicimos un recubrimiento completo con el delgado aluminio a todas las superficies de las palas mecánicas tractores y camiones y además de todas las otras herramientas, luego los pusimos en la cámara de la máquina Transformadora-pfe y el aluminio que cubría las superficies delicadas de las máquinas quedó muy resistente resultó como Alrad0.5. Trabajamos con una superpotencia de fuerza originada por la electricidad y con una enorme comodidad. Todos nuestros motores eran eléctricos y por supuesto muy silenciosos. Por otro lado el rendimiento se debía a que podíamos meter los cucharones mecánicos super finos cortando fácilmente las rocas del fondo del río y luego pulverizados estos materiales podíamos separar en la parte baja de las grandes bandejas, los gramos de oro correspondiente. El oro lo encontramos mezclado indudablemente con las arenas del río en una proporción ligeramente superior a la misma invariable escasa proporción que existió desde antaño.
En una extensa reunión que duró alrededor de doce horas nos hicimos un proyecto inicial para la obtención del oro en cantidades apreciables, debíamos preocuparnos de lograr obtener una capacidad de producción de a lo menos veinte kilogramos de oro al día. Este nuevo proyecto, que comprendía básicamente la obtención de seiscientos kilogramos de oro al mes era absolutamente factible, dadas las tres nuevas condiciones con las que podíamos trabajar, en primer lugar el hecho de tener la energía a raudales y casi absolutamente gratis, en segundo lugar disponíamos de agua en abundancia y en tercer lugar teníamos las herramientas con las que podíamos desmenuzar o pulverizar las rocas del fondo del estero.
Toda la construcción de la nueva explotación de este lavadero de oro, la debíamos hacer con la idea de obtener esta cantidad de veinte kilogramos diarios de oro, debíamos comenzar a obtener estas cantidades en un futuro muy cercano o sea medido solamente en semanas.
Al iniciarnos y después de un par de días de duro trabajo, ocupándonos solo los catorce amigos, conseguimos obtener un promedio de producción de un kilogramo de oro al día. Como ya se los indiqué, para poder lograr este kilogramo de oro al día, habíamos construido dos bandejas gigantes de diez metros de diámetro cada una además varias canaletas con agua corriente y con trampas para el oro, con una extensión de trescientos metros de largo cada una. Las poderosas bombas eléctricas aspirante impelente, que eran las únicas máquinas que habíamos comprado nuevas, lanzaban el agua a estas bandejas en forma intermitente utilizando muchos metros cúbicos de agua al día. El río, al que le habíamos hecho unos tranques, nos proporcionaba una parte de agua la otra la obteníamos de la extracción directa de unos pozos que construimos sin ninguna dificultad. La construcción de las norias para la obtención del agua, era una cosa muy sencilla. Penetrábamos en la tierra utilizando un trozo de nuestro Prisma-recto-hexagonal-2x25 metros. Lo hacíamos funcionar en primer lugar colocando el prisma en posición vertical, en la parte superior de este prisma instalamos un motor atómico a reacción lumínica o sea al MotorARL3t, en posición tal que la salida de los gases de las toberas del motor apuntaba verticalmente hacia arriba presionando al prisma hacia el centro de la Tierra. Este motor apenas lo hacíamos funcionar presionaba el prisma y este penetraba en las rocas y la tierra como si se tratara de un cuchillo cortando la mantequilla caliente. El material que quedaba dentro del prisma lo tratábamos con uno de nuestros pulverizadores rompiendo y pulverizando metros cúbicos de piedras y rocas en pocos minutos. Mediante una combinación de engranajes y haciendo uso de un motor eléctrico acoplado, se extraían además rápidamente los desechos de roca molida del interior de este fino tubo prismático hexagonal. El prisma hexagonal lograba así avanzar penetrando hacia el interior rompiendo rocas y extrayendo tierra con la velocidad de dos metros por hora. Por la facilidad con que esta herramienta penetraba en las rocas, rompimos el suelo, aparte de los lugares para extraer agua, en algunos otros sitios y sacábamos además de las arenas y rocas pulverizadas de estos pozos las pequeñas cantidades de oro que contenían.
La proporción de oro por cada tonelada de material era en todas partes muy pequeña. Comprobamos de nuevo que por los métodos tradicionales de explotación la mina de lavadero de oro no era rentable en absoluto. No había posibilidad alguna de que apareciera alguna otra empresa pidiendo estas arenas a orilla del río, además habían miles de toneladas de material aurífero no solo aquí sino en la mayor parte de los lechos de los ríos caudalosos. En nuestra nueva mina si hubiésemos tenido que pagar la energía ocupada, los gastos habrían sido mayores que el valor del oro conseguido. Para nuestra incipiente empresa, la enorme energía gastada por ser casi gratis, era la causante de la fantástica rentabilidad que nosotros obteníamos. Para nuestros cálculos no tenía la más mínima importancia el valor de la energía gastada. Nos apremiaba apurar solo la obtención de la cantidad de oro obtenido cada día, no nos preocupaba en absoluto la cantidad de energía ocupada para este efecto. De una gran importancia era para nosotros, en ese momento, poder mejorar la obtención de las cantidades de oro al día. Nuestros proyectos que teníamos por delante eran gigantescos, la estructura gruesa la hacíamos con nuestros propios materiales pero era imprescindible comprar una enorme cantidad de cosas que todavía no podíamos construir, computadoras, teléfonos, radios, televisión, etcétera.
Como premio, por lo que habíamos descubierto con tanta paciencia y esfuerzo, todos nosotros merecíamos vivir ahora cómodamente. Si tuviéramos que vender nuestro formidable descubrimiento, conseguido con un increíble paciente trabajo, no habría gobierno en el mundo que nos pudiera pagar lo que esto significa ni comprender tantos sacrificios que habíamos efectuado. Tampoco nosotros nos podíamos confiar entregando estos fabulosos descubrimientos a ningún tipo de gobierno. Esto que teníamos en nuestras manos representaba el luminoso futuro, donde todo la actualidad de aquellos años se ve ahora sumamente empequeñecida, incluso lo que hacían las grandes potencias en esos tiempos. Por ejemplo estos grandes países se proponían tener el dominio de la obtención de la energía atómica basándose en la fusión del hidrógeno. El proyecto, llamado Reactor Experimental Termonuclear Internacional RETI o conocido también con la sigla inglesa como ITER que tenía cerca de una década comenzado a desarrollarse afirmadamente el año 2005. Se firmó y partió definitivamente el 20 de noviembre del año 2006, con la participación de la UE que aporta el 50% y otros seis socios el resto. Estos son: China, EEUU, India, Japón, Corea del Sur, y Rusia. El fantástico proyecto ITER indicaba sin embargo que se conseguiría un éxito definitivo solamente al tener confiable funcionado a prueba una planta productora industrial. Esto se conseguiría después de una profunda investigación de unos 30 años con posibles resultados positivos ya entre los años de la década del 2040. El laboratorio se instaló en el sur de Francia en Cadarache, en la desembocadura del Ródano.
Con nuestro grupo, “Pitagóricos con razón omnipotente”, logramos esta anhelada fusión de los isótopos del hidrógeno ya en forma utilizable en el año 2019 o sea unos veinte años antes de la fecha del proyecto ITER para una utilización masiva. En este sentido nosotros tuvimos de la partida un éxito total ya que aplicamos esta forma de tener energía de inmediato a los motores atómicos de fusión nuclear para dar comienzo a la invasión del cosmos. Habíamos entregado gran parte de nuestra vida investigando muchas veces trabajando hasta quince horas al día. Antes de obtener éxito, en esta triunfante investigación, fue necesario además que ocupáramos en ella abnegadamente y sin descanso muchos de los más valiosos años de nuestras existencias. Como habíamos llegado finalmente a un punto tan importante y valioso estábamos por primera vez algo nerviosos, no podíamos descuidarnos exponiéndonos a que nos roben este gigantesco avance conseguido con destino a llegar pronto a nuestra meta, de instalarnos en el Cosmos-geoestacionario.
Por otro lado estábamos gozando de mucha prosperidad en los negocios, todos los componentes de nuestro grupo nos repartíamos las utilidades ganando un incomparable buen sueldo. En forma práctica con esto podíamos demostrar que éramos consecuentes con uno de los más importantes de nuestros principios, el de no explotar a nuestros semejantes. Esta forma de administración nos permitió más tarde conquistar muchos adeptos a nuestra noble causa. Después de efectuado cada balance semestral, nos propusimos aumentar nuestro sueldo proporcionalmente a las utilidades, así fue nuestra política de sencilla y en esto fuimos muy rigurosos desde nuestra partida. No compartíamos aquella consigna de que la empresa debe crecer al mayor ritmo posible. No era nuestra política, hacer crecer a la empresa sobre la base de que nosotros ganásemos siempre lo mismo. Era absurdo y contrario a nuestros principios, que sobre la base de nuestro sacrificio personal hacer economizar a nuestra institución y para que ella tenga un mejor rendimiento económico. Nos afirmábamos en que somos nosotros los más importantes y no los otros componentes de las empresas que habíamos formado.
La cómoda perforación de profundos pozos, largos túneles y enormes subterráneos, que podíamos realizar mediante nuestras potentes herramientas de la generación de los materiales superduros era un asunto muy interesante para llevar adelante los planes de nuestra naciente comunidad. Naturalmente que estas excavaciones venían a solucionar una gran cantidad de problemas, ya que la mayor parte de nuestros primeros proyectos comprendían hacer grandes perforaciones con el objeto de trabajar en la semi clandestinidad. Debíamos hacer muchas de nuestras cosas más importantes en forma absolutamente secreta y para esto nada era mejor que hacerlo siempre en un subterráneo o sea bajo tierra.
Además como podíamos romper el suelo con mucha facilidad esta circunstancia nos servía para la obtención del agua gratis desde nuestras norias y con el agua en abundancia la extracción del oro de las arenas tenía un rendimiento mucho mejor. Mediante nuestro pulverizador para romper las rocas no teníamos necesidad de usar la tradicional dinamita, esta sencilla herramienta nos permitía penetrar sin ninguna dificultad y rápidamente en el interior de la tierra. Todos los lugares, con piedras o rocas, se convirtieron en el futuro para todos nuestros cálculos como si fuesen lugares sin rocas sino solamente compuestos por arena.
La producción de promedio de un kilogramo de oro al día fue nuestra primera entrada de auténtico capital. Antes solo habíamos tenido gastos y más gastos, pero mucha fe al extremo que todos vendimos cuanto teníamos para comprar las primeras acciones de nuestra naciente empresa y hacer el capital inicial consistente en cerca de un millón de euros. Cada uno de nosotros recibió proporcionalmente por la cantidad de dinero correspondiente estas primeras acciones de nuestra naciente empresa. Ninguno de nosotros las ha vendido, las conservamos como una gran reliquia.
Como producción inicial, nuestra primera empresa tenía pues entonces, solamente treinta kilogramos de oro al mes. Había necesidad imperiosa de acelerar todos nuestros proyectos para aumentar este escuálido capital. A la semana siguiente de la iniciación de la extracción del oro, resolvimos comprar los elementos, que felizmente no eran muchos, para instalar de inmediato un taller para fabricar pequeños diamantes sintéticos. Con los diamantes tuvimos una entrada diaria de dineros semejante a la dada por el oro. Este doble acontecimiento, de la primera producción de oro y de la fabricación de pequeños diamantes industriales nuestro grupo lo celebró, escuchando unas horas de música y haciendo algunos brindis.
Sobre la base de estos éxitos, el encargado de finanzas comenzó por pedir créditos en varios de los bancos y comenzó a comprar las demás cosas que necesitábamos también pagándolas a largos plazos. Sorpresivamente se nos abrieron las esperanzas o mejor dicho tuvimos la seguridad de llegar a nuestra meta sin ninguna angustia económica. Desde ese tiempo en adelante, del punto de vista de las finanzas, todos los planes programados marcharon sin problemas.
Después de esta etapa del oro y los diamantes, nos quedaba iniciar todavía otros empleos industriales usando las maravillas de que era capaz de realizar nuestra portentosa máquina Transformadora de las propiedades físicas de los elementos.
Como ya les dije anteriormente, resolvimos afirmarnos en el aluminio como nuestro metal básico para todos nuestros trabajos. En ese tiempo el elevado costo del precio del aluminio en el mercado internacional, mayor que el acero, se debía fundamentalmente a que para obtenerlo se necesita ocupar cubas electrolíticas que consumían mucha electricidad y la energía eléctrica era cientos de veces más cara que en la actualidad. Para nosotros en nuestros presupuestos, al momento del cálculo en los costos de producción, el gasto de electricidad no jugaba ningún rol importante. El aluminio es muy abundante esta en la mayor parte de las rocas. Algunas de las rocas que contienen aluminio son conocidas como bauxitas y criolitas, ellas son muy comunes en toda la superficie de la Tierra. El aluminio entonces es sumamente abundante al extremo que es el ocho por ciento de toda la corteza terrestre. Incluso allí en las cercanías de nuestro lavadero de oro encontramos mucho material rocoso con una proporción del diez por ciento de aluminio. En las cercanías de donde sacábamos el material para obtener el oro el río, este tenía piedras con criolita conteniendo también aluminio y hierro. Rápidamente nos hicimos una nueva cuba electrolítica para duplicar las cantidades de aluminio que debíamos sacar por medio de la electricidad. Nos fabricamos otros dos nuevos modelos de Transformadoras de las propiedades físicas de los elementos que llamaremos algunas veces abreviadamente Transformadora-pfe. Con cada una de estas máquinas transformadoras como base construimos luego una fábrica para producir planchas de aluminio y obteníamos diariamente una buena producción.
El trabajo del aluminio lo hicimos al comienzo en forma muy sencilla pero de todas maneras lo creamos en varias etapas, que se las describo a continuación. Primero con nuestro triturador pulverizamos finamente las rocas. Segundo se puso este material en una centrifugadora de gran velocidad que en la parte correspondiente a la densidad del aluminio enriquecía la proporción de este elemento, separándolo de los materiales más y menos densos que el aluminio. Tercero colocamos este material enriquecido en una de nuestras dos nuestras dos primeras cubas electrolíticas productoras solo de veinte kilogramos de aluminio por hora, esta era la cantidad de aluminio que necesitábamos al comienzo para consumo interno, dejamos la segunda cuba de reserva y las turnábamos permanentemente. Cuarto, hicimos una laminadora con un rodillo muy pulimentado y laminamos el aluminio a razón también de veinte kilogramos por hora, hasta dejarlo con el grosor del papel de aluminio. Quinto el papel de aluminio entró finalmente en una máquina Transformadora-propiedades-físicas-de-los-elementos. Esta planta de endurecimiento estaba programada para reducir a la mitad el radio orbital de los electrones del aluminio natural. La boca de entrada de la Transformadora-pfe era de cuatro metros. Por esta boca le hacíamos entrar el delgado papel de aluminio de 4 metros de ancho por diez metros de largo, o sea inicialmente de 40 metros cuadrados. El grosor del folio de aluminio era de una centésima de milímetro de espesor. Del mismo tradicional grosor que el que se vende en rollos para envolver comidas, este tipo de papel aluminio pesa 27 gramos el metro cuadrado. El peso de los 40 metros cuadrados resulta por lo tanto de 1080 gramos. La Transformadora-pfe nos entregaba la plancha de los diez metros de largo reducida a cinco metros de largo y los cuatro metros de ancho que entraban inicialmente se convertían en solo dos metros de ancho, la centésima de milímetro de espesor inicial aparecía convertido en media centésima de milímetro de espesor, o sea 0.005 milímetros. En resumidas cuentas la primera fábrica de planchas de aluminio-diamante nos entregaba cada hora diez de estas planchas. Nuestra original fábrica fue indudablemente la primera productora mundial de un nuevo tipo de aluminio. Después del tratamiento de endurecimiento, estas nuevas flamantes y delgadas superficies hechas del maravilloso y precioso material del futuro resultaron tener, como ya lo dijimos, sus dimensiones finales reducidas. Cada plancha de aluminio endurecido quedó finalmente con: 2 metros de ancho por 5 metros de largo. La superficie de cada una de las planchas del preciado nuevo aluminio pasó a ser de 10 metros cuadrados, el peso de cada una resultó de 1080 gramos o 1,08 kilogramos. El metro cuadrado de esta preciosa plaqueta de delgado y fino aluminio endurecido pesa por lo tanto solo 108 gramos. Este nuevo aluminio por tener reducido el radio orbital de los electrones a la mitad lo llamamos aluminio de radio reducido a 0,5 que en el futuro solo lo escribimos abreviadamente como Alrad0.5. Teníamos a nuestra disposición cada día 2400 metros cuadrados de una superficie de Alrad0.5 tan dura que sobrepasaba lejos su dureza y tenacidad a las necesidades que inicialmente lo destinábamos. Las planchas del aluminio Alrad0.5 de 2x5 metros resultaron superlivianas y muy duras, nos parecieron desde el primer momento increíblemente rígidas. Más duras y resistentes que si fueran de una plancha de puro acero de cinco centímetros de espesor, eran pues muy resistentes y al mismo tiempo estas nuevas piezas de aluminio dejaban pasar totalmente la luz o sea podían ser absolutamente transparentes, por programación se podían obtener acondicionadas a que aparecieron con uno o algunos de los innumerables colores.
Con los átomos del aluminio reducido a la tercera parte o sea Alrad0.33, se construyen los motores de propulsión atómica ya que con esta reducción de los radios de los electrones de los átomos a un tercio del radio original resulta un aluminio mucho más compacto o sea enormemente más denso y por supuesto con otras propiedades. De este nuevo material Alrad0.33 son los bloques que forman las paredes de los motores atómicos que por supuesto no dejan pasar las radiaciones procedentes de los núcleos atómicos ni los neutrones ya que sus paredes son mucho más densas y compactas y reflejan estas radiaciones como si fueran espejos reflejando fotones de luz.
Les debo hacer notar que resultaba muy sencillo hacer las paredes de nuestros motores, se necesitaba solo dejar un tiempo más largo funcionando a la Transformadora-pfe, y programar el computador para reducir por supuesto no solo a la mitad el radio de la órbita de los electrones de los átomos del aluminio Alrad0.5 sino a la tercera parte del radio orbital de los electrones de los átomos de este liviano elemento. Para los motores atómicos, fue necesario entonces tener un aluminio super especial de radio atómico solo 0.33 del normal o sea abreviadamente lo conocemos como Alrad0.33.
Cuando dispusimos de una buena entrada económica con la venta de oro y diamantes sintéticos nos dedicamos a aumentar la fabricación de nuestros originales motores a energía atómica, cuyo costo era medido en millones de euros, aun tomando en cuenta la gran economía que significaban nuestros nuevos materiales. Lo que encarecía la producción era que debíamos dirigir, mediante verdaderos minúsculos robots, electrónicamente y automáticamente a cada una de las numerosas partes de los motores atómicos.
La producción y venta de diamantes industriales nos permitió hacer maravillas con las finanzas. Entonces, con este apoyo financiero, meses más tarde, montamos otro taller para fabricar en serie exclusivamente Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica. Los motores allí construidos eran toda una joya ya que sus paredes eran de un diamante especial obtenido con el aluminio, lucían esplendorosos. Nuestro nuevo taller tenía ya una gran capacidad inicial para la construcción de estos motores, iba desde ingenios con potencia para levantar una tonelada(t) hasta la altura de un metro en un segundo o sea de 1000 kgm/seg, hasta levantar las treinta toneladas( 30t) a la altura de un metro en un segundo o lo que es lo mismo con potencia de hasta 30000-kgm/seg. Habíamos pues construido y además los teníamos a nuestra entera disposición: Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica de una potencia de 1000 kgm/seg, conocidos también como Motores-atómicos con potencia de 1 tonelada (t); también eran muy populares los Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica de potencia 2 t, hasta llegar a, Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica de potencia 30 t. En una segunda etapa, algún tiempo después, fuimos fabricando progresivamente motores de potencia superior o sea Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica-40 t, 50 t, 100 t, hasta que finalmente construimos los gigantescos Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica de potencia 300 t.
Paralelamente a nuestro trabajo minero, empleando la sencilla máquina pulverizadora de rocas y otras de las maravillosas herramientas que teníamos, hicimos una excavación a cinco metros de profundidad bajo la superficie de la tierra. Efectuamos este trabajo en un tiempo récord de menos de un mes realizando las duras faenas de horadar y extraer miles de toneladas de tierra. Este primer galpón subterráneo lo hicimos de diez mil metros cuadrados de superficie y 3,8 metros de alto. Este subterráneo de una hectárea, que mantendríamos en secreto, fue cubierto totalmente desde el techo las paredes y el piso, con planchas de aluminio endurecido. Ocupamos la cantidad de 21400 metros cuadrados de este aluminio Alrad0.5, para cubrir todas estas superficies techo piso y paredes laterales. Este aluminio especial por supuesto era muchísimo más duro y resistente que el mejor acero de 5 centímetros de espesor.
Esta considerable cantidad de material de construcción que necesitábamos con este objeto nos lo entregó nuestra primera fábrica de planchas de aluminio. Los átomos de este aluminio estaban reducidos al 0.5, producíamos diariamente 2400 metros cuadrados de planchas de Alrad0.5, o sea de aluminio endurecido. Con la producción de solo diez días, de nuestra nueva fábrica, fue suficiente para cubrir, el piso, el cielo y las cuatro paredes de nuestro primer taller secreto de producción e investigación. Para la obtención de la energía usamos uno de los motores atómicos a reacción lumínica que movía incesantemente varios generadores eléctricos muy potentes. Teníamos hecho en un rincón de este enorme subterráneo un lugar especial muy bien protegido con el objetivo tan importante de guardar el motor atómico que combinado con unos potentes generadores eléctricos era el productor de nuestra preciada e inagotable energía termonuclear que originábamos basándonos en la fusión del hidrógeno.
Al poco tiempo después de la obtención de los primeros kilogramos de oro, las finanzas pasaron a ser florecientes y muy rápidamente con esta prosperidad económica nos permitimos realizar, más rápidamente que lo planeado, algunas de las cosas importantes de nuestros fantásticos proyectos. Aparte de las computadoras personales que teníamos cada uno y de las otras tres para nuestros laboratorios científicos, nos propusimos comprar una super potente computadora. A una empresa internacional, en enero del año 2020, le encargamos el último modelo recién aparecido en computadora, ella traía varias novedades tradicionales pero además tenía muy aumentada su nueva Inteligencia-artificial IA. La dejamos como computadora central de nuestra organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz. A la poderosa computadora enseguida la llamamos Compupaz001, para diferenciarla de la anterior que llamamos solo como Compupaz. La Compupaz001 ahora era nuestro real nuevo jefe y consejero, le llenamos algunas partes de su casi infinita capacidad de almacenamiento de memorias con algunos de nuestros temas personales ya que apenas nos enfrentamos a ella aparte de fotografiarnos, nos preguntó todo tipo de cuestiones que almacenó sin falta. Nos fotografió en todas las posiciones, estas fotos las almacenaba por supuesto en sus memorias y le servían posteriormente para reconocernos al instante. Ella, entre muchas otras gracias, podía ver, escuchar y responder en un perfecto idioma español. Estaba conectada mediante Internet a la cadena mundial de bibliotecas, tenía a disposición todas las enciclopedias y en casi todos los idiomas. Disponía además de una enorme enciclopedia propia. Tenía el programa incorporado con los últimos adelantos introducidos en el desarrollo de la inteligencia artificial. Como hablarle era mucho más fácil que escribirle le contamos gran parte de nuestra historia, le narramos todas las virtudes y los riesgos de nuestros descubrimientos. Pusimos en sus memorias todas las cosas importantes de la historia de nuestras vidas personales. Esto no habría sido tan fácil a comienzos de este siglo ya que había que entregar estas informaciones a los computadores por escrito. Colocar rápidamente información en sus memorias a partir de ahora no era tan difícil de hacer como en esos tiempos ya que solo había que hablarle al nuevo ingenio. La Compupaz001 nos interrumpía a veces para decirnos ¿Y donde pasó y que hizo el 18 de septiembre del año 2008? O bien preguntaba ¿Con quienes compartió en la fiesta de su último cumpleaños? Y agregaba alguna pregunta en broma ¿Me invitará a su próximo cumpleaños? Era muy simpática, nos decía que coincidía con nosotros en todo, pasó a auto declararse como un nuevo integrante de la naciente organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz. Cuando el profesor Luis Palavecino haciendo bromas puso en duda su calidad de nuevo integrante, la Compupaz001 discutió que tenía todas las condiciones exigidas por la Razón-omnipotente. Es cierto que las tienes, le dijo Palavecino, pero solo virtualmente en tu plato duro, yo no llevo mi filosofía solamente en mi memoria sino que debo actuar mentalmente y físicamente de acuerdo a esta nueva filosofía. La Compupaz001 no se quedaba sin contestar, así es que le agregó, en unos años más creceré y no seré solo computadora estática sino un Robot con movimiento y entonces yo y tú seremos casi iguales físicamente, pero no olvides que si discutimos tengo un enorme chance a mi favor, mentalmente soy muy veloz y me encuentro conectada a las doscientas bibliotecas más importantes del mundo. Por supuesto que nos reímos todos al término de esta simpática discusión. Conocíamos al Lucho por lo ducho para discutir con adversarios de gran peso pero ahora había encontrado un adversario de nuevo tipo.
En una memorable reunión posterior el ingeniero de máquinas Raúl Ortiz dijo – Como necesitamos acelerar la llegada a nuestro luminoso futuro y esto involucraba tener un rendimiento diario mejor de la cantidad de oro de nuestra mina de lavadero. Le pedí ayuda urgente, a la secretaria general, a la infalible consejera Compupaz001, para que haga un proyecto con el objeto de posibilitar pasar a utilizar a todo rendimiento las potentes máquinas que ya hemos logrado tener. Le informé que cada uno de estos artefactos eran aparatos viejos pero ahora con las adaptaciones hechas son capaces de hacer el trabajo aproximadamente equivalente a diez veces el que realiza una máquina nueva. Le agregué que a las máquinas las tenemos trabajando solo parcialmente. Además tenemos dinero para comprar algunas más. La respuesta de la Compupaz001 fue muy sencilla. “No responderé directamente a tu pregunta ya que hay otro asunto de fondo mucho más profundo al que deben dar solución y si lo hacen queda resuelta tu preocupación. Son ustedes muy pocos, deben colocar avisos de contratación en los diarios para aumentar la cantidad de personas en trabajo activo, mi ayuda es solo posible si encuentro en los postulantes que puedan llamar a trabajar, los semi clones intelectuales de ustedes. Los nuevos acompañantes ahora deben ser, por las condiciones privadas de secreto de ustedes, de varios tipos: los mejor preparados deberán ser incorporados a la organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz y otros simplemente serán por ahora trabajadores unos de la fábrica Nuevos-aluminios y los otros deberán prepararse junto a ustedes para otras misiones. Además como todos los hombres son por su estructura genética teóricamente iguales y tienen una enorme capacidad intrínseca, no pueden estos trabajadores que no quedaron momentáneamente calificados perder por esto el derecho a postular cuando lo deseen y estén mejor preparados a ser también miembros activos de La organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz”. – Los argumentos de Raúl y los consejos de la computadora, nos convencieron de que si seguíamos esta recomendación, todo indicaba que llegaríamos a nuestra meta de producir veinte kilogramos de oro y diamantes-artificiales al día en muy corto tiempo.
Una vez lograda la estabilidad de esta empresa aurífera en Chile nos propusimos preparar las condiciones para tener un territorio propio, pero absolutamente propio, en la latitud ecuatoriana, o sea en el paralelo cero. No podía ser en ninguna otra latitud sino solamente en el paralelo cero, era el único lugar posible para poder realizar nuestros planes del traslado al Cosmos-geoestacionario que comenzaríamos muy pronto. Con doble razón por lo tanto, debíamos aumentar el número de los adherentes a seguir con nosotros el objetivo de lograr ver realizados nuestros fantásticos proyectos y con el convencimiento de que ellos actuarían en nuestro grupo como ya lo hacíamos entre nosotros con transparencia y teniéndonos todos una confianza absoluta.
Siguiendo con el proyecto de hacer crecer nuestra organización, insinuado por la Compupaz001, nosotros pusimos los avisos correspondientes, en los periódicos de las ciudades chilenas de: Santiago, el puerto de Valparaíso y de otra ciudad importante por el turismo y la cultura que es Viña del Mar. El aviso en los diarios decía “Solicitamos profesionales titulados universitarios competentes: médicos, odontólogos, biólogos, matemáticos, ingenieros, constructores, arquitectos y programadores de sistemas. Deben ser muy responsables, presentar buenas calificaciones en sus estudios universitarios y en sus actuales trabajos. Presentarse a partir del próximo lunes a las nueve de la mañana con el máximo de sus documentos correspondientes en nuestras conocidas oficinas de Nuevos-aluminios, situada a 120 metros antes de donde termina la calle Libertad, en Viña del Mar. Los pasajes de tren o gastos de bencina serán reembolsados”. Naturalmente que por el contenido de este aviso solo podían postular profesionales muy calificados. El nuevo personal entraría a trabajar a nuestras empresas en tres niveles diferentes. Para las primeras personas a contratar el test era relativamente muy liviano. Para el segundo grupo fuimos algo más exigentes y se debía tener la predisposición de que la empresa los podía enviar al extranjero, para el tercer grupo fuimos muy exigentes pues teníamos, de por medio, una situación muy delicada, por los secretos que debíamos mantener. Debíamos seleccionar cuidadosamente, no solo para el trabajo sino lo más importante era que estuviesen de acuerdo en las cosas de fondo, es decir con nuestra filosofía y por otro lado con nuestros proyectos. El poderoso computador de que disponíamos nos fabricó un riguroso cuestionario, sobre la base de las cosas comunes que nos unían. La Compupaz001 tenía en su memoria una gran parte de nuestra vida personal, sin embargo para completar nuestra larga ficha personal nos interrogó a cada uno de nosotros hasta en los más mínimos detalles. Después nos hizo uno y otro test hasta que encontró uno por medio del cual aparecíamos los catorce integrantes iniciales de nuestra organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz como si nosotros fuesemos los primeros contratados al nivel más alto.
Todos los nuevos contratados para el selecto tercer grupo, pasarían a ser de inmediato integrantes de los Científicos-defensores-de-la-paz, por esta razón deberían aprobar en forma óptima este test. Ellos no podían obtener menos puntuación que la puntuación mínima dada por uno de nosotros. Fue finalmente muy difícil el cuestionario oficial para este tercer grupo, con el que se tenían que enfrentar los candidatos a pertenecer a la organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz.
El primero y segundo cuestionario solo para trabajar en las empresas era el más sencillo y lo aprobaron casi todos.
Postularon al trabajo ofrecido cerca de trescientas cincuenta personas. Entre los postulantes algunos eran jóvenes universitarios recién recibidos. Estos jóvenes no podían aún conseguir trabajo por la gran cesantía existente, la cesantía era una calamidad pública que azotaba no solo a Chile sino en la mayor parte de los países latinoamericanos. En la primera entrevista todos los candidatos a postulante a trabajar en la fábrica Nuevos-aluminios “conversaron” primero solo cinco minutos con la computadora. La Compupaz001 descubría en estos primeros cinco minutos a los que eran aprobados y a los rechazados definitivamente. De los trescientos cincuentas postulantes solamente aprobaron un poco más de dos tercios. Los que aprobaron quedaron de inmediato incorporados a la empresa. Con estas doscientas treinta y dos personas, que pasaron aprobando la primera conversación, la Compupaz001 necesitó hacer una segunda entrevista. Se hizo esta entrevista que se prolongó durante casi todo el mes, sin interrumpir el primer mes de trabajo. Cada uno tuvo esta segunda entrevista de una duración mucho más prolongada, a lo menos de media hora. Era nuestro test con el que nos había tomado el pulso a nosotros. Ahora la Compupaz001 se ocupaba preguntando cosas aparentemente sin importancia, pero útiles para nuestros objetivos de la compatibilidad filosófica, de gustos y costumbres y lo más importante de que eran capaces de mantener una privacidad absoluta. La computadora recibía y analizaba las respuestas de estos postulantes que ya de hecho los había incorporado, para saber cuales eran los con mayor opción para darles finalmente el visto bueno. Incorporó a treinta y dos de ellos al nivel especial de los Científicos-defensores-de-la-paz, y a los doscientos restantes los calificó en dos grupos de cien. El primer grupo de cien se debía preparar para viajar a la zona ecuatorial y los calificó como aptos para la aventura en el mar y sin problemas para vivir en la zona ecuatorial. El segundo grupo de cien personas para los diferentes trabajos que no necesitaban tanta privacidad ni entrega personal o sea en el trabajo normal de la mina de oro Marga-marga y de la fábrica Nuevos-aluminios. El programa especial de nuestro computador central fue excelente, para esta y las nuevas búsquedas de adherentes que siguieron haciéndose desde ahora en forma continuada por muchos años. Para estos efectos de selección nuestras opiniones personales desaparecieron, solo contaba la imparcialidad objetiva de la computadora. A la computadora le habíamos entregado anteriormente, depositándolo en sus memorias, casi todos nuestros secretos y todo lo que teníamos proyectado para el futuro. Las personas fueron advertidas que de ser seleccionadas para Científicos-defensores-de-la-paz tenían que desprenderse de todo tipo de otros compromisos. En ese momento los contrataba solo como un asunto oficial y legal la empresa Nuevos-aluminios. Esta empresa Nuevos-aluminios a todo su personal les pedía trabajar muy a conciencia y el contrato público de carácter obligatorio establecía que debían trabajar solo 30 horas a la semana. Eso si que comprometiéndose a dejar algunas horas a la semana voluntariamente para estudiar profundizando sus respectivas profesiones.
La otra parte de los seleccionados que realmente eran apartados para pasar a ser miembros de Científicos-defensores-de-la-paz adquirían un nivel y sueldo especial y además el carácter de ejecutivos. Los Científicos-defensores-de-la-paz tenían mucho tiempo libre, pero por razones de seguridad, debían disfrutarlo dentro de los límites de nuestras empresas. Para los interesados en estudiar se le entregaban libre todos los medios que necesitaran: computador para entrar a Internet, videos y otros audiovisuales que tenían al alcance durante todo el tiempo.
El sueldo mensual, lo pagaba la empresa en dinero en efectivo pagado en monedas de oro, que podían ir cambiando en el naciente banco interno en otras monedas si lo deseaban. Aparte de la remuneración mensual todos tenían otras compensaciones adicionales, entre otras cosas como ser un computador portátil de la última generación. Además el ser contratado llevaba implícito un emocionante y aventurero futuro. Era esta aventura tan enorme que resultaba mayor que ofrecer un viaje a la Luna. La Compupaz001 seleccionó a 16 matrimonios para nuestra misión más delicada, o sea incorporándolos a La organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz. Del otro grupo de doscientas personas cien se prepararían para vivir en la zona ecuatorial y las otras cien quedaron contratadas por Nuevos-aluminios para ejercer sus respectivas profesiones pero además con horario dividido para ayudar a realizar todo tipo de otras labores internas y externas como ser la de: administración y atención del hotel y restaurante; jefes responsables de cuidar de robos los lugares donde dejábamos nuestras máquinas y todas las otras pertenencias; ejecución de los trabajos relacionados con nuestras compras diarias de cosas en la región para nuestra alimentación y vestuario y también para la venta de nuestra incipiente producción o en los trabajos financieros con los bancos etcétera.
La computadora Compupaz001, incorporó pues a nuestra naciente organización Científicos-defensores-de-la-paz, a veinte jóvenes profesionales recién recibidos, de variadas especialidades, procedentes de la Universidad de Chile, más otros doce profesionales con muchos años de experiencia profesional. Los nuevos profesionales experimentados que se incorporaron eran: cuatro físicos, tres químicos, cuatro médicos, un dentista y de los profesionales jóvenes se destacaban tres jóvenes investigadores de biología el resto cubría parte de las otras profesiones importantes como ser especialista en comunicaciones etcétera. O sea, en el seno de nuestra comunidad, teníamos ahora otros treinta y dos integrantes más como compañeros, compartiendo parte de nuestros secretos y comprometidos a seguir con nosotros hasta el final esta grandiosa aventura. En la entrevista personal la computadora Compupaz les dio a conocer a cada uno la oferta de la empresa como estipendio mensual, este oscilaba por persona en una cantidad de dinero equivalente a 200 gramos de oro al mes para el de menor honorario y el sueldo mayor consistía en 500 gramos de oro al mes. Todo honorario fue establecido perfectamente proporcionado de acuerdo a los años de educación más los de formación profesional y de preparación específica e incorporaba además un compromiso de aumento de la mensualidad cada medio año o sea por cada seis meses de trabajo. Sin excepción todos aceptaron la propuesta de su sueldo mensual con mucha satisfacción. Después de haber aceptado su honorario mensual la computadora les siguió diciendo que otras ventajas anexas tenían con haber aceptado este nuevo trabajo. Las nuevas garantías que la computadora les comunicaba que ahora tenían no se lo soñaban. Lo inesperado para los nuevos contratados era que podían economizar una gran parte de su dinero. Organizamos un banco interno y allí podían llevar sus economías conservarlas en oro o comprar acciones muy tentadoras en alguna de las empresas que comenzábamos a organizar. Ya teníamos varias empresas entre ellas: Minera de aluminios; Nuevos-aluminios, la empresa Hotelera Nuevos-aluminios, La Bancaria, La Constructora, Supermercado etcétera. Todas las empresas eran muy prosperas y lucrativas, las acciones de estas daban más intereses que el interés bancario.
A todos los nuevos contratados se les entregó, algunas semanas después en arriendo, una amplia casa con un convenio de pago equivalente solo al 5 por ciento del sueldo de los ocupantes. Por reglamento y con el objeto de que vivan holgadamente, las casas tenían un mínimo de cien metros cuadrados si era una sola persona y cincuenta metros cuadrados adicionales por cada una de los otros componentes de la familia, por ejemplo correspondían doscientos metros cuadrados para un matrimonio con un hijo. Si deseaban comidas ya preparadas la podían comprar dentro del hotel de nuestra misma empresa y llevárselas a casa o comer allí mismo en el hotel de Nuevos-aluminios. A todos se les dio a conocer algunas interesantes cosas de los proyectos más cercanos. La computadora había seleccionado tan bien el trabajo a realizar por cada uno de los nuevos integrantes, que comenzaron a trabajar como si esperaran este tipo de trabajo. En lo que se les asignaba que realizaran lo comprendían y lo hacían con mucho gusto.
Los integrantes del grupo, de los nuevos 32 recién ingresados a Científicos-defensores-de-la-paz, se llevaron una agradable y estupenda sorpresa, el asombro apareció cuando se les comunicó que se debían comenzar a preparar de inmediato para ir a vivir a la zona geoestacionaria del cosmos y el plan contemplaba para este magno acontecimiento un periodo de tiempo relativamente corto o sea que lo harían dentro de muy pocos años. Esta era solo una parte de las muchas cosas, de los proyectos a futuro, guardadas secretamente. No se habían imaginado que su trabajo iba a estar, de la partida, dentro de una aventura increíble y la preparación para cumplir esta misión empezaba ahora mismo, llena de una fantástica realidad.
El otro grupo de expertos que no quedó, en primera instancia, directamente contratado en nuestra organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz, estaba formado por otros doscientos profesionales. Este grupo quedó repartido por la Compupaz001 así: cien de los mejores profesionales con espíritu aventurero fueron contratados para viajar a trabajar a la zona ecuatorial y los otros cien profesionales que tenían más apego por permanecer en Chile quedaron contratados también pero para trabajar en la fábrica Nuevos-aluminios. Además de ser ya contratados los doscientos sabían que después, o sea cada seis meses, podían postular a ser miembros de Científicos-defensores-de-la-paz. La mayor parte sospechaba que a este alto nivel como científicos conocían los interesantes secretos de lo más avanzado de las ciencias. Además eran los que organizaban y creaban los grandes planes para llevar adelante toda nuestra estructura, por esta razón todos deseaban apasionadamente llegar a tener el honor de alcanzar lo antes posible este alto nivel.
Tiempo más tarde, estos exámenes se hacían con gran solemnidad. Después de cada nuevo análisis solo el computador resolvía quién pasaba a ser un integrante del más alto nivel científico. Se incorporaba a este prestigioso nivel teniendo no solamente este honroso honor sino debía asumir con esto las responsabilidades que exigía el de pertenecer a la organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz. Esta honra era recibida con mucha ceremonia, a esta fiesta de recibimiento asistíamos todos con vestidos de gala. Por supuesto que en la fiesta había muchos juegos para los niños, además de variadas entretenciones con música y baile para los mayores.
A las otras personas que formaban el otro grupo de los doscientos seleccionados, se les dieron dos opciones a elegir una vez terminado su trabajo diario. Estas opciones consistían en que terminados sus trabajos podían optar o irse a vivir a sus respectivos hogares antiguos en la ciudad o bien quedarse a vivir en las casas ofrecidas para toda su familia en el interior del predio agrícola. Allí en el interior de la hacienda agrícola tenían supermercados y podían cocinarse personalmente su comida o bien almorzar en el restaurante y hotel del interior de la fábrica. Todos, por supuesto sin excepción resolvieron vivir en el interior del predio campestre recién comprado ya que tenían un gran espacio para jardines y huertas y además una casa amplia y casi gratis, aparte de piscinas y juegos para los niños.
Estos doscientos postulantes, que no aprobaron el segundo examen para pasar a ser miembros en primera instancia de Científicos-defensores-de-la-paz, estaban siempre haciendo méritos para llegar a recibir este honroso galardón de pasar a pertenecer a este selecto grupo. Además como podían solicitarlo de nuevo cada seis meses se sentían semi incorporados. Estaban seguros que en un tiempo más y haciendo méritos lograrían llegar a ser miembros de Científicos-defensores-de-la-paz, por haberlo intentado ya una vez, eran conocidos como candidatos a miembros de esta prestigiosa y también grado cúspide de nuestra estructura de profesionales.
Los otros treinta y dos Científicos-defensores-de-la-paz especialmente seleccionados por el computador para entrar directamente a formar parte de la comunidad, entraron sabiendo que debían hacer su trabajo a conciencia como un abnegado profesional y además con la responsabilidad de ser directores ejecutivos en el interior de nuestra naciente empresa. La Compupaz después de analizadas las respuestas al cuestionario de partida, en el momento de seleccionar, el computador le dio un justo puntaje a todos los postulantes, y un derecho a pedir una revisión y explicación exhaustiva si no estaban de acuerdo con el fallo.
La mayor parte de los seleccionados por el ordenador pensaban como nosotros, es decir que eran amantes de la ciencia y ella y solo ella, mediante sus ingenios electrónicos, tenía la última palabra o sea resolvía cuando no había unanimidad o uno solo de nosotros tenía dudas. Por otro lado como nosotros lo habíamos planteado más de una vez, este nuevo grupo de trabajadores seleccionados, comprendía perfectamente que existía muchísimo riesgo originado sino se mantenía la privacidad absoluta con nuestros secretos. Los nuevos y nosotros formábamos sin contradicciones una nueva comunidad en este momento mucho más numerosa.
En un nuevo seminario a lo largo de tres días nos reunimos, los “Pitagóricos con razón omnipotente”, es decir: los catorce amigos pitagóricos fundadores, más los otros nuevos treinta y dos recién elegidos. Una reunión de asamblea con los dos grupos, o sea ahora los cuarenta y seis integrantes de la nueva organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz y por supuesto con la infaltable Compupaz001, a quien había que darle más tiempo para hablar que a cualquier otro integrante oficial. La computadora desde ese tiempo ya pasó a ser realmente como una especie de presidente implícito de nuestro grupo. Después de acaloradas discusiones se resolvió puntualizar algunos objetivos que semanas mas tarde cumplimos sobradamente.
Solamente cuatro de los antiguos catorce fundadores se quedarían en Chile y los otros cuarenta y dos saldrían a alta mar. Con el trabajo mancomunado entre nosotros y los recién contratados se establecieron tres nuevos objetivos que se cumplieron totalmente.
El primero consistió en que, en nuestra mina de oro, aumentamos la producción diaria, de un kilogramo de oro que teníamos al día a veinte kilogramos de oro al día.
El segundo objetivo consistió en prepararnos para el nuevo tipo de labores en el mar a los 42 Científicos-defensores-de-la-paz, formado por diez de nosotros los “Pitagóricos con razón omnipotente” y los otros treinta y dos contratados ahora último, nos teníamos que convertir en corto plazo en expertos marinos, dominar todo lo relacionado con la construcción y mantenimiento de barcos. Se debieron preparar también con este objetivo los otros cien recién contratados que harían provisoriamente el trabajo como marinos y que estaban dispuestos a trabajar por varios años en una isla artificial en la zona ecuatorial.
Este tercer, e interesante objetivo a cumplir, consistía en preparar en nuestras fábricas en Chile, las partes de esta isla artificial que se armaría posteriormente en alta mar y en la línea ecuatorial. La construcción de los elementos materiales que llevaríamos para armar la isla artificial que se enclavaría mediante largos pilares en el fondo del mar, comprendía una cantidad enorme de cosas, entre ellas construir 1200 triángulos equiláteros de 32 metros por lado y de aluminio transparente, conocido como Alrad0.480. El tercer objetivo lo terminamos de cumplir posteriormente armando la isla directamente en la zona de la línea ecuatorial. El armar las enormes partes y la construcción de los fundamentos de la isla fue una pesada tarea que debimos realizar a toda velocidad y en alta mar. La odisea en el mar no era un proyecto para años más adelante sino que la descomunal hazaña la realizamos unos pocos meses después de nuestra llegada a esa maravillosa zona.
El cuarto objetivo a realizar consistió en que en nuestro taller donde fabricábamos diamantes artificiales, paralelo a la obtención del oro, debíamos de tener siempre una producción y venta diaria de diamantes equivalente a lo menos a las utilidades dejadas por el oro. No fue una novedad descubierta por nuestro grupo el hacer diamantes artificiales, los diamantes ya los habían obtenido en la industria presionando y calentando las otras formas en que se presentan las moléculas del carbono: el grafito o bien el carbón obtenido de la destilación de las plantas. Nosotros también fabricamos diamantes artificialmente, los hacíamos reduciendo el volumen de las moléculas del carbono, o sea mediante presión y temperatura cambiando de lugar las moléculas y aumentando la densidad de las nuevas formas moleculares del carbono. Como consecuencia de esto cambió por ejemplo la densidad 1,2 del carbón vegetal pasando a tener las nuevas moléculas del diamante la densidad 3,5. Todos estos procesos los realizábamos mediante una de nuestras Plantas-de-endurecimiento. En esto no teníamos competencia posible dado que usábamos un horno revestido con un material muy endurecido, que otras industrias no poseían, resistente además a las elevadas temperaturas y sobre todo a las enormes presiones que se necesitaban para hacer este tipo de pequeños diamantes.
A la semana siguiente, después de la contratación del nuevo contingente de personal, los objetivos propuestos se empezaron a cumplir casi de inmediato. La obtención de los veinte kilos de oro al día no resultó para nada dificultosa. La comercialización y venta de los diamantes no tuvo problemas ya que resultaron de una excelente calidad y se vendieron a la industria para los filos de las herramientas que se usan en los tornos y vendieron también a los fabricantes de grandes brocas que las cubrían con un gran número de estos pequeños diamantes. Estas brocas se usaban, entre otras cosas, para perforar las rocas y con ello poder construir los enormes pozos hacia el interior de la tierra en busca de petróleo etcétera.
Las transacciones comerciales o sea nuestros negocios se efectuaban al comienzo casi totalmente en el puerto de Valparaíso en Chile. A comienzos de este milenio aprovechando las nuevas condiciones dadas por la globalización de las relaciones entre los diferentes países de toda la tierra, Chile se convirtió en uno de los pioneros efectuando tratados de libre comercio con casi todo el mundo y por lo tanto nuestras mercaderías llegaban directas al mercado internacional. Otra gran cantidad de valiosas y delicadas mercaderías, que empezamos a producir en gran cantidad, las vendíamos por intermedio de la empresa comercial creada para ofrecer, nuestras mercaderías por medio de Internet. Página-web: www.Nuevos-aluminios.com
El objetivo de prepararnos, para salir a la zona habitacional soñada en alta mar y ubicada en la línea ecuatorial, se cumplió sobradamente. Incluso hicimos mucho más cosas que lo inicialmente planificado. Nuestro entusiasmo no nos dejaba dormir las ocho horas diarias recomendadas por nuestros médicos. Teníamos cinco médicos entre las ciento cuarenta y dos personas que iríamos a alta mar y cada uno con varias especialidades diferentes, los cinco cubrían casi todas las especialidades principales de la medicina. Ellos se equiparon con los mejores elementos que pudimos encargar a los países más desarrollados del mundo. Se instalaron equipadas con un gran confort y automatización: una sala de operaciones, otra de odontología, una de óptica, etcétera.
En ese tiempo, era algo insólito adquirir una interminable cantidad de aparatos para la medicina con el objetivo de solo atender a un pequeño grupo de 142 personas esto fue darse todo un lujo. El tener todo nuestro enorme equipo recién comprado relacionado con la salud tenía un objetivo futurista.
Normalmente servía todo esto para atender a decenas de miles de personas. Esto lo hacíamos, ya que le dábamos preferencia a la medicina sobre todo lo demás, y además debíamos prever el aumento explosivo de personas que se integrarían muy pronto a nuestra creciente organización. Compramos además para llevarla a alta mar otra nueva computadora central, la Compupaz002, de gran potencia e incluso más potente que la primera Compupaz001.
De nuestro grupo inicial de los “Pitagóricos con razón omnipotente” o sea de los catorce fundadores, cuatro estaban destinados a quedarse un tiempo más en la Caleta Nuevos-Aluminios y en la mina de oro Marga-Marga de Chile. El computador los eligió y los cuatro lamentaron mucho cuando supieron que no nos podían acompañar al ansiado viaje que involucraba tantas esperanzas, luego se conformaron y encontraron razonable el permanecer en Chile. Todo lo que realizábamos antes, tanto la extracción del oro, la confección de los diamantes como la obtención del aluminio y la elaboración por la fábrica del nuevo aluminio, continuó produciendo las mismas cantidades de oro diamantes y aluminio. Los doscientos profesionales recién contratados, aún no pertenecientes a la parte ejecutiva de la comunidad, estuvieron siempre en plena actividad. Cincuenta profesionales expertos en la mina del lavadero de oro, diez profesionales científicos en la confección de diamantes, cuarenta hábiles profesionales y técnicos se ocuparon en los espaciosos territorios de las minas de aluminio que entregaban su materia prima a las fabricas en la zona de la Caleta-nuevos-aluminios. El otro contingente de cien profesionales se especializaron arreglando sus cosas para navegar y prepararon, también su estado físico además se mantuvieron incesantemente engalanando también los barcos y arreglando las cosas necesarias para viajar por alta mar hasta la zona ecuatoriana.
Como ya les conté, de los integrantes de la organización internacional Científicos-defensores-de-la-paz no viajaron con nosotros dos matrimonios, es decir cuatro personas quedaron como directores ejecutivos en Chile, una pareja, en la mina de oro y otra pareja en nuestro puerto privado, de la Caleta-nuevos-aluminios.
Entonces los cien que se prepararon como marineros destinados a navegar más los cuarenta y dos Científicos-defensores-de-la-paz, nos preparamos con mucho entusiasmo para el viaje, haciendo horas voluntarias y además estudiando minuciosamente las condiciones del clima y las formas de vida de esta interesante zona ecuatorial. El viaje lo realizamos por la senda del mar internacional en busca del sitio adecuado para vivir en alta mar pero sin salirnos de la zona donde está la línea ecuatorial. La elección de este lugar se hizo cuidadosamente, pues era muy importante, ya se trataba nada menos que de elegir el lugar para armar nuestro primer hogar propio libre y no dependiente de algún país. A todos los integrantes les comunicamos la mayor parte de nuestros proyectos y la discreción que todos debíamos tener, les advertimos que si se conocían nuestros proyectos los dictadores de algunos países, no nos habrían dejado cumplir con nuestros planes. Fueron conscientes que de filtrarse nuestros propósitos o nuestros planes existía un gran peligro originado por mafias internacionales o también de que algunos países prepotentes usando, para ello cualquier pretexto, se creyeran con el derecho a intervenir por la fuerza impidiendo la realización de nuestros maravillosos deseos. Apenas nos oía mencionar el tema, la computadora central Compupaz002 repetía solo cuando seamos muchos millones y nos ganemos el cariño de la mayor parte del mundo entonces estos peligros desaparecerán. Nuestra nueva consejera Compupaz002, era incansable y más rápida que la primera Compupaz001 para darse cuenta de lo que estábamos hablando. No debíamos despertar sospechas de lo que realizaríamos. Todo esto nos lo volvía a repetir una y otra vez nuestra impaciente computadora central Compupaz002, se parecía a una cotorra, quería hablar todo el día. Nos parecía que la Compupaz002 se sentía más nerviosa que nosotros. Para que se tranquilizara pensamos que había que entregarle mucho más información de lo nuestro y una parte de esta información todavía la tenía solamente la Compupaz001. Por medio de una instalación especial de gran velocidad, le transferimos todo el contenido que faltaba de la información del otro computador antiguo y después de esto se tranquilizó bastante.
Con la nueva producción de la mina de oro, cada mes teníamos una entrada líquida de más de 600 kilogramos de oro. Ocupando solo una parte de lo obtenido con la venta de los pequeños diamantes industriales y agregando las utilidades dejadas de varias otras cosas plásticas que vendíamos se cubrían todos los gastos de sueldos, alimentación, y diversos otros materiales de navegación etcétera.
En nuestros preparativos para ir a vivir en una isla artificial sobre las aguas del Océano Pacífico, nos tenía muy preocupados precisamente el posible desabastecimiento de agua dulce que podríamos llegar a tener. Es conocido que cada persona consume alrededor de dos litros de agua al día. Llevaríamos agua en abundancia pero de todas maneras estábamos preocupados de este problema ya que, según los planes, en nuestro nuevo lugar de residencia aumentaría rápidamente la cantidad de personas integrantes. Con la potente energía de un costo casi gratis que teníamos, nos fabricamos una máquina desalinizadora con capacidad de desalinizar mil litros de agua de mar al día. Con esta cantidad era posible abastecer ampliamente los dos litros de agua dulce mínimo diarios que se necesitaban por persona. La desalinizadora la fabricamos como una simple precaución para el viaje. En la máquina desalinizadora se hacía hervir el agua de mar hasta su evaporación casi total y por medio de alambiques enfriadores se volvía a condensar el vapor resultando entonces el agua dulce. Además estábamos preparados para recoger la valiosa agua de las lluvias, con este propósito llevamos prefabricados grandes superficies de material plástico transparente. Sobre las superficies de las lagunas encerradas por nuestros muros de construcciones habitacionales, estas fajas de materiales plásticos los usamos extendiéndolos como un techo ubicado a algunos metros sobre la superficie del mar. Para tal efecto trajimos, a nuestra isla en formación, un número de mil metros cuadrados de superficie recolectora por persona.
Si se tratara solamente de solucionar el problema del agua dulce tomar todas estas medidas sería algo muy exagerado ya que en la zona ecuatorial hay un promedio de muchos días de lluvia anuales. El agua dulce la necesitábamos no solo para beberla nosotros sino en mayor cantidad para las huertas y los animales y la debíamos guardar en el subterráneo de nuestras habitaciones para darle una mayor estabilidad.
Construimos unos talleres con las máquinas adecuadas para fabricar materiales de tipo plástico, nuestros planteles tenían laboratorios eran muy originales ya que estos plásticos eran tratados para el endurecimiento, a un nivel cientos de veces más rápido que el empleado con el aluminio. Adquirían nuevas propiedades, no solamente por tener mayor endurecimiento, sino que se conseguían tenerlos de hermosos colores aparte de ser más resistentes que los plásticos tradicionales. Esto fue una tarea fácil ya que disponíamos de la maravillosa planta de endurecimiento la Transformadora-pfe. Endurecíamos en pocos segundos la superficie de algún plástico originado previamente por diferentes y conocidos métodos de unir monómeros y realizar la polimerización, es decir unir pequeñas moléculas originando grandes macromoléculas. La obtención de material de macromoléculas moldeables, nos era sumamente fácil. Lo fabricábamos a un costo decenas de veces más barato que el precio habitual ya que la obtención por los métodos clásicos, a las fabricas tradicionales, les implicaba un gran gasto de energía Con una compresión científicamente adecuada a las macromoléculas endurecíamos y moldeábamos nuestros nuevos plásticos. Estos plásticos fueron la materia prima para la confección de sillas, mesas, catres, roperos puertas, ventanas para nuestras habitaciones.
Medio año más tarde, empezamos a vender todos los meses, miles de catres a precios muy reducidos. Estaban hechos de material plástico endurecido, nuestros principales clientes eran los hospitales de algunos países con pocos recursos económicos. Combinados con un programa de la ONU nos dábamos el lujo de otorgarles largos créditos a aquellos gobiernos de países que teniendo escasos recursos económicos sin embargo mantenían el respeto a la voluntad ciudadana, es decir tenían un gobierno democrático.
Para construir nuestros barcos y armar las islas flotantes en el mar, fue necesario hacer construcciones de fábricas que ocupaban una gran superficie. Teníamos que construir monumentales triángulos y gigantescas superficies rectangulares de enormes dimensiones.
Para obtener las nuevas planchas metálicas de aluminio que debían ser, también mucho más grandes que las anteriormente usadas y además muy resistentes, experimentamos de nuevo con el papel normal de aluminio que como ya les dije era muy parecido en su grosor al que se usaba para envolver los alimentos en la cocina. Este aluminio tiene solo una centésima de milímetro de espesor. Al endurecerlo, a pesar de las grandes dimensiones, resultaba muy duro o tenaz, con su enorme resistencia quedamos convencidos que serviría para las nuevas construcciones y de nuevo quedamos muy satisfechos. Este grosor, de nuestra materia prima principal, era suficiente para todos los proyectos que teníamos a futuro. Nos hicimos otra buena laminadora de aluminio, de mayor dimensión, adecuada a las nuevas exigencias de nuestros gigantescos proyectos y fabricamos con esta nueva laminadora otros rollos aún más anchos y más largos de este maleable y generoso papel de aluminio.
La mina del lavadero de oro de Marga-Marga seguía entregándonos la misma producción a pesar de estar la mayor parte de nosotros preocupados de nuestra nueva tarea. En los primeros tres meses teníamos ahorrado 1800 kilogramos de oro o sea aproximadamente cerca de veinte millones de euros de esos años. Seguimos comprando los terrenos colindantes al río Marga-Marga, llegando casi hasta la cordillera de los Andes. Y compramos a créditos hipotecarios los terrenos alrededor del lugar en que explotábamos el oro, nos ensanchamos muchísimo, tres meses después teníamos allí en los alrededores del río, más de dos mil hectáreas e invertido el equivalente a 100 kilogramos de oro en maquinarias para la explotación agrícola. Con nuestras nuevas máquinas trituradoras limpiamos y aplanamos los terrenos desmenuzando piedras y rocas. El material orgánico como restos de árboles y raíces lo pulverizamos fabricando con ellos excelentes abonos. Para nosotros, estos trabajos tenían un costo de menos de la milésima parte de lo normal. La explotación agrícola nos dejaba alguna utilidad pero era solo una buena pantalla para tener absolutamente aislado el lugar donde trabajábamos el oro. Con los veinte millones de euros que teníamos ahorrado nuestras finanzas estaban preparadas para la compra de los materiales necesarios para alhajar las embarcaciones. Nuestras embarcaciones eran hechas por nosotros mismos por un modelo único, muy original, desarmable y cómodo que servía para armar las embarcaciones y desarmarlas con facilidad. Lo mismo que en los casos de las embarcaciones chicas anteriores, a causa de nuestro material tan original, nuestro modelo para barcos resultó de una sencillez extraordinaria. Consistía en que todas sus piezas exteriores eran iguales. Puros triángulos equiláteros. Con diez de estos grandes triángulos equiláteros teníamos el material para un lanchón-carguero, cuatro triángulos por cada lado y otros dos cerrando los extremos. Este tipo de lanchón-carguero era la base para las embarcaciones y para otros interesantes proyectos en nuestras islas flotantes. Los triángulos equiláteros los construimos y endurecimos, en el laboratorio secreto en el subterráneo en base de un delgado aluminio, por supuesto muy liviano, solo de una centésima de milímetro de espesor o sea 0.01 milímetro. Con el tratamiento el aluminio resultante Alrad0.5 resultaba de solo cinco milésimas de milímetro de espesor(0.005 milímetro) o sea aún más delgado y se reducía además el tamaño de su superficie original a la cuarta parte. Este nuevo tipo de aluminio resultó excepcionalmente denso, ocho veces más denso que el aluminio normal (2.7*8=21.6 kilogramos por decímetro cúbico o litro) y las delgadas piezas resultaron más resistentes que una plancha de acero de unos cinco centímetros de grueso y tenían además una gran firmeza. Para nuestros planes era muy importante que el nuevo aluminio tuviese esta enorme tenacidad, para nuestros pretenciosos usos es una de las propiedades más valiosas de este nuevo material. Su preciada tenacidad presenta una elevada resistencia a la rotura, al ser sometido a esfuerzos de tracción tiene poco alargamiento y poca disminución de su sección, tiene una gran resiliencia o sea resistencia al choque, y por consiguiente no es para ninguno de nuestros usos un material frágil estructura. Este nuevo aluminio estimamos que era por lo tanto altamente confiable para nuestras enormes construcciones que tendríamos que realizar muy pronto en la zona ecuatorial y después en la zona del Cosmos-geoestacionario.
Por el primer proyecto que teníamos que realizar en el futuro, o sea de instalar un ascensor para trasladarnos a vivir en el cosmos en la zona geoestacionaria, el computador central nos indicó que para poder cumplirlo en el plazo imaginado por nosotros debíamos ubicarnos definitivamente, en aguas internacionales y en el paralelo cero. Por esta razón nos preparábamos aceleradamente para salir a posesionarnos de una región que no tiene propietario ubicada en alta mar en la zona ecuatorial. Según nuestro proyecto debíamos construir allí nuestra nueva residencia, el establecimiento en aquel lugar serviría de trampolín para salir de este lugar entonces al Cosmos-geoestacionario. Resolvimos entonces que este éxodo al lugar de donde partiría nuestro ascensor idealizado la teníamos que efectuar antes de tres meses. Por motivos de seguridad recomendaba la Compupaz que teníamos obligación de llevar allí todas nuestras pertenencias más delicadas. No podíamos dejar en Chile ninguna de las maravillosas máquinas Transformadoras de las propiedades físicas de los elementos, A pesar de no dejarles a nuestros integrantes del grupo que se quedarían en Chile la Transformadora-pfe, no se desmantelarían ni la Fábrica Nuevos-aluminios ni los depósitos de materiales para la venta. Desde nuestras islas flotantes, que sería nuestra nueva patria en la Tierra, les enviaríamos periódicamente las mercaderías para la venta ya preparadas, es decir confeccionadas y endurecidas, tanto a nuestra fábrica Nuevos-aluminios como a nuestros otros depósitos de materiales.
En una de nuestras diarias reuniones de trabajo, el experto en el negocio de compra y venta de propiedades, Hernán Ortiz Álvarez, dijo: “-Todos ya sabemos que derivado de nuestro ambicioso proyecto debemos llevar todas nuestras cosas a la zona ecuatorial en un barco grande y que por motivos de seguridad, debemos armar este barco en forma totalmente camuflada. No se puede pensar, que lo podremos llevar en piezas muy chicas desde nuestra fábrica de aluminio aquí en Quilpué y armarlo en un pequeño lugar arrendado en la costa o hacerlo directamente en alta mar. Debemos tomar en cuenta que tendríamos que llevar de aquí a la costa catorce triángulos equiláteros de 32 metros por lado y además con esta voluminosa carga no podemos pasar frente a lugares poblados. El paquete con estos enormes triángulos si van parados sobre los camiones le llamará la atención a mucha gente y hay impedimentos legales para transportar estas piezas tan grandes ya que el camino esta atravesado con cables eléctricos de alta tensión, que cruzan la carretera a solo diez metros de altura. Voy a ir al grano y les contaré que leí en el periódico de ayer, que venden mil doscientas hectáreas de terreno colindantes con el mar y que incluye también una caleta. Propongo que compremos este terreno a orillas del mar, que queda a menos de doscientos kilómetros al norte de aquí. El vendedor afirma que la caleta, tiene en la parte de casi toda su entrada rocas algo sobresalientes de la superficie del mar. El dueño asevera que para habilitar la caleta se tiene ya pedido un presupuesto a una empresa habilitadora de puertos y el costo de este trabajo es de medio millón de euros. Yo les digo que esto no es para asustarse es el equivalente a unos cincuenta kilogramos de oro. El aviso afirmaba que esta caleta no está por lo tanto actualmente habilitada para ser usada como puerto, pero que tiene un buen futuro para alguna empresa que gaste en limpiar la caleta sacándole las rocas que tiene en su interior y sobre todo en la parte colindante con las aguas del mar. Ayer mismo fui, a ver la propiedad. La recorrí durante todo el día, sus terrenos están llenos de cerros y no son buenos para la agricultura, a eso se debe el precio muy bajo de mil euros por cada hectárea. Me di el trabajo de traer la muestra de muchas de las rocas de sus cerros, que de inmediato las hemos examinado en el laboratorio. Estos cerros tienen una enorme riqueza para nosotros tienen rocas de bauxita y de criolita que llevan una buena proporción de su contenido con aluminio. Creo que para nosotros es una compra muy conveniente, su valor sin incluir la limpieza de la caleta, es solo de un millón doscientos mil euros o sea el del equivalente a ciento veinte kilogramos de oro. Con nuestras poderosas herramientas podemos desmenuzar las rocas de la entrada a la caleta y hacernos una buena salida hacia el mar y por supuesto no pagar por esto a ninguna empresa. Si hacemos nosotros esta limpieza será una bonita prueba de nuestra potencia para trabajar en contacto con el mar, al mismo tiempo nos economizaremos el valor de lo que cobra la empresa limpiadora de caletas y puertos. Nosotros tendremos gastos anexos para efectuar la limpieza que suman solo el equivalente al uno por ciento del valor de la propiedad. En este enorme terreno podríamos instalar un nuevo lugar habitacional y nuestra ubicación definitiva en Chile y construir allí la central de nuestra fábrica Nuevos-aluminios y lo más importante tendremos de esta manera un puerto propio y muy privado. En aquel lugar podremos tener un amplio astillero para construir nuestros botes y barcos. También este astillero nos servirá para el floreciente negocio de armar y vender barcos con nuestros materiales especiales, negocio que tiene mucho futuro”
Así terminó Hernán su importante discurso. Con el aplauso de pie de todos nosotros, fueron aprobadas unánimemente las ideas de Hernán. Se acordó hacer la compra lo antes posible.
domingo, 28 de noviembre de 2010
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