8.3 Hermoseando y limpiando El Sistema Solar
Hace ya algunas décadas se creó un equipo especial de astronautas ingenieros especializados en astro-transporte, cuyo objetivo es el control y estudio de costos como también el estudio sobre las posibilidades de poder traer los asteroides completos o por partes a las cercanías de la Tierra. Se llegó a la conclusión que la utilización del material de los asteroides, cuyas órbitas eran más cercanas a la Tierra, era mucho más rentable que traerlos de nuestro planeta a las zonas habitacionales del cosmos. La segunda razón es que traer estos asteroides era una medida futurista ya que un depósito de asteroides salvaguarda el futuro de los proyectos por las gigantescas cantidades de materia que se ocupan y se seguirían ocupando para dar término a los enormes proyectos que había en ese momento ya en construcción. La tercera razón que se analizó indicaba que existía la posibilidad concreta de eliminar la amenaza de aquellos asteroides que aún representaban un gran riesgo para nosotros. Los asteroides conocidos tienen sus órbitas muy precisas que se conocen exactamente, por lo tanto se tenían hechos los cálculos referentes a cuando se cruzarán las órbitas de la Tierra y la de cualquiera de todos los asteroides conocidos. Son de peligro aquellos asteroides con solamente algunas toneladas de peso ya que llevan una enorme velocidad en sus cruces con la órbita de nosotros. El cruce de las órbitas de un asteroide con la órbita de la Tierra no es muy frecuente, se tiene solo en contados casos y las posibilidades de choque se mide en cientos de años. Esto significa que la inmensa mayoría de los asteroides no representa, en todo caso, un gran riesgo. Nosotros hemos agregado al catálogo cientos de asteroides de más de doscientos metros de diámetro con órbitas muy elípticas que teóricamente, por tener estas órbitas tan elípticas, algunos se cruzan con la órbita de la Tierra, el peligro radica en que en ese punto se encuentren en sus movimientos, exactamente en una misma fecha, el asteroide y la Tierra. Las órbitas manifiestamente muy elípticas, de los casi 300 asteroides más peligrosos, ya las hemos cambiado por otra órbita más circular mediante nuestras poderosas astronaves de arrastre con propulsión atómica. Estos asteroides ya no representan ningún peligro aun cuando sufran desviaciones de su órbita por el choque con algún pequeño cometa de los actualmente conocidos.
Con el itinerario de los cometas tenemos un poco más de preocupación, ya que los hemos catalogado con precisión solamente en los últimos siglos. Algunos cometas demoran cientos de años en volver a visitarnos y de algunos de ellos, por ahora, no sabemos nada en cuanto a su trayectoria, solamente sabemos que también la inmensa mayoría tiene una órbita extremadamente elíptica. Hay cometas que demoran siglos y otros milenios en recorrer su órbita completa alrededor del Sol. Por supuesto que los cometas también tienen una órbita precisa e inamovible, salvo que sean desviados de su trayectoria por otro cuerpo celeste. El problema que nos angustia es que desgraciadamente conocemos con precisión absoluta solo las órbitas de los cometas aparecidos únicamente en los últimos siglos. Hay muchos cientos o quizás miles de cometas que llegarán en el futuro sin previo aviso. Algunos de estos cometas no catalogados pueden llegar sorpresivamente surgiendo la posibilidad de originarse un indeseable accidente de que uno cualquiera de ellos choque por ejemplo con algún asteroide con órbita cercana a la Tierra y lo haga cambiar en su delicada órbita lanzándose entonces el asteroide sorpresivamente sobre nosotros. Algunos asteroides tenían nervioso incluso a los grandes computadores con inteligencia artificial o IA encargados de su vigilancia. Como las pasadas de los asteroides cerca de la Tierra eran rigurosamente calculadas el computador central seguía advirtiendo que no chocaría esta vez con la Tierra pero la eventualidad de hacerlo en otra de sus pasadas no se podía descartar totalmente. Sus inminentes pasadas que indicaban ciertas posibilidades de caer en nuestro planeta, no dejaban tranquilos tampoco a los astrónomos especialistas. Para mayor tranquilidad y además como en estos asteroides estaba la materia prima para la construcción de las Ciudades-espaciales-parecidas y las Ciudades-planetarias o Planetoides-artificiales, se resolvió hacer para este proyecto grandes inversiones. Por esta circunstancia se originó el Proyecto-de-apaciguamiento-y-domesticación-de-los-asteroides.
El asteroide Ícaro era uno de los que amenazaba con caer a la Tierra y originar un gran desastre. Es conocido que la mayor parte de los asteroides tienen su órbita entre Marte y Júpiter y no representan peligro. La órbita de Ícaro, se salía de esta ubicación porque era extremadamente elíptica y al ser muy alargada, de tanto en tanto se acercaba peligrosamente a la Tierra. Fue planificado minuciosamente su cambio de órbita, mediante el uso de motores con energía atómica de fusión es decir no radiactiva, se usaron estos motores sin contaminantes radiactivos para no ensuciar sus rocas y poder usar posteriormente sus materiales. Se logró finalmente instalar al Ícaro donde se había planificado. Quedó definitivamente, en el año 2055 exactamente, en la órbita de la Tierra y trasladándose en su mismo sentido y con la misma velocidad orbital. Él viaja ahora por el plano eclíptico delante de nuestro planeta un poco más allá de donde alcanza a llegar la órbita de la Luna. El asteroide Ícaro quedó quieto, como un caballo amansado, ideal para la extracción de sus materiales que permitirán construir muchos cientos de ciudades-planetarias como el Planetoide-artificial-001. El primer Planetoide-artificial se terminó de construir en las cercanías de Ícaro en el año 2060 y ocupó solo un 0,02 por ciento de su material. Se le está sacando material para otras cinco Ciudades-espaciales en construcción. En la superficie y las cercanías de Ícaro es casi imperceptible la gravedad que él produce, esto facilita enormemente la extracción y el traslado de sus materiales.
Voy a contarles en forma sucinta, concluyendo este antepenúltimo capítulo, algunas cosas relacionadas con el devenir de nuestra filosofía. Nuestra filosofía fue parte integrante y jugó un papel importante en los últimos asombrosos acontecimientos que dieron origen al desarrollo vertiginoso de las ciencias. El desarrollo de las ciencias fue el causante de que se produjeran tantos cambios trascendentes para ayudar a producir la felicidad a toda la humanidad.
Por otro lado a nosotros el grupo de los catorce “Pitagóricos con razón omnipotente” nos gustaba y nos gusta, repasar siempre los conceptos de nuestra filosofía. Veneramos el hecho de haber descubierto que somos tan importantes frente a un universo que no conoce ni ostenta, una mente como la nuestra. Poseemos nosotros el maravilloso arte de poder razonar y además este arte lo hemos hecho omnipotente ya que es ayudado por los fabulosos microprocesadores que están en constante crecimiento tanto de la velocidad como de sus funciones. Como un efecto de los vertiginosos avances de la ciencia, el conocimiento del mundo que nos rodea se profundiza y amplía a diario. Esta circunstancia nos obliga a analizar permanentemente nuestros conceptos filosóficos y si es necesario modificar alguno de los fundamentos filosóficos nuestros, aunque tengan la categoría axiomática que posean, lo transformamos sin falta. Lo más determinante para hacer estos cambios lo origina el conocimiento de nuevas realidades experimentales. Nuestra filosofía es pensar afirmándonos siempre en la ciencia, extrapolamos con el pensamiento los alcances momentáneos de la ciencia, así hacemos también futurología.
Nuestros fundamentos filosóficos son para nosotros tan importantes como el aire y el agua, son imprescindibles, pero no inamovibles. Por mantener nuestra filosofía, todos los del grupo Pitagóricos, nos hemos jugado parte de nuestra vida. Recordar este hermoso pasado, sobre todo con respecto a lo relacionado de la manera como defendíamos nuestros principios, es también muy satisfactorio. Es un enorme placer recordar muchas cosas hermosas que desde ese lejano tiempo nos llenaron y nos llenan el alma y por esto continuamente afloran en nuestras conversaciones cotidianas. No querer recordar el pasado es un mal síntoma, es un síntoma que está indicando que desestimamos o no queremos ya a nuestra hermosa y aventurera vida tan llena de emocionantes vivencias, del pasado y del presente. Hemos observado que después de los recordatorios parece que tenemos nuevas fuerzas, se renuevan nuestras ganas de vivir, se produce una vivificante alimentación a nuestra vitalidad.
En los procesos científicos, a todos los cambios que se originan en la materia, se les busca siempre la causa que los ha originado. A los cambios observados le damos el nombre de efecto y el culpable de este efecto es por supuesto conocido como la causa que ha originado estos efectos. El principio llamado de causa a efecto es uno de los principios infaltables en todas las teorías de la física, sino se lo establece expresamente en el listado de principios se subentiende que este principio no se puede dejar de lado o atropellar. Aplicado el principio de causalidad, a nuestra vida diaria, es fácil darse cuenta que también este principio rige rigurosamente, en nuestro actuar cotidiano. La filosofía que nos sustenta es la causante del efecto que se produce y que se manifiesta en nuestro actuar habitual. Nuestra filosofía es el quid de la cuestión más importante de nuestra vida, es la que nos permite ser conscientes de que lo que hacemos esta bien encaminado, y bien cimentado. Una actuación o causa específica sabemos que debe producir un efecto determinado. Somos conscientes de que necesitamos entregar a nuestros maravillosos depósitos de memorias cerebrales el máximo de información, es decir una buena formación especialmente en el período educacional o sea desde niños hasta nuestra transformación en profesionales. Esta es la causa, o sea la buena instrucción, que produce el efecto de ser un buen profesional. Nuestra filosofía representa un avance importante de la filosofía sustentada por nuestro maestro y guía Bertrand Russell. Nosotros sostenemos además que si la lógica, aplicada a fondo ayudándonos por los excelentes computadores, nos indica que hay que hacer una revisión a los principios filosóficos fundamentales entonces no titubeamos y lo hacemos sin falta. Nuestra lógica manera de pensar de como es el universo que nos rodea, se debe afirmar fundamentalmente en la experiencia, que es el único punto de partida científico del conocimiento que podamos tener por cierto de nuestro universo físico que nos rodea. La teoría que debemos sustentar para explicar el mundo de la física debe ser clara y comprensible incluso para los no especialistas. Las matemáticas son solo una de nuestras valiosas herramientas que usamos para conocer mejor este mundo maravilloso, al que podemos solamente nosotros cambiarle su curso.
Para más claridad y respetando a nuestros lectores, que suponemos no todos tienen un mismo nivel en matemáticas, nos hemos propuesto no abusar de los símbolos de esta ciencia para explicar el mundo de la física. Una buena teoría se puede exponer sin necesidad de tener que usar una matemática especial ni otra sofisticada explicación que atropelle nuestros claros conceptos intuitivos. Las ideas que todos tenemos de la existencia de la materia, de la extensión del espacio, y del transcurrir del tiempo, son casi idénticas como lo son para nuestros actuales adolescentes y lo fueron para los antiguos filósofos griegos. La intuición tan clara de que el tiempo no se puede dejar en un espacio determinado o sea embotellar, ni menos pesar, es para todos los seres racionales igual de clara. El tiempo está separado del espacio y de la materia. De acuerdo a nuestra nueva teoría el tiempo transcurre igual para el que está en movimiento o quieto, es un ente independiente del espacio y por lo tanto del movimiento de este. Para todos nosotros los seres racionales normales, son indiscutibles estas nociones intuitivas tan claras de lo que entendemos cuando nos referimos al espacio, la materia, y el tiempo. Seguramente son parte de nuestra maravillosa información genética y solamente sabemos de sus existencias y de sus diferencias únicamente nosotros los seres humanos. Son nociones prácticamente casi idénticas para todos los que somos seres racionales normales, es nuestra cédula de identidad frente a todos los animales incluyendo a los monos y es la preciosa facultad especial con las que nacemos todos los individuos racionales. Decir que el tiempo no es como es, o sea como nos viene con tanta claridad por intuición a nuestra mente, es un atentado a la calidad de ser considerado Homo-sapiens. En la física de la relatividad, el tiempo en teoría se puede hacer correr más lento si aumentamos la velocidad de una supuesta astronave e incluso se puede detener si viajamos con la velocidad de la luz. Entonces, para convencernos de su irrealidad, se puede pensar en hacer las cosas al revez y llegar fácilmente a una contradicción. Por otro lado con mucha razón apareció, impugnando la Teoría de la Relatividad, la paradoja de los dos gemelos o mellizos unicelulares. Uno de ellos viaja en una astronave a una gran velocidad cercana a la de la luz su hermano en la Tierra ha envejecido muchísimo y él vuelve aún joven por viajar a esa gran velocidad. El argumento es que debiera ser el envejecimiento al revez ya que el gemelo que viajaba veía que nuestro planeta era el que se alejaba a gran velocidad.
Entonces según la antigua teoría de la relatividad el tiempo tiene la propiedad de andar más lento si aumentamos nuestra velocidad y entonces si disminuimos la velocidad debería suceder lo contrario ¿Por qué no hacemos correr más rápido el tiempo y nos adentramos al futuro? A la velocidad con la que viajamos ahora en nuestra órbita de la Tierra que sumada con la velocidad que se mueve el Sistema Solar y sumada además la enorme velocidad de la Galaxia nuestros relojes marchan normales. Con esta velocidad, según la antigua teoría de la relatividad, el tiempo es medido en la forma normal, o sea con los relojes comunes. El tiempo puede transcurrir más lento si aumentamos esta velocidad en la que estamos sumidos. Einstein adornó esta suposición con una fórmula matemática inventada ex profeso para que esto funcione de acuerdo a esta suposición de la relatividad del transcurrir del tiempo. Además impuesta mediante un artificio consistente en dar a la luz una propiedad, que no la tiene, de ser portadora de la velocidad máxima concebible en todo el universo. En esta fórmula matemática nadie dudaba que el tiempo se podía ir deteniendo a medida que aumentaba la velocidad. ¿Y si hacemos lo contrario que pasa?. Según se concluye que a medida que anulamos esta velocidad natural nuestra el tiempo debería de correr más rápido y entonces podríamos vivir en el futuro. Además a medida que anulamos la velocidad natural que llevamos, entonces estaríamos acercarnos a vivir en un mundo sin movimiento, lo que evidentemente es un absurdo.
Los fundamentos de la física y el desarrollo de las leyes generales de la física no deben ser entendidos solamente por los especialistas. La física debe seguir siendo una explicación racional del mundo material que nos rodea. No debemos olvidar que las matemáticas, son muy útiles y necesarias pero son solo una herramienta útil para acercarnos a comprender el mundo que no esta a nuestro alcance directo. La matemática no es la realidad misma. Si este tipo de matemáticas que aplicamos hoy entra en contradicción con un solo hecho experimental entonces nuestra tarea es arreglar los principios de esta matemática y fabricar otra matemática con otros axiomas de partida. El abuso de símbolos con explicaciones matemáticas sofisticadas nos lleva a aparecer como que decimos la verdad, pero con un idioma desconocido por la mayor parte de la gente. Para conocer el mundo de la física, por la sencillez y claridad de sus principios, la Teoría de la Permanencia es claramente más objetiva que todas las teorías anteriores. Además no contradice en nada a nuestra filosofía, nos deja con nuestro espacio materia y tiempo tal cual lo intuimos o sea como una preciada herencia genética. Nuestra Teoría de la Permanencia igualmente no da límites a nuestro infinito cosmos o sea al espacio, como tampoco limita al tiempo que ya se aprecia casi infinito derivado con la observación de las galaxias lejanas, ni mucho menos limita la cantidad de materia de todo el ya gigantesco universo.
Prácticamente a partir del año 2019 las teorías tradicionales de la física, como la Teoría de la Relatividad y la Teoría de la Mecánica Ondulatoria, son remplazadas por la Teoría de la Permanencia, teoría que establece, entre otra serie de cosas muy interesantes, que la velocidad de la luz no es el límite máximo ni que tampoco habrá jamás para la velocidad algún límite absoluto. A consecuencia de esto los investigadores materialistas se lanzaron a la búsqueda de las ultra mini partículas que se sospechaba se mueven a velocidades mayores que los fotones materiales que forman la luz. Mediante el uso de nuestros excelentes elementos endurecidos y con muchas propiedades nuevas se logró formar superficies o pantallas super densas. Mediante la reflexión en estas superficies especiales se descubrieron las prometedoras nuevas partículas para la comunicación. Se fabrican los Espejos-reflectores-de-radiaciones-intra-nucleares o ERRIN. Los ERRIN captan partículas que llevan velocidades de cientos de miles de veces la velocidad de la luz. En concreto, un tipo de estas partículas ultra mini fotónicas tiene una velocidad de 525600 veces la velocidad de la luz y se están investigando las velocidades de otras partículas que algunos físicos sospechan que llevan velocidades de millones de veces la velocidad de la luz ..¡Millones de veces la velocidad de la luz! Podemos conocer lo que está pasando actualmente en las estrellas más cercanas casi instantáneamente, ya que esperar solo horas o días en recibir un mensaje de una lejana estrella es algo considerado como se suele decir noticia al minuto. Nosotros no solo enviamos nuestros mensajes con los ultrarrápidos infra fotones sino que por supuesto nuestros instrumentos los captan también con la misma facilidad como se capta la luz, de las galaxias lejanas. Ahora tenemos que estos nuevos mensajeros no solo viajan cientos de miles de veces más rápidos que la luz sino que nos entregan muchos otros secretos del enorme universo. Desde las entrañas de los hoyos negros nos llegan por este medio interesantes noticias.
La nueva filosofía del hombre es que el universo es infinito en todos sus sentidos no podemos descubrir límites ni de velocidades ni de materia, ni de espacio y menos todavía de tiempo. Esto abrió para los astrónomos una revolución soñada en las comunicaciones. Ahora se pueden comunicar, enviando mensajes en todos los idiomas y sistemas electrónicos, con muchos miles de planetas de otras estrellas cercanas, llegando sus mensajes a su destino no en cientos de años sino en solo fracciones de hora. El pretender encontrar respuesta a nuestros mensajes por otros seres racionales, ahora tiene visos de no ser solo un sueño, dejó de ser una utopía. En los primeros años de este siglo se enviaban mensajes mediante las ondas electromagnéticas que sabíamos que demorarían cientos y a veces miles de años en llegar a su destino y pensábamos en recibir una respuesta que ocuparía otros miles de años, esto es precisamente lo que se llama utopía. Ahora estamos palpando el cosmos lejano en forma más científica y efectiva que antes. En este momento se envían estos mensajes miles de veces al día desde estaciones especiales situadas en el cosmos. Teóricamente es solamente un problema de mucha paciencia, encontrar seres racionales que entiendan nuestros envíos. Las opiniones de los astrónomos están aún algo divididas. Para comunicarnos con otros seres racionales hay que tener paciencia: de años según los más optimistas, o de décadas de años según otros conocidos como los realistas y de siglos según los pesimistas. Lo concreto es que si algún día descubrimos a los otros seres racionales no serán nuestros esclavos sino nuestros hermanos de la Razón-omnipotente. Lo seguro es que esto va a ser un acontecimiento muy trascendental.
En la Tierra, la evolución ciega, irracional o salvaje de los organismos vivos, se da por terminada con el desarrollo del nuevo hombre que ahora domina la genética de los otros organismos vivos y la suya propia. El hombre, hace ya mucho tiempo que haciendo uso de la razón, no tenía peligros de extinción como Homo sapiens, sus posibles depredadores estaban bajo control no había un peligro ni por tigres ni por bacterias, ni por virus, etcétera. Se convertía por lo tanto, así a lo menos parecía, en terminal de la evolución de las especies. Con el dominio de la genética puede crear organismos a la carta es decir a pedido de las condiciones del medio ambiente, crea cereales adaptados artificialmente a determinados climas y otra variedad infinita de plantas y lo mismo sucede incluso hasta con los animales mamíferos.
Sin embargo, a comienzos del milenio su peligro de extinción como raza humana, estaba aún latente en el interior de su misma especie, estaba el peligro en que algunos de los propios integrantes de la raza humana estaban genéticamente mal formados. Porcentualmente eran una pequeñísima minoría, eran enfermos que no tenían en sus células uno de nuestros genes vitales y por esto no razonaban por su cuenta sino que actuaban como un robot al servicio de alguien. Ellos eran dirigidos y aprovechados por terroristas de fanáticas organizaciones o por militares enfermos y ansiosos de poder, como aquellos que en el siglo pasado mantuvieron en un vilo, con la amenaza nuclear, durante décadas, a toda la humanidad. Se crearon tal cantidad de bombas atómicas de fisión del tipo de las de Hiroshima y de las terribles de fusión del hidrógeno que podían destruir muchas veces a toda la humanidad. Con una sola bomba atómica de hidrógeno, se podía llenar de cadáveres radiactivos la mayor parte de la extensión de un pequeño país como Inglaterra o España. La bomba H no solo era destructiva sino miles de veces más dañina como arma radiactiva y por esto no era una amenaza para una ciudad sino que abarcaba su destrucción a todos los habitantes de un país. De haber sido empleadas, podían haber destruido diez veces a toda la especie humana. Habrían dejado la Tierra convertida en un desierto radiactivo absolutamente estéril para toda clase de vida. Felizmente triunfó la Razón-omnipotente y este peligro se fue eliminando paulatinamente. Hoy ya no queda ni una sola de estas tenebrosas bombas atómicas. Se eliminaron y no hay: ni de las enanas de solo 20 kilotones que cayeron sobre Hiroshima dejando 150 mil muertos y Nagasaki con otros 40 mil muertos; ni de las mal llamadas medianas o sea las H o de hidrógeno, de 20 megatones, que pulverizaron y levantaron el Atolón de Bikini donde dejaron un mal recuerdo de miles de kilómetros cuadrados contaminados por cien años con radiactividad; ni mucho menos quedan de las bombas de H de 50 megatones que el presidente de URSS Nikita Kruschev, en un mal momento desgraciadamente pidió irónicamente disculpas por la equivocación en los cálculos de la bomba que recién habían hecho explotar. Él dijo que la primera prueba no resultó de cincuenta como estaba proyectado, sino de 70 megatones de potencia destructiva y radiactiva, pero no prometió que esto no se volvería a repetir. Esta enorme explosión dejó radiactiva por muchos años, algunas de las islas cercanas al polo norte donde se hizo la macabra experiencia. Este lapsus linguae o lo que sea no deja históricamente tan mal a Nikita ya que tiene a su favor el mérito de haber sido uno de los campeones de llevar al cosmos al ser humano. Él saludó con besos eufóricos, que pasaron a la historia, a Yuri Gagarin al salir y al volver del cosmos. Parece que Nikita no andaba bien con algún grupo de militares ya que sorpresivamente “jubiló” y el programa espacial se desmoronó parcialmente haciendo volver de inmediato a los cosmonautas que estaban en ese momento en órbita y que según el programa anunciado debían permanecer mucho más tiempo. Estos nuevos militares no eran precisamente progresistas. Esta guerra fría también trajo enormes problemas al desarrollo de la democracia en todo el mundo y en particular se reflejaba en los norteamericanos donde un grupo de los militares presionaban continuamente al régimen para intervenir imponiendo gobiernos dictatoriales en algunas de las débiles democracias latinoamericanas. A fines del siglo no solo se impusieron gobiernos no democráticos sino que además hicieron desaparecer o asesinaron a los opositores, los demócratas desaparecidos en Argentina y Chile se contaron por decenas de miles.
jueves, 2 de diciembre de 2010
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