domingo, 28 de noviembre de 2010

3.5 Del Motor Atómico de fisión del uranio al nuevo con fusión del Hidrógeno y a Reacción Lumínica o MotorARL.

3.5 Del Motor Atómico de fisión del uranio al nuevo con fusión del Hidrógeno y a Reacción Lumínica o MotorARL.

Con la brillante idea expuesta más arriba, teníamos una esperanza muy bien fundada en que llegaríamos finalmente a nuestro ansiado objetivo de tener en nuestras manos, o sea, de poseer la energía ilimitada y a un costo aproximadamente gratis, anhelada por nosotros como algo imprescindible según nuestro segundo proyecto. Y para llevar a cabo el buen desarrollo de esta aspiración tan ambicionada, comenzamos buscando el mineral apropiado que contenga el elemento a endurecer, este debía ser posible extraerlo en grandes cantidades ya que su utilización proyectada se medía en muchísimos millones de toneladas. Como es sabido, el aluminio es muy abundante y se encuentra en todos los continentes de la Tierra. Forma parte del ocho por ciento de los elementos de la corteza terrestre, la mayor parte de las rocas lo contienen y se puede obtener puro con cierto grado de facilidad mediante el uso de la electrólisis. En la electrólisis hay mucho consumo de electricidad y esto para nosotros no es preocupante, por tener un proyecto en el que el valor de la electricidad, a la hora de calcular los costos totales, no juega ningún rol importante. Por esta significativísima razón tomamos entonces de la partida, como los materiales de preferencia para todos nuestros experimentos, a los materiales que contienen al aluminio como uno de los elementos componentes. Será pues el elemento aluminio puro el de nuestra preferencia ya que su valor real lo produce fundamentalmente la electricidad y esta la tenemos nosotros casi gratis. Para la obtención del aluminio, utilizamos unas cubas electrolíticas, muy conocidas y usadas desde hacía muchos años por los industriales metalúrgicos.

Para llegar a la utilización de la energía atómica, nuestro primer intento fue relativamente muy sencillo. Nos fabricamos en aluminio una pequeña cámara esférica con una sola salida, es decir con una tobera de escape para la salida de los gases y de la luz. Para medir la fuerza que se desarrolló en sentido contrario a la salida de los gases o de la luz, dotamos a nuestra cámara de un simple resorte, colocado en el lado opuesto a la salida de la tobera. Actuó entonces el principio de reacción originando una fuerza en dirección contraria a la salida del haz de luz.

Hicimos partir este proyecto inicial, inflando un pequeño globo esférico hasta que adquirió el tamaño de treinta y ocho milímetros de diámetro, aproximadamente del volumen de una pequeña naranja. Cubrimos el globito con una capa de pintura de aluminio. Lo ubicamos conectado en uno de los electrodos de la cuba y en el otro polo opuesto tenía, por supuesto, una barra de aluminio puro. Lo pusimos en la cuba electrolítica, dejamos trabajar a la electricidad con corriente continua, que en la cuba, llevó incesantemente el aluminio del polo con la barra del aluminio al globo previamente pintado con aluminio y sujeto además al electrodo terminal de la corriente continua. Así se fue engrosando poco a poco la capa del globo esférico de 38 milímetros de diámetro. Al cabo de unas horas se cubrió el globo de una capa de aluminio de seis milímetros nos quedó pues convertido en un globo de cincuenta milímetros de diámetro exterior. Por otro lado fabricamos copiando en material de aluminio de seis milímetros de espesor el modelo semi cónico de las toberas que dan propulsión a los cohetes. Posteriormente trabajamos a mano nuestra esfera de aluminio haciéndole una pequeña salida e instalándole en ella la fina tobera semi cónica. Haciendo uso de la esfera de aluminio ahora de cincuenta milímetros de diámetro, empezamos nuestro grandioso experimento de fabricar una pequeña cámara de combustión nuclear esférica. La cámara disponía por supuesto de una salida justo en la tobera, la tobera al expulsar los gases y sobre todo a la luz originó la fuerza de acción que produjo la tan deseada fuerza en sentido contrario como fuerza de reacción. Pero esto no fue tan simple y tuvo también su historia que les narro a continuación.

A la esfera de aluminio del tamaño original de cincuenta milímetros de diámetro le aplicamos durante tres largos meses, con toda su nueva potencia, la Transformadora-pfe o sea la expusimos a la radiación de los láseres con enfoques controlados para el endurecimiento. Cuidamos varios detalles entre ellos que la pequeña salida de la cámara para la tobera ni la de entrada del combustible, quedaran totalmente cubiertas con el nuevo material de aluminio endurecido. Con el objeto de poder entrar el combustible le hicimos a la cámara en la parte superior una pequeña abertura. Esta abertura se cerraba automáticamente mediante un resorte con una plaqueta corrediza de aluminio endurecido también tratado durante tres meses.

Al cabo de los tres meses se había reducido el diámetro de nuestro globo de cincuenta milímetros a una pequeña esfera de diámetro de un tamaño tres veces menor y a un volumen veintisiete veces menor, aproximadamente la esfera del tamaño de una naranja la convertimos en el de una pequeña esfera parecida al del volumen de una cáscara de nuez. Esta esfera parecía hecha no de aluminio sino de otro extraño y durísimo elemento y lo que realmente era que ahora no existía para nada el aluminio tradicional o natural. Este era otro tipo de aluminio, pero un material con otras propiedades que le llamamos aluminio-diamante, este no tenía casi nada en común con el aluminio original salvo naturalmente que esta pequeña esfera pesaba lo mismo que la original. El nuevo aluminio, que lo bautizamos como Aluminio Alrad0.33, tenía una enorme densidad veintisiete veces mayor que el aluminio normal. El aluminio normal tiene una densidad de 2,7 este nuevo tenía una densidad de 70.2 kilogramos por cada decímetro cúbico o litro. Les recuerdo que el carbono como hulla tiene una densidad de 1.2 y el otro carbono apretado como diamante tiene una densidad tres veces superior o sea 3.5. Estábamos copiando a la naturaleza de una manera científica, y nos habíamos metido no solo al campo de las moléculas sino de las órbitas electrónicas. Sabíamos de antemano exactamente, por la Teoría de la Permanencia, lo que iba a pasar. Obtuvimos nuestra pequeña cámara de combustión nuclear, ahora con la esfera inicial de 50 milímetros reducida a 16.7 milímetros de diámetro. Era como una pequeña cáscara de nuez, de menos de dos centímetros de diámetro y tres milímetros de espesor. Durante el tiempo, mientras se hacía el experimento de reducción de volumen del aluminio, nos fabricamos un lugar especial muy resistente y allí colocamos nuestra pequeña esfera bien empotrada en este recinto de acero y este a su vez asegurado con gruesos cables. Para medir la presión que se originaría por la reacción, originada a raíz de la salida del gas que ahora sospechamos sería no un simple gas sino un haz luminoso, instalamos en el extremo opuesto a la salida o tobera un resorte acoplado con un medidor de la presión. Presión de reacción que sospechamos resultaría de mucha fuerza en el momento de encender esta minúscula cámara de combustión nuclear.

Este experimento fue así, mezclamos muy bien mezclados diez gramos de uranio natural 238,03 super molido con diez kilogramos de otras substancias inertes usadas solo como para darle un mayor bulto de mil veces a la masa insignificante del uranio que debíamos utilizar, con unas finísimas pinzas curvas, metimos por su pequeñísima abertura ubicada en la parte superior de la cámara una porción de diez gramos de esta mezcla. Los diez gramos incluían el otro material inerte y en este caso los diez gramos solamente tenían en su interior, el equivalente a diez milésimas de gramo de uranio normal conocido como 238,03. Al meter las pinzas en el horno con este material se encendió de inmediato el fogón y salió un resplandor por la abertura, donde le habíamos hecho una pequeña tobera cónica. La reacción de fisión del uranio 235 que esta en la proporción de solo el 0.0126% del U238 fue equivalente a hacer explotar allí en el interior 25.2 gramos de trinitrotolueno TNT ¡Aproximadamente un kilogramo de uranio 235 da el equivalente a la energía originada por 20 kilotones de TNT o sea 20 000 000 de kilogramos del explosivo TNT!

Sin necesidad de separar los isótopos del uranio U238 con este experimento, habíamos encontrado como obtener directamente, la grandiosa energía contenida en el otro uranio corriente U238 y además bastante abundante en la naturaleza. Enorme energía obtenida sin necesidad de usar la odiosa separación de átomo por átomo del isótopo 235. Un kilogramo del uranio normal U238.03 nos podía entregar, ahora directamente sin separar los isótopos de su interior mediante nuestra esfera de aluminio-diamante, entonces una energía equivalente a hacer explotar 2520 kilogramos de TNT1.53. Habíamos por fin comprobado que nuestras deducciones teóricas estaban muy bien hechas. El problema de la separación isotópica del uranio 235 es conocido por las enormes dificultades que encierra, separar los isótopos del uranio es algo lento y muy caro. Habíamos por fin domesticado totalmente a la tenebrosa energía contenida en el interior del núcleo del uranio 235. No necesitábamos separar el uranio conocido como isótopo 235 del uranio natural el U238.03 muy abundante y cientos de miles de veces más barato. Teníamos ahora energía casi totalmente gratis, con la que podíamos empezar a transformar el mundo. Haciendo un resumen de las experiencias que acabábamos de realizar, concluimos en afirmar que este era el experimento seguramente más importante del siglo. Pero de una importancia indudablemente menor que la realizada cuando se construyó la fantástica “Transformadora de las propiedades físicas de los elementos.”

Para cumplir nuestros soñados objetivos derivados de nuestra filosofía de irnos a vivir al paraíso ingrávido y de acuerdo a nuestros plazos en los planes, comprendimos que estábamos frente a un acontecimiento con grandiosas y excelentes consecuencias para llevarlo a cabo. Estas consecuencias de este maravilloso experimento lo resumimos en un acta que comprendía siete puntos importantísimos.

Primero, el aluminio normal pasó a ser otro tipo de aluminio, de Al pasó a transformarse en Alrad0.33, con el radio orbital de cada uno de los electrones reducido tres veces o sea el radio ocupado por la nueva esfera del elemento aluminio era ahora 0.33 del radio del aluminio normal y adquirió además por este hecho nuevas propiedades.

El segundo asunto importante describía que la capa superficial formada por la esfera de seis milímetros de grueso se redujo a dos milímetros de espesor y la superficie y volumen de la esfera se redujeron también en la misma proporción correspondiente a este nuevo radio atómico del aluminio llamado ahora Alrad0.33, el volumen sufrió un efecto de reducción como consecuencia del nuevo radio siendo en este momento solamente la veintisiete ava parte del volumen inicial.

La tercera consecuencia observada indicaba que, disminuido su volumen inicial, se juntaron en todo este nuevo y más denso aluminio átomos y formaron moléculas ahora mucho más pequeñas en volumen.

La cuarta situación tenía que ver con el endurecimiento, al nuevo tipo de Alrad0.33 ahora con átomos y moléculas más juntas resultaron, por efecto del cambio de todas sus propiedades físicas, con un endurecimiento y tenacidad cientos de miles de veces superior.

La quinta observación era que esta fina superficie, por tener sus átomos y moléculas más juntos, creó un campo magnético intermolecular que se comportó como una excelente pantalla para los efectos de las radiaciones nucleares, y además que no las absorbía sino las reflejaba como un espejo refleja la luz.

La sexta eran unas simples pero valiosas observaciones, la nueva pared no dejaba pasar ni las radiaciones gamma del núcleo de los elementos radiactivos y esta sexta y penúltima conclusión afirmaba otras dos cosas muy importantes, que este nuevo cascarón de aluminio-diamante Alrad0.33 era un aislante perfecto del calor, y además resistía temperaturas de muchos millones de grados.

La séptima y última, era de una aplicación práctica inmediata, al colocar, en el interior de la pequeña cámara de combustión endurecida, elementos radiactivos las radiaciones procedentes del núcleo atómico como también por supuesto partículas mayores como los neutrones se reflejaban en las paredes así endurecidas, como si fuera esta pared un espejo reflejando la luz. La masa crítica del uranio 235, o de cualquier otro elemento radiactivo es el mínimo de masa para producir una reacción en cadena. ¡Al dejar el U235 en el interior de nuestro pequeño horno, había bajado pues la masa crítica, de cerca de un kilogramo a cero por efecto de que los neutrones no se pierden y al reflejarse en sus paredes el neutrón vuelve hasta lograr desintegrar cada neutrón un átomo del uranio 235, esto no se detiene hasta agotar toda la existencia existente en su interior entregándonos su maravillosa energía!. Este extraordinario éxito nos hizo pensar en que con estos nuevos experimentos se nos habría las puertas para acelerar la llegada a vivir en el mundo maravilloso del Cosmos-ingrávido que habíamos tantas veces soñado y planificado.

Además construimos un reflector no solo de la luz sino ahora de las radiaciones ultrafinas, procedentes del núcleo de los átomos de donde proceden: los rayos alfa o núcleos de helio; los rayos beta o electrones y rayos gamma o sea las radiaciones de fotones más penetrantes aun que los rayos x. A este insólito reflector le llamamos “Espejo Reflector de Radiaciones Nucleares” o ERRN. Este reflector nos serviría posteriormente, entre las múltiples aplicaciones que le dimos, también para nuestra defensa como un excelente cañón antiaéreo.

Como ya les dije, nuestra cámara de experimentación era del tamaño de una cáscara de nuez y se le acomodó un sistema para que entrara automáticamente combustible permanentemente. Sirvió de inmediato como motor a reacción y por supuesto sirvió también para producir, mediante un generador eléctrico, un económico raudal de abundante electricidad. Semanas después la transformación del aluminio en aluminio-diamante o Alrad0.33 nos permitió la construcción de un motor a reacción de mayor tamaño. Construimos un auténtico motor a energía nuclear usando los mismos procedimientos realizados para la construcción de nuestra primera cámara esférica de experimentación para la obtención de la energía nuclear, eso si que haciéndole bastantes y profundas modificaciones. Por supuesto que entre nosotros como teníamos un par de especialistas ingenieros de máquinas estos le dieron forma y estructura de un definitivo y seguro motor. Para el delicado combustible con base de uranio, le dimos una entrada controlada electrónicamente y muy bien regulada para hacerlo funcionar de acuerdo con un acelerador de potencia con control electrónico o bien si se deseaba se hacía funcionar con el acelerador de potencia con control manual. Este primer motor llevaba un computador anexo, por medio de este se tenía además, entre otras muchísimas cosas, la medida de los censores para cuarenta parámetros internos y externos. Entre estas medidas de control se encontraba la detección de su temperatura del interior y medía también la cantidad de luz que salía por la tobera en cada segundo. Con la cantidad de luz expulsada se medía su potencia que variaba a medida que se le hacía entrar las minúsculas partículas de combustible. Entonces el motor podía cambiar su potencia a nuestra entera voluntad entregándole combustible, o sea, minúsculas partículas de uranio. El computador calculaba además con los parámetros conocidos una serie de otras cosas. Mediante una válvula electrónica lateral especial, logramos poder hacer llegar, microscópicas partículas al interior del horno y como ya lo dijimos para la cámara esférica de aluminio-diamante cada vez que se colocaba en su interior las microscópicas partículas de uranio normal 238,03 mezclado con una masa inerte se desencadenaba una fisión, originada por las fracciones infinitesimales de uno de sus isótopos intrínsecos el uranio 235, isótopo que lleva mezclado este uranio natural en ínfima proporción en su interior. En el interior de la cámara, la enorme temperatura generada allí adentro se encargaba entonces de lanzar un potente haz de luz por su tobera. Por supuesto que por el principio de la física de acción y reacción obtuvimos por reacción en sentido contrario a la salida de la luz una fuerza muy importante. Así nació un pequeño Motor Atómico de fisión a Reacción Lumínica MotorARL.

Nuestros motores se construyeron de Aluminio-diamante Alr0.33 este preciado material no se alteraba con temperaturas de centenas de millones de grados y permanecía además como un excelente aislante. Entonces calculamos teóricamente que era fácil llegar a producir, en el interior de este maravilloso horno, del motor de fisión del uranio, una transformación del motor de fisión del uranio en un motor a fusión de los isótopos deuterio y tritio del hidrógeno. Este nuevo ingenio, por supuesto, resultó totalmente limpio de la odiosa radiactividad. Se necesitaba para cumplir con este propósito tener, en este pequeño horno, un poco más de cien millones de grados Celsius de temperatura. Ayudado por estos cálculos, un par de semanas después, se mejoró este motor de fisión del uranio, colocando entonces en su interior como combustible hidrógeno, colocado en forma de bolitas combinadas con una masa inerte y con los dos isótopos del hidrógeno llamados el deuterio y el tritio. Se dejo funcionar la fisión del uranio solo para obtener la temperatura adecuada para fusionar el hidrógeno. Solamente para el inicio del funcionamiento se introduce en la cámara del motor una minúscula cantidad de uranio, el uranio da la partida con su elevada temperatura al nuevo motor atómico de hidrógeno o llamado también “Motor Termonuclear”. El uranio introducido hace subir la temperatura a varios millones de grados y sirve solo para obtener las condiciones de temperatura necesaria para iniciar la fusión del hidrógeno. Después se regula a voluntad como inyectar de nuevo otras minúsculas cantidades de hidrógeno produciéndose su fusión, en el interior del horno. La fusión del hidrógeno es la transformación de dos átomos de hidrógeno en uno de helio con desprendimiento de energía. El helio como todos seguramente lo saben, observando la tabla del sistema periódico de los elementos, está en la columna de los inofensivos gases noble. En esta fusión del hidrógeno se desprende entonces este gas noble que además no es radiactivo y una buena y limpia cantidad de energía. En nuestro motor esta energía que salía por la tobera al exterior en forma de un impresionante haz de luz, originaba por el principio de acción y reacción una potente fuerza en el sentido contrario a la salida del haz de luz. La cámara alimentada con la pequeña partícula de uranio se hacía funcionar solamente unas décimas de segundo para dar la partida. Después al irse fusionando el hidrógeno, ya que no hay radiactividad, el motor se deja continuamente encendido al mínimo. A los primeros tipos de estos motores tan maravillosos le llamamos Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica3t. El agregado 3t era por tener este primer motor una potencia con la que podía levantar algo más de tres toneladas de peso hasta un metro en el tiempo de un segundo. Poder levantar 3t ó 3000 kilogramos a la altura de un metro en un segundo, equivale a decir una potencia de 3000 kgm/s. Lo más extraordinario, de nuestro nuevo motor, era que podía mover verticalmente tres toneladas dándoles un aumento de velocidad de un metro en cada segundo ¡Podíamos pensar de inmediato en llevar tres toneladas hasta la misma Luna con un motor cuyo combustible duraba a lo menos seis meses y el motor más combustible solo pesaba 132 kilogramos! Se lo podía tener encendido continuamente al mínimo sin ningún riesgo. Se reguló este mínimo de modo que originara una pequeña fuerza de reacción que no alcanzaba a levantar su propio peso de 132 kilogramos además le teníamos un ancla o mejor dicho una resistente cadena, ya que queríamos evitar el riesgo de que en algún descuido se nos podría perder el motor con rumbo al cosmos infinito.

Con este descomunal motor, que más bien parecía una joya hecha de un super cristal, nuestro entusiasmo fue muy grande. En vez de ponernos serios nos volvimos a la infancia. Con esta nueva super maquinita, comenzamos a jugar totalmente descontrolados. Pensamos solamente en los placeres y no cavilamos en los peligros del mundo que nos rodeaba, tal como nos sucedía al recibir un regalo cuando éramos niños.

Colocamos, firmemente amarrado con materiales resistentes a los ganchos del motor, una estructura cilíndrica de aluminio muy endurecido y resistente, dentro del cual pusimos una especie de gran canasto. Además habíamos hecho otra estructura más grande de aluminio endurecido Alr0.5. En esta estructura colocamos el motor arriba, a un par de metros sobre el canasto, dejando pasar la luz de reacción de la tobera por cuatros tubos, por supuesto con salida más abajo de la cabina-canasto. Toda la cabina-canasto quedó firmemente unido a los ganchos de la estructura del MotorARL3t.

Se subió al gran canasto el más joven de nuestro grupo, acompañado de dos toneladas contenida en varios sacos de arena, e hizo todo tipo de pruebas y luego optamos por subirnos todos adentro en grupos de a tres. Así estuvimos nosotros jugando y probando el motor durante varias horas inolvidables. Naturalmente que el centro de gravedad quedó siempre por debajo del motor. Por esta razón volábamos suspendidos en el aire como si lo hiciéramos colgados en un canasto mediante un globo lleno con helio, eso sí que la cabina asegurada al suelo con un resistente cordón de fibra plástica muy resistente de varios cientos de metros de largo. El Motor Atómico a Reacción Lumínica MotorARL3t se convirtió en un motor a reacción total y absolutamente limpio de radiactividad. Un par de días después, de estas primeras pruebas, nos propusimos transformar esta potente energía a reacción de nuestro motor a reacción en energía eléctrica. Pusimos al MotorARL3t adosado a un extremo de una gruesa polea de acero y esta empezó a girar en torno a su eje a expensas de la energía de reacción del motor. En la parte exterior, a un par de metros de distancia alrededor de la polea con el motor, cubrimos una extensa superficie con cañerías pintadas de negro y con agua circulando para absorber el calor generado por el haz de luz del motor. Colocando en el lugar del centro de esta rueda, firmemente apernado, el eje de un generador eléctrico, transformamos esta ilimitada obtención de energía originada por el MotorARLt3, en un torrente de corriente eléctrica continua. Enormes cantidades de esta energía la necesitábamos de urgencia para muchos usos entre ellos para nuestra Transformadora-pfe con la que fundamentalmente la usábamos como una planta de endurecimiento de los elementos. La electricidad nos llegó a raudales y miles de veces más barata que la electricidad tradicional obtenida por otros medios.

Con la enorme cantidad de corriente eléctrica a nuestra disposición, ahora nosotros logramos conseguir una mayor rapidez para hacer funcionar la máquina maravillosa de endurecimiento, o Transformadora de las propiedades físicas de los elementos. Conseguimos lograr, en muy pocos días, una enorme rapidez en el trabajo de esta asombrosa máquina. El tiempo para efectuar un mismo trabajo de endurecimiento se redujo en miles de veces. El largo tiempo que ocupábamos al comienzo para darle tenacidad a un elemento, era un gran problema y felizmente desde este momento lo logramos solucionar. Ahora solamente en algunos minutos hacíamos lo que antes demorábamos semanas. En únicamente un par de días, realizando una liviana y alegre jornada de trabajo, endurecimos y aseguramos el mejor funcionamiento de todas nuestras cosas incluidos por supuesto los accesorios para nuestros nuevos motores.

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