9.1 El Planeta donde nació y luego se comenzó a extender por el universo infinito el Homo-sapiens con Razón-omnipotente.

Capítulo 9

LA IMPORTANCIA UNIVERSAL DE LA TIERRA.


9.1 El Planeta donde nació y luego se comenzó a extender por el universo infinito el Homo-sapiens con Razón-omnipotente.

Nosotros los seres humanos, ahora somos lo más importante y trascendente del cosmos conocido, por tener una razón y que con la incorporación de los microprocesadores pasamos a tener nuestra trascendental razón-omnipotente. Nuestra poderosa razón es pues, la causante de esta nueva y cardinal situación a que hemos llegado como seres humanos en todo el universo. Somos tan poderosos que podemos cambiar el curso no solo de los ríos sino ahora podríamos cambiar la órbita de nuestra Luna. Esto hace que nuestra Tierra tenga una especie de estatus cósmico privilegiado. Por ser conscientes de esta reliquia cerebral que somos portadores, entramos como orgullosos a arreglar el ya fascinante e imponderable universo cósmico cercano.

La importancia universal de la Tierra se debe a que en nuestro planeta pasamos de la materia inorgánica a la materia con vida u orgánica y de esta a nosotros los Homo Sapiens con razón-omnipotente. Todo el enorme mundo exterior que conocemos, antes que llegáramos nosotros, tenía solamente materia inorgánica, arenas, rocas, minerales, aguas congeladas etc.

Las máquinas nos ayudaron, y nos ayudan, a multiplicar por miles nuestras escuálidas fuerzas. Ahora la nueva informática con sus microprocesadores, que aumentan sus funciones constantemente, nos ayudan a multiplicar por miles también partes de nuestra inteligencia. Esta nueva cambiante inteligencia no tiene límites para su constante superación. La velocidad de ejecución de sus microprocesadores aumenta inexorablemente y más allá de lo previsto.

Mediante nuestra razón-omnipotente logramos fabricar la robótica máquina Transformadora de las propiedades físicas de los elementos. Esto originó una gran revolución tecnológica con consecuencias muy positivas y límites impredecibles. Su historia comienza con las insólitas propiedades que toma el elemento carbono, absolutamente solo sin combinarse con otros elementos. Así pues, este desafiante elemento, se nos presenta en forma natural como: carbono amorfo, grafito grafeno, fulerenos y diamante: El carbono amorfo, se usaba desde hace milenios para la calefacción y se obtenía al realizar la combustión lenta sin llamas de maderas en hornos especiales que despedían solo humo. Aparte de este tipo de carbono existe el grafito, usado por siglos en la mina de los lápices de escribir. A partir del 2004 se descubre que el grafito pasa a ser un acopio de láminas de grafeno, que se presenta, bajo un microscopio electrónico especial, en un conjunto de hexágonos de forma bidimensional, del grueso de un átomo. Superponiendo muchos miles de estas finísimas hojas de este material el conjunto pasa a llamarse grafito. Aparecieron placas de grafeno formando nanotubos y descubiertas en el 1985. Los fulerenos son tridimensionales de hexágonos-pentágonos están formados de cientos de átomos de carbono. El diamante es una apretada y dura combinación del carbono, es más denso y enormemente más duro que los otros compuestos del carbono, incluso más duro que los metales.

El grafeno, a partir del 2004 en el que se aislaron sus hojas bidimensionales, pasó a ser objeto de búsqueda y análisis de sus propiedades en todos los grandes laboratorios. En la segunda década de este siglo, entre otras innumerables cosas, el alborotador grafeno, por su rapidez al conducir la electricidad, logra pasar a reemplazar al legendario silicio en los microprocesadores. Se construyó el primer microprocesador cien veces mas rápido que los de silicio en el 2010. Las delgadas y resistentes capas casi transparentes del grafeno no dejan pasar a ningún elemento ni en forma gaseosa, ni siquiera al escurridizo gas noble helio.

Estas capas hexagonales bidimensionales de grafeno combinadas con aluminio originaron en el 2010 un excelente y duro material. Fueron las antecesoras a nuestras delgadas y durísimas capas de aluminio con las que se construyeron más tarde las gigantescas viviendas espaciales.

Para todo el grandioso universo poblado ahora con Homo sapiens, la importancia de la Tierra es inmensa y ella será recordada eternamente, ya que la madre Tierra es el Super-planeta donde nació el Homo-sapiens con la Razón-omnipotente. El hombre, al salir al cosmos, creció como un portentoso nuevo ser, adquirió la capacidad de poder modificar todas las leyes naturales y además logró quedar como terminal de la ciega evolución en la que se encontraba prisionero e inmerso.