10.6 Educación para todos.
El lograr conseguir una equivalente formación educacional para todos, fue la primera etapa para llegar a igualarnos todos los seres humanos y destruir las injustas diferencias culturales y de paso terminar con los odios raciales. Les contaré un poco de historia al respecto. En los primeros años de este milenio, desgraciadamente la mayor parte de los países estaba constituida por una población marcada por desiguales niveles económicos y culturales. Como consecuencia de nuestros nuevos avances científicos y de la globalización, las medidas tomadas para lograr tener una enseñanza, de a lo menos seis años, gratuita y obligatoria se extendieron en menos de veinte años por todo el planeta. Esto se hizo una realidad objetiva y comprobada cuando en el Congreso Internacional de los Educadores del año 2029, se dio cuenta que en toda la Tierra, no había ninguna región con analfabetos ni tampoco con personas adultas con menos de seis años de educación. En cada nueva década estas diferencias culturales entre las personas se veían drásticamente disminuidas y esto sirvió para ir suavizando las relaciones humanas entre todos nosotros. La tarea de educar era una preocupación primordial de los gobiernos, se impartía gratuitamente por igual en todas partes del mundo. La enseñanza se hizo también gratuita y obligatoria para las personas que solamente habían ido por pocos años a la escuela y asimismo era obligatoria la asistencia de los niños a la enseñanza sistemática. En el 2040 el mínimo educacional obligatorio, de a lo menos doce años de estudio, se hizo una realidad en casi todos los rincones de nuestro planeta. En el 2050 después de estos doce años de estudios mínimo obligatorio, hacerse profesional fue también una obligatoriedad. Sin embargo era y es absolutamente voluntaria de cada persona la elección del tipo de profesión que desea tener. El año 2050, se consideró como el año en que se terminaron de igualar casi todos los seres humanos, en lo más importante o sea en el poseer todos un mínimo de nivel cultural. Cuando se trata de elegir una profesión, ustedes saben que pueden recurrir usando vuestro pequeño super mini computador a Internet y pedir un buen consejo de orientación profesional. Este consejo lo entregan, después de entregarles respuesta a un extenso cuestionario, a las nuevas computadoras especializadas y naturalmente de la última generación. Ellas son poseedoras de gigantescas propiedades en cuanto a capacidad de cantidad de memoria y velocidad e inteligencia artificial especializada, ellas atienden gratuitamente. Estas consejeras electrónicas son las mejores orientadoras profesionales. La gran mayoría de nuestros adolescentes elige profesiones, científicas con muchos años de estudio y formación. La mayor parte de los jóvenes de hoy desean ser los mejores profesionales para así poder servir en forma óptima a la nueva comunidad y además les sirve para integrarse de lleno a la gran aventura de construir el luminoso futuro cada vez más interesante y emocionante. Futuro del que todos nos sentimos responsables de llevarlo exitosamente adelante, lo que va a venir está programado como un mundo cambiante cuyas metas, nos ayudan a vivir cada vez más felices y mejor. Estos nuevos objetivos se han cumplido casi siempre antes del tiempo calculado.
Lo que dolorosamente sucedía a comienzos de este siglo, hace sesenta años atrás, con respecto a los diferentes niveles culturales es algo que hoy lo hemos superado casi totalmente. No solo no hay analfabetos sino tampoco ya no hay personas adultas que no posean una profesión.
Les cuento algo de mi pasado al respecto. Yo nací, crecí me eduqué y después de esto trabajé como profesor por otros veinte años en Chile. Me fui a residir a la tierra donde vivieron algunos de mis antepasados, a Alemania. Como consecuencia de haber perdido la guerra, felizmente en Alemania las ideas racistas habían casi desaparecido totalmente. Posteriormente estas ideas cayeron estrepitosamente, ante las evidencias que entregaba la ciencia. La objetiva ciencia de la genética negaba todo argumento a favor de la inteligencia superior de determinadas razas. Las clásicas afirmaciones nazis de que son mucho más inteligentes las personas y sus descendientes que tienen: un color de la piel blanca, un tamaño comparativamente alto, la configuración volumétrica de la cabeza de forma especial,... Se sostenía además que la inteligencia de estas personas era hereditaria, aseverando que sus infantes desde el nacimiento eran más inteligentes que los niños de los otros pueblos. Todas estas afirmaciones eran, por supuesto, absolutamente falsas, como lo demostró posteriormente sin ninguna duda la ciencia genética que nos entregó el mismísimo genoma para todos los seres humanos. Ella nos otorgó un genoma idéntico, que también indicaba que teníamos todos las mismas condiciones para desarrollar las asombrosas funciones mentales que llevamos en las células cerebrales todos los seres humanos normales. Ya sea que seamos naturales de una región o nos encontremos viviendo en la franja ecuatorial o en las zonas polares o en las regiones cósmicas.
Gracias a la globalización, se pudo informar y educar muy rápidamente en esta correcta dirección antirracista a toda la humanidad. Se recibió como una gran noticia la demostración científica que felizmente seguía en pie que todos los hombres en todas las latitudes del planeta éramos absolutamente iguales en inteligencia al momento de nacer. Esto venía a ser totalmente demostrado ya que las células, de todos los seres humanos no se diferenciaban, en cuanto a sus genes, ni siquiera en el uno por mil. Es decir se demostró que todos los seres humanos tenemos una carta genética o genoma idéntico.
Nosotros que éramos de la corriente positivista, vimos confirmado y demostrado que no nos habíamos equivocado con sostener, desde tanto tiempo la igualdad de todos los seres humanos. Sostuvimos además las ideas de que la aparición del ser humano es lo más grandioso sucedido en el universo. Conjuntamente sosteníamos, y ahora se ve confirmado, que existe felizmente la igualdad cerebral de todas las personas normales. Este preciado tesoro de poseer este cerebro igual y acompañarlo con la informática nos condujo a tener una nueva arma la Razón-omnipotente. Esta entonces no es patrimonio de ninguna raza en especial sino que es ahora una pertenencia de todas las razas humanas. Ahora podíamos de nuevo asegurar con mucha mayor firmeza de que el hombre lo que tiene de importante, no es el color de la piel ni la forma de los ojos, lo maravilloso que tiene es su nuevo razonamiento. Les repito que el conjunto de los 20.488 genes que poseemos en cada célula nuestra es el mismo número que existe en las otras personas en cualquier punto de la Tierra. Lo trascendente es también que nacemos con este inmenso número de genes en cada célula y una colosal cantidad de células cerebrales inmortales o sea con la casi totalidad que nos acompañaran para siempre y ella es igual al nacer en todos nosotros los seres humanos.
jueves, 2 de diciembre de 2010
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