10.2 El tema de la enigmática atracción de gravedad
Hemos aprendido que si un planeta o satélite de este tiene mayor atracción de gravedad que la que posee la Tierra es la peor desgracia para nuestras pretensiones de poder vivir allí. Procurar vivir en este tipo de lugar no tiene solución posible ni del punto de vista teórico ni práctico. Si la fuerza de atracción de gravedad es menos que la nuestra la podemos aumentar artificialmente con un simple movimiento rotatorio pero lo inverso, o sea disminuirla o eliminarla estando cerca de la superficie de la Tierra es solo posible en la caída libre. Para los que aún están en nuestro planeta de origen eliminar la gravedad es imposible, estando apoyados en la superficie de ella. Esto está “prohibido” en los fundamentos de los principios axiomáticos de la física. Sin embargo la gravedad se elimina en la superficie de la Tierra en el tiempo o sea en los segundos que transcurren durante toda caída libre. La gravedad no existe para los paracaidistas, por ejemplo, en los primeros momentos cuando estas personas se lanzan de un avión o sea en los minutos previos que transcurren antes que se abre el paracaídas. También se elimina por unos minutos mientras un avión baja hacia la Tierra en una aparente curva muy pronunciada y que eliminando los parámetros del movimiento del avión y de la Tierra es realmente el mismo de una caída libre por la vertical.
Nosotros pensamos y aceptamos que en la naturaleza hay una gama de infinitos grados de la atracción de la gravedad. Decimos que ella es una cualidad de toda la materia del universo y es originada fundamentalmente por la cantidad de materia en nuestras cercanías. Esta cantidad de materia se mide justamente observando esta fuerza de atracción que es la gravedad. Hay pues una gravedad que comienza por cero, cuando estamos en órbita esta es creciente con límites desconocidos a medida que aumenta la masa del cuerpo que la origina. ¿Cómo afecta a la vida y sobre todo a la vida del hombre estos diferentes grados de esta presión de gravedad? Desde el siglo pasado muchos cientos de cosmonautas lo fueron probando, algunos vivieron sin gravedad por más de un año. Ahora vivimos más de la mitad de los habitantes del mundo en el Mundo-ingrávido. Los experimentos del siglo pasado y las vivencias actuales nos permiten sacar algunas importantes conclusiones.
La mayor atracción de gravedad que la que tiene la Tierra esta absolutamente probado que es muy negativa para el desarrollo de la vida. Surge la interesante pregunta tomando en cuenta que hay diferentes grados de gravedad en todo el universo. ¿Cuándo nosotros estábamos viviendo en la Tierra entonces estábamos en el punto ideal, para mantener la vida? Si esto fuera así entonces, el vivir en un lugar del universo con menor atracción de gravedad que la de la Tierra sería también muy negativa para este propósito, en lo referente al desarrollo de la vida del hombre. Felizmente el considerar como punto ideal de gravedad el que tiene la Tierra era totalmente erróneo, era una suposición falsa tan falsa como era antiguamente el suponer que la Tierra era el centro del universo. La respuesta la da nuestra propia experiencia y ella indica que la gravedad cero es mucho mejor, para mantener nuestra vida de seres racionales, que someternos por toda la vida a la pesada gravedad que tenemos en la Tierra. Los primeros cosmonautas que se pasearon por la superficie de la Luna ya sintieron las ganas de correr y chacotear bajo los embriagadores efectos agradables al vivir sobre la superficie de nuestro satélite que tiene la sexta parte de la atracción gravitatoria de la superficie de nuestro planeta. Ahora sabemos lo enormemente agradable que es vivir en estas situaciones de irnos desprendiendo de la pesada atracción de gravedad que es la así llamada atracción normal de la Tierra. El lograr vivir sin gravedad fue nuestra meta soñada desde que Yuri Gagarin lo hizo, nos organizamos y finalmente triunfamos.
Las delicias del Mundo-ingrávido las podemos disfrutar solamente nosotros, gracias a que somos seres racionales y mediante el razonamiento hemos podido tener conciencia exacta de las nuevas condiciones en las que tenemos que vivir en el mundo cósmico orbital. Solo a nosotros nos es posible lograr vivir y gozar de las ventajas de este nuevo mundo, ello se debe a que nosotros y solo nosotros razonamos y nos adaptamos conscientemente a las fantásticas y nuevas condiciones eludiendo las negativas y adoptando las condiciones positivas de este espléndido nuevo medio ambiente. Nosotros sabemos como actuar frente a los pequeños inconvenientes de adaptación, beber agua u orinar. Estas nuevas situaciones son originadas por no tener peso, pero por otro lado las ventajas de no tener peso son enormes, empezando por el descanso para nuestros huesos y músculos. Una de las mejores ventajas de no tener peso es la originada por la enorme facilidad con que nos desplazamos volando, solo con nuestra fuerza muscular somos capaces de movernos a una gran velocidad. Con la gravedad hay que vivir prácticamente en solo dos dimensiones, es decir poco más o menos que en un plano o casi en una superficie plana. En el Mundo-ingrávido, se vive y se dominan las tres dimensiones, es decir no se vive en un plano sino en un verdadero espacio tridimensional, por esta razón además nos sentimos mucho más libres e independientes en todos nuestros movimientos.
Los animales domésticos, que hemos trasladado a vivir al cosmos, por no tener peso, no podían por supuesto vivir aquí sin nuestra ayuda, para vivir aquí se necesita tener un grado especial de conciencia y como no lo tienen entonces hay que enseñarles pacientemente. A estos animales, los hemos llevado a los Anillos-habitacionales, solamente después de tener listos sus hábitats que han sido especialmente preparados en pesebreras atendidas por personal especializado y por robots diseñados y programados en esta dirección. Las pesebreras y las regiones de plantaciones de árboles frutales, se encuentran ubicadas en un anillo que se mueve perpendicular al Anillo-geoestacionario y a dos kilómetros de distancia. Hay confeccionados de tramo en tramo de estos Anillos-gravitatorios para las pesebreras girando a dos kilómetros alrededor del Anillo-geoestacionario como eje. En otros lugares en los que no tienen aún construidos estos anillos pesebreras han construido otras curiosas habitaciones para animales. Para este medio ambiente tan especial se han confeccionado una serie de instrumentos adecuados. Cada animal tiene un sistema de arneses de material plástico que los sostienen con un grado de libertad pero algo fijos al suelo. Con este objetivo de atender los animales se han confeccionado cosas muy simpáticas, como por ejemplo para los establos todos los pisos son magnéticos y los animales tienen unos zapatos con suelas metálicas y otros tienen herraduras metálicas. Hay un equipo de robots especialmente programados para que atiendan animales en la ingravidez del cosmos, ellos los socorren apenas los animales comienzan a extrañar el equilibrio.
jueves, 2 de diciembre de 2010
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