martes, 30 de noviembre de 2010

5.2 Los robots derrotan la esclavitud del trabajo

5.2 Los robots derrotan la esclavitud del trabajo

En realidad son los robots y los otros innumerables ingenios computacionales los que terminan derrotando la esclavitud del trabajo y además nos llevaron a la prodigiosa creación de la Democracia-universal-computacional.

A comienzos de este siglo la mayor parte de los trabajos que se realizaban en las fábricas consistían en operaciones repetitivas. En las industrias los trabajadores debían permanecer ocho horas al día haciendo siempre lo mismo, dando vuelta alguna tuerca o colocando un artefacto en un lugar preciso y en un tiempo exacto. Los objetos a manipular se trasladaban constantemente y a una velocidad delimitada sobre una larga superficie móvil sin terminación de alrededor de un metro de ancho, donde al pasar cada objeto frente a un trabajador este tenía que hacer rápidamente su monótono único y aburrido trabajo. Este tipo de latosa ocupación se llamaba trabajo en la cadena. Los trabajadores terminaban extenuados física y mentalmente en estas tediosas cadenas.

Los robots sirven admirablemente bien para este tipo de labores, ya que se pueden programar y reprogramar y luego ellos son capaces de efectuar con precisión y rapidez numerosas operaciones monótonas y además con una rapidez mayor que lo que puede hacer un hombre. Los robots son incansables, pueden trabajar las 24 horas del día. Los autómatas han adquirido aplicaciones eminentemente prácticas en lugares peligrosos, donde superan al hombre por no tener problemas de salud, al trabajar en ambientes contaminados o lugares con elevadas temperaturas o con radiactividad. Estos ingenios se lucen en todo tipo de fabricación industrial en serie y no se cansan con esta odiosa repetición. Reinan sin competidores en el cosmos, no necesitan escafandras ni le temen al frío de las sombras ni al calor de los rayos directos del Sol.

Siguiendo un programa establecido, estos ingenios mecánicos controlados electrónicamente, se han convertido en nuestros amigos inseparables ya que son capaces, de acuerdo a un programa que nosotros le hemos dado, de moverse y ejecutar acciones útiles de diversa índole de forma totalmente automática.

El primer robot espacial canadiense, consistente fundamentalmente en un brazo extensible hasta los 58 metros de largo construido para la primera EEI, se convirtió para nosotros en un modelo de robots para los grandes trabajos en el cosmos. Como ya les adelanté anteriormente fue para nosotros un modelo de robot muy interesante y les repito lo realizado.

Hicimos una segunda generación de este ingenio, ampliándolo diez veces. Primero lo agrandamos dejando el brazo primitivo original extensible solamente hasta los 58 metros convertido ahora en otro brazo extensible hasta los 580 metros de largo. Este brazo robot nos sirvió admirablemente bien para el objetivo de poder usarlo en montar las Ciudades-espaciales y para la instalación de los iluminadores cósmicos de reflexión solar. Hoy es inconcebible que en la Tierra, una ciudad de grandes dimensiones no aspire a tener por las noches iluminación solar. Estos iluminadores ubicados en el Anillo-geoestacionario se encargaron y encargan actualmente de dar luz natural en las noches, a todas las grandes ciudades. En cuanto a su tamaño, este robot canadiense tuvo una tercera generación, lo hicimos tan enorme como para que la especie de brazo virtual alcanzara a ser extensible hasta los 5800 metros. Esta colosal extensión fue pensada con el objetivo de poder cubrir la mayor parte de las enormes instalaciones kilométricas de los Complejos-espaciales-habitacionales y para las otras numerosas partes de la instalación que fueron formando el colosal Anillo-geoestacionario. Debo agregarles que estos gigantes están trabajando las 24 horas del día ahora en el Anillo-lunar que empezó a construirse el año pasado o para ser mas preciso en enero del 2060.

El cosmos es el paraíso para la construcción de grandes máquinas y asimismo para la construcción de otras interesantes edificaciones o inmuebles, estos tipos de edificaciones de tamaños gigantescos eran impensables a comienzos de este siglo. Entre ellas están las enormes Plataformas espaciales con atracción de gravedad ¡No existe la molesta acción de la gravedad que deforme y limite los tamaños de las cosas maravillosas que podemos construir! ¡En muchos casos el kilómetro es nuestra unidad de medida!

El cosmos es también el paraíso para la obtención de la energía. Aquí en el cosmos y allá en la Tierra casi toda la energía es procedente del Sol. El Sol regala la energía a raudales con una intensidad mucho mayor en el cosmos que en la superficie de la Tierra ya que no debe gastarse pasando por la atmósfera y es por lo tanto casi absolutamente gratis. Por ejemplo aquí en la zona de la órbita de la Tierra en nuestra nueva ciudad espacial, concentrando la luz del Sol con una simple lupa grande, o con una superficie plateada cóncava, se puede hacer donde convergen los rayos del Sol, un horno capaz de fundir hasta el clásico acero.

Por otro lado aquí en el cosmos aprovechamos muy bien también las condiciones especiales de la facilidad que hay para obtener temperaturas muy bajas, cercanas al cero absoluto. Con solo dejar las cosas a la sombra se obtienen temperaturas de menos de cien grados Celsius. Con esta baja temperatura, a la sombra de los rayos solares, es ideal para instalar acumuladores eléctricos capaces de almacenar grandes cantidades de electricidad en aparatos hechos con superconductores cerámicos. Estos superconductores cerámicos no hacen en absoluto resistencia al paso de la corriente. Los electrones se mueven perpetuamente en ellos sin tener resistencia alguna. Los electrones se mueven allí en las superficies de los superconductores como si estuviesen en su propia órbita sin desgastarse. Los superconductores cerámicos pueden acumular enormes cantidades de electricidad en un pequeño volumen, en una pastilla de energía. Ellos tienen ahora una utilización fantástica en todos los confines del cosmos donde estamos actualmente viviendo los nuevos Homo-sapiens ahora con Razón-omnipotente.

En los tiempos pasados, cuando el hombre guiado solo por sus instintos, y entre ellos prevaleciendo como guías en su actuación los ciegos instintos no racionales, cometía barbaridades peores que las de los animales carnívoros. Este primitivo actuando en forma irracional, entonces invadía territorios ajenos matando a la mayor parte de sus semejantes y a los sobrevivientes los hacían prisioneros. En esas épocas este engendro de hombre o mejor dicho este monstruoso animal, por disponer del arma de la razón, pero mal dirigida, fue peor que las propias bestias ya que estas saciaban su hambre y no seguían matando mientras este mal llamado hombre después de asesinar hasta los niños al resto los hacia prisioneros y cautivos de por vida. Muchos de estos prisioneros fueron llevados a la capital del imperio y pasaron a llamarse esclavos. Durante muchos milenios el esclavo se compraba y vendía como una simple mercadería. Contra esta fechoría se revelaron muchísimas veces los esclavos más conscientes de su desgraciada situación. Los dictadores se hicieron famosos por su crueldad asesinaban a todas aquellas personas que no reconocían ser sus esclavos. Se revelaban en todas partes a diario pero eran asesinados de inmediato y a solo algunos de estos miles de heroicos esclavos rebeldes los conocemos hoy por la historia escrita por hombres progresistas. En el Imperio Romano uno de los primeros que se reveló fue el sirio Euno en Sicilia entre los años 136-132 (a. J. C), más tarde en una gran odisea Espartaco logro liberar a más de treinta mil esclavos entre los años 73-71 (a. J. C), después apareció Horacio (-65 a. J. C al +8) con su consigna de la rebelión mediante el uso de la razón. Horacio, hijo de esclavo, en aquellos lejanos tiempos, escribió o mejor dicho hizo un gran vaticinio, afirmó que la libertad e igualdad de todos los hombres llegará algún día sin falta a ser conquistada mediante el uso de la razón.

A los esclavos que pedían libertad se los masacraba sin contemplación. Se los crucificaba en lugares públicos. Por estas masacres que se les hacía, con el paso del tiempo, la palabra esclavo se desprestigió muchísimo. Aparecieron en algunos países gobernantes progresistas que creyeron que decretando en la letra de la constitución la abolición de la esclavitud esta horrible pesadilla se terminaría. En la práctica, sobre todo en los países pobres, a los esclavos los disfrazaron con otros nombres les llamaron: campesinos, peones, obreros, trabajadores, empleados, etcétera. En algunas empresas alemanas prohibieron decirles trabajadores o incluso empleados, se les debían decir colaboradores. Ahora eran libres pero debían trabajar obligatoriamente les guste o no el tipo de faenas a realizar y entregar además una parte considerable de lo que ganaban al estado y otra parte a un propietario de las herramientas de trabajo. A comienzos del siglo pasado trabajaban durante más de doce horas al día y después de grandes batallas, realizadas por estos esclavos de nuevo tipo, se llegó al acuerdo con sus anónimos dueños de que a lo menos se debía respetar su sindicalización y además se logró fijar un máximo de horas de trabajo al día. Los esclavos de nuevo tipo realizaron largas huelgas y recibieron como respuesta, represiones y horrendas masacres. Después como réplica se llegó al histórico acuerdo de respetar el horario de trabajo de ocho horas como máximo, en la jornada de un día de labor. En aquel tiempo, ideadas por los dueños de las herramientas de trabajo, fueron consignas muy usuales: ¡El trabajo dignifica! ¡El trabajo es obligatorio! ¡El que no trabaja no come! Se les decía que eran “libres”. Que podían trabajar o no trabajar. Esta era una libertad absolutamente falseada ya que si no trabajabas las diez o más horas al día morías de hambre tú y tú familia.

Los trabajadores alemanes se sindicalizaron en el ámbito nacional y adquirieron una enorme fuerza, su presión terminó obteniendo una parcial pero real liberación de los nuevos esclavos. En Alemania, a partir de mediados del siglo pasado, se estableció un plausible sistema para dar una mayor libertad. Podías elegir de aceptar un trabajo o no aceptar el trabajo si este era inferior a tu calidad profesional. Si no lo aceptabas recibías una ayuda social que era para algunos solo la tercera parte de su sueldo real, pero con esta medida no eras ya un esclavo y no te morías de hambre o frío. Hoy en la Tierra y en el cosmos no se aplica nada que sea parecido a un castigo, solamente que al que si estando cesante no quiere aceptar un trabajo y no dispone de un capital propio, se le da un crédito mantiene una cantidad de dinero para que se instale con una industria propia personal o asociado. De todas maneras si le va mal se le ofrece un sueldo mínimo de acuerdo al nivel educacional y profesional del trabajador. Por su educación y formación profesional cada persona recibe un sueldo proporcional a ella y si no desea trabajar recibe el 50 por ciento de su sueldo a perpetuidad.

Los que no desean trabajar, lo piensan dos veces antes de tomar esta determinación, ya que si lo hacen pierden una parte de su sueldo y además no obtienen algunas ventajas generales que tienen los en actividad y los jubilados. Ahora este es un problema de carácter virtual ya que desde hace más de treinta años no hay cesantía apreciable, en ningún lugar de la Tierra ni menos en el cosmos. Este asunto relacionado con los que no desean trabajar, es un problema casi sin importancia dado el alto estado de responsabilidad adquirido por todo el mundo gracias al elevado nivel cultural y a la educación continuada a que tienen acceso gratuitamente todas las personas.

Alrededor del año 2000 el avance científico y tecnológico desarrollado en algunos países, permitió sacar parcialmente de la esclavitud a muchos trabajadores, que haciéndose profesionales en algunas áreas muy elegidas lograban algún tipo de libertad. Los astrónomos, los investigadores de la: matemática, física, química, biología y algunos otros profesionales más fueron parcialmente libres a comienzos de nuestro siglo ya que podían ellos determinar a voluntad su tiempo de trabajo y a muchos les bastaba con hacer solo unas cuatro horas de trabajo diarias en las universidades para vivir cómodamente. Por supuesto que esto no era el abusivo número de horas de trabajo, más de 48 a la semana, impuesto a los otros modernos esclavos.

Felizmente hoy el pesado trabajo físico lo realizan casi enteramente los robots. A nosotros nos corresponde solo realizar el otro tipo de trabajo, o sea el administrativo e intelectual. Los trabajos administrativos e intelectuales son llamados a concurso y los postulan las personas en forma totalmente voluntaria. El concurso lo resuelve y decide un computador con un programa absolutamente imparcial.

En nuestra constitución están claramente establecidos los inviolables derechos humanos de que goza cada persona desde el momento de nacer. Uno de estos derechos es que cada individuo elige, de acuerdo a su profesión e inclinaciones, el trabajo que desea realizar. Si hay un número mayor de postulantes a un trabajo específico, nuestro nuevo estado tiene la obligación de crear la ampliación ya sea de oficinas o fábricas donde se pueda ejercer este tipo determinado de trabajo. El segundo procedimiento es llamar a concurso para la creación de una empresa privada que absorba a este grupo de trabajadores, normalmente, en el noventa por ciento de los casos, ellos mismos se asocian y crean la empresa como una cooperativa. Nacen continuamente nuevas empresas con los lugares apropiados para entregarles el trabajo de estas personas. ¡Somos los trabajadores los más importantes!. Las compensaciones económicas van proporcionales, por supuesto, al tipo de trabajo y a las horas trabajadas. Hoy día, basta con trabajar cuatro horas al día para vivir más cómodamente que cuando se trabajaban ocho horas, obligatorias y no voluntarias. El anuario de estadística del año 2060 sin embargo, indica que el promedio de horas que trabaja cada persona incluyendo las no obligatorias, supera las seis horas al día. Desde el año 2030 no existe cesantía en ningún lugar del mundo. Ensanchamos cada día nuestro universo habitable y los actuales quince mil millones de personas, censo del 2060, no dan abasto para cubrir todos los lugares de trabajo. Muchos proyectos están esperando, ya bastante tiempo, la incorporación de nuevos profesionales para poder hacerlos marchar. La estadística indica que no son miles sino muchos cientos de miles de nuevos profesionales que se necesitan en todas las áreas más importantes. Cuando iniciamos las primeras empresas en Chile, la vergüenza de los gobiernos de todo el mundo era que tenían algunos de ellos incluso hasta el 10% de cesantía. En estas condiciones de cesantía aumentar la producción, era un problema insoluble para todos los sistemas económicos de administración de las sociedades. Ahora el problema se ha invertido, no hay cesantía y faltan los especialistas, y la vergüenza es para algunos gobiernos no tener el número suficiente de profesionales para poder cumplir con los proyectos prometidos.

Ahora el hombre va caminando aceleradamente para ser verdaderamente libre, su trabajo es muy valorado, elige voluntariamente: sus vacaciones, el tiempo durante el que va a trabajar y el número de sus horas de trabajo al día. Todo se hace con entera libertad y no con la presión originada por la necesidad de subsistir. De año en año aumentan los índices favorables de crecimiento de nuestra fascinante nueva economía, esto significa también que de año en año se reajustan en esta proporción todos los sueldos.

Para actuar con ecuanimidad en el área judicial, los abogados y jueces se ayudan por computadores especializados en la última instancia tenemos unos jueces intachables y super ecuánimes, estos son los llamados “Opinantes judiciales computacionales”. Estos computadores tienen una enorme capacidad de acumular información en sus múltiples memorias, en ellas están todos los elementos del aspecto judicial necesarios para trabajar empezando por la constitución e incluyendo hasta las leyes aprobadas hasta ese mismo instante. El computador, en fracciones de segundo, puede recurrir en cualquier lugar del mundo a los libros de leyes digitalizados de todas las grandes bibliotecas. Puede comparar en muy pocos segundos su determinación con la de juicios similares acumulados en el archivo general. ¡Lo que resuelve el computador especializado después de terminado un litigio es prácticamente indiscutible! Para apelar hay que hacer normalmente un nuevo juicio agregando otros antecedentes, con más información. El computador no se equivoca jamás, si hay algún error el que realmente falló es el abogado que no le ha entregado toda la información a este ingenio. Ahora nuestros computadores lo hacen todo transparente, no se les ha enseñado a mentir y no nos aceptarían esta enseñanza ya que esto es precisamente algo ilógico e irracional. Dirían este computador esta malo o esta simplemente loco o fallado. Cuando entregan su veredicto lo hacen por escrito e indicando en que argumentos legales se han afirmado para resolver este caso.

Hoy día tenemos además, entre otros, los nuevos computadores especializados en la política. Estos computadores también de enorme capacidad y velocidad nos han conducido a corregir la antigua democracia llevándonos finalmente a desarrollar la Democracia-computarizada.

Los extraordinarios avances de nuestra nueva economía son una de las consecuencias originadas por el asombroso avance de la ciencia y de la tecnología y por supuesto ya nadie se atreve a atribuírselo, como sucedía en otros tiempos, a que es la obra de este o de aquel otro partido político. Hasta la primera década de este siglo, la democracia tradicional y los partidos democráticos fueron muy importantes. En épocas pasadas algunos de ellos jugaron un papel de primer orden derribando dictadores y abriendo camino a la democracia, que era un gran paso adelante en el proceso racional de administrar la sociedad, era lo más lógico y lo más avanzado que se podía hacer en esos períodos de nuestra historia. Era un gran avance poder consultar la opinión a todos los ciudadanos de un determinado país, era tener un respeto por la naciente democracia y además llevaba implícito un mensaje de que todos éramos iguales a la hora de pedir una opinión o éramos iguales al momento de sufragar.

En el año 2040, después de realizar un plebiscito que comprendía la consulta a todos los habitantes de todos los países integrantes de la “Organización de Naciones Unidas” ONU, esta determinó aprobando por unanimidad una constitución de ámbito universal que incluía aparte de muchas otras cosas interesantes una extensión de los Derechos Humanos y el reconocimiento oficial de la Democracia-computarizada. Ahora impera desde hace veinte años la Democracia-computarizada en todos los rincones de la Tierra y fuera de ella. Guiados por el modelo obtenido de la experiencia en Europa, alrededor del año 2000, haciendo una moneda única que se extendió para 25 países, se resolvió fabricar una moneda única para todos los países de la Tierra que lo desearan. Naturalmente que ningún país quiso quedar con su antiguo sistema monetario.

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