9.5 La Democracia-computarizada.

9.5 La Democracia-computarizada.

Otra de las cosas muy importantes que debo pasar a contarles fue la manera de cómo se paso de la democracia tradicional a la Democracia-computarizada.

Lentamente, por una necesidad lógica y sin mediar una fecha precisa se pasó de la democracia tradicional a la nueva Democracia-computarizada. Solo en estos últimos treinta años y pacíficamente las personas aprendieron a hacer por medio de la informática la tarea realizada incompletamente por la política habitual de los partidos. Las cada vez más potentes computadoras son las más imparciales para administrar las plusvalías acumuladas y eligen el mejor destino de los dineros y que estos sean realmente útiles para las mayorías. Ahora la informática felizmente se ha ganado un gran respeto, sus decisiones son indiscutibles La computadora es el juez supremo cuando hay discrepancias o abuso de poder por los jefes de la administración pública o privada. Respetar lo que aconseja la computadora constituye ahora un principio inviolable que se aplica en todos los rincones donde vive el hombre. La informática ha originado en casi todos los rincones donde vivimos o trabajamos una automatización casi completa, esto hace que todos los trabajos que emprendemos sean mucho más agradables realizarlos.

Como un gran avance de la razón humana, en los últimos siglos pasados, se empezó a imponer la democracia como una forma lógica de administrar la sociedad cambiante. La democracia de los dos siglos pasados fue, frente a los gobiernos antidemocráticos, un gran paso adelante.

Con la simbiosis entre el hombre y las cambiantes bianuales nuevas generaciones de microprocesadores nace nuestra Razón-omnipotente que nos conduce a llevarnos a que logremos poseer una Inteligencia-ilimitada. La Razón-omnipotente es en algo parecido a como sí fuera la terminal de un avance evolutivo de la razón, cuyos límites de crecimiento ahora son aún desconocidos. Esto fue como una de las dichosas consecuencias del desarrollo vertiginoso de los últimos avances tecnológicos. Además ahora también como consecuencia de la revolución científico tecnológica, nuestra política es la política de la Democracia-computarizada. En la democracia tradicional, practicada hasta las primeras tres décadas de este nuevo milenio, se consultaba nuestra opinión cada cuatro o cinco años, solo para elegir a los diputados o a los gobernantes. Ahora es un atropello inadmisible que un gobernador cambie algo de nuestra constitución o de las leyes sin previamente consultarnos a todos. En la antigua democracia se comenzó a practicar este derecho a voto solo para los hombres, después de un largo tiempo se le otorgó también a las mujeres. No se pensaba que era también muy importante para los niños, otorgarles un derecho parecido desde el mismo momento de entrar a la escuela, con el objeto de elegir a sus representantes y de paso aprender a practicar la democracia. Solo en un par de países esto se practicaba desde fines del siglo pasado. Ahora los estudiantes aprenden, en todos los países del mundo, a usar la democracia como algo sumamente importante e imprescindible. En el año 2050, después de la consulta mediante un plebiscito universal se decretó la obligatoriedad de los estudiantes de formar gobiernos escolares y practicar la elección por medio de la Democracia-computarizada. Empezó solo a generalizarse esta práctica hace once años en todos los gobiernos escolares y para todos los países del mundo. Hoy, en los mayores, hay una cultura democrática muy diferente. Las consultas populares, para producir algún cambio a la constitución o a las leyes son realizadas continuamente. Los plebiscitos, o consultas a todas las personas, son los que tienen validez. Nuestros gobernantes son los funcionarios encargados solo de realizar lo que la mayoría desea y solo eso. Se puede decir que hay plebiscito electrónico semanal. Todos los ciudadanos de más de 15 años, llevan siempre consigo en su cartera portátil, los medios mínimos electrónicos de comunicación. Todo el mundo tiene derecho a ser previamente informado sobre la modificación de cualquier artículo relacionado con la constitución y a opinar y por supuesto a sufragar. El pueblo tiene pleno poder, con su voto puede cambiar las leyes y los reglamentos específicos sobre su trabajo. El pueblo tiene pleno poder y puede juzgar, haciendo uso de su voto, la actuación de los políticos y los políticos no tienen poder sobre el pueblo soberano, los políticos profesionales son solo funcionarios del mandato popular.