jueves, 2 de diciembre de 2010

9.4 Como y cuando se impuso finalmente la Razón-omnipotente.

9.4 Como y cuando se impuso finalmente la Razón-omnipotente.

¡Los límites de nuestra inteligencia, mediante la computadorización, se hacen infinitos como infinito es también el gran universo! ¡Nosotros somos los únicos portadores de la Razón-omnipotente, originada por la simbiosis de razón con los microprocesadores que la han hecho poderosa e infinita! ¡Solo un infinito independiente con libre albedrío, como es la Razón-omnipotente, puede ser modificador de este otro infinito pero ciego de razón como es el Gran-universo y que además está concatenado eternamente o sea no tiene libre albedrío! ¡Universo tu Razón-omnipotente te está pensando cambiar los satélites naturales de lugar, está proyectando modificar y racionalizar las trayectorias de planetas asteroides y cometas de todo el Sistema Solar! ¡Universo no te enfades el Homo-sapiens con su Razón-omnipotente te colocó plataformas orbitales y satélites artificiales te está realmente empezando a hermosear!

Hemos sido testigos de un gran siniestro, ocurrido fuera de la Tierra, a fines del siglo pasado. Fue un gran espectáculo cósmico. No se había pensado en esta posibilidad de ver y fotografiar la caída de un cometa entero con cola y todo sobre algún planeta. Esto se consideraba del punto de vista de las probabilidades como algo muy poco posible dentro de la escasa cantidad de años en la vida del hombre del siglo pasado. La caída del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre Júpiter levantó en su superficie una gran explosión que fue posible fotografiar claramente mediante la sonda espacial Galileo que andaba en sus cercanías y que estaba investigando y fotografiando algunos planetas y satélites con mucho éxito en el cosmos desde 1989. Si este cometa hubiese caído sobre la Tierra habría destruido allí todo lo vivo. Actualmente se han tomado todas las medidas de precaución y esta catástrofe sucedida en el planeta Júpiter o algo parecido, no sucederá jamás sobre la Tierra. Cuando un cometa, incluso con órbita aún no conocida, intente llegar a la superficie de la Tierra, apenas sea detectado por nuestros poderosos instrumentos, desplegados en toda la eclíptica terrestre, tenemos tiempo sobrado para calcular su órbita. Si los nuevos y sorpresivos cometas amenazan a la Tierra o a la zona geoestacionaria, queda el tiempo necesario aún para lanzarles un robot que se monte en ellos y con sus potentes motores-atómicos-a reacción los haga cambiar de rumbo.

Los meteoros son los pequeños cuerpos, que llegan a diario a penetrar en la atmósfera de la Tierra. Los meteoros son pequeños pedazos de materia o a veces pedazos de varios kilos procedentes del espacio celeste cuyas trayectorias no estaban catalogadas entre los asteroides, por poseer una masa insignificante. Son de la familia de los asteroides que aún no tienen órbita calculada ni por supuesto al igual que los asteroides forma volumétrica determinada como los planetas. El tamaño de los meteoros no es estándar, sus dimensiones van desde pequeñas partículas de gramos a pedazos de rocas de kilogramos, que al entrar en la atmósfera terrestre producen una luz brillante a causa de elevar su temperatura con su roce al chocar entrando a gran velocidad en la capa de aire atmosférico. Por tener la Tierra una buena protección con la capa de aire que la envuelve, los meteoros no representan un gran peligro para las personas que aún habitan en ella, sin embargo para nosotros aquí en las Ciudades-espaciales o en el Anillo-geoestacionario los meteoros son un serio peligro. Hemos tomado todas las medidas para que no nos perforen nuestras zonas de viviendas espaciales. Nos avisan las instalaciones inteligentes de los radares especiales que nos cuidan en todas las direcciones y detectan a los intrusos desde miles de kilómetros de distancia, estos radares son muy sensibles. Nos comenzamos a defender cuando vienen los meteoros todavía muy lejos, usamos para esto los cañones láseres automáticos que los destruyen o desvían sin falta. Como somos una minúscula superficie, comparada con la de la Tierra, nos llega solo una parte infinitesimal de la masa de meteoros que chocan con toda la Tierra. Son peligrosos pero llegan solo muy de vez en cuando a tomar la dirección de querer chocar con nuestros lugares habitacionales. Hoy no hay realmente ninguna probabilidad de que estas piedras proyectiles logren pasar nuestras defensas electrónicas.

Los asteroides son mucho más grandes que los meteoritos y se trasladan como lo hace la Tierra alrededor del Sol, en órbitas precisas. Son entonces cuerpos celestes o pequeños planetas de dimensiones irregulares. Los más grandes se conocen también como planetoides. Los asteroides eran de un riesgo incalculable cuando se pensaban desviándose de su órbita y nos amenazaban con llegar a la Tierra. Felizmente la probabilidad de que esto suceda es muy escasa con relación a un tiempo corto de unos cien años. Al parecer el último meteoro grande y destructivo que llegó hasta la superficie de nuestro planeta y que puso en peligro todo lo vivo en la Tierra, ocurrió hace ya sesenta millones de años y se cree que exterminó a los dinosaurios. Ahora se tiene calculada la órbita de todos los asteroides más peligrosos. Desde el año 2055, a los asteroides problemáticos les tenemos instalados, en sus superficies motores atómicos a reacción lumínica arreglándoles periódicamente sus trayectorias. Por lo general, los asteroides son pues pequeños planetas de forma irregular, son entonces cuerpos celestes de dimensiones ostensiblemente menores que los planetas. Los asteroides tienen de común con los planetas que ambos se mueven en órbitas alrededor del Sol y además se mueven exactamente sujetos a las mismas leyes de los planetas. La mayor abundancia de asteroides se encuentra en el enorme grupo, más de cien mil, que describen órbitas planetarias comprendida entre Marte y Júpiter. En la inmensa mayoría se mide su longitud en solo algunos kilómetros. Sin embargo hay un pequeño grupo que tienen más de cien de kilómetros de diámetro. Estos asteroides gigantes son solo cuatro, o llamados por su enorme tamaño planetoides, estos que superan los 100 kilómetros de diámetro se llaman: Ceres, Palas, Juno y Vesta. En resumen a partir del año 2060 se conocen con exactitud las órbitas de casi 2000 asteroides, se han fotografiado más de 40.000 y se supone que su número total puede llegar a más de 100.000. Nos hemos traído a varios asteroides cerca de las Ciudades-espaciales en construcción, y allí los hemos despojado de sus preciados materiales. El primero que trajimos fue el asteroide Eros de 35 kilómetros de largo, fue traído por partes a partir del año 2030. En el año 2035 le correspondió su turno al asteroide Víctor Jara y así sucesivamente a otros más hasta llegar al último que era el indomable y amenazador Ícaro que hoy se traslada delante de la Tierra como vigilando nuestro camino y entregando materiales de construcción a las Ciudades-espaciales autónomas planetarias que van haciendo el anillo de ciudades en la misma órbita que la Tierra. Los asteroides tenían una negra historia pero realmente no llegarán nunca más a hacernos una desagradable visita. Los hemos obligado a ponerse a nuestro servicio.

La historia de los cometas no es idéntica a la de los asteroides, ellos no se mueven por la región cercana a la eclíptica o sea por la zona espacial donde se mueven los planetas y los asteroides. Los cometas conocidos no representan una gran amenaza, la probabilidad de choque con la Tierra es insignificante. Con la cola que es gigantesca hemos chocado o mejor dicho pasado muchas veces entremedio, su densidad es despreciable y hacer esta penetración en su cola no produce daño alguno. Todos, los cometas que ya pasaron cerca del Sol alguna vez en los últimos siglos, están controlados con fecha y hora en que pasarán de nuevo a hacerse visibles desde la Tierra. Se les ha determinado su órbita precisa y calculado su velocidad y determinado por lo tanto cuando volverán a visitarnos de nuevo. Su nueva visita es un tiempo que puede durar algunos años o hasta cientos de años. Como ya lo advirtieron los astrónomos ellos no se mueven por la misma eclíptica, es decir por el plano donde se mueven todos los planetas. Aparecen en cualquier dirección del espacio que rodea al Sol, pero ellos están sometidos también a la misma constante solar como todos los planetas y asteroides que se trasladan alrededor del Sol, es decir Rcometacometa=Csolar. Es exactamente la misma constante solar que la calculada anteriormente para los planetas RPP=Csolar

En el año 2055 logramos conocer a todos los asteroides peligrosos o sea los tenemos controlados absolutamente a todos, el catálogo sobre la trayectoria de sus movimientos ahora es cien por cien conocida. El peligro con los cometas es que su número es desconocido y los que tienen órbitas muy elípticas pueden demorar siglos o posiblemente milenios en volver a visitarnos. De todas formas en caso de necesidad se tienen las medidas tomadas para usar las naves espaciales gravitatorias con motor atómico a reacción lumínica que pueden llegar a sus cercanías, solo en horas después de detectados, y si los ubican a tiempo sin ningún problema pueden hacer desviar sus trayectorias.

Me extenderé un poco más con detalles sobre los cometas para que ustedes sepan que solo con nuestros gigantescos avances los tenemos bajo control, este control es tan seguro ya que llegaremos en un par de horas, a las cercanías de aquellos que nos visiten en alguna fecha no controlada por nuestras agendas que llevan el historial de los viajes de los demás cometas. Los cometas como los asteroides también son objetos celestes en general de tamaños pequeños. Los cometas están formados por un núcleo, una cabeza y una cola. Hay dos tipos de cometas el periódico y el no periódico. El no periódico es el que no describe una elipse alrededor del Sol y describe una trayectoria parabólica sin volver de nuevo a pasar cerca del Sol. El cometa periódico es el que describe una trayectoria cerrada es decir una órbita alrededor del Sol, hace un recorrido elíptico, pero no por el mismo plano de la eclíptica en que lo hacen los planetas. Estos cometas periódicos se clasifican a su vez en tres categorías de acuerdo al tiempo en el que vuelven a regresar a las cercanías del Sol. Existen los cometas de período corto de 3 a 25 años, los de período medio de 25 a 200 años y los de período largo de 200 a miles o a veces a ¡millones de años! Los de períodos corto y medio están casi todos catalogados y se conoce exactamente su trayectoria elíptica. Los de período largo que han aparecido en las cercanías del Sol en el último siglo, han sido debidamente catalogados y sabemos en cuantos siglos más volverán a aparecer. Pero en general los cometas de periodo largo que aparecieron en los siglos o milenios pasados no están catalogados y no se sabe cuando volverán a aparecer. El tamaño de un cometa visible o posible a detectar mediante instrumentos comunes varía entre 1 y 10 kilómetros de diámetro. Su núcleo está constituido por hielos de agua, amoníaco, metano y bióxido de carbono, y también por algunos fragmentos de roca. Por otra parte, la cabellera y la cola están compuestas por gas que en el vacío se transforma fácilmente en plasma y polvo, que en el caso de la cola dan lugar a dos estructuras de varias formas. La enorme cola va ubicada siempre detrás de la cabellera y en dirección opuesta al Sol. La cabellera como la cola presentan un esplendoroso brillo en las cercanías del Sol. Lo que sabemos es que en cada pasada por sus cercanías al Astro este despoja a los cometas de una parte de su masa. Cuando se alejan, del astro rey, conservan intacta su masa de materia que les queda por cientos o miles de años hasta su nueva incursión en las cercanías del Sol. Sus masas van para los pequeños desde solo algunos kilogramos a los grandes con miles de millones de kilogramos, y su temperatura superficial cuando se sitúan en nuestras cercanías está comprendida siempre bajo cero grados Celsius, entre los –173 grados Celsius y los -73 grados Celsius.

¡Los meteoros, asteroides y cometas conocidos están absolutamente controlados a partir del año 2055!.

La revolución originada por los chips ha logrado ayudarnos a solucionar otro gran problema, la administración científica de nuestra comunidad de seres humanos. Es una tarea mucho más compleja que lo que habían pensado al comienzo los políticos. El problema ha sido traspasado totalmente a la informática, los grandes computadores consejeros no han encontrado otro camino mejor para administrar la sociedad que la democracia, para estos efectos la democracia se debió computadorizar. Así como lo utiliza tan exitosamente la ciencia, la democracia debe practicarse también haciendo uso de todos los imprescindibles recursos que nos entrega la informática. El estado de derecho va día a día tendiendo a ser llevado a la perfección. Tenemos confianza total en el manejo de nuestra política por estas máquinas computarizadoras que nos ayudan a pensar mejor.

¡Qué importante fue la primera computadora de bolsillo! Solo sabía hacer operaciones de cálculo con más rapidez y exactitud que nosotros. Le confiamos de inmediato nuestros odiosos cálculos, confiamos en que los resultados obtenidos por ella eran más de confiar que los nuestros. Con la aparición de esta pequeña computadora, que luego perdió su nombre y le llamaron calculador de bolsillo, se inició toda una revolución. Con este pequeño artefacto electrónico, pasaron a los museos las tablas de multiplicar pasaron a la historia o al museo virtual también las tablas de logaritmos, las tablas trigonométricas etcétera.

¡Computarizar todo es nuestro supremo ideal, lo que resuelve el computador pasa a ser sagrado, óptimo e indiscutible! Las máquinas que usan los chips y que ayudan al pensamiento, calculadores, computadores..., siguen duplicando a lo menos en cada dos años tanto su velocidad, como su capacidad y además sus variadas memorias. Como consecuencia de esta duplicación ellos amplían también enormemente el número de sus funciones e intelectualmente trabajan reemplazándonos en muchos otros sentidos. Esta revolución de los chips, que no tiene ningún límite, nos abre de año en año perspectivas insospechadas. ¡La vida entera es ahora una hermosa aventura del pensamiento! Los chips ya están en casi todos los rincones de nuestra casa: en el interior de los calculadores, computadores, televisores, teléfonos portátiles, etcétera.

La Razón-omnipotente apareció como una simbiosis, de nuestra razón y la incorporación de los chips insertados directamente bajo nuestra piel para decirnos donde estamos e informar al hospital como estamos de salud o bien estos chips están a nuestro lado en los calculadores ayudándonos a usar las matemáticas con una colosal rapidez. Están puestos obligatoriamente en casi todas nuestras deducciones o razonamientos produciendo por tanto una superación continua a nuestras formas de pensar. Esta nueva revolución generó además una aceleración en la globalización científica total de la humanidad: un mundo sin fronteras; sin miseria; y con los nuevos derechos humanos ampliados y extendidos a todos los seres humanos de todos los rincones donde vive el nuevo Homo-sapiens que ahora usa como algo muy natural su nueva razón que ahora es omnipotente.

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