martes, 30 de noviembre de 2010

6.2 Breve historia de los avances de la genética

6.2 Breve historia de los avances de la genética

En los albores de este siglo las ciencias conquistaban y ocupaban cada vez más el lugar de importancia que les corresponde. A partir del año 2020, las divas pasaron a ser las lumbreras científicas; el primer lugar lo ocupó el desarrollo revolucionario de la física mediante la Transformadora-de-las-propiedades-físicas-de-la-materia, originado por la unidad, o sea la correspondiente a la unión de la física de las partículas y la concerniente a los astros, es decir por la Teoría de la Permanencia; el segundo estrellato le correspondió al desarrollo de la ciencia de la información genética o genómica, originando el desarrollo de esta pesquisa génica la obtención de seres humanos sin taras, genéticas y la prolongación indefinida de la vida.

Les contaré algo antes de aquel interesante año 2020. A partir del 2000 la biotecnología empieza a producir enormes utilidades. En general el desarrollo de todas estas ciencias, comparados con los años anteriores, fue muy espectacular. Antes de entrar a dar fechas históricas para los avances de la medicina, les recordaré solo siete de las cuestiones más interesantes relacionadas con la biología, algunas ya dadas a conocer a ustedes anteriormente y otras de las que les informaré a continuación. En lo que les señalizaré ahora les advierto que he preferido no aceptar mayores diferencias sobre un asunto fundamental que ha tomado diferentes nombres por distintos biólogos. Por esta causa estoy escribiendo sobre el mismo concepto o sea son la misma cosa, me refiero a lo mismo cuando escriba ya sea: célula embrionaria, stem cells, célula madre, célula troncal, células maestras o célula totipotente que es una célula embrionaria capaz de generar un organismo completo.

Trataré de repetir resumidamente o explicar en pocas líneas el objetivo nuestro y el contenido trascendente de este tema sobre nuestras células embrionarias y del otro también muy importante el de los clones, tanto las células embrionarias como los clones fueron durante mucho tiempo muy polémicos. Ambos temas surgieron con fuerza a comienzos de este siglo y fueron argumentos de actualidad durante varias décadas. Estos temas fueron interesantes y polémicos por tener que ver directamente con el desarrollo de nuestras vidas personales, su efecto se reflejó en todas las personas sin excepción. A raíz del estudio científico profundo de estas dos cuestiones, la ciencia de la medicina ha podido poner término a casi todas las enfermedades y como consecuencia de esto ha logrado la prolongación indefinida de nuestras vidas.

He tratado de hacer un resumen analizando estos y otros adelantos de las ciencias relacionadas con la vida, esta síntesis la condensé en las siete cuestiones siguientes:

Primero, la clonación de los animales y su utilización en la ingeniería genética para la obtención de valiosas medicinas, dejó claro que los animales clónicos son una eficaz herramienta de la medicina;

Segundo, recordar que en casi todos los países del mundo, en el primer lustro o sea a comienzos de este siglo cuando apareció la posibilidad de poder curarse de las enfermedades mortales mediante la fabricación de clones de los órganos incurables, esto originó duras y mal intencionadas discusiones. Se esgrimían argumentos infundados que pretendían impedir que una persona usando solo la información genética de sus mismas células no las pudiera usar para curarse, en esta discusión analizamos el papel histórico ridículo jugado por las pretensiones de algunos partidos políticos, que se decían democráticos, de querer prohibir por la vía judicial el buen uso de nuestra preciada información genética;

Tercero, felizmente años después nuestra información genética paso a considerarse como la privacidad de las privacidades de todo ser humano tomado individualmente, si de algo somos absolutamente propietarios es de nuestra individual información genética. Personas reacias a los adelantos científicos, tratando de justificar e impedir el procedimiento que empezaba a utilizarse con éxito, consistente en que una persona haga uso de sus propias células madres para curarse, inventaron situaciones de ética y moral. Se tergiverso la situación creada se habló de que estas personas aceptaban que el laboratorio del hospital les fabricara, en primera instancia un clon, para luego destruirlo, usando de ellos solo las células madres, decían que estos enfermos cometían un verdadero crimen con sus propios clones. La verdad es que el problema era al revez, si el hospital no les fabricaba el órgano clon, para sustituir al órgano afectado, el enfermo irremediablemente moría. El crimen era impedir por ley que los fabricaran. En realidad hoy sabemos que tener una masa de reserva de nuestras células madres es una gran necesidad. Se obtienen estas primeras células madres solo como material biológico, sacándolas cinco a ocho días después de estar en un blastocisto, que aún no se ha convertido en feto. Después de obtener del interior del blastocisto una decena de células madre estas son cultivadas y mantenidas en el laboratorio;

Cuarto, hoy tenemos muy claro que si una persona utiliza sus propias células madres o indiferenciadas, para hacer un pequeño depósito de reserva con una masa de ellas, esto ahora no constituye ninguna falta a la ética o sea no es de ninguna manera un delito. Estas stem cells, como también se ha popularizado llamándolas por el idioma inglés, son una panacea para todo tipo de enfermedades. Al utilizar sus propias células madres la persona no atenta contra una tercera persona, es absolutamente ridículo pretender acusarla a que cometió un delito. Si los cometió debió ser contra una parte de sí misma. Sin embargo toda esta ridiculez de discusión se mantuvo en los periódicos durante toda la primera década de este siglo.

Quinto, hoy esto de ser libre para disponer de nuestra información genética es parte de los derechos humanos. Es conocido que el papel de los propios clones de una persona para poder curarse de una enfermedad o para la obtención o reposición de un órgano del mismo es un asunto que tuvo y sigue teniendo gran importancia, el censo del 2060 dice que este último año son más de cien millones las personas que se han curado de alguna enfermedad o han repuesto uno de sus órganos mediante este maravilloso procedimiento; nosotros los Científicos-defensores-de-la-paz hemos logrado hacer recuperar la vista al 70% de los veinte millones de ciegos de la Tierra o sea a catorce millones de ciegos del mundo. Procedimiento sencillo y ambulatorio colocando en la retina, un minúsculo chip, del tamaño de la cabeza de un alfiler, que lleva decenas de miles de censores que envían la señal luminosa al cerebro.

Sexto, es el tema del análisis de conclusión sobre las ventajas y desventajas de vivir en el espacio extra terrestre. Este análisis ha permitido dejar claro que hay muy pocas desventajas solo dos, gastar un tiempo de adaptación y resolver los gastos económicos que implica trasladarse al cosmos. Las ventajas del traslado son enormes comparadas con estas dos desventajas. Por el hecho de trasladarse a vivir en el Cosmos-geoestacionario, surgen para la salud cuestiones indiscutiblemente satisfactorias para combatir las enfermedades, entre otras muchas no hay enfermedades ni de huesos ni de músculos cansados. La vida del ser humano se desarrolla incomparablemente mejor en el Mundo-ingrávido. Es horrible el desarrollo de la vida sobre la superficie de la Tierra ya que hay que mantener una lucha encarnizada y continua contra la muerte soportando sobre todo nuestro organismo la pesada y continua fuerza gravitatoria.

Séptimo, hay una enorme conclusión muy positiva y es la gran conquista de la felicidad espiritual, al poner término al terror de morir por vejez, originado a raíz de la conquista de la vida eterna o lo que es lo mismo la real posibilidad de tener una vida ilimitada en el número de años, tenemos ahora otro grandioso derecho dentro de los Derechos Humanos, nuestra vida es grandiosa y ella es respetable y nadie puede decidir por nosotros hasta cuando debemos vivir. La duración de nuestra vida ya no lo puede determinar un dictador o alguna bacteria o virus.

Hasta el año 2000 se sabía muy poco objetivamente de cuanto duraban las partes de nuestro cuerpo, se sabía que las células del cerebro y las del corazón tenían una vida ilimitada. Con los métodos del estudioso biólogo e investigador sueco Jonas Frisén se logró precisar la edad de la corteza visual que también resultó de nuestra misma edad. Usando este mismo método de determinar el estado en que se encuentran los átomos del carbono 14 presente en el ADN se pudo determinar que las células de nuestros huesos son destruidas por la gravedad a los diez años ellas no duran en la superficie de la Tierra más de ese tiempo. Las células sanguíneas duran 120 días, las células de la capa externa de la piel solamente dos semanas, etcétera.

La NASA pretendió retrasar la velocidad destructiva de este metabolismo que demolía tan rápidamente las células, usando el enfriamiento o hibernación. En la década del 80 del siglo pasado abandonó este proyecto y después del caso fortuito de un japonés(2006) se reemprendieron los estudios de la hibernación de seres humanos para prolongar la vida. En Japón en el mes de Octubre del 2006 Mitsutaka Uchikoshi (35) sufrió un accidente, cayó por una montaña nevada y 24 días después fue encontrado con su cuerpo manifiestamente sin vida. Permaneció todo este tiempo en estado de coma de congelación. Revivió en un hospital de Kobe. Se le conoció en Japón como el “Hombre Oso”.

La historia un poco más detallada de los avances de la genética la he trasladado al apéndice y está en el apartado. Está destinada para los que tengan especial interés y deseen mayores detalles numéricos y referencias. De año en año, allí encontrará los detalles de acontecimientos relacionados con estos importantes sucesos que condujeron a terminar con el grueso de las enfermedades y alargar la vida indefinidamente.

Les haré a continuación una breve historia sobre parte de las ciencias de la vida para así poderles narrar, con más fundamentos, como se llegó a obtener la prolongación indefinida de nuestras vidas.

La microbiología fue fundada realmente por Luis Pasteur (1822-1895) bacteriólogo y químico francés. Demostró, en el año 1864 que la vida no se originaba espontáneamente sobre la base de materia orgánica, sino que su aparición se debía a la inoculación de gérmenes. Consiguió desarrollar vacunas e iniciar la pasteurización o conservación de los alimentos.

Las cosas relacionadas con la genética, o sea con las averiguaciones científicas relacionadas con nuestra herencia de caracteres, comenzaron en el año 1866 con George Mendel3. Mendel en experimentos de fecundación, cruzando variedades de guisantes y observando los colores de las flores en su descendencia, se convierte en el primero que intenta con éxito la descripción de una parte de los mecanismos de la herencia. Mendel establece algunas leyes básicas de la herencia. Su teoría se conoció como el mendelismo. Ahora surge de inmediato la pregunta ¿Cuál es el material hereditario en los seres vivos? Pasaron muchos años después de los trabajos de Mendel sin poder dar respuesta a esta inquietante pregunta. Un alto porcentaje de los investigadores creía que eran las proteínas las portadoras de este material. Solo en el año 1944 prueban, que el Ácido-DesoxirriboNucleico (ADN) y no las proteínas son el material hereditario en todos los seres vivos. Luego otros describen que el Ácido-DesoxirriboNucleico (ADN) tiene una estructura de doble hélice. En el año 1959. – Severo Ochoa y Arthur Kornberg reciben el Premio Nobel por la síntesis biológica del Ácido-DesoxirriboNucleico (ADN) y el ÁcidoRiboNucleico ARN.El ARN sirve de mensajero y tiene un papel importante en la biosíntesis de las proteínas es parte importante del material genético de los virus. Las investigaciones antes mencionadas, son algunas de las cosas de mayor importancia dentro del campo de la biología, ocurridas antes de la salida del hombre al cosmos el 10 de abril del año 1961. Después de esta fecha memorable se aceleró el desarrollo de la mayor parte de todas las ramas de las ciencias, en especial de la genética. Emularon en el aspecto científico las grandes potencias de esos años los EEUU y la URSS, dejando mayores presupuestos que lo habitual para la conquista del espacio exterior y por supuesto para la preservación de la vida en el espacio.

Se sabía que las proteínas, como por ejemplo el colágeno de los huesos o la queratina del pelo, constituyen los elementos imprescindibles en la materia orgánica y se descubrió que se sintetizaban en el interior de las células. Se descubrió además que en el interior de las células todos estos complicados procesos también se realizan bajo el control de los genes y como lo sabemos los genes son hereditarios. Ellos constituyen las maravillosas microscópicas fábricas que tienen el secreto por ejemplo para crear como lo dijimos las proteínas fibrosas que se encuentran en el colágeno de los huesos o en la queratina del pelo. Estas microscópicas fábricas entregan también la proteína simple llamada albúmina, ella se encuentra en el huevo, suero, leche etcétera.

Entonces surgió una pregunta muy interesante ¿Es posible sintetizar en el laboratorio una molécula proteica fabricada solamente por las células de los seres vivos? La respuesta a esta interesante pregunta fue positiva. Esto lo logra realizar Marshall Nirenberg en el año 1964. – Niremberg, premio Nobel del año 1968, logra sintetizar una molécula proteica, utilizando Ácido DesoxirriboNucleico ADN artificial.

EL tamaño de 180 cm de largo, logrado al estirar la molécula del ADN contenido en cada una de las células es muy largo comparado con el tamaño del gen, hay 20488 genes en la cadena de ADN del ser humano. Dado su minúsculo tamaño, hasta fines de la década del sesenta del siglo pasado no se había aislado ningún gen. No teníamos idea donde se encontraba algo tan minúsculo como un gen, dentro del extenso del enormemente largo ADN. No sabíamos por ejemplo, donde se encontraba el gen responsable de nuestros ojos, o donde se ubicaba algún gen de las patas de un sapo no ubicábamos ni siquiera el gen de alguna simple función de una bacteria. Solo en el año 1969 se logra el gran acontecimiento de poder aislar el primer gen, en una bacteria y este fue un fragmento de Ácido DesoxirriboNucleico ADN bacteriano que interviene en el metabolismo del azúcar.

Después de poder aislar algunos genes se produce la gran curiosidad de investigar y responder a esta otra inquietante pregunta. ¿Es posible insertar un gen de un ser vivo en el ADN de otro ser vivo y ver que clase de engendro resulta el mezclar genes de dos ADN en un ADN?. Como respuesta a esta interrogante, nace la Ingeniería Genética en el año 1973. Stanley Cohen, premiado con el Nobel del año 1986, y Herbert Boyer insertan un gen de un sapo en un Ácido DesoxirriboNucleico ADN bacteriano. Cuatro años después, este mismo equipo de investigadores encuentra una aplicación muy útil que se extiende hasta hoy día la de producir hormonas mediante genes. En este primer experimento implantan el gen que produce una hormona, en el genoma de la bacteria E. Coli.

En el año 1978 la Ingeniería Genética se agiganta, estos experimentos pasan a ser útiles para millones de personas. Varios equipos de sus investigadores producen insulina humana manipulando genéticamente bacterias. La insulina humana natural es una hormona pancreática o sea que solo nuestro páncreas es el que la produce y es un extracto acuoso incoloro, cuya propiedad fundamental es la de estar dotado de gran actividad hipoglucémica, es decir que es un poderoso agente para la disminución del azúcar en la sangre. La producción de esta insulina humana mediante el procedimiento de la ingeniería genética se empieza a emplear con gran éxito en el tratamiento masivo de la diabetes por vía subcutánea. La diabetes era una enfermedad muy común hasta antes del 2020 y consistía en tener exceso de azúcar en la sangre, como consecuencia de esto originando también consecuencias de alteración en algunos órganos y un exceso de azúcar en la orina. Antes de la eliminación de esta enfermedad, o sea del año 2020, la historia de este padecimiento tuvo un hito importante. El gran acontecimiento es que la ingeniería genética vino en ayuda de millones de estos enfermos. Se autorizó la comercialización a gran escala de la insulina a partir del año 1982 y fue durante casi cuarenta años la panacea para los diabéticos repartidos por todo el mundo. Fue para sus tiempos una enorme ayuda. Desde hace cuarenta años, del año 2020, esta enfermedad se cura desde sus mismas raíces, con un clon del páncreas se renueva enteramente este órgano colocando uno rejuvenecido o bien se cura alguna de sus partes, colocando como una pomada mágica, la crema formada con las propias células madres de los pacientes.

El Complejo Hospitalario Amado Mostajo es uno de los hospitales más famosos y completos de todos los lugares del cosmos al que nos hemos extendido. Está ubicado en la zona geoestacionaria se hizo para esto una construcción especial al interior adaptada a ser convertido en un extenso y moderno laboratorio hospitalario espacial. Se llama Plataforma orbital con atracción de gravedad Amado Mostajo y ocupa toda la enorme plataforma, con capacidad para atender a treinta mil enfermos. Este complejo hospitalario es premiado casi todos los años otorgándosele los más variados estímulos. La hospitalidad y el cariño con sus pacientes que irradiaba el doctor Amado se aprecian en todos los rincones de este enorme y confortable complejo. Se le hacen distinciones, por los miles de enfermos que sana ahora cada año, de enfermedades que años atrás eran incurables. Cada año bate sus propios récords. Dispone, aparte de otros, de 220 tipos de robots para el transplante de los 220 diferentes órganos-clon que se producen en los laboratorios del mismo hospital, corazones, ojos, etcétera. El hospital realiza a diario cientos de transplantes de órganos-clon. El nombre de este complejo hospitalario se debe a que el Doctor Mostajo pasó su vida, en Chile y en Bilbao España, dedicado a la medicina en forma absolutamente abnegada, como cosa propia él llevaba en su fabulosa memoria los cientos de pacientes que le correspondía atender. Sus vacaciones las hacia comprando los interminables y caprichosos encargos de sus pacientes. El Doctor Mostajo era un médico, de esos médicos con mayúscula. No vendía sus horas extraordinarias de atención. No se le conoció el ganar dineros con la enfermedad de sus pacientes, la consulta profesional con él era siempre gratuita, por esta razón y por su gentileza y el trato sin la odiosa discriminación, los indígenas de la ciudad chilena de Temuco lo querían muchísimo. Atendía a diario horas extraordinarias en el hospital para asistir a la gente con escasos recursos económicos, fue pues el típico médico por antonomasia.

La desgraciada experiencia de llevar exceso de azúcar en la sangre la sufrí indirectamente. Mi mejor amigo y compadre Hernán Ortiz la llevaba consigo, él es además uno de los catorce fundadores y miembro destacado de nuestra agrupación, “Pitagóricos con razón omnipotente”. Como ustedes saben nosotros los Pitagóricos abrimos de par en par las puertas para lograr el éxodo masivo del hombre al cosmos-ingrávido, todo esto fue posible como consecuencia del nuevo dominio que tuvimos sobre como cambiar las propiedades físicas de la materia. Hernán traía esta enfermedad, de exceso de azúcar en la sangre, desde hacia muchos años, pero en el año 2030 cuando tenía 100 años de edad le transplantaron un páncreas nuevo hecho con sus propias células madres, en el laboratorio de nuestro hospital “Amado Mostajo”. A raíz de que me pareció muy bien la forma como él lo narró, les transcribo exactamente su descripción cuando me lo contó en una de sus cartas y Hernán me dijo: “El procedimiento empleado conmigo fue aproximadamente así, entré al hospital muy confiado me hicieron algunos exámenes de rutina me observaron mi carta genética para advertirme que llevaba algunas enfermedades hereditarias latentes y después les entregué de una parte de mi cuerpo, seguramente en el momento cuando una maquinita estuvo frotando mi piel, algunas células y de una de ellas sacaron su núcleo y con el núcleo formaron un embrión de laboratorio usando el óvulo sin núcleo de una donante. Este óvulo se uso solo como un cascarón, colocaron en su interior un núcleo de una de mis células y formaron un curioso embrión mío o mejor dicho una especie de clon. A este embrión de laboratorio que a los ocho días creció como una pequeña esfera hueca formado por un par de cientos de células, me dijo un médico que era un blastocisto. Este blastocisto que no es un feto tenía en su interior solo unas diez células madres, aún sin diferenciar, que una vez extraídas del blastocisto se dejaron multiplicar en un caldo de cultivo. Con esta masa de mis células madres, los médicos y técnicos de esta especialización, tuvieron el material para iniciar la construcción del clon de mi órgano enfermo. Se dejó sobre una estructura física parecida al páncreas unas células de mi viejo páncreas o sea mis células con apellido pancreáticas o células diferenciadas pancreáticas. Al cubrir esta estructura física parecida al páncreas con la enorme cantidad de mis células madres, obtenidas cultivándolas en el laboratorio, estas células maestras por el contacto con las de mi páncreas se diferenciaron y siguieron multiplicándose hasta cumplir con el programa interno dado por las células diferenciadas de hacer un páncreas. Raúl esto que te he contado me lo explicó unas diez veces un médico antes de hacer la operación para que yo autorizara conscientemente a hacerla, por supuesto que firmé la autorización sin problemas. Ahora vivo con el clon de mi páncreas que en este momento trabaja tan bien como si yo tuviera dieciocho años. A propósito de dieciocho años. ¿Raúl te acuerdas cuando terminábamos nuestros estudios secundarios en el internado del Liceo de Hombres hoy conocido como el Liceo Pablo Neruda de Temuco y tendidos en un césped de pasto, con nuestras glándulas de la primera generación las originales y funcionando a todo vapor nos prometimos, no descansar en nuestro empeño de ir a Francia y de ver y vivir -en vivo y en directo- las noches de París y por supuesto pinchar con un par de las famosas francesitas del Moulin Rouge?”. Hasta aquí una parte de la carta de Hernán. Mi amigo Hernán me visitó cuando yo vivía exiliado en Alemania. Estuvimos tres meses viviendo juntos en Europa, pero ya teníamos más de sesenta años. Si les hubiésemos contado los objetivos de este proyecto a nuestras esposas, Nadime y Marta, ellas no nos habrían comprendido el hacer un viaje de Colonia a Paris con ese solo objetivo el de conocer estas francesitas. Estábamos además preocupados de comprarles regalos a nuestros nietos y no nos acordamos durante estos tres meses de aquella lejana promesa. Las monumentales chiquillas del Moulin Rouge, según se las veía en la TV, seguían tan encantadoras y jóvenes pero estos planes de la juventud de todas maneras, por razones obvias, no los habríamos podido realizar.

A mi amigo Hernán el trasplante le fue realizado, con una precisión milimétrica por un robot de esta especialización y bajo la vigilancia de tres eminentes médicos especialistas. Este nuevo órgano resultó hecho con la misma información genética de mi compadre. Su nuevo páncreas es una de sus tantas partes nuevas u órganos-clones que luce con orgullo. Por supuesto que mi compadre hoy tiene 132 años y goza de excelente salud ya que disfruta, al igual que yo, no solo del páncreas sino de una serie de otras piezas de su cuerpo totalmente rejuvenecidas utilizando naturalmente sus propios órganos-clon.

Cuando un órgano se va desgastando, como proceso natural van muriendo sus células viejas y entonces en su reemplazo nacen nuevas generaciones de células. Por ejemplo en su lucha contra la gravedad, los músculos deben irse renovando continuamente, es decir se muere una parte de sus células, y deben ser reemplazadas por otras nuevas. Para las células diferenciadas esto puede repetirse solo una cantidad de veces bien limitada, un poco más de doscientas veces y entonces viene la llamada muerte por vejez del órgano. Felizmente las células madres son inmortales, no tienen un límite de generaciones que las obligan a morir por vejez. Entonces es posible el milagro de los milagros hacer un órgano-clon absolutamente joven. Cuando un órgano va a morir por vejez entonces el órgano debe ser reemplazado por uno nuevo es decir por un órgano-clon creado en el laboratorio.

El descubrimiento del interferón fue otro gran acontecimiento en la historia de la medicina. El interferón es un poderoso medicamento natural que todos poseemos, el interferón nos confiere poderosas defensas para combatir las leves y las graves enfermedades. Es una sustancia natural inhibidora de la replicación de los virus, esta ubicado y es producido en el interior de las células. Solo el interferón confiere la eficiente resistencia natural a las infecciones producidas por medio de virus y también confiere resistencia natural a las enfermedades tumorales metastásicas (osteosarcoma, leucemia crónica, melanomas, enfermedad de Hodgkin, etcétera.). La solución de como producir interferón humano apareció durante la década del ochenta del siglo pasado. Por esto fue un gran acontecimiento, la producción de interferón humano en bacterias, fue realizado, por primera vez, en el año 1980 por el investigador Irving Weissman. El interferón está constituido fundamentalmente por proteínas de bajo peso molecular, que se producen en el interior de las células humanas con núcleo cuando son infectadas por un virus, este interferón producido naturalmente como ya se los dije le confiere mayor resistencia a las infecciones. Las defensas naturales son muy diferentes para cada una de las especies, es decir tienen un alto grado de especificidad. El interferón humano no es el mismo interferón que el que tienen las otras especies. La formación del interferón viene regulada por medio de genes diferentes para cada especie. Por esta especificidad el problema para la ingeniería genética resultaba más complejo que en los otros casos que ya trabajaban de hacía tiempo. Para poder solucionar este problema la ingeniería genética debió injertar, nuestros genes específicos para el caso, en otras especies. Ya en el año 1985, después de la masiva producción originada por la ingeniería genética, el interferón se pudo comprar en las farmacias a la décima parte del precio anterior de cuando se obtenía por otros medios.

A partir de la década del 80 del siglo pasado los exitosos logros obtenidos por los avances de la biología aparecían a diario en los periódicos y en la revistas normales de información. Como consecuencia de que los adelantos de la biología involucraba mejorar nuestra salud, las revistas especializadas de medicina o de biología agotaban sus tirajes en los primeros días de su aparición normal.

Pocos años después aparecen noticias a diario como estas: “Se obtienen ratones gigantes por inyección del gen de la hormona del crecimiento de rata en óvulos recién fecundados”; otra noticia ”Se obtiene la primera vacuna, contra el virus humano de la hepatitis B, obtenida gracias a la biotecnología”. La biotecnología es una nueva técnica de la biología que emplea una mezcla de tres especialidades combinando: a la bioquímica, a la genética y a la microbiología. Y así sucesivamente las alentadoras noticias aparecían en revistas especializadas y en periódicos normales. La gente estaba más interesada en estas noticias científicas que en las de la administración política

El avance de la tecnología genética permitió descubrir el procedimiento de reconocer a una persona, teniendo del individuo teóricamente solo una de sus células. Esta técnica tan útil apareció en el año 1985. - Sirve en muchas áreas muy dispares. Nos permite buscar el parentesco con alguna persona ya fallecida si disponemos de cualquier parte orgánica de él un pelo un hueso etcétera. Nos permite saber y resolver científicamente los litigios relacionados con los herederos que aparecen diciendo por ejemplo ser hijos no reconocidos de algún difunto. Se llamó la técnica de la huella genética. Este método llamado también técnica de la huella genética de Jeffreys permite además identificar personas a partir de su material biológico: sangre, esperma, pelos, etcétera. Como consecuencia de esta tecnología, en 1997 se descubre y cae a la cárcel un famoso futbolista norteamericano por el doble asesinato de su mujer y el amante de ella. Otro caso anecdótico del empleo del procedimiento de la huella genética, en 1988 Bill Clinton presidente de EE UU es enjuiciado porque el semen encontrado en los vestidos de una joven practicante, de la Casa de Gobierno, tiene la misma información genética que la sangre de él. Esto es lo que se llama con justa razón. ¡Las paradojas del destino!. Bill Clinton fue un gran partidario de impulsar la genética y en especial le encantaba, por su sencillez y eficacia este método de investigación de Jeffreys. ¡Qué ahora le hacia caer sobre él mismo la espada de Damocles y sin poderlo poner en duda, que en esta nueva historia ahora la espada no estaba suspendida por la crin de un caballo como la dejó el tirano Dionisio sino sostenida por el pelo de una mujer! Este escándalo estuvo a punto de hacer caer a su partido político del gobierno. Sin embargo, felizmente esto no lo hizo cambiar de parecer de seguir pidiendo fondos a las cámaras de diputados y senadores, destinado a la investigación en el campo de la genética. Bill Clinton, con el presidente de Inglaterra un par de años más tarde, forman parte importante del grupo de luchadores en contra de la comercialización y en contra de patentizar el Genoma Humano o de las pretensiones de patentizar una parte de nuestro preciado genoma. El genoma es nuestra identidad, seria el colmo permitir que alguien pretenda ser el dueño de una parte del genoma formado por uno o más genes. Mediante la argucia del procedimiento de patentizar, algunas empresas pretendían prohibir que otra empresa o el estado haga medicamentos por ejemplo para subsanar los efectos de un gen defectuoso que originaba una enfermedad a la vista, aduciendo que ellos habían descubierto donde se encontraba ubicado el gen específico y lo habían patentado.

Aunque usted no lo crea, pues parece algo increíble hacer este tipo de polémica, esta discusión que le he contado fue realmente una odiosa disputa entre la razón y la prejuiciosa tradición. Fue una increíble polémica surgida y desarrollada durante toda la primera década de este siglo.

Se acostumbraba a dejar enormes cantidades de dinero del presupuesto, tanto en EEUU como en Inglaterra, para los proyectos de construir grandes submarinos con propulsión atómica o enormes portaaviones, pero jamás se habían dejado dos mil millones de dólares para la investigación en el área de la biología, en el año 1989 se produce este gran acontecimiento. Se aprueba el proyecto de la creación del “Centro Nacional para la investigación del Genoma Humano”. Impulsado, como ya lo dije, por los presidentes de EE UU Bill Clinton y de Inglaterra Tony Blair con un presupuesto inicial de 2000 millones de dólares USA. Fue esto todo un triunfo de los científicos progresistas que no se cansaban de llegar a las esferas de gobierno a plantear que las enfermedades eran el gran enemigo y había que dejar más dinero para esto que para los enemigos imaginarios o virtuales.

Ahora se empezaron a hacer las investigaciones a fondo para dar con el núcleo o mejor dicho con la parte medular que originaba las enfermedades. El poner término oportuno a las enfermedades estaba protegido por nuestra ignorancia de la composición profunda de nuestras células. Allí, en el interior de las células, en el ADN residía el causante de nuestras antiguamente “incurables” enfermedades hereditarias.

Uno de los mayores acontecimientos positivos de la década del noventa del siglo pasado fue el descubrimiento de las propiedades maravillosas de las células madres o sea de las células que aún no se han diferenciado en sus 220 especialidades en el hombre como ser en ojos hígado etcétera. En el año 1990, el biólogo James Thomson aísla las primeras células madre o stem cells del interior de un blastocisto, o sea de un embrión con apenas una semana de vida. El descubrimiento de James Thomson resultó solo comparable al descubrimiento de las vacunas por Louis Pasteur hace alrededor de dos siglos o al del hallazgo de las vitaminas realizado por C. Funck en el año 1912.

El año 1995 nos trajo una formidable noticia. Se transplantan corazones de cerdos modificados genéticamente a babuinos, estos monos catarrinos sobreviven corto tiempo. Con estos nuevos corazones de cerdo modificados genéticamente, sin embargo en este corto tiempo pudieron realizarse, valiosos experimentos ya que ellos palpitaron muchos cientos de miles de veces. Como los monos babuinos tienen más del 90 por ciento igual a nuestra información genética el experimento se consideró trascendental. Los pacientes con problemas al corazón reciben una sorpresiva esperanza, aunque esta esperanza no era una panacea para corto plazo. Los avances de las ciencias hacen que el futuro lejano sea cada día más cercano. El transplante de corazones de cerdos modificados genéticamente a monos babuinos se dijo que no era una posibilidad a realizarse en pocos meses sino que era una dura tarea para largos años, de todas maneras llenó de optimismo a mucha gente. La prensa al entrevistar sobre este tema a un enfermo del corazón, con sospechas hereditarias, este ha dicho “No importa que yo no reciba este regalo de la ciencia, pero estoy seguro que este maravilloso regalo lo recibirán mis hijos y mis nietos, si es que ellos también están afectados por esta herencia involuntaria, de mi enfermedad al corazón, que nos ha dejado algún desconocido antepasado, por supuesto involuntariamente.”

En cuanto a la biología y medicina, el año 1996 también vino lleno de noticias trascendentales. La mejor información fue el triunfo obtenido por los investigadores de la genética, que no querían permitir que los portentosos avances que se vaticinaban para la biología y en especial los relacionados con la genética, quedaran en manos de empresas inescrupulosas interesadas, en el fondo, solamente en sacar de este trascendental proyecto un provecho económico. Se pedía en toda la prensa progresista que los investigadores hagan público gratuitamente los avances científicos relacionados con el genoma humano. La noticia dada por la revista científica Science en el año 1996 en esta dirección fue aplaudida por toda la gente defensora del progreso intelectual. La revista Science entrega gratuitamente al público en Internet un mapa genético con la ubicación de cerca de la mitad de los 20.488 o sea al rededor de 10.000 genes humanos.

Esto podía ser utilizado en cualquier lugar de la Tierra. Era un paso importante hacia la globalización de la información científica. La prolongación de la vida humana tomaba a partir desde ese tiempo otra dimensión.

Desde el año 1996, la informática es la herramienta fundamental en las investigaciones relacionadas con la genética. Los más potentes computadores de esos tiempos no pueden faltar en esta parte de la investigación. Los nuevos chips o microprocesadores que se renuevan duplicando su potencia y velocidad cada dos años sirven de base a los computadores. Los chips son entonces la anhelada esperanza para dar mayor velocidad, a lo menos cada dos años, a los análisis relacionados con los complejos trabajos específicos de la genética que por supuesto es la parte más importante para el desciframiento y control racional de la vida. Sin la presencia y participación de los chips, en los computadores y en otras especialidades en lo más profundo de la biología, las investigaciones del interior de las células no habrían sido posibles. Los chips estaban además invadiendo por esos años casi todos los rincones del planeta. A fines del siglo pasado, en la mayor parte de las casas había chips en una gran cantidad de objetos de uso doméstico, lavadoras, televisores, etcétera.

A partir del año 1996, o sea poco antes que termine el milenio, hay toda una revolución en el campo de las noticias relacionadas por los avances científicos. Siguen a diario apareciendo las noticias de los trascendentales descubrimientos de la genética. Todos los magazines de los diarios de las revistas de la radio y de la televisión dan noticias permanentemente sobre los grandes descubrimientos en la biología. Continuamente hay sendos artículos que se refieren a los clones obtenidos en todo tipo de especies y en forma muy especial a los clones de los mamíferos que son genéticamente muy cercanos al hombre. Estaban como presagiando que vendría para la biología el acontecimiento más sensacional, de los últimos años del siglo pasado, clonar un mamífero. Cuando un mamífero soporta un experimento con éxito, las probabilidades para practicarlas con éxito también en el hombre, son muy grandes a menudo se tiene más del 90 por ciento a favor de que resulte exactamente igual en el hombre.

Por esto la noticia que apareció a grandes titulares en todos los medios informativos fue conmovedora y polémica. Se logró obtener por un equipo de biólogos el primer mamífero clónico, este clon fue una oveja llamada Dolly. El clon fue naturalmente absolutamente idéntico a su madre y con la misma información genética El año 1997 el profesor Jan Wilmut conmovió pues al mundo al obtener a esta hermosa y sana oveja Dolly. Ese año se tuvo entonces hablando a todo el mundo sobre el primer clon de un mamífero. La noticia era sensacional ya que del punto de vista evolutivo la oveja estaba muy cerca del ser humano. El equipo del profesor Jan Wilmut, como han procedido siempre los verdaderos científicos, además entregó a todos los científicos interesados el procedimiento de como hacer los clones en este tipo de mamíferos.

Grandes e injustas discusiones causaron en el año 1997 el nacimiento del primer mamífero clónico. Si esto hubiese sucedido un par de siglos atrás, Jan Wilmut habría corrido la suerte de tantos científicos sacrificados a la pena de muerte. Los enemigos de la ciencia, escudándose en alguna secta cualquiera o falseando las palabras de algún eminente filósofo, habrían afirmado que para salvar a la humanidad de la invasión de los monstruos clónicos, habían solemnemente pedido que unos jueces “ imparciales ” lo declaren culpable. Sin lugar a dudas que lo habrían quemado vivo como se hizo en el año 1600 con Giordano Bruno. Les importaba solamente que el profesor afirmaba aquella barbaridad de que la Tierra se mueve y no es el centro del universo. No les importó que Giordano fuese un defensor de los nacientes derechos humanos que además era conocido internacionalmente como un eminente filósofo, matemático y querido como un ilustre profesor de la Universidad de la Sorbona. Parodiando con la historia de Galileo en aquellos años le habrían obligado a decir públicamente que los mellizos unicelulares no son clones entre sí, y si Jan hubiese comentado pero sin embargo las células de ambos son idénticas entonces a Jan Wilmut lo habrían dejado en prisión domiciliaria de por vida. Así se hizo con el físico, astrónomo y médico Galileo, Galilei por sostener que la Tierra se movía, al que después de un sentencioso juicio le dicen firme aquí debajo de donde dice que la Tierra no se mueve, y por solo Galileo decir y sin embargo se mueve lo condenaron a prisión domiciliaria de por vida sin apelación posible.

A comienzos del año 2002 la oveja Dolly cumplía cinco años y medio y sufrió una leve enfermedad de artritis. Era toda una gracia que durase tanto tiempo, ya que era el centro de la atención internacional tenía miles de visitas y derivado de ello por supuesto los contagios eran un riesgo permanente para la Dolly. Aparecieron de nuevo los enemigos de la ciencia a especular con la enfermedad dando razones infundadas para condenar de nuevo la clonación en los animales. Hablaban contra este tipo de clonación, por boca de ganso, repitiendo lo que el jefe de su partido había opinado. A esta altura, comenzando nuestro milenio, era realmente increíble escuchar estas infundadas críticas a la clonación de animales ya que estaba produciendo beneficios en la fabricación de medicamentos y servía muy bien esta clonación en los animales para comprobar los efectos de nuevos medicamentos en un conjunto absolutamente homogéneo de animales, etcétera.

Felizmente la historia de los clones, no pudo correr la mala suerte de muchos de los otros grandes descubrimientos de siglos anteriores, en ese año 1997 ya los biólogos eran muy respetados y las universidades de los países con avanzada democracia gozaban de cierta autonomía. Muy pronto las universidades y sobre todo los centros encargados de producir medicamentos fabricaron por cientos los clones de animales mamíferos, cabras, monos, porcinos, vacunos, gatos, conejos, etcétera. Los clones eran absolutamente indispensables les servían a los biólogos, entre otras valiosas cosas, para obtener la seguridad en el uso de preciosos medicamentos, por ejemplo comparando las reacciones de un medicamento en varios clones de mamíferos al mismo tiempo.

Por fin llega el momento tan esperado aparece la noticia que irá tomando más y más cuerpo con el transcurso del tiempo. Se logra el 25 de noviembre del año 2001, obtener el primer clon de un embrión humano. El método se aplica solo para fines terapéuticos. Esto se realiza en EEUU por la empresa Advanced Cell Technology. El objetivo principal de producir clones de embriones humanos era el de obtener células madres. Se abrió el camino de esperanza para los pacientes con graves enfermedades. Ahora se les podría fabricar en el laboratorio un embrión con el núcleo de una de sus células y un óvulo vacío de núcleo de su mujer, por el mismo método de la oveja Dolly, y a los ocho días siguientes con la extracción de las primeras células madres de este embrión-blastocisto se podía entonces lograr producir fuera del blastocisto, multiplicándolas en un caldo de cultivo del laboratorio, una masa de células madres con la misma información genética del paciente. La pasta maravillosa del siglo para curar y producir órganos nuevos. Para hacerle clones de cualquiera de sus órganos internos o externos. La esperanza de hacer copias de los órganos del ser humano estaba a las puertas.

Casi justo comenzando este nuevo milenio se dio inicio al transplante de órganos cultivados en el laboratorio, sobre la base de muestras del tejido original del órgano y con el cultivo de las células madres, o células aún no diferenciadas, del paciente. Como saludando la llegada del nuevo milenio un equipo del Laboratorio de Ingeniería de Tejidos del Hospital de Boston y de la Facultad de Medicina de Harvard anunciaron alrededor del año 2000 que habían implantado vejigas cultivadas en laboratorio a seis perros, con estos perros se hizo un grandioso experimento gracias al cual hoy hay millones de personas salvadas de una muerte casi segura. La cosa comenzó así de simple. En una pequeña proporción las células madres existen conviviendo con las células diferenciadas de la columna vertebral y en el cerebro, su obtención separándolas de las células diferenciadas es complicada pero posible. En el año 2000 este grupo de investigadores le sacaron a un perro algunas células madre, y colocando las células madre en los caldos de cultivo correspondiente, obtuvieron una contundente masa de puras células madres. En el laboratorio colocaron muestras del tejido original o sea algunas células de la vejiga del perro en una simulación material tridimensional, es decir en unas bolas de polímeros. Enseguida cubrieron la simulación material con la masa obtenida cultivando las células madres. Las células madres, mediante el contacto con las células de la vejiga, se transformaron en células diferenciadas de la vejiga. Con lo que se obtuvo en laboratorio, fuera del propio animal, una copia exacta de su vejiga. ¡Una vejiga clon de su vejiga original, un clon de una parte de sí mismo! Se le transplantó la nueva vejiga y el perro vivió su vida normal con un clon de su vejiga una pieza totalmente nueva y mucho más joven que él. ¡Además absolutamente de él y muy bien venido pues todos sus millones de células llevan su misma información genética! No tuvo el temido rechazo a cuerpos extraños en su organismo por estar este nuevo órgano formado genéticamente con sus mismas células. Dos años después el año 2002 el cirujano estadounidense Anthony Ataya pide autorización para hacer el primer transplante de un órgano cultivado en laboratorio. Se trata al igual que el experimento anterior del transplante de una vejiga con las mismas células del niño y cultivada en laboratorio. Se pide autorización para hacerle el tratamiento a un niño enfermo que tiene destruida su vejiga por el cáncer. En el mes abril del 2002 el equipo de Ataya logra producir una vejiga-clon del niño enfermo. ¡Una vejiga-clon-humana!. La nueva vejiga fue posteriormente transplantada con éxito al paciente.

Aunque parece algo increíble esta noticia de las noticias que habría las puertas para poder salvar millones de enfermos produjo la protesta de algunas personas, tomadas por algunos círculos retrógrados como ciudadanos importantes. El argumento de estas personas era que ellas no deseaban que se altere ni siquiera se orienten las sagradas leyes naturales. Este fue el mismo argumento mantenido durante siglos por este tipo de individuos que creían que la naturaleza es sagrada y perfecta. Piensan que no son cosas de los hombres el intentar tratar de cambiar el curso de las leyes naturales. La parte más ignorante de los antiguos griegos creían que los vientos el mar y hasta los sentimientos tenían sus dioses y no había que intentar cambiar esas leyes naturales de esos dioses, sus dominios eran sagrados y tabú. Por no creer en esto persiguieron con saña a Pitágoras y a todos sus seiscientos seguidores. Estas retrógradas personas no son conscientes que ellas y todos nosotros somos poseedores de la Razón-omnipotente y que con ella somos capaces de poder orientar las actuales leyes y las que se descubrirán en el futuro.

Pese a todas las ridículas e infundadas protestas efectuadas contra la práctica de transplantar órganos clones, veinte años después del primer experimento los transplantes en seres humanos de órganos fabricados en laboratorio era toda una rutina.

A fines del siglo pasado, se preveía que al comienzo del nuevo milenio se producirían las esperadas noticias relacionadas con los avances fantásticos pronosticados para las ciencias relacionadas con la biología. Para los científicos progresistas prolongar la vida no tenía nada de fantástico lo fantástico estaba en lograr la vida eterna, el terminar con la muerte por vejez. Solo los Homo-sapiens éramos conscientes de que existíamos, solamente nosotros sufríamos pensando en que nos convertiríamos en polvo seguramente antes de cumplir los cien años de vida. Con la nueva herramienta de la Razón-omnipotente logramos pensar a mayor profundidad y además demostrar que era posible derrotar a la muerte. Para cumplir estos objetivos el hombre deseaba tener su mapa genético y todo caminaba en esa dirección y las cosas se fueron dando en la investigación en dos etapas: primero, en las intensas exploraciones con animales se obtiene el mapa genético de algunos seres vivos; segundo, esta indagación con animales sirve de base para conducir posteriormente al deseado mapa genético humano.

A continuación les señalizaré algunos de los asuntos más importantes para lograr la obtención del mapa genético humano. Señalando con ciertos hitos históricos, a partir de este milenio los adelantos en el campo de la biología se desarrollaron así:

El año 2000, la revista Science publica el mapa genético completo de la mosca Drosophila melanogaster.

Los miembros de la comunidad científica internacional piden el libre acceso a los datos biológicos del hombre, oponiéndose a los grupos deshonestos que pretendían patentizar toda la información científica, así lo planificaron cínicamente algunas conocidas empresas de esos tiempos. Muchos de estos inescrupulosos comerciantes de la medicina hacían proyectos que les dejarían unas utilidades de miles de millones de dólares anuales. Por ejemplo intentaron patentar los genes, entre ellos los genes que tenían relación con la pérdida de la vista. El sucio negocio estaba muy claro porque en el año 2000 en la Tierra los ciegos eran más de 20 millones. El inescrupuloso proyecto, pretendía obtener la exclusividad de que solo los poseedores de la patente de estos genes relacionados con las enfermedades a la vista podrían crear los nuevos medicamentos. Por supuesto que después pedirían para curar estas delicadas enfermedades el precio monopólico que ellos deseaban. Con esto atentaban incluso contra el principio de la libre competencia, que ellos mismos con tanto énfasis decían sostener.

Siguiendo con nuestra historia, siempre en el glorioso año 2000, los investigadores descifraron la composición genética de uno de los más antiguos, mortíferos y difíciles adversarios de la humanidad: la bacteria del cólera. Descodifican el Genoma de la Bacteria del Cólera y ello permitió, más tarde, desarrollar nuevas vacunas para evitar esta terrible enfermedad.

Así de importante se fueron haciendo las ciencias y en especial la biología. El 26 de junio del año 2000 la Casa Blanca de EEUU fue escenario del inusual anuncio de un avance científico, nunca se había citado a la prensa para este tipo de cosas y el tema era uno solo y el discurso comenzó así: “Señores y señoras: La lectura del genoma humano completo ya está muy cerca. ... ”. En agosto del año 2000, Inglaterra y EEUU autorizan oficialmente la clonación de embriones humanos para fines científicos terapéuticos.

La Genética descalifica científicamente el concepto de raza, los rasgos físicos externos corresponden a solo el 0.01% de los genes. Estos genes de los rasgos físicos felizmente además no tienen relación con la inteligencia. Comparando a todas las razas de la Tierra, a los genes relacionados con la inteligencia no se les encuentra diferencia alguna. A comienzos del milenio el hombre empieza a comprender que vive sumido en un drama lamentable. Es no solamente una situación dramática, sino que era una vergüenza que existiese todo un continente formado por pueblos, que teniendo nuestra misma inteligencia, estuviesen sumidos en una miseria increíble y además viviendo no en otro planeta sino a solo un par de horas en avión desde Europa.

El 4 de octubre del 2000 se anuncia públicamente el nacimiento del primer niño ayudado por selección genética, con un propósito humanitario, de salvar a su hermana mayor, enferma terminal de una enfermedad hereditaria, que adolecía de esta enfermad que solo el recién nacido con células de su placenta logró salvar. El método fue conocido como Diagnóstico genético preimplantatorio DGP

A fines del siglo pasado otro gran tema de acaloradas discusiones fue. “El método de la selección de embriones obtenidos en el laboratorio ” Estos embriones permitían obtener hijos sanos a personas con enfermedades genéticas. Evidentemente esto era una gran solución para millones de personas que temían procrear hijos que heredaran sus desdichadas enfermedades hereditarias. Por esto de atender a algunos angustiados matrimonios y seleccionar los embriones sanos en el laboratorio, nuevamente fueron atacados físicamente y vituperados los científicos, ahora se salvaban de ser falsamente juzgados gracias a que la democracia había avanzado y el estado de derecho impedía el atropello personal. Atropello deseado públicamente por algunas personas, muy poco informadas o ignorantes del punto de vista científico, pero desgraciadamente con muchas influencias políticas y con poder en lo medios de comunicación. Se oponían públicamente a la técnica de la selección de embriones, argumentando que los niños debían venir solo y exclusivamente por la vía natural. Este argumento encubría un problema religioso, parecido al argumento de los opositores a la operación de cesárea. Argumentaban que de antaño venía diciéndose que “parirás a tus hijos con el dolor de tu vientre”. En los países occidentales, los enemigos del avance científico, no podían poner la fuerza de sus manos ni la de sus matones encima de los científicos, la democracia solamente les permitía defender sus posiciones por medio de la prensa. La inmensa mayoría ya tenía una educación adquirida que les permitía comparar a estas personas retrógradas como los nuevos representantes en el naciente milenio, de los mismos que fueron anti - ciencia en la época de Galileo.

Terminando el siglo pasado, había otro gran problema que se arrastraba por milenios y que desembocaba muchas veces en un gran drama familiar, sabiendo que existían taras hereditarias los esperanzados progenitores no conocían de antemano con cual de las taras hereditarias, que ellos llevaban latente, nacería su nuevo hijo. En esos años de fines del siglo pasado, se comenzó felizmente a resolver este dramático problema que afectaba a casi todas las personas. La mayor parte de la gente nacía con taras hereditarias. Se jugaba al azar con la vida del recién nacido. El avance científico había demostrado en forma absolutamente indiscutible la existencia real de esta gran tragedia. Se sabía que había un enorme riesgo de tener hijos enfermos, ya que había muchas decenas de enfermedades hereditarias procedentes de los antepasados que estaban latentes, no manifestadas en los padres. A la criatura que iba a nacer se le podía dar un regalo indeseado, las posibilidades de trasmitir una de estas terribles enfermedades era muy grande, ya sea por parte de la madre o del padre. Se descubrió la forma de evitar esta tragedia, usando para este objetivo, el método de selección de embriones. Los que se oponían a aplicar este método, que hoy es practicado por todo el mundo, debieron finalmente callar ante las evidencias como las que les señalo a continuación:

Primero, el 5 de octubre del 2000, a pedido de los padres, nacen por selección de embriones dos niños gemelos protegidos de muchas enfermedades congénitas en su salud y asimismo en su descendencia. Por supuesto que como todos sabemos desde 2030 esto ya no es ninguna novedad ya que todos tenemos nuestra carta genética y sabemos de antemano si estamos aún con alguna tara hereditaria sin eliminar. Si la tenemos entonces nos ayudan, las nuevas técnicas, a hacer una selección de embriones evitando así entregar a nuestro descendiente un desdichado regalo.

Segundo. Había una enfermedad hereditaria, entre tantas, que se llamaba hemofilia. La hemofilia se manifestaba como una deficiencia en la coagulación normal de la sangre. Mediante la genética se lograba localizar si un embrión llevaba o no esta tara que estaba ubicada y ligada al cromosoma X. A fines del año 2000 en España la selección de embriones permite a un hemofílico y además con SIDA tener dos hijos sanos. La técnica usada en la ciudad española de Barcelona dio comienzo a la eliminación de la enfermedad de la hemofilia no solo en estos niños sino en todos los descendientes de estos niños.

Después del año dos mil la ciencia en todas sus ramas comenzó a desarrollarse a pasos agigantados comparado a como lo había hecho en el siglo pasado. Como ya lo dije, entre otras cosas contar el número de nuestros genes era una tarea pendiente para los científicos del mundo entero. Se pudo comenzar a lograrlo a comienzos del año 2001. El 12 de febrero del año 2001 se establece científicamente que hay alrededor de 20.488 genes en el ser humano, con un margen de error mínimo, error que se hará cero en los años siguientes. Antes de esta histórica fecha de la ciencia genética se creía que teníamos más de cien mil genes, se habían calculado mal por haberse usado métodos indirectos y además por suposiciones anexas todos esto a causa de la imposibilidad de no poderlos contar en forma rigurosamente científica como se había logrado a comenzar a hacer el 12 de febrero del 2001. En un poco más de un par de años el pequeño error de fluctuación aún existente tendía a cero.

El comienzo del nuevo milenio traía a diario, en forma incesante, una después de otra, noticias muy alentadoras relacionadas con la lucha tenaz de los biólogos defendiendo la salud humana. Era una guerra total declarada a las enfermedades. Se obtenían éxitos a diario en la lucha por mantener en buen estado la salud de las personas. La lucha contra la muerte avanzaba exitosamente y se continuaba sin cesar. Había a comienzos del milenio, como en los tiempos antiguos, muchos y poderosos enemigos de la ciencia. La polémica con los enemigos encubiertos de la ciencia se ganaba con hechos objetivos irrebatibles. Se entregaban por la prensa a diario las exitosas noticias científicas. El 24 de Agosto del año 2001 aparece una gran noticia en los periódicos de todo el mundo y que se recordará hasta hoy día como el día del inicio de la reposición de nuestros órganos dañados. En la ciudad de Düsseldorf Alemania, con células madres reponen la zona de células muertas originadas por un infarto al corazón. El equipo de especialistas de Düsseldorf dirigidos por el cardiólogo Eckehard Steuer describió así el trascendental experimento “ Las Stem Cells obtenidas de la médula del paciente de 46 años de edad, y después de cultivadas fueron inyectadas en la arteria afectada por el infarto. Posteriormente se dirigieron por si solas hasta el tejido muerto y se convirtieron en células del miocardio, reponiendo paulatinamente la pared coronaria afectada ”

Esta operación de reposición de los tejidos muertos en el corazón originados por los infartos al corazón había sido efectuada por cardiólogos estadounidenses con mucho éxito pero solo en ratones, ahora en el año 2001, comenzaba a hacerse efectiva en el hombre. Como las células madres toman su diferenciación de acuerdo al tejido con el que se ponen en contacto entonces esto fue la panacea para reponer todo tipo de tejidos e incluso partes de órganos y órganos completos.

Debo decirles que el 25 de noviembre del 2001 se hizo el primer clon de un embrión humano, o mejor dicho un blastocisto con alrededor de una decena de células madre en su interior, que fue posteriormente la fuente maravillosa para obtener una masa de células madres para fabricar con ellas, en el futuro, los órganos que se deseen y que lleven naturalmente la misma información genética del paciente. Esto es lo que permitió, años más tarde, que se pudiesen organizar los famosos laboratorios “25 de noviembre 2001” en todos los hospitales importantes de todos los países del mundo. A partir desde ese tiempo cuando nos enfermábamos graves por que se nos deteriorarse un órgano, el tratamiento clásico consistió en cuatro pasos: primero, se trata de hacernos un embrión en laboratorio con el núcleo de una de nuestras células y el óvulo sin núcleo de una mujer donante; segundo, a los ocho días se han producido más de media docena de las células madres en este naciente embrión o blastocisto, entonces las células madre se extraen del blastocisto; tercero, se cultivan estas células madres obteniéndose en poco tiempo una gran masa de células madres; cuarto, se colocan estas células madres sobre el lugar dañado y ellas se convierten en las células diferenciadas del lugar dañado; quinto, si se trata de la fabricación de un órgano nuevo se colocan algunas porciones de células diferenciadas del órgano dañado en una base física parecida al órgano deseado y se les recubre con la pasta de las células madres. Esta masa de células madres, con el contacto con las células diferenciadas, se transforman posteriormente lentamente pero automáticamente también en células diferenciadas y entonces fabrican el órgano en cuestión.

Hoy día por supuesto que en cada hospital hay un taller anexo a la policlínica donde nos fabrican las piezas desgastadas o envejecidas. Como tenemos 220 tipos diversos de células diferenciadas nacieron a causa de esto por lo tanto 220 tipos de talleres técnicos con cada una de las variadas especialidades de nuestras células diferenciadas de nuestros órganos y tejidos: ojos, corazones, riñones, hígados etcétera.

En el año 2015 se termina la exacta ubicación y se sabe además la función que desempeña la totalidad de nuestros 20.488 genes. Comienza la otra gran revolución científica de la medicina. Cada ser humano ya tiene una fórmula personal, cada uno de nosotros poseemos una valiosa cédula de identidad de nuestra salud. Nosotros ahora nos conocemos científicamente desde nuestros profundos cimientos celulares. Se descifra casi totalmente nuestra herencia genética. Penetramos con la ciencia en la cosa más profunda que es el campo de nuestra propia existencia. Logramos exitosamente evitar entregar a nuestros descendientes las odiosas taras genéticas que involuntariamente nos habían transmitido los antepasados. Todos tenemos nuestra respectiva carta genética en la carpeta personal y en el archivo individual en los bancos de Internet. En el año 2007 el Premio Nobel del año 1957 James Watson, fue el primero que comenzó a tener su valiosa y ahora imprescindible carta genética personal. James Watson fue el que descubrió el ADN y se le llamó el papá del ADN. A él se le regaló, en un par de disquetes, el primer paquete con su propio ADN. En su ADN personal aparecía una tendencia al cáncer en una determinada zona. James Watson dio así inicio práctico a los diagnósticos de la nueva medicina genética.

El avance tecnológico nos ofrece cada vez mejores computadores consejeros y esto nos conduce a ser moralmente superiores y nos ayudan estas maravillosas máquinas a poder pensar mucho más rápido y profundo. Además estos avances de la medicina nos permiten tener nuestro cuerpo siempre sano. Ahora comprendemos mejor aquello tan conocido de antaño de que cuerpo sano mente sana, esto lo decían con mucha razón los sabios de la antigua Grecia.

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