domingo, 28 de noviembre de 2010

4.4 La Caleta-nuevos-aluminios

4.4 La Caleta-nuevos-aluminios

Compramos entonces todo el terreno ofertado por el aviso aparecido en el diario. Nuestra nueva propiedad es un fundo que tiene relativamente pocas áreas de superficie plana. Dentro de esta propiedad existen varios cerros y era, al momento de comprarla, de una extensión de mil doscientas hectáreas, que fueron posteriormente solo el núcleo de una extensión mayor que fuimos paulatinamente adquiriendo.

Nuestro terreno tiene una de sus partes colindantes con el mar, en esta parte formamos una hermosa caleta o pequeño puerto. El terreno, por pagarlo totalmente al contado, lo compramos a precio muy conveniente. El precio inicial, pedido por el vendedor, era de un millón doscientos mil euros pagamos finalmente, después de pedir las rebajas correspondientes, el equivalente a solo un millón de euros o lo que era igual en esos tiempos a cien kilos de oro. A esta altura teníamos, como ya les dije anteriormente, 1800 kilogramos de oro en economías, destinado a la continuación de nuestra gran aventura y este gasto inicial no era ningún problema para nuestras boyantes finanzas.

En la Caleta-nuevos-aluminios edificamos, sumamente rápido, casas de emergencia y dos galpones subterráneos gigantescos de una hectárea cada uno. Construimos otros tres galpones de estas mismas dimensiones en la superficie y además muy pronto hicimos cómodas casas habitacionales para todos los diferentes integrantes de la nueva fábrica de aluminios instalada ahora en las cercanías de nuestra caleta.

En una sola semana de trabajo intensivo, solucionamos el problema de la peligrosa entrada que tenía nuestro pequeño puerto. Como disponíamos de herramientas increíblemente eficaces para este tipo de trabajos, el hacer estas labores, como moler rocas en el mar fue toda una entretención. Con nuestro sencillo desmenuzador de rocas, consistente en una superfina especie red sólida muy dura de hilos casi invisibles que al pasarla por las rocas las convertía en arenas muy finas casi como un polvo. Movimos fácilmente todas estas finas arenillas, que resultaron al moler las rocas, mediante nuestras grandes grúas cucharones. Estos cucharones con capacidad de diez metros cúbicos se movieron a mucha velocidad día y noche durante toda una semana. Las grúas eran como grandes robots incansables gracias a que usaban la energía otorgada por los poderosos Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica. Necesitábamos que todo nuestro pequeño puerto ofreciera una buena seguridad de que la quilla de los barcos no toque roca hasta a lo menos veinte metros de profundidad. En el interior de nuestra caleta, demolimos todas las protuberancias de rocas que estuviesen, a menos de veinticinco metros de profundidad. Nos hicimos entonces de una caleta absolutamente privada casi rectangular de 320 metros de largo por 250 metros de ancho. Los 320 metros de largo se extendían en la dirección de la costa, es decir aproximadamente de sur a norte.

Después de eliminadas las rocas del interior, nuestra segunda tarea fue fabricarnos un muro de contención para apaciguar las olas y protegernos de los vientos, para así dejar a nuestra caleta super cómoda y elegante. Este es un murallón que ha perdurado incólume hasta ahora ante el ataque del viento y las olas o sea tiene una exitosa existencia de medio siglo. El murallón consiste en una serie de lanchones flotantes de alrededor de casi 30 metros de altura. Estos fueron cargados con agua en su interior hasta la altura de cerca de 12 metros, quedando finalmente sobre el agua un muro de casi veinte metros de altura. Se ancló firmemente, este cerco original sobre el mar, en las rocas de sus profundidades. Todo este cerco fue fabricado con el aluminio ligeramente endurecido que usábamos para la venta normal, así nos hicimos una segura y hermética buena entrada para nuestro primer puerto. Les informo de algunos detalles al respecto, con 10 triángulos equiláteros de 32 metros de 64 metros de largo cada uno de lado nos hicimos lanchones de 64 metros de largo. Hicimos este cerco flotante con cinco de estos grandes lanchones, para construir las nuevas murallas que detengan las olas del mar, en su centro construimos un enorme portón de 64 metros de abertura, que se movía unos pocos metros hacia atrás y luego se movía paralelamente a los otros lanchones, dejando un espacio con este portón de hasta 64 metros. Todo este trabajo se hacía electrónicamente. Nuestra hermosa caleta con su ancho de 250 metros y su largo de 320 metros formó una pequeña tranquila y hermosa laguna de agua salada totalmente protegida de los vientos y del oleaje del mar.

Todos los lugares que recién habíamos comprado se transfiguraban casi a diario. Aparte del lugar habitacional que teníamos junto a la mina de oro de Marga-Marga, nos construimos en los otros extensos terrenos de mil doscientas hectáreas, colindantes a la caleta, nuestro segundo lugar de residencia

Al cabo de muy pocas semanas después de nuestra compra invertimos otros cinco millones de euros en la adquisición de los materiales con los que hicimos las cuatro primeras plantas para obtener aluminio super extra purificado.

Estas plantas formaron un complejo de diferentes fábricas de trabajos con el objetivo final de obtener aluminio muy puro y laminado. La primera planta era una faenadora para moler finamente las rocas que contenían el mineral de aluminio; la segunda planta faenadora estaba formada por grandes centrifugadoras de una enorme velocidad, estas cumplían la misión de centrifugar el fino polvo de las arenillas y con ello obtener la separación de los minerales de acuerdo a sus densidades; la tercera era la planta del tratamiento electrolítico, aquí fue donde debimos invertir la mayor cantidad de capital, al comienzo comprábamos los elementos eléctricos y electrónicos para la construcción y administración de las cubas electrolíticas. Compramos también los materiales, como ser los ácidos, para la instalación de la serie enorme de cubas electrolíticas que se necesitaban para purificar las grandes cantidades de aluminio; la cuarta faenadora fue la estiradora de las barras del aluminio electrolítico y consistía en una monumental instalación mecánica, con una serie de rodillos de un material endurecido, para estirar el aluminio hasta convertirlo en papel de aluminio. Luego logramos que nuestro complejo tuviese una producción de aluminio que había que medir en miles de toneladas mensuales.

Inscribimos oficialmente en la ciudad de Valparaíso en Chile a nuestra nueva caleta privada “Nuevos-aluminios” y además a nuestro flamante lugar donde armar embarcaciones o astillero. Registramos en los organismos oficiales ese mismo día nuestra nueva empresa, asentada en ese astillero, con el nombre -Empresa-constructora-de-barcos-formados-de-catorce-triángulos-equiláteros. Conocida abreviadamente como Constructora-barcos14TExm. Las embarcaciones se hacían todas con base a triángulos equiláteros de dimensiones en xm o sea x metros, donde x puede tomar los valores 1,2,4,8,16,32 entonces xm puede tomar los valores para el tamaño de cada lado de los triángulos equiláteros de las embarcaciones de: 1m; 2m; 4m; 8m; 16m; 32m. Lo que no variaba y fue nuestra característica principal en la construcción fue que siempre nuestros barcos eran fabricados con 14 triángulos equiláteros o 14TE por esto su nombre abreviado era Barcos14TExm ó Barcos de largo 3xm. Esta fue la forma clásica, que después pasó a ser conocida en todos los mares, de presentar en forma abreviada muy sencilla como estaba fabricado el cascarón exterior de todas nuestras embarcaciones. Por otro lado los lanchones cargueros como los lanchones para los muros solamente ocupaban 10 triángulos equiláteros y de allí su nombre Lanchones10TExm. El largo de los lanchones era de 2xm y como normalmente el lado del triangulo equilátero base era de 32 metros o sea x=32 el lanchón habitacional clásico resultaba de 64 metros de largo.



Tuvimos que hacer allí mismo en Chile una gran cantidad del material para los Lanchones10TE32m, piezas claves para formar nuestra primera isla artificial que quedaría enclavada en el fondo del mar, por medio de largos soportes rectangulares de material superresistente. Estos enormes lanchones muralla fueron construidos con 10 triángulos equiláteros de 32 metros por lado, cada lanchón quedó entonces teniendo un largo de 64 metros, o sea el lanchón ocupaba cuatro triángulos equiláteros en cada lado y uno en cada extremo. Después de llenar en la parte baja sus depósitos con agua dulce, quedaban sumergidos parcialmente en el agua del mar, formando una especie de muro, con una altura sobre el nivel del mar de cerca de veinte metros. Solo el primer proyecto o sea el de nuestra primera islita ocupaba 120 lanchones para muralla marina con triángulos de 32 metros entonces debimos ocupar 1200 de estos triángulos equiláteros de 32 metros por lado, llevamos hechos los triángulos desde nuestro astillero de Chile y armamos los lanchones posteriormente en la zona ecuatorial.

Con este material traído prefabricado desde Chile hicimos nuestra primera isla pequeña o islote hexagonal y después las construimos en serie y uniendo seis de ellas formamos una gran isla. Esto se hizo con la unión de seis de estas islitas pero sin colocar tres en línea recta sino encerrando otro hexágono idéntico o lago de agua salada, o sea formando un lago interior con estas seis islitas hexagonales que aparecían haciendo como un gran muro. El conjunto de las seis islitas quedó formando una linda figura geométrica, con el lago interior también hexagonal.

Así formamos nuestros muros contra las olas del mar y en el interior de estos lanchones que nos hacían una elegante muralla, armamos nuestras espaciosas y confortables habitaciones. Allí, en la zona ecuatorial, nos preparamos nosotros y después preparábamos a los candidatos a subir por nuestro ascensor, con todos sus elementos vitales, para establecerse definitivamente en el Cosmos-geoestacionario.

Les voy a repetir con mayores detalles algo de esta historia. De acuerdo con nuestros planes, la construcción naval tenía un futuro muy prometedor ya que disponíamos de una gran cantidad de aluminio y nosotros mismos necesitábamos enormes cantidades de barcos pues en el futuro no viviríamos en tierra firme.

La construcción de nuestra caleta en Chile fue todo un acierto. Este sitio a orillas del mar resultó ser un lugar muy privado para construirnos con tranquilidad las grandes piezas de nuestro primer barco y finalmente con estos segmentos armar el enorme barco. Este formidable barco nos llevó con todos nuestros elementos por alta mar, incluso con materia prima, a nuestra nueva y definitiva tercera residencia en la zona ecuatorial de la Tierra.

A la zona de nuestro puerto propio, en la Caleta-nuevos-aluminios, trasladamos todas las cosas que estaban en la mina de oro y que pertenecían a la antigua fábrica de aluminio. O sea la fábrica Nuevos-aluminios ya no funcionaba más en la zona de la mina como fábrica propiamente tal. Dejamos allí, aparte de las cosas relacionadas con la mina de oro, los generadores de energía, por supuesto muy ocultos y muy bien asegurados contra robos y curiosos.

Instalamos unos negocios para la venta de nuestras mercaderías fuera de los límites de nuestras grandes haciendas. Nuestros primeros negocios estaban ubicados en sitios comprados en los alrededores de la ciudad de Quilpué y de Viña del Mar. En estos sitios construimos, usando nuestros elegantes materiales propios, los edificios y galpones para la venta. Nuestras mercaderías casi todas eran hechas de hermosos plásticos o aluminio levemente reforzado. Los plásticos eran ligeramente reforzados mediante endurecimiento, por otro lado las mercaderías de nuestro aluminio tenían un 50% superior en dureza al aluminio corriente. Para esto mezclábamos el grueso del aluminio con pequeñas porciones con algunos otros elementos. Estos otros elementos adicionales realmente no jugaban ningún papel especial, nos servían solo para justificar la nueva dureza de nuestro aluminio, es decir que solo hacían de tapadera. La verdad era que endurecíamos algo el aluminio normal y formábamos nuestro aluminio Alrad0.98 y también hacíamos lo mismo con las cosas fabricadas con material plástico. Este débil endurecimiento era un trabajo muy cómodo ya que hacíamos pasar los objetos en una cadena continua, solo unos pocos minutos, bajo la campana de la Transformadoras-pfe. Tanto los plásticos como el aluminio Alrad0.98 los vendíamos muy bien. No dábamos abasto a los innumerables pedidos ya que el 50 % más endurecido del aluminio tenía un gran significado en cuanto a la tenacidad y duración. Nos llegaron valiosos pedidos de esta materia prima, mejorada con respecto a la anterior, de las grandes fábricas de aviones de Europa Japón China y de Norteamérica. Con las propiedades especiales de nuestro nuevo aluminio Alrad0.98, preparado para este caso, se empezaron a construir en estos países aviones con reactores cohete que volaban a más de 12 mil metros de altura y con una velocidad de más de 4000 kilómetros por hora. Vendimos aluminio especial para la construcción de todo tipo de vehículos. Todos nuestros materiales que ofrecíamos para la venta eran de una calidad especial por tener algunas partes de las nuevas cualidades como ser mayor resistencia a los choques, mejor tenacidad etc. Las cosas hechas de material normal nos parecían muy perecederas, las nuestras eran ofrecidas con una garantía medida en muchos años y en algunos otros casos como en la venta de válvulas para el corazón y corazones mecánicos artificiales dábamos una garantía medida en varias décadas de años. Estos artículos de la medicina se vendían en realidad al precio costo o sea sin ningún tipo de utilidades para nosotros, pero la garantía era para que el enfermo tuviese la seguridad de que estos delicados artefactos no iban a fallar jamás.

Teníamos en ese entonces en Chile solo dos negocios de venta al público de nuestra interesante y variada producción. El de Viña del Mar y el otro depósito o negocio, en la misma zona, que estaba ubicado en los alrededores de la ciudad de Quilpué. El de Quilpué vendía también nuestras mercaderías de aluminio y otros materiales de plásticos especiales. En los almacenes de venta, teníamos un buen surtido ya que por ejemplo armábamos un taller para fabricarnos sillas de plásticos especiales para nuestro uso interno y luego seguíamos fabricando estas mismas sillas para la venta. Lo mismo sucedía con los otros artículos plásticos como ser: las mesas, roperos, catres, etcétera.

De material de aluminio eran los seis tipos de embarcaciones fabricadas con diferentes tamaños. Tenían la misma estructura ya que todas estaban formadas por 14 triángulos equiláteros, estos permitían clasificar las embarcaciones sobre la base de su tamaño así: botes mini-pequeños armados con triángulos equiláteros de un metro por lado y botes-pescadores-pequeños armados con triángulos de dos metros por lado; barcos-pescadores formados con base a catorce triángulos equiláteros de 4 metros por lado y barcos-medianos-transporte también con catorce triángulos equiláteros pero de 8 metros por lado; aparte de estas muestras en tres dimensiones teníamos un muestrario en catálogos para los pedidos de los barcos-grandes formados también unos con 14 triángulos equiláteros de 16 metros por lado, y finalmente los otros barcos-trasatlánticos más grandes aún formados con 14 triángulos equiláteros de 32 metros de lado.

Aparte de los seis tipos de embarcaciones sobre la base de catorce triángulos equiláteros, el séptimo tipo de botes era fabricado para nosotros y para la venta de un tamaño pequeño usado para el deporte y la pesca en los lagos y ríos con la parte del piso plana y era solamente de 3 metros de largo. De estos pequeños botes de una sola pieza obtenidos por medio de presionar plásticos en matrices, construíamos más de sesenta cada día. Mucha aceptación tenía toda la otra serie de nuestros botes desarmables en especial el Bote14TE2m, era fabricado con 14 triángulos equiláteros teniendo dos metros por lado cada uno de los triángulos. Este tipo de botes, fabricado especialmente para los pescadores, tienen en sus dimensiones dos metros de ancho un total de seis metros de largo y no son de piso plano sino con quilla. Se utilizan en el mar con motor fuera de borda y además se pueden usar con sus remos, son botes de pesca. De estos fabricábamos también más de treinta al día.

Por otro lado, aparte de los botes, fabricábamos a presión, en matrices y de material de plásticos especiales endurecidos: mesas, sillas, puertas, ventanas, armarios, catres, etcétera. En total de promedio salía de una de estas fábricas una pieza de estas cada minuto, o sea más de mil de estos utensilios cada día.

En nuestro terreno de mil doscientas hectáreas, anexo a la Caleta-nuevos-aluminios, teníamos una reserva de aluminio enorme. Era imposible pensar en llegar a explotarlo totalmente. Esto no era tan excepcional ya que todas las rocas en todos los lugares de la Tierra contienen una cantidad apreciable de aluminio. Nuestras rocas con mineral de aluminio, no despertaron, antes de nuestra explotación, el interés de ninguna otra empresa, ya que su concentración no era la mejor de desear. Para nosotros esto no jugaba ningún rol pues podíamos enriquecer la cantidad de aluminio por un procedimiento mecánico, a un costo muy reducido, que no podían hacerlo otras empresas. Esto lo aclararé mejor a continuación. Teníamos una red de hilos durísimos y de diámetro microscópico. Esta fina red penetraba en las rocas pulverizándola, estaba apoyada por un poderoso motor y podía trabajar a gran velocidad. Esta operación era como cortar las rocas tal cual se corta mantequilla con un fino cuchillo caliente. A la esta sencilla máquina le llamamos triturador de rocas.

Para nosotros que contamos con trituradores de rocas y energía casi gratis, la obtención del preciado aluminio y también su laminación es un proceso bastante simple. Como todas nuestras empresas necesitan aluminio constantemente y en aumentos siempre crecientes, debemos producirlo en cantidades muy grandes. Por esta razón lo hacemos en unas gigantescas fábricas con varias plantas o secciones también enormes. Para poder obtener el aluminio en el ámbito de láminas muy finas se debe tenerlo muy puro, se requiere un tratamiento que debe ser realizado por un complejo fabril de a lo menos cuatro secciones fundamentales. La primera llamada sección de trituración consiste en hacer que las rocas con el mineral de aluminio se pulvericen más fino que la harina para hacer el pan. La segunda sección llamada de enriquecimiento consiste en colocar esta harina mineral y someterla en grandes centrifugadoras que se mueven con una enorme cantidad de revoluciones por minuto, velocidad capaz de separar los metales casi puros por orden de sus densidades. La tercera sección es una planta de extensiones aún más gigantescas construida en planos horizontales para el tratamiento electrolítico del aluminio. Esta tercera planta o sección tiene por objetivo purificar una vez más el aluminio ya enriquecido mecánicamente en la centrifugadora. Esto se hace allí en cientos de cubas electrolíticas muy grandes que trabajan con electricidad continua las 24 horas del día. La cuarta es la planta mecánica de la laminación de este aluminio electrolítico obtenido con un 99.9999% de pureza. Disponemos para el estiramiento del aluminio de cilindros extraordinariamente duros y pulimentados. Esta laminación se hace en todos los espesores y para algunos usos internos nuestros se produce con un espesor del llamado papel de aluminio.

Posteriormente, de estos grandes rollos formados con el aluminio laminado, se cortan los triángulos equiláteros de 16 metros por lado, que se introducirán en la Transformadora de las propiedades físicas de los elementos. A partir de este punto son pues los triángulos equiláteros de 16 metros por lado nuestra materia prima para la obtención de nuestros nuevos triángulos equiláteros que ahora salen, por la parte trasera de la máquina, convertidos en triángulos equiláteros enormemente endurecidos y reducidos en su grosor y también en su tamaño, los 16 metros de largo de cada lado se reducen a solo 8 metros de largo.

Teníamos al comienzo solamente, seis Transformadoras de las propiedades físicas de los elementos con una boca de entrada para los rollos del papel de aluminio de hasta 16 metros de ancho. Por esta entraban las planchas de aluminio y también los triángulos de aluminio de 16 metros por lado. Las seis transformadoras nos entregaban una gran cantidad de triángulos equiláteros endurecidos pero después de este proceso resultaban triángulos pequeños de solamente 8 metros por lado. Esos triángulos chicos fueron nuestros ladrillos o piezas fundamentales para las edificaciones y las embarcaciones, fabricadas desde ese momento y hasta la salida al cosmos. Uniendo o mejor dicho soldando cada cuatro de estos triángulos de ocho metros de lado obtuvimos también triángulos equiláteros pero de 16 metros de lado y posteriormente uniendo cuatro de estos triángulos de 16 metros por lado obtuvimos los triángulos equiláteros gigantes que resultaron tener 32 metros de lado. La máquina soldadora estaba de la partida muy automatizada, era casi como un robot, hacía su trabajo de unión de las piezas tan fino que era imposible descubrir su soldadura. Por el hecho de soldar estas partes o triángulos chicos no se perdía en los triángulos de mayor tamaño ninguna de las nuevas cualidades del aluminio endurecido. Los rayos láser dejaban a los cuatro triángulos soldados como si pertenecieran a planos perfectos.

Para la construcción de la estructura exterior o carcasa del barco grande, se emplearon en total 14 triángulos equiláteros de 32 metros por lado unidos mediante sus respectivos pernos con tuercas y empaquetaduras para las uniones de cada una de sus partes, conjuntamente se emplearon otras pequeñas piezas de menor rango, etcétera. La construcción de las embarcaciones era como ya lo dijimos muy sencilla la obra gruesa, ocupaba los solamente catorce triángulos equiláteros y distribuidos así de sencillo: ocho triángulos para construir los dos lados, ya que cuatro triángulos se necesitaban para formar cada uno de los lados; dos triángulos se ocuparon cubriendo los extremos originando con ello un lanchón; y los otros cuatro triángulos equiláteros restantes se usaron finalmente uniéndolos y construyendo entonces el tetraedro regular, que formó la cabina y oficinas de dirección. El tetraedro se unió posteriormente al lanchón.


Aparte de construir las piezas componentes de nuestro barco, necesitábamos llevar a la zona ecuatorial otros 1200 triángulos equiláteros de aluminio de 32 metros de lado para los lanchones ubicados como una muralla marina y que servirían para limitar nuestro primer islote. Precisábamos producir prefabricados estos grandes triángulos y llevarlos para confeccionar llegando y por supuesto muy rápidamente, los lanchones para muros que además tienen incluidos en su interior los departamentos habitacionales y los viveros de plantas de nuestra primera isla.

Nuestra nueva planta central de la fábrica Nuevos-aluminios estaba ahora ubicada más allá de 160 kilómetros al norte de Valparaíso. Allí durante algunas semanas estuvimos almacenando construyendo talleres especiales para pertrechar, es decir equipar, el interior de los barcos y construimos además un muelle muy bien ubicado. Los ajuares absolutamente indispensables parecían interminables para el gran proyecto de nuestra salida hacia el mar abierto viajando en dirección al norte hasta llegar a la línea ecuatorial. Llegando a la línea ecuatorial debíamos comenzar de inmediato la construcción de nuestra primera isla, nos obligábamos a llevar forzosamente una serie de otras cosas como ser: mesas, sillas, catres, camas radios televisores etcétera.

Nos mantuvo ocupados permanentemente durante muchas semanas la confección de los materiales prefabricados endurecidos de aluminio necesarios para llevarlos a la zona ecuatoriana y armar allí nuestra soñada islita. Eran muchos miles de metros cuadrados de piezas de aluminio endurecido los que necesitábamos llevar. Con este aluminio debíamos construir nuestro barco y por otro lado lo necesitábamos en mayor cantidad para la obra gruesa de nuestra primera islita de confección totalmente artificial.

Tuvimos que armar en nuestra caleta privada, en un tiempo récord, las embarcaciones para llevar todas nuestras cosas en un barco con dos disimulados lanchones cargueros. Armamos el barco grande sobre la base de 14 triángulos equiláteros, cada uno de estos triángulos equiláteros tenían 32 metros por lado. Primero preparamos la cabina de la proa consistente en unir cuatro de estos triángulos equiláteros y formar un tetraedro regular de 32 metros por lado. Con otros 10 triángulos equiláteros la parte restante consistente en una especie de barcaza. Este lanchón o barcaza lo armamos mediante cuatro triángulos equiláteros por cada lado más dos triángulos tapando cada uno de los extremos. Unido el lanchón al tetraedro de la cabina resultó nuestro barco guía de casi 96 metros de eslora o de largo, por 32 metros de ancho en la cubierta. Luego armamos otras dos barcazas como la anterior pero sin cabina o sea los lanchones cargueros fueron hechos cada uno con diez piezas de estas mismas dimensiones o sea triángulos equiláteros de 32 metros de lado. Resultándonos finalmente de 32 metros la cubierta y 96 metros de eslora las dimensiones del gran barco guía y de 64 metros de largo por 32 metros de ancho cada uno de los lanchones cargueros que se podían acoplar a este barco guía. Unidos al buque guía formamos entonces un gran tren de 96+64+64=224 metros de largo por treinta y dos metros de ancho. Cubrimos la parte superior de este tren compuesta por la barcaza del barco más los dos lanchones cargueros con un techo de 3 planchas rectangulares de 32 metros de ancho por 64 metros de largo, con planchas algo menores en sus dimensiones a la de la cubierta construimos varios pisos hasta llegar a la zona de la quilla para llevar en estos diferentes pisos cómodamente la numerosa carga. Con el enorme espacio de estos dos vastos lanchones cargueros nos fue suficiente para llevar todo el equipaje y las cargas: nuestros enseres, agua mineral para mucho tiempo, alimentos, ventanas, puertas, sillas, mesas; los diez diferentes tipos de plantas para el endurecimiento o sea todas las Transformadoras de las propiedades físicas de los elementos; 45 Motores Atómicos de fusión a Reacción Lumínica MotorARL, de estos motores llevábamos un excelente surtido con cinco diferentes potencias: 21 de los Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica3t capaces de levantar 3t tres toneladas hasta la altura de un metro en un segundo, y seis motores de cada uno de las otras potencias o sea de potencias de 5t, de 10t; 30t y de 50t. llevamos 150 generadores eléctricos grandes más 550 motores eléctricos y los materiales fundamentales para armar nuestra isla en alta mar. Se pusieron sobre las superficies de cada piso de los lanchones de carga todos los materiales para armar allá en la zona ecuatorial los 120 lanchones para la muralla que daría los límites a la primera isla. Como ya lo dijimos estos lanchones muro se armaban cada uno con diez triángulos equiláteros de 32 metros por lado. Cuatro triángulos equiláteros por cada lado y dos cubriendo cada uno de sus extremos. Se ocuparon para este proyecto, de los 120 lanchones para muralla marina, en material de aluminio transparente: 1200 triángulos equiláteros; más 120 rectángulos, de 32 por 64 metros, para cubrir el techo de los 120 lanchones para el muro marino; 720 rectángulos de menores dimensiones para el piso de las diferentes secciones de cada lanchón; miles de pernos y tuercas para unir los triángulos y afirmar los pisos. Todas estas cosas son solamente una parte, la obra gruesa, de lo que se necesitaba para hacer una islita artificial habitacional. El resto se haría mientras se fuera armando la primera isla.

Las tres partes del tren acuático y la carga sobre este se unieron con pernos y con unas largas vigas de material muy resistente. El tren acuático quedó como formando una sola pieza y absolutamente seguro y resistente a cualquier tipo de temporal imprevisible que se pudiera originar en alta mar o el llamado mar abierto. Para mayor seguridad en este primer viaje se resolvió que se cargaran nuestras embarcaciones solamente hasta un poco más de la mitad de la carga que realmente podían llevar. Con esta medida quedarían sumergidos los lanchones muro solamente hasta un poco más de la mitad o sea unos 14 metros de altura. Entonces teníamos en nuestro tren acuático una capacidad de carga en total de cerca de 21600 toneladas. Se cargaron sus grandes depósitos para agua dulce con 5600 toneladas. Todas las quillas de los tres lanchones cargueros hasta cerca de los siete metros de altura quedaron llenas de agua dulce. Llenamos de agua dulce los treinta depósitos prismáticos triangulares. Para el futuro necesitaríamos muchos millones de toneladas de esta preciada agua dulce. Llevábamos para cualquier emergencia un desalinizador con capacidad para convertir al día en agua dulce un metro cúbico de agua del mar. Todo este enorme ajetreo de trasladarnos con todo nuestros enseres lo comenzamos a realizar solo en los tres meses anteriores a la partida. Felizmente por efectuarse los trabajos en nuestra caleta privada, que disponía además de una gran extensión de terreno, pasamos haciendo nuestro trabajo totalmente desapercibidos de los indiscretos entrometidos. Sin embargo, la mayor parte de los habitantes de la zona comercial cercana al puerto de Valparaíso, estaban muy curiosos por nuestras interminables y cuantiosas compras en la ciudad.

Algunas partes para alhajar el interior de las embarcaciones las habíamos construido en el subterráneo cuadrado de 100 por 100 metros en la Fábrica del Nuevo-Aluminio, ubicada en nuestro primer territorio cerca de la mina de oro Marga-Marga, en el mismo lugar donde extraíamos el oro y fabricábamos los pequeños diamantes industriales. Allí también fabricamos las mesas, sillas estantes etcétera. Las partes de la obra gruesa de las embarcaciones menores el cascarón exterior, los pisos, las puertas, las escaleras y las ventanas de las embarcaciones las fabricamos haciendo uso de la planta Transformadora de las propiedades físicas de los elementos.

Como ya les conté en las páginas anteriores, habíamos descubierto teóricamente y comprobado experimentalmente que reduciendo los radios de las órbitas de los electrones de los átomos del aluminio a la mitad, o sea escrito en forma simbólica Alrad0.5, una superficie plana de aluminio y del grosor del papel de aluminio se transforma en sus cualidades originales no solo adquiriendo una mayor densidad sino también cambiando de color, obteniéndose si se desea incluso la transparencia, se puede cambiar también ostensiblemente su tenacidad es decir se obtiene una mayor dureza y también una superior resistencia a las deformaciones, etcétera. ¡Cambiamos todas las propiedades de un mismo elemento!. Después del tratamiento normal efectuado al papel de aluminio, de pasarlo por el interior de una de nuestras máquinas Transformadora-pfe, este nuevo tipo de aluminio ahora es mejor todavía, por su tenacidad adquirida, que una plancha de buen acero de alrededor de cinco centímetros de espesor.

O sea que con este nuevo tipo de aluminio, para los efectos de construir barcos, resultaba mucho mejor construirlos con el nuevo aluminio, por sus maravillosas propiedades adquiridas, que construir nuestras embarcaciones con el tradicional acero.

Por tener que usar cuantiosamente esta nueva y maravillosa materia prima, teníamos un trabajo incesante de transformar miles de toneladas del liviano aluminio en un aluminio más denso y enormemente más resistente. Esto para nosotros no fue nada de sorprendente ya que lo habíamos parcialmente observado en el carbono.

Las moléculas del carbono en su estado natural en el carbón vegetal las hacíamos, mediante presión y gran temperatura, tres veces más densas y era entones pasaban a ser otro tipo de moléculas de carbono con otras propiedades estructurales que conocemos todos como diamante. El diamante por supuesto, por tener estas nuevas moléculas cambia todas sus propiedades, entre otras cosas es más denso, y es enormemente más duro que el carbón vegetal de partida. Esta transformación del carbón diamante cambia solamente la estructura de las moléculas y no la de los átomos del elemento carbono.

Nosotros fuimos más allá de cambiar simplemente la estructura de las moléculas, nos abocamos a cambiar la estructura del movimiento de los electrones que se mueven en torno al núcleo del átomo del aluminio. Al reducir a la mitad el radio vector de las órbitas de los electrones se reduce por supuesto el volumen del átomo y por lo tanto aumenta su densidad y cambian todas sus otras propiedades. El aluminio Alrad0.5 adquiría una densidad ocho veces mayor pasando de 2.7 a 21.6 kilogramos por decímetro cúbico. Este aluminio no era para nada parecido al aluminio normal. Su tenacidad en planchas milimétricas era fantástica. Nuestra tarea fundamental fue entonces y es hasta ahora darle a la mayor cantidad posible de planchas de aluminio esta gran resistencia y sus otras maravillosas cualidades. Necesitábamos en esos días y lo seguimos necesitando hasta hoy día y seguiremos necesitando para el futuro las gigantescas cantidades de estos átomos de aluminio cuyo radio orbital de sus electrones esté reducido a la mitad y se encuentra totalmente transformado en sus propiedades, comenzando por su densidad en sus moléculas.

Nos construimos, en nuestros terrenos de la Caleta-nuevos-aluminios, otro monumental galpón de: cien metros de ancho por 150 metros de largo. En el nuevo galpón instalamos, cuatro máquinas Transformadoras-pfe de 16 metros de boca, para fabricar triángulos equiláteros endurecidos de 8 metros de lado. Con 16 de estos triángulos básicos de ocho metros por lado y soldados convenientemente se forma cada uno de los triángulos equiláteros gigantes de 32 metros por lado. Estos triángulos gigantes eran por supuesto tan resistentes como una gruesa plancha de acero de varios centímetros de espesor.

Formamos un departamento fabril que hacía dos triángulos equiláteros endurecidos de 32 metros de lado en cada hora. O sea que este departamento fabril, nos entregó mil doscientos de estos triángulos equiláteros en 25 días. Este era un precioso tesoro que necesitábamos llevar para construir nuestra primera islita artificial. Cada triángulo tenía una superficie de 443.7 metros cuadrados y como pesaba 108 gramos el metro cuadrado entonces cada triángulo pesó 47,89 kilogramos. Llevamos en el barco los 1200 triángulos o sea 57,465 toneladas en triángulos de aluminio, más otras 150 toneladas en los techos, pisos, escaleras, etcétera. El agua dulce que llevábamos en el fondo del barco pesó 5320 toneladas Como nuestra capacidad de carga era de 21283 toneladas, quedó una diferencia 15756 toneladas para completarlas con las interminables instalaciones de dormitorios, baños, cocinas. Llevamos una enorme cantidad de toneladas en comestibles, 5000 mil toneladas en materias primas como ser aluminio y otros metales. Otras 3000 toneladas pesaron los motores, los generadores eléctricos y las otras numerosas máquinas. Llegamos justo a la carga aconsejada y no arriesgamos a llevar ningún sobrepeso.

Quien nos unía y cada vez más aparecía dirigiendo nuestro primer grupo era indudablemente nuestra filosofía que hacia uso de la razón omnipotente. Nos dejábamos dirigir, cada vez más, en muchas cosas haciendo uso del ordenador o computador central. Lo que este determinaba no dejaba ninguna duda que el camino elegido era el correcto. Desde que organizamos la industria de la construcción de botes lanchones y barcos resolvimos, por consejo de nuestro computador central, hacer todas nuestras embarcaciones con la misma estructura y el mismo material, solo diferenciadas en el tamaño de los triángulos básicos componentes.

El Barco-32x96m-de-largo era nuestro barco madre, estaba formado de catorce triángulos equiláteros grandes de 32 metros de lado. Todas nuestras barcas tenían idéntica estructura y forma variaban solamente en la longitud de sus lados. Los barcos guías por ejemplo eran más pequeños o sea estaban formados por el mismo número de triángulos pero midiendo cada uno de estos triángulos no 32 sino 16 metros por lado. Llevábamos cuatro de estos botes guías. Los llamamos Barcos-16x48m-de-largo los habíamos hecho anteriormente y que en el momento de la partida subimos semi armados y sobrepuestos, al interior de uno de nuestros nuevos y enormes lanchones de carga. Alhajar el barco de pasajeros y la construcción de los interminables detalles de su interior, fue un problema que nos ocupó varios días.

Primero armamos la cabina de la proa consistente en un tetraedro regular de 4 triángulos equiláteros grandes de 32 metros por lado. Con otros 10 triángulos equiláteros de 32 metros por lado construimos como un lanchón, ocupamos cuatro triángulos por cada uno de los dos lados largos y los otros dos triángulos cerrando los extremos. A este lanchón unimos la cabina que quedó como una elegante proa. Para esta unión, de la cabina con el lanchón, empalmamos exactamente dos de sus triángulos equiláteros, uno del lanchón con otro de la cabina, y los apernándolos firmemente. Todo el barco quedó con una elegante estructura. Tiene, como todos los de su clase, sus catorce partes triangulares unidas con un sistema de pernos con tuercas que lo hacen totalmente desarmable. En resumen las dimensiones de la barcaza-lanchón más la cabina acoplada resultaron de: 64 metros el lanchón, más 32 metros de la cabina, o sea con alrededor de 96 metros de largo y de 32 metros de ancho con 22,62 metros de alto, altura tomada desde el extremo inferior de la quilla al techo. Dejamos finalmente el lugar de la parte más baja del lanchón-carguero para depósitos de agua y para algunos materiales o materia prima muy delicados y densos. Necesitábamos llevar mucha materia prima para hacer funcionar en el momento mismo de llegar a nuestra meta alguna de nuestras fábricas Transformadoras-pfe, es decir allí iban muchos rollos de papel de aluminio, barras y bloques de aluminio puro pero aún sin elaborar y un buen numero de otros metales pesados.

En estos trajines de armar el barco grande con sus dos lanchones de carga acoplados, con las puertas las ventanas y las innumerables escaleras, nos demoramos ocho semanas, a pesar de que teníamos casi todo prefabricado y con todo lujo de detalles. Además habíamos planificado minuciosamente quienes de nosotros asumirían una y otra responsabilidad.

Del mismo tamaño de este barco llevamos en las bodegas el material prefabricado confeccionado para otros tres barcos iguales con sus respectivos lanchones cargueros acoplados. Conjuntamente llevamos totalmente armados en el interior de un lanchón-carguero otros tres barcos más pequeños de la generación anterior o sea de los formados por triángulos de 16 metros y también con tres lanchones cargados de agua dulce. Los depósitos de agua dulce no se llenaban a granel en el fondo del barco, sino el agua iba colocada dentro de bidones prismáticos triangulares. Los bidones eran construidos sobre la base de los pequeños lanchones formados por 10 triángulos de solo 2 metros por lado y cerrados con una tapa rectangular de 2x4 metros. Estos depósitos de agua encajaban perfectamente, con su ángulo de 60 grados, en la quilla del lanchón-carguero y del barco, quedando allí los preciados depósitos de agua en una fila muy ordenada.

Construimos 120 planchas rectangulares transparentes de 32x64 metros para usarlos como las cubiertas de los lanchones muro que pasarían a formar parte importante de la obra gruesa de nuestra primera islita que armaríamos al llegar. Los 1200 triángulos equiláteros, la mayor parte de ellos transparentes, de 32 metros de lado y las otras 120 planchas rectangulares de la cubierta, que teníamos prefabricadas, las cargamos sobre la superficie de nuestros dos lanchones de carga. Además llevamos prefabricado todos los pisos de los 120 lanchones para el muro es decir 720 rectángulos con un ancho de seis diferentes medidas. Todos estos materiales calzaron exactamente en el interior y en la superficie de los lanchones de carga. Como cada una era de un grosor muy insignificante la altura del conjunto no fue muy notoria y se colocaron todas sobre la superficie de los lanchones cargueros.

De acuerdo con lo planificado, esta superficie plana superior o cubierta, de los 120 lanchones para el muro que limitarían a nuestra primera islita, se convertiría en parte de nuestro techo que recibiría el agua dulce de las abundantes lluvias de esa región. En las 120 planchas superficiales de 32m de ancho por 64 metros de largo de aluminio transparente, conocido como Alrad0.480, teníamos una superficie de 245760 metros cuadrados. Teníamos una extensa superficie sobre los lanchones. Calculamos muy acertadamente que el agua recibida debido a las abundantes lluvias de esta zona ecuatorial, sería más que suficiente para el consumo personal diario de dos litros por persona ya que el número de los habitantes destinados a cada una de estas pequeñas islas estaba limitado a solo 3 mil personas. Para diversos otros usos recurrimos por otro lado a obtener agua en algunas islas vecinas y además por medio de la evaporación y el uso de alambiques estuvimos obteniendo agua dulce de las aguas del mar.

De la misma forma llevamos, prefabricadas desde Chile, también todo el alhajamiento del interior de la primera islita. Nos preocupamos especialmente con un minucioso detalle de llevar los elementos correspondientes para hacer los primeros laboratorios. Estas fábricas y laboratorios estaban ubicados en los tres primeros lanchones que hacían de muralla y eran por supuesto excelentes lugares habitacionales donde instalaríamos nuestras seis grandes Transformadoras de las propiedades físicas de los elementos, para continuar haciendo la otra inmensa cantidad de material endurecido que necesitaríamos constantemente. Fue una larga tarea el armar los siete pisos en que estaba dividido el interior de cada lanchón habitacional de la isla. Los pernos y las tuercas que remachaban las instalaciones eran colocados con herramientas robotizadas, ellas trabajaban a gran velocidad y precisión.

El equipo designado para salvaguardar nuestra seguridad había construido nueve máquinas voladoras, manteniendo el lugar donde se guardaban muy bien resguardado. Las astronaves eran llamadas AstronavesMARL20t por tener Motores-atómicos-de-fusión-a-reacción-lumínica20t. Nosotros habíamos sido llevados varias veces incluso a media noche, por estas máquinas, a más de cien kilómetros de altura, o sea sobre el límite conde comienza teóricamente el cosmos extra-terrestre. Eran hechos estos ensayos de simulación al cosmos muchísimas veces, por si sufríamos una amenaza de invasión y tuviésemos que huir de emergencia. Estas pequeñas astronaves fueron colocadas en un lugar no muy visible, pero en la cubierta de nuestro barco. Las astronaves sirvieron después de llegar a nuestro destino también para levantar los enormes triángulos equiláteros y ayudaron con esto eficazmente a los armadores de los muros de nuestra isla.

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