domingo, 28 de noviembre de 2010

4.6 El 25% de los integrantes de la Comunidad-internacional-de-científicos-defensores-de-la-paz, o Científicos-defensores-de-la-paz, se instalan a viv

4.6 El 25% de los integrantes de la Comunidad-internacional-de-científicos-defensores-de-la-paz, o Científicos-defensores-de-la-paz, se instalan a vivir en el Cosmos-geoestacionario.

En muy poco tiempo después que habíamos anclado en la zona de la línea ecuatorial, el 10 de noviembre del año 2022, informamos a la prensa de todo el mundo, que 5000 personas de nuestro joven país estábamos instaladas no de paso sino viviendo definitivamente en la zona geoestacionaria a 36000 kilómetros de altura exactamente sobre nuestra base en la zona ecuatorial. Estábamos allí arriba como inmóviles con respecto al lugar de donde habíamos salido. Estábamos instalados en la órbita geoestacionaria. Allí donde se dejaban estables y se dejan inalterables por décadas muchos de los satélites de comunicaciones científicas y aquellos otros para las transmisiones de la televisión. Nuestros compatriotas en el Archipiélago-pacífico, con los que ya sumábamos algo más de cuatrocientos treinta y dos mil, no solo quedaron al cuidado de las numerosas instalaciones que teníamos en la Tierra sino siguieron formando parte integrante del Archipiélago-pacífico y ahora además de la zona geoestacionaria ubicada frente a nosotros. Nuestra nación se extendía hacia arriba, tenía una especie de ascensor maravilloso por medio del cual nuestros compatriotas nos podían ir a visitar en solo algunas horas de vuelo. Nos hicimos aún más importantes y queridos para todas las naciones de la Tierra. En todos los rincones los seres humanos se sentían orgullosos de las gigantescas hazañas que era capaz de hacer el Homo-sapiens. Por otro lado nuestros coterráneos sabían que día y noche estábamos sobre ellos allá verticalmente hacia arriba, cuidando también desde allí a nuestra naciente nación.

Fue incontable el número de las cosas con las que nos fuimos a la zona geoestacionaria. Estos objetos los llevamos preparados desde los laboratorios del Archipiélago-pacífico, entre estas valiosas cosas llevamos un paquete que encerraba el Iluminador-cósmico-de-reflexión-solar. El iluminador iba dentro del paquete totalmente plegado. Este iluminador tiene la forma de una antena parabólica gigante es decir con una gran superficie. Es plegable y con largos soportes metálicos arqueados extensibles y movibles electrónicamente, mediante las órdenes dadas por un robot. Tiene la forma de la parte interior de un paraguas abierto. Construido por supuesto con superficies de aluminio especial muy brillante. En la primera semana empezamos por instalarlo, extendiendo sus grandes placas de aluminio totalmente reflectante de la luz como lo hace un buen espejo. Una vez extendido el Iluminador-cósmico-de-reflexión-solar-versión-1, se le instalaron varios motores pequeños en sus extremos. Estos motores actuaban absolutamente sincronizados y dirigidos por un programa especial que tenía controlado un computador o sea todo esto constituía el primer robot con este tipo de especialidad. La tarea de este robot era hacer reflejar el sol y dirigirlo exactamente a una región fija de la Tierra. Ahora con motivo de la instalación del primer Iluminador-cósmico-de-reflexión-solar-versión-1, hicimos en su debut una gran fiesta a partir del momento en que comenzábamos a iluminar desde allí las noches de todo nuestro archipiélago. Ahora nuestro ascensor tenía iluminado su camino por los rayos láser y en las noches además por este portentoso y lujoso haz de luz se iluminaba nuestra nueva patria. Estábamos aparentemente lejos, a 36 mil kilómetros de nuestra Tierra, pero muchos de nuestros aviones transformados en astronaves-ascensores hacían este viaje en solamente unas horas.

En la Tierra estábamos construyendo rutinariamente una isla nueva mensualmente, con capacidad para dieciocho mil habitantes y ubicada sobre el mar en su superficie horizontal. Con nuestras maravillosas astronaves-ascensores ensanchamos y agrandamos nuestro pequeño país en una curiosa tercera y cósmica dimensión, ahora empezábamos a construir allá arriba, a la altura de los 36 mil kilómetros, en un nuevo mundo donde somos los mismos seres racionales pero sorpresivamente en solo cuatro horas subiendo a nuestro cielo por el ascensor quedamos allí sin peso tanto nosotros como las cosas que nos rodean.

Desde la Tierra tuvimos que llevar las enormes cantidades de materiales, para hacer nuestras construcciones habitacionales de grandes dimensiones. Estar construyendo edificaciones de magnitudes kilométricas y allí arriba y para miles de personas esto aún no se había escrito ni en las más audaces novelas de ficción científica. Con relación a ese tiempo las construcciones nuestras eran una cosa absolutamente insólita, el mundo entero permaneció mucho tiempo perplejo bajo el impacto muy agradable de esta enorme sorpresa. Todos los seres humanos se sentían orgullosos y sospechaban que esto les afectaría favorablemente muy pronto. La prensa especuló que estábamos instalando hospitales para los enfermos de los huesos y de los músculos, diciendo que esta zona ingrávida era el paraíso para ellos. ¡En esto la prensa no se equivocaba, solamente se quedaban aún muy cortos en sus pronósticos!.

En los primeros seis meses del año 2022, en la Tierra construimos por partes, o sea sin armarlo, prefabricando solamente sus piezas, un fabuloso y gigantesco lugar habitacional, el primer prisma recto hexagonal de un kilómetro de largo llamado Complejo-espacial-habitacional.

Prisma habitacional

A fines de ese mismo año lo comenzamos a subir por partes al cosmos, usando el novedoso ascensor cósmico cuyas astronaves de carga trasladaban las cosas y las personas en solamente cuatro horas desde la Tierra a la zona geoestacionaria y viceversa. Muy poco tiempo después en el año 2023 lo armamos y equipamos en la zona geoestacionaria, donde se conserva hasta hoy funcionando sin fallas. El Complejo-espacial-habitacional era para su época un enorme coloso. El prisma gigante tiene 1000 metros de largo, con cada una de sus seis caras laterales de 100 metros de ancho y por supuesto mil metros de largo, y sus extremos están cerrados por tres hexágonos regulares de cien metros por lado, dos hexágonos en un extremo formando la esclusa y otro hexágono cerrando el otro extremo. Tiene además, para darle mayor firmeza, otros cuatro hexágonos interiores, dos de paredes divisorias internas, que sirven de paredes para cada uno de los dos viveros de huertas y plantas. Estas paredes están ubicadas como tabiques interiores perpendiculares a la dirección que indica el largo del gran prisma. Por supuesto cada uno de estas paredes divisorias es también un hexágono regular que mide cien metros por lado. El Complejo-espacial-habitacional encierra un volumen muy fácil de calcular, igual a la superficie de uno de sus hexágonos de cien metros por lado y por lo tanto de 25980 m², multiplicado por su largo de 1000 metros. Entonces 25980x1000 = 25 980 000 metros cúbicos. ¡Casi veintiséis millones de metros cúbicos llenos con aire y además en su interior conteniendo todos los otros elementos indispensables para que 30 mil personas muy exigentes puedan llevar allí una vida cómoda espaciosa y placentera!

En depósitos especiales y llevados cuidadosamente desde la Tierra, se transportó todo el alhajamiento como también los otros materiales anexos para el Complejo-habitacional como ser: aire, agua, tierra, aluminio, etcétera. Todos los otros innumerables componentes agregados a esta enorme construcción fueron prefabricados y llevados como paquetes a armar en la zona geoestacionaria. En esta forma prefabricada fueron llevados por ejemplo: la estructura de los departamentos habitacionales, los muebles o el pequeño prisma anexo donde circularía la locomoción y que se instaló pegado en la parte exterior al piso del complejo.

Tal como contemplaba el plan armamos el primer Complejo-espacial-habitacional en los primeros seis meses del año 2023. En el segundo semestre de julio a diciembre le instalamos en su interior una cantidad innumerable de cosas pequeñas y grandes necesarias para hacernos espaciosas habitaciones muy confortables. Este Complejo-habitacional lo inauguró nuestro primer grupo Científicos-defensores-de-la-paz y por supuesto fuimos los primeros que disfrutamos de poder vivir allí formando los primeros treinta mil de sus históricos integrantes.

Todo estaba proyectado para que viviéramos sin el menor temor en cuanto al abastecimiento de todo lo indispensable y por supuesto para vivir mucho más cómodamente que en la mejor casa de las ubicadas en la grávida superficie de la Tierra. Llevamos tal cantidad de cosas que nuestro grupo tenía el auto abastecimiento para vivir durante un tiempo prácticamente indefinido.

Después de haber trabajado duro y a conciencia durante muchos años llegaba finalmente nuestra recompensa. Vivir en el Anillo-geoestacionario y en los enormes espacios del maravilloso Complejo-espacial-habitacional, lo tuvimos como una de nuestras metas muy importantes y un sueño que solo en el año 2024 se empezaba a cumplir. Los primeros que vivimos allí, con estas nuevas y espaciosas comodidades, teníamos derecho más que ganado para tener la oportunidad de empezar a llevar una vida muy holgada en nuestro nuevo espacio tridimensional, con libertad absoluta para administrar nuestro tiempo personal y libertad en muchos otros sentidos. Todos habíamos trabajado mucho y habíamos ahorrado lo suficiente para pagar nuestros departamentos por adelantado. Seguíamos ganando una cantidad de dineros que nos permitía darnos las mejores satisfacciones para vivir.

Teníamos que comprar muchas cosas para alhajar nuestros nuevos departamentos en el cosmos, por supuesto que nuestras cosas individuales personales son privadas y nadie las puede adquirir por nosotros. Todos sabíamos que las cosas de gran tamaño fundamentales estaban ya instaladas, pero otra infinidad de cosas privadas las debíamos de comprar. Se nos dijo que podíamos desde ya ordenar los pedidos, a un enorme hipermercado que se instalaría dentro del Complejo-espacial-habitacional, para satisfacer nuestro deseo de adornar nuestro departamento propio a nuestro entero gusto. La mayor parte de nosotros pidió que se nos compre en la Tierra, lo mejor y lo más nuevo de todos los últimos adelantos de la electrónica. Como también por ejemplo encargamos que nos compren: las novedades de las cosas de uso doméstico, los enseres de oficina, utensilios de cocina y todo tipo de caprichos personales. Hacía varios años que cada uno venía economizando mucho dinero y además haciéndolo producir intereses en las acciones de las numerosas empresas de nuestra organización. Todos disponíamos de muchas economías, ahora llegaba el momento para cumplir nuestros deseos y anhelos. Éramos libres y superpotentes para usar el dinero que nos pertenecía en lo que se nos ocurriese para cumplir nuestros sanos caprichos. Ahora podíamos cumplir todos los otros objetivos y aspiraciones personales que anhelábamos y no lo hacíamos antes solo por estar ocupados en este objetivo que más ansiábamos, el de irnos a vivir sin la odiosa atracción de gravedad al espacio exterior y que recién acabábamos de plasmar.

Parecería quizás algo innecesario contar los pormenores de las gigantescas instalaciones que se han realizado en el cosmos, ya que por supuesto la mayoría de ustedes las conocen personalmente. Una cosa es vivir dentro de algo tan maravilloso y otra muy distinta es saber como se construyó ese algo. Les contaré por lo tanto con algunos detalles la forma como fue posible hacer estas gigantescas instalaciones en la zona geoestacionaria. Si no lo hago pueden pensar que con los escasos medios disponibles en ese tiempo esto que les cuento puede ser solo una fantasía.

Para subir al Cosmos-geoestacionario estas enormes instalaciones del Complejo-espacial-habitacional no fue posible hacerlo con las astronaves-ascensores que usaban seis Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica-20t-seg. Construimos con este propósito astronaves con seis Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica-50t-seg, es decir con motores mucho más potentes capaces de levantar cada uno 50 toneladas hasta la altura de un metro en un segundo. Estas nuevas astronaves podían colocar en la órbita geoestacionaria con entera comodidad 300 toneladas en un solo viaje. Empezamos entonces fabricando una flota de cuatro de estas potentes astronaves de carga y que además estaban especialmente diseñadas para este objetivo. Cada una de estas nuevas astronaves es dos coma cinco veces más potente que su antecesora, las 20 toneladas que levantaba la anterior son ahora 50 toneladas que levanta la nueva en un segundo hasta la altura de un metro. Tiene la enorme potencia de sus seis Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica-50t-seg para levantar la astronave verticalmente hacia arriba. Al igual que el modelo anterior las astronaves están además equipadas, con otros cuatro motores algo más pequeños utilizados para acomodar permanentemente la dirección y actúan solo horizontalmente mientras los otros motores de la nave lo hacen para moverla verticalmente. En solo seis horas de vuelo, cada astronave de carga, era capaz de colocar en la órbita geoestacionaria cerca de 300 toneladas. Teníamos por lo tanto una enorme potencia para llevar todas nuestras cosas a este nuevo mundo ingrávido. Con la enorme capacidad de estas astronaves de carga, de poder llevar 300 toneladas de peso, se le instalaba por ejemplo en su bodega un enorme bidón de aire comprimido. El bidón era un Prisma-rectángulo-hexagonal-10x50m-10at de aire comprimido consistía en este prisma lleno de aire a diez atmósferas de presión. Se llenaba este prisma-bidón con aire a 10 atmósferas, mediante otro de los mismos prismas convertido en una máquina para presionar aire, que se componía de un hexágono como émbolo y en el otro hexágono había una salida con válvula, o sea este segundo prisma se utilizaba como un simple bombín de presión. El enorme prisma con diez atmósferas de aire, que casi llenaba la bodega de la nave, tenía un volumen de trece mil metros cúbicos contenía ahora mediante la presión de diez atmósferas 130 mil metros cúbicos de aire con un peso de casi 168 toneladas. Fue necesario hacer doscientos viajes, con estos bidones a aire comprimido, para llenar de aire la enorme mole del interior del Complejo-espacial-habitacional se trataba nada menos que de llenar de aire el espacio de casi veintiséis millones de metros cúbicos. Las cuatro astronaves, en cincuenta viajes cada una, llenaron de aire al Complejo-espacial-habitacional en solo dos meses. Llevaron en otro plazo de tiempo igual 60 mil toneladas de agua dulce, dos toneladas de agua para cada una de las treinta mil personas que estaba proyectado que habiten allí. Otros cien viajes, o sea una tonelada por cada persona, se necesitaron para llevar los otros menesteres como ser comida ropa etcétera. Los otros siete meses lo pasaron llevando los materiales necesarios para los casi diez mil departamentos y trasladar además las treinta mil personas a su nuevo hogar.

Al Complejo-espacial-habitacional que tenía la estructura de un prisma recto hexagonal, aparte de los dos hexágonos de la esclusa que hacía de entrada y del tercer hexágono que lo cerraba, al interior se le agregaron otras cuatro paredes en forma de hexágonos colocados perpendicularmente al largo, dos para formar cada uno de los dos viveros. Se instalaron así al lado de los edificios habitacionales dos zonas agrarias internas, su objetivo fundamental es renovar el oxígeno consumido por las 30 mil personas que residen sin restricciones en su interior. Aparte de contribuir a renovar el aire, por otro lado sirve este espacio agrícola para la obtención de verduras frescas: papas, tomates lechugas, pimientos, alcachofas. Las verduras deben ocupar una superficie de a lo menos 180 mil metros cuadrados o sea de seis metros cuadrados por persona. Con esta superficie de clorofila que poseía el conjunto de las hojas de estas plantas se renovaba totalmente el oxígeno consumido. Lo real es que esta zona verde comprende, dos veces 10x100x176 metros, o sea 352 mil metros cúbicos. En su interior se pudo instalar una superficie verde de 180 mil metros cuadrados de superficie y cerca de dos metros de alto. Las plantas están ubicadas en viveros paralelos al piso y en alrededor de cien pisos movibles de diferentes medidas de alto. Los cien pisos ocupan la altura total del prisma o sea los 173 metros de alto. La altura se toma midiendo a partir del vivero del suelo al vivero del cielo raso. O sea equivalente al alto de nuestro enorme lugar habitacional el gigantesco prisma hexagonal.

Cumpliendo con otro importante asunto que contemplaba nuestro plan, armamos allí en el Cosmos-geoestacionario una fábrica para hacer los próximos Complejos-espaciales-habitacionales que en su obra gruesa, como ya se los describí anteriormente, son enormes prismas rectos hexagonales, de un kilómetro de largo por 173 metros de alto.

Esta fábrica, comenzó teniendo una escasa capacidad de producción, se confeccionaba solamente uno de estos prismas o Complejos-espaciales-habitacionales cada año. A medida que se construían estos enormes prismas, acordamos ir disponiéndolos a todos en la órbita geoestacionaria. Entonces los colocamos uno a continuación del otro, haciendo una especie de cadena, es decir que en nuestra primera etapa cada doce meses la cadena de prismas habitacionales aumentó un kilómetro. El plan se cumplió también exactamente como se había previsto en todas las otras cuestiones relacionadas con el alhajamiento etcétera.

Las características ambientales del interior de los Complejos-espaciales-habitacionales eran y son aún enormemente superiores, es decir casi fantásticas, comparadas a las dimensiones de los ambientes de como se vivía en la Tierra. En este prisma hexagonal, una de las seis caras largas de un kilómetro es la que sirve como suelo, este está construido de aluminio delgado muy endurecido y de color café. El suelo tiene su superficie cubierta por una alfombra y bajo ella se instaron electroimanes casi planos originando una superficie levemente magnética. Este suelo magnético le sirve a los ocupantes del prisma que no se acostumbran totalmente a la falta de peso, si lo desean para su mejor equilibrio, pueden usar sus zapatos con suela mezclada con partículas de hierro o sea suela magnética y sentirse así algo adheridos al suelo. En la dimensión del piso al cielo raso midiendo perpendicularmente del centro de la superficie del piso al centro de la superficie opuesta o sea del cielo raso, es decir de un lado al otro lado, hay casi doscientos metros, o sea 173 metros de altura. La pared opuesta al suelo se le llama aquí también el cielo raso, este es totalmente transparente, como así también son transparentes las dos caras que le son colindantes. Todas las caras que son transparentes son reguladas con persianas, naturalmente movidas por una máquina robotizada que controla la luz del interior. Los otros dos costados, colindantes con la superficie café de abajo, o sea con el suelo, están formados por un par de paredes que lucen como cristales semitransparentes de hermosos y variados colores. Los departamentos de los edificios habitacionales están construidos de una altura promedio de 2,88 metros y que descontado el grueso del suelo queda cada uno con un alto en su interior de 2,70 metros. Su altura es tal que cupieron sesenta de estos pisos, ellos entran en el espacio desde el suelo magnético al cielo raso transparente. El primer piso del edificio de los departamentos, por supuesto esta pegado al enorme suelo magnético. Este suelo magnético es el rectángulo base de 100 metros de ancho por 1000 metros de largo, llamado plataforma del suelo, que es un plano o zona superficial magnética.

Por otro lado, los departamentos, del Complejo-habitacional, tienen también cada uno por supuesto sus respectivos suelos internos, con una superficie que lleva también otra capa magnética con control automatizado y regulable con imanes electromagnéticos casi planos, ubicados debajo del tapiz plástico que cubre la parte baja o sea el suelo de los departamentos.

Al esparcimiento está dedicado el cuarenta por ciento del espacio físico del Complejo-habitacional, Este cuarenta por ciento comprende la enorme zona de descanso para la que se dejaron cuatrocientos metros en el largo de los mil metros del hexágono. Los otros seiscientos metros los ocupan las dos zonas habitacionales propiamente tales, ubicadas una en cada extremo del prisma. Entonces cada una de las zonas habitacionales se encuentra ocupando, 300 metros en cada extremo del largo de los mil metros del hexágono. En otras palabras, nuestros departamentos donde, después de una paciente espera, hemos llegado a vivir con muchas ganas esta nueva vida, están ubicados entonces en los dos extremos del Complejo-espacial-habitacional. Ellas ocupan un gran volumen del interior del Complejo, este enorme volumen lo forma cada una de las zonas habitacionales por tener 300 metros de largo, cien de ancho y por ser de 173 de alto. De los 600 metros de largo de las dos zonas habitacionales, solo 540 metros en el largo son ocupados con nuestros departamentos. Los 60 metros del largo restantes del prisma están repartidos en 40 metros para dos edificios de administración y los otros veinte en dos viveros de plantas con plantación de huertas y cereales. Cada una de las dos zonas de plantación tiene las dimensiones de 10x100x170. En estos escasos metros ocupados al largo en ambos lados del prisma, dada su enorme altura de 173 metros, resulta que tienen una cantidad calculada de seis metros cuadrados de zona verde por persona. Allí están instaladas las superficies con tierra preparada científicamente para estos efectos del crecimiento de las plantas en zonas ingrávidas. Las plataformas con tierra están permanentemente iluminadas y tienen además del aire, agua en abundancia. Esta agricultura interior comprende especialmente el cultivo de verduras y cereales, que además regeneran el oxígeno consumido por nosotros.

Fuera del gigantesco prisma, a escasos dos kilómetros, están instaladas las otras zonas agrarias e industriales. Las zonas agrarias están formadas por una cadena circular de numerosos Prismas-rectangulares-hexagonales-10x50m, es decir de seis lados de cincuenta metros de largo por diez metros de ancho, o sea se instalaron algunas plantaciones en los mismos prismas que nos sirvieron al comienzo de departamentos espaciales provisorios. Perpendicularmente a lo largo del Complejo-habitacional o sea como ruedas girando alrededor del complejo tomado como su eje y relativamente cerca del complejo se instalaron aparte de esta cadena de prismas además diversas otras zonas agrarias gravitatorias o sea con movimiento giratorio, con curiosas e interesantes adaptaciones para que las plantas y animales puedan vivir en diversos grados de ingravidez.

El consumo de oxígeno que obligatoriamente efectuamos nosotros para vivir lo restituyen fundamentalmente las plantas y también por supuesto se restituye de esta misma forma el oxígeno ocupado por nuestros animales, cuyos galpones pesebreras también forman unas cadenas de círculos giratorios gravitacionales. También usamos otro método alternativo para obtener oxígeno para los animales, consistente en aprovechar de utilizar parte de las aguas servidas haciendo su descomposición mediante la energía del motor atómico transformada en electricidad y obteniendo por electrólisis, oxígeno e hidrógeno. El oxígeno, originado en esta descomposición del agua, se lanza directamente al aire y el hidrógeno se deposita en cilindros. El hidrógeno se comenzó a utilizar en el cosmos para una diversidad de importantes aplicaciones químicas e industriales, por ejemplo, el hidrógeno unido de nuevo al oxígeno es una excelente fuente energética de propulsión no contaminante ya que en esta operación se desprende como residuo solamente agua.

Se dispone en estas zonas de muchísimos instrumentos especiales y robots que cuidan los animales y las plantaciones de árboles frutales. En las plantaciones frutales de peras, manzanas, etcétera, las cosechas las realizan unos robots-cosecheros que se mueven en los pasillos entre los árboles. Estos robots-cosecheros tienen agudos censores que reconocen la fruta madura, además llevan algunos hasta cuarenta brazos como trompas de elefante que cogen rápidamente las frutas maduras y lo hacen con mucha suavidad.

Las zonas industriales tienen diversas estructuras físicas, casi todas estas zonas no tienen atracción artificial de gravedad, la mayor parte funciona sin necesidad de tener una capa de aire. Las fábricas son atendidas por robots o por un pequeño vehículo que es una combinación de robot combinado con una persona o simplemente por astronautas con escafandras.

Como ya lo anunciamos anteriormente en la zona del centro del Complejo-espacial-habitacional están situados entonces los enormes espacios dedicados al esparcimiento, sus dimensiones son: de cuatrocientos metros del largo del piso, por sus cien de ancho y con una altura de 173 metros. Esta es la formidable zona que se dejó para ser dedicada a los lugares de descanso y entretenciones. En los espacios habitacionales hay lugar para más de treinta mil personas. Cada uno de los departamentos habitacionales más pequeños o sea de cien metros cuadrados esta calculado para albergar cómodamente a una sola persona. Los hay construidos para dos personas con doscientos metros cuadrados, y así sucesivamente hay departamentos de: trescientos, cuatrocientos, quinientos, y seiscientos metros cuadrados. Al momento de comprar los departamentos se nos advirtió que per cápita se pueden comprar cien metros cuadrados, o sea lo que significa que una persona sola tiene derecho a comprar cien metros cuadrados, si es una familia con dos niños deben de comprar un departamento con cuatrocientos metros cuadrados. En este cálculo van incluidos los niños con esta misma cantidad de metros cuadrados. Ninguno de los postulantes dejaba de tener una buena cantidad de dineros ahorrada, dineros que fueron suficientes para comprar estos departamentos al contado. Después de vendernos todos los departamentos para las treinta mil personas interesadas, apareció el tema del alajamiento. El dinero ahorrado, durante un par de años, por cada familia permitía amueblar los departamentos con los gustos más refinados. Las cubiertas de algunas cosas del hogar con capas de oro o plata eran algo que no llamaba la atención a nadie ¡Una familia formada por cinco personas tiene una casa, que es toda una mansión de quinientos metros cuadrados de superficie o sea cerca de mil quinientos metros cúbicos en un espacio que es usado realmente en forma tridimensional, con una altura especial de más de tres metros en algunos sitios especiales para la gimnasia!

Terminó el año 2023 con una gran fiesta de celebración por haber llegado a feliz término, en el plazo estipulado, la construcción del primer gran prisma habitacional, llamado Complejo-espacial-habitacional-número-uno, además con sus anillos giratorios grávidos anexos perpendiculares a su eje central de mil metros conteniendo; plantaciones, sembrados, viveros y además pesebreras o corrales con gravedad para animales.

Nuestros planes en el Anillo-geoestacionario, no terminaban con la construcción de este primer Complejo-espacial-habitacional, teníamos después de esto que armar allí mismo una fábrica para construir en serie muchos de estos tipos de colosales prismas habitacionales. En esta primera fábrica monumental, ubicada al lado del prisma gigante recién construido, de inmediato comenzamos a trabajar para construir uno de estos colosales prismas cada año. A medida que los hacíamos los instalamos unidos por sus extremos uno después del otro, todos haciendo una especie de enorme cadena de prismas, es decir en esta primera etapa cada doce meses la cadena de prismas habitacionales aumentaba un kilómetro en su largo.

Como esto de las construcciones, pasó a ser uno de los asuntos más importantes, y si les informo detalladamente de todo lo relacionado con las edificaciones en el cosmos, este libro no lo terminaría nunca, les resumo a continuación diciéndoles algo sobre algunas de las construcciones habitacionales más significativas y describiéndoles como piloto solamente un par las numerosas fábricas. El plan que nos creamos, ayudados por las diez Compupaz, a fines del año 2023, para un futuro inmediato, se cumplió sobradamente. Haciendo un apretado resumen de lo realizado con este plan les informo: primero, en el año 2024, de enero a junio inclusive construimos la Fábrica de Iluminadores-cósmicos-de-reflexión-solar; segundo, en el año 2024 de julio a diciembre, construimos la Fábrica para hacer Complejos-espaciales-habitacionales con sus respectivos anillos perpendiculares anexos con movimiento circular de: plantaciones, sembrados, viveros y pesebreras o corrales por supuesto todos con ambientes gravitacionales, tercero, en el año 2025, construimos y le instalamos los departamentos y los muebles o sea equipamos el segundo Complejo-espacial-habitacional; cuarto, en el año 2026, construimos y equipamos el tercer Complejo-espacial-habitacional; quinto, en el año 2027, fabricamos y alhajamos el cuarto Complejo-espacial-habitacional; y sexto, en el año 2028, hicimos una Plataforma orbital con atracción de gravedad, conocida como POG, habitacional y circular de 400 metros de diámetro con una longitud en su perímetro de 1257 metros de largo, esta POG se mantiene hasta hoy día girando en torno al segundo Complejo-espacial-habitacional que le sirve como un eje virtual. Les completo este apretado resumen con algunos breves alcances aclaratorios.

Así pues los primeros seis meses del año 2024 lo dedicamos a instalar la fábrica para construir los Iluminadores-cósmicos-de-reflexión-solar y los últimos seis meses del año 2024 los ocupamos en construir la fábrica para hacer Complejos-espaciales-habitacionales.

El año 2028 fue un año muy especial ya que logramos construir la Plataforma orbital con atracción de gravedad de 400 metros de diámetro la cual continúa girando en torno a nuestro segundo Complejo-espacial-habitacional. Con su velocidad de rotación origina en sus cinco pisos habitacionales de su interior, cinco grados diferentes de fuerzas gravitatorias. Cada piso tiene mayor fuerza gravitatoria si está a mayor distancia al centro virtual de rotación, Es toda una gran atracción turística con capacidad hotelera para treinta mil huéspedes. Los habitantes de la Tierra son los principales clientes, han mantenido durante estos treinta últimos años copados todos los rincones disponibles de los numerosos hoteles instalados en esta enorme Plataforma orbital con atracción de gravedad.

En general todos estos planes, antes mencionados, se cumplieron en su tiempo y se sobrepasaron en las cantidades de producción de lo anteriormente programado. Por ejemplo la fábrica de Iluminadores-cósmicos del año 2024 al año 2028 en su proyecto contemplaba el compromiso de iluminar 50 grandes ciudades llegó en este tiempo a no hacer solo diez iluminadores por año sino treinta lo que significó iluminar a 150 ciudades en este lapso de cinco años. Por pedido de una serie de países se nos encargó, pagado a buen precio, pero de todas maneras muy inferior a lo que les costaba a esos países poner mediante sus propios recursos directamente la puesta en órbita de innumerables artefactos para las comunicaciones y otros artefactos para una innumerable diversidad de usos. Nuestra economía iba y va muy floreciente.

Para poder cumplir con los compromisos de los pedidos, hechos por los diferentes países, y dar consecución a nuestros proyectos, nos faltaban más y más personas para trabajar en la zona del Anillo-geoestacionario. En el año 2028 éramos en total solo 120 mil los componentes del grupo Científicos-defensores-de-la-paz, viviendo en los cuatro prismas del Anillo-geoestacionario y en nuestro Archipiélago-pacífico había solamente otros cien mil totalizando de 220 mil el grupo de los Científicos-defensores-de-la-paz. La información estadística indicaba que sumábamos en total un millón setecientos veintiocho mil con los otros compatriotas trabajando en diversas direcciones y aquellos que se estaban preparándose para subir a la región geoestacionaria en cuanto ello sea posible. Éramos pues algo menos de dos millones los habitantes en toda nuestra nueva nación. Teníamos, sin embargo, ya formando parte nuestra, con la nacionalidad reconocida de habitantes del Archipiélago-pacífico, a los mejores profesionales del mundo sobre todo en el área de la medicina donde trabajaban más de diez mil médicos e investigadores de la biología.

La admiración causada en el mundo por este acontecimiento ocurrido a partir del año 2022, de poder ir y venir a la zona geoestacionaria con tanta facilidad mediante un insólito ascensor muy original, motivó una inscripción masiva de profesionales de todas las latitudes del planeta, solicitando ser admitidos para poder compartir esta emocionante nueva vida de la Comunidad-internacional-de-científicos-defensores-de-la-paz. Esta fue la razón por la que llegamos casi a los dos millones de habitantes en el año 2028. Pero esta cantidad de habitantes era indudablemente pequeñísima con relación a la responsabilidad adquirida de poder cumplir con los gigantescos proyectos ya aprobados a realizar en un futuro cercano.

Para los proyectos de servicios que ofreceríamos, como instalar luz solar en las noches a las ciudades que lo solicitaran y entregar las comodidades del cosmos para curar enfermedades, se necesitaba lo antes posible o mejor dicho urgentemente pasar de los ciento veinte mil trabajadores que estábamos viviendo en la geoestacionaria a lo menos a quinientas mil personas trabajando allí, todo esto calculado minuciosamente por nuestras computadoras. Debíamos pues urgentemente trasladar una cantidad enorme de personas a vivir y trabajar en la zona geoestacionaria. Esto implicaba construir lugares de vivienda a una velocidad mucho mayor que la que teníamos. Con nuestra fábrica de Complejos-espaciales de residencias para el cosmos nuestros técnicos solo podían hacer uno de estos gigantes al año con capacidad para solamente 30 mil personas. Debíamos urgentemente cambiar y acelerar muchos de nuestros proyectos. Esto de cambiar algunos proyectos no significaba que nos iba mal en algo, por el contrario todos los planes se cumplían rigurosamente. Por otro lado el balance anual de finales del año 2028 fue muy positivo, estábamos más optimistas todavía que lo de costumbre.

Para garantizar el buen funcionamiento de la Democracia-computarizada, teníamos un excelente equipo de nuestras diez mejores computadoras trabajando permanentemente, de manera absolutamente independiente una de la otra, y recibiendo informaciones tomadas por cada una al azar de un gran número de fuentes diferentes. Estas computadoras se mantenían siempre muy ocupadas, tenían la enorme responsabilidad de mantener y coordinar todas las informaciones relacionadas con los diferentes grupos humanos de nuestra nueva sociedad. Mediante esta acumulación casi infinita de informaciones en las memorias activas de los diez computadores se garantizaba el buen funcionamiento de la democracia y esta se mantenía y se mantiene desde entonces, en óptimas condiciones. Ante los problemas delicados, como por ejemplo de proponer un cambio en la constitución, las diez computadoras practicaban la democracia interna y resolvían favorablemente el problema solamente si a lo menos ocho de las diez lo apoyaban. Por supuesto que ellas no resolvían el cambio de la constitución sino advertían de la debilidad de una parte de la constitución y de la necesidad de llamar a un soberano plebiscito para modificarla Estos ingenios estaban siendo continuamente apoyados por un grupo de científicos que trabajaban mancomunados con programadores altamente calificados y agregaban toda buena idea para perfeccionar la democracia. Por esto se llamaba a esta nueva democracia la Democracia-computarizada.

En una fecha memorable, el 12 de enero del año 2029, las computadoras resolvieron proponer llevar a cabo un plebiscito extraordinario en todos los lugares donde había habitantes del Archipiélago-pacífico-de-la-línea-ecuatorial APLE. Ya estábamos acostumbrados a los plebiscitos semanales pero esta vez la cosa era muy diferente. El plebiscito tenía una pregunta esperada desde hacia mucho tiempo por nosotros, y que sabíamos que algún día, tarde o temprano, tendría que venir. En este plebiscito se preguntaba ¿Cree usted que ya desapareció el peligro de que se intente producir una intervención extranjera, en nuestro país ya sea en sus extensiones del espacio cósmico o en las de la Tierra, tratando de atropellar o intentando destruir nuestra ejemplar Democracia-computarizada?. ¿Opine usted SÍ desapareció o NO ha desaparecido este peligro? Responda mediante su computador personal, presionando el SÍ o el NO. Si dado el caso de que la mayoría absoluta opina dando el sí a esta primera pregunta o sea que estimen que el peligro de atropellarnos ha pasado. ¿Piensa usted que podemos invitar a la prensa de todo el mundo a que nos hagan reportaje directo en nuestro Anillo-geoestacionario? El plebiscito fue positivo, más allá del porcentaje para una mayoría absoluta dando el sí a ambas preguntas. El porcentaje de votantes que hicieron uso de este derecho fue casi del cien por cien. Los partidarios del sí resultaron ser de un 87%, es decir los partidarios de abrir nuestras puertas y hacernos aún más transparentes, fuimos una abrumadora mayoría absoluta.

Resolvimos sobre la base de este histórico acontecimiento cambiar parte de nuestros planes y mostrar al mundo que el cosmos para los seres humanos, mediante el uso de la ciencia, es el lugar ideal para vivir. Era indudable que por el buen uso que ya hacíamos, de la pequeña parte nuestra del espacio infinito, guiados por nuestra Razón–omnipotente, era por lo que habíamos triunfado una vez más. Se decía en uno de los periódicos influyentes de la Tierra cosas como estas. “El Homo-sapiens debe asumir su responsabilidad de salir masivamente del planeta e ir a poblar, gobernar y cambiar el desorden de una parte del enorme universo, debemos seguir el ejemplo del heroico grupo que ya lo esta comenzando a hacer.”

Se invitó a representantes de todos los gobiernos y a la prensa de todo el planeta a que nos visitaran, poniendo a disposición de los periodistas muchas astronaves especiales, con capacidad de transportar 5000 personas. A partir del 12 de febrero del año 2029 y durante una semana, les mostramos en vivo y en directo nuestra forma de vida en este Mundo-ingrávido, a los 30 mil visitantes hospedados con este objetivo, en los suntuosos hoteles de nuestra primera Plataforma orbital con atracción de gravedad. Los periodistas pudieron confrontar nuestra situación de vida con la forma de vivir en la Tierra, hicieron reportajes comparativos de la fantástica forma en que estábamos viviendo los primeros 120 mil habitantes en los cuatro Complejos-espaciales-habitacionales. Les mostramos nuestros departamentos y el valor que habíamos pagado cada uno por el metro cuadrado, lograron comprobar que todos eran dueños de sus departamentos y sin ninguna deuda pendiente. En esta primera presentación en público logramos entusiasmar en nuestros proyectos, aparte de los periodistas, a mucha otra gente.

A los representantes de los diferentes gobiernos que asistieron a conocer cómo vivíamos, les planteamos que podían proponer a sus respectivos países, el instalar también Complejos-habitacionales en la zona geoestacionaria. Para que esta proposición no sea solo palabras y promesas les teníamos preparado a cada uno de los delegados de los gobiernos el presupuesto y los planes de financiación que eran asimismo muy factibles y absolutamente claros.

Unos meses después éramos no solamente nosotros los interesados en vivir en la zona geoestacionaria. Habíamos logrado, con nuestra acción de puertas abiertas, entusiasmar a venir a vivir a la zona geoestacionaria a la casi totalidad de los habitantes de toda la Tierra. La mayor parte de sus habitantes deseaban que los planes para trasladarse al cosmos no sean a muy largo plazo. En cada país comenzaron a hacerse proyectos destinados a poner al alcance por igual de todas las familias, la posibilidad de comprar un departamento habitacional en el cosmos y en la zona geoestacionaria ubicada frente a su país. Se extendió un deseo colectivo de trasladarse pronto e ir a acompañarnos en esta grandiosa y exitosa aventura que estábamos iniciando en el atractivo Mundo-ingrávido.

Como resultado de los avances de la ciencia y la tecnología, que nosotros también permanentemente habíamos estado ayudando a extender, en casi todas las partes de la Tierra ya no existían las miserias de una dramática baja alimentación a los niños ni la catástrofe de lo que significa la cesantía o sea de que existan personas deseosas de trabajar y no poderles entregar esta mínima oportunidad de poder servir a sus semejantes. La inmensa mayoría de los trabajadores de los cinco continentes empezaron a economizar para comprar los departamentos que ya tenían su precio establecido y que no era una fantasía pagarlo en cuotas ya que algunos gobiernos sobre todo los más decididos y progresistas empezaron a ofrecer algunos años de facilidades para pagar los amplios y confortables departamentos en la zona geoestacionaria.

Sorpresivamente se habían abierto las compuertas para la emigración masiva a la zona geoestacionaria. No era muy lógico, que una cosa que afectaba a toda la humanidad, lo intentara resolver un gobierno en particular. Era una tarea muy delicada que algún gobierno independientemente tratara de hacer por su cuenta un programa para un traslado masivo de sus habitantes al cosmos. Entonces para esta cuestión, de tanta trascendencia y envergadura para toda la humanidad, se resolvió tomar una resolución que involucrara a todas las naciones. Esto se los contaré en detalle mas adelante.

Le cuento ahora una breve historia que tiene que ver con la emigración masiva al espacio. En el año 2001 la NASA designó a su experto de la Oficina de Proyectos Avanzados David Smitherman para que calculara la posibilidad de hacer un ascensor para subir al espacio exterior. El hecho de pedir esto parecía, en esos años, una extraña fantasía un proyecto de esta índole sonaba en esos tiempos, para algunas personas, a algo nada serio. La resolución de conclusión de esta comisión no resultó tan fantástica como parecía y era algo muy en serio. El proyecto era viable pero demoraría en realizarse unos cien años. Las conclusiones de esta comisión son muy largas para darlas textualmente pero yo las pude resumir aproximadamente así. El proyecto a realizarse en cien años consistiría en varias etapas pero lo fundamental era que: primero, se tendría que hacer un ascensor partiendo desde la zona ecuatorial y solo hasta la zona geoestacionaria, no era recomendable hacer su trayectoria ni más cerca ni más lejos de esta región; segundo, se deberá sacar de su órbita solar un asteroide y a la enorme roca se lo deberá colocar cuidadosamente en una órbita terrestre y en la zona geoestacionaria en el punto final del ascensor; tercero, de este asteroide, que sirve de lastre inercial, se suspenderán cables que servirán de guía al ascensor hasta llegar a la Tierra; cuarto, en el año 2001 el precio de enviar cada kilogramo, a esa zona geoestacionaria, tiene la suma equivalente al precio de 2339 gramos de oro de donde se deduce que el kilogramo de cualquier material ya sea para las comunicaciones o bien para la comida de los cosmonautas tenía a comienzos del milenio este mismo valor, o sea por ejemplo el litro o kilo de agua tiene el valor de más de dos kilos de oro, en el año 2001 enviar una persona origina un gasto de más de 220 kilogramos de oro; quinto, en este ascensor del futuro el gasto de combustible de una persona valdrá solo el equivalente a 22 gramos de oro. ¡Con las amortizaciones al capital invertido y otros descuentos de pago de personal, con el valor del pasaje actual de una sola persona podrán hacerlo en cien años más mediante este ascensor mucho más de mil personas! Esta era la forma de plantear las cosas por esta comisión de la NASA que trabajó muy detallada y seriamente.

Este proyecto que sonó a tan desproporcionado en aquellos tiempos, del año 2001, para nosotros, en menos de treinta años después, resultó viable casi de inmediato y además muy superado en cuanto a las pretensiones del proyecto de la NASA. ¡No necesitábamos esperar cien años como dijeron esos expertos!. Hemos aprovechado parte de la investigación de la NASA, para hacer algo muy superior. Trasladamos con este objetivo a nuestra órbita de la Tierra, un asteroide de un poco más de cinco kilómetros de largo parecido a un maní gigante que demoraba cuatro años en trasladarse alrededor del Sol. Trasladamos pues el asteroide a la misma órbita de un año que llevamos alrededor del Sol. Por último pusimos entonces alrededor de la Tierra a este asteroide catalogado como Toutatis número 4179, de dos millones y medio de toneladas, en la órbita geoestacionaria, utilizamos parte de sus materiales en nuestras construcciones y mejoramos nuestro viejo ascensor con el que ya habíamos subido al espacio miles de veces. Dejamos fijo el asteroide en la zona geoestacionaria de la Tierra en la vertical de nuestro cosmódromo del Archipiélago-pacífico. Los valores de los pasajes ida y vuelta de la Tierra a la zona geoestacionaria fueron más de mil veces menores que a comienzos del siglo. El valor del pasaje por persona resultó exactamente el equivalente a viajar de Europa a Latinoamérica, es decir alrededor de unos doscientos gramos de oro.

El turismo espacial se hizo un competidor del turismo clásico. El turismo espacial era más exótico y sobre todo muy cómodo. Partiendo desde nuestro cosmódromo en la zona ecuatorial, en menos de cuatro horas de viaje se estaba en los hoteles de la Plataforma orbital con atracción de gravedad que tenía su ubicación en la zona geoestacionaria.

Actualmente para nosotros llevar a órbita un kilogramo de agua, no vale el equivalente a dos kilogramos de oro como a comienzos del siglo, sino a solo 0,2 gramos de oro. Cinco litros de agua en el cosmos tienen solo el valor de un gramo de oro ¡Diez mil veces menos que hace sesenta años! El valor del agua en el cosmos es equivalente al valor del vino en la Tierra. Por la energía gratuita entregada a raudales por el Sol el agua en el cosmos se recicla sin costo alguno y se utiliza indefinidamente, esto permite asignarle un costo parecido al costo del agua mineral de la Tierra. Por esta enorme revolución en el transporte, todo indicaba que muy pronto se aceleraría el éxodo masivo de los hombres a la zona geoestacionaria.

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