martes, 30 de noviembre de 2010

5.3 Los robots en 380 especialidades de la medicina

5.3 Los robots en 380 especialidades de la medicina

Cuando en mayo de 1998, el primer robot de acero realizó la inaugural operación de by-pass directo al corazón de un ser humano, el mundo médico progresista se emocionó en todos los rincones de nuestro planeta. Los especialistas sabían lo tremendamente difícil que era mantener a un grupo de médicos por tantas horas en una dura tensión mientras operaban. Ahora venía la ciencia robótica a ayudarles. La mayor parte de los médicos pensó que esto era un lujo solo de carácter experimental y que pasarían algunas décadas para su real aplicación. Ellos no se imaginaron que en solo tres años después, en el año 2001, ya había doscientas personas operadas en alguna parte del corazón por los robots y en especial por el robot OP 907. Los más optimistas pensaron en que les llegaba un buen ayudante. Era difícil creer que diez años después una máquina de acero y plástico hiciera las cosas relacionadas con la operación mejor que el mejor médico especialista de todo el mundo. Los pioneros en las operaciones de precisión fueron los robots ortopédicos. En ortopedia en el año dos mil aparecen los robots que insertan prótesis a medida, pero a medida milimétrica y lo hacían ya en ese tiempo mejor que los especialistas. Los médicos más optimistas y progresistas de comienzos de este siglo, a lo menos en esta área, reconocían en aquel tiempo que los silenciosos y precisos robots médicos lo llegarían a hacer mejor que ellos. Había mucho amor propio por su profesión de galeno y a pesar de ver realizar las fantásticas milimétricas operaciones se seguía argumentando lo mismo. “- En el campo de la medicina, ninguna máquina, hará jamás las cosas mejor que los especialistas de la medicina, nuestros facultativos son fantásticos, por ejemplo el famoso doctor Guas ha dirigido la realización de sesenta operaciones sin un solo caso fatal -”. Los mejores hombres especialistas controlan y ayudan a hacer estas maravillosas máquinas y por lo tanto el argumento carece de validez. Somos nosotros los seres humanos los que hemos programado ese robot. ¡En el 2030 los cirujanos de acero estaban reinando en casi todos los hospitales del mundo! Ahora es inimaginable nuestro mundo sin estos super especialistas. Este año se creó el tipo de robots cirujano número 320, es decir hay 320 tipos diferentes de robots para trescientos veinte distintas especialidades y en el mundo se cuentan por cientos de miles de ejemplares los “clones robot” en algunas especialidades. Nuestras propias células especializadas o diferenciadas son expertas en alrededor de doscientas veinte funciones diferentes. Hoy, entre otros robots, tenemos 220 tipos de robots para asistir a todos los tipos celulares diferenciados. Hay a lo menos un tipo de robot para cada uno de estos diferentes tipos de células diferenciadas. Estos robots son usados para los transplantes de nuestros órganos-clon y partes de nuestro cuerpo, que tienen distintas células diferenciadas o especializadas: vejiga, corazón, riñón, hígado, piel, huesos, etcétera. Por ejemplo, los hospitales relacionados con el corazón tienen los correspondientes robots para sus respectivos transplantes. Tienen también por supuesto el taller productor de órganos, los llamados órganos-clon, sobre la base de nuestras propias células madre o stem cells. Para el corazón hay asimismo varios tipos de robots: unos para el transplante; otros con la especialidad de hacer operaciones cardiovasculares; un tercero que introduce con instrumentos finísimos especiales, lleva células madre directamente a determinadas zonas, para reparar los daños de un infarto al corazón, etcétera; un cuarto tipo de robot sirve para transplantar a veces un corazón mecánico. Este es usado en casos muy especiales y mientras se produce un corazón nuevo original en el taller de células madres o “Laboratorio del 25 de noviembre del 2001”, o lo que es lo mismo el laboratorio reproductor de células con la misma información genética del paciente. Debo decirles que el 25 de noviembre del 2001 se hizo el primer clon de un embrión humano que fue la fuente maravillosa para obtener algunas células madres y con estas separadas ahora del embrión original, se logró obtener en el laboratorio una masa de células madres para fabricar con ellas los órganos que se deseen con la misma información genética del enfermo. Como ya se los dije anteriormente, otro gran acontecimiento del comienzo del nuevo milenio fue que en el año 2002 se realiza la creación en laboratorio y trasplantación del primer órgano-clon humano. Se trataba de que un niño tenía su vejiga incurable, para esto se logró obtener en el laboratorio una copia o vejiga-clon de la del niño que fue luego transplantada en reemplazo de la desahuciada.

Después de unos años nacieron así 220 tipos de talleres técnicos con las diversas especialidades de nuestras células diferenciadas o especializadas: vejigas, ojos, corazones, riñones, hígados etcétera.

Por supuesto que se fabricaron poco a poco los robots ocupados solo de una determinada especialidad. Aparte de estos robots clasificados por órganos de células diferenciadas hay otros cien tipos de robots con otras especialidades, como ser aquellas inesperadas peculiaridades producidas por los accidentes como quemaduras, quebraduras, de cirugía facial, de cirugía estética o del embellecimiento etcétera.

Naturalmente que los robots no dejaron a los médicos sin trabajo. Los robots cirujanos les ayudaron a salir de su sacrificada vida anterior y ahora a los médicos les queda por supuesto algo más de tiempo libre. Parte de este tiempo libre ellos lo utilizan para profundizar en sus conocimientos y sobre todo para tener la vida normal y placentera con que gozan los habitantes del Anillo-geoestacionario y de la Tierra.

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