sábado, 2 de enero de 2010

2.1 Cinco de los más grandes acontecimientos espaciales del siglo pasado.

Capítulo 2

Cinco grandes acontecimientos espaciales del siglo pasado.

2.1 Cinco de los más grandes acontecimientos espaciales del siglo pasado.

Los acontecimientos espaciales importantes del siglo pasado son muy numerosos y por razones obvias de espacio no los podré citar a todos. Entre los más colosales e impactantes les nombraré solamente a cinco: en el mes de octubre de 1957 sale al espacio cósmico el primer cuerpo enviado por el hombre el Sputnik 1, el 12 de abril del año 1961 el primer ser humano en llegar a la zona ingrávida fue Yuri Gagarin sale al cosmos y bate toda una serie de récords; el año 1963 en la nave Vostok la primera mujer en salir al espacio fue Valentina Tereshkova sale al cosmos y orbita la Tierra 48 veces, el 20 de julio del año 1969 Neil Armstrong pisa por primera vez la Luna y en el año 1990 se instala el gran telescopio Hubble en el cosmos.

Todos los amantes de mirar el futuro positivamente, nos manteníamos muy inquietos y esperanzados, ya que sospechábamos que se acercaba la hora de lo más trascendente para el ser humano, poder vivir en el mundo infinito que no tiene gravedad. Lo increíble era que el hombre pudiera vivir en este otro Mundo-ingrávido, que demostrara poder vivir sin máscaras en el interior de un recinto con aire, pero con otras condiciones físicas totalmente insólitas, como el hecho de no tener allí peso alguno, ni él ni las cosas materiales que le rodean.

El 12 de abril del año 1961, en menos de cuatro años después de la salida al cosmos del Sputnik, el primer ser humano logra salir del cascarón gravitatorio. Todos preveíamos que este acontecimiento era algo grandioso que iba más allá de un simple hecho histórico, era un hito gigantesco de los seres humanos y de seguro que sería recordado para toda la eternidad. En relación con la vida del pasado y del futuro del hombre, ahora quedaba dividida la historia entre antes y después de esta fecha. Esta memorable e inolvidable hazaña la realizó el primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin, (1934-1968.). Yuri realizó esta inmortal hazaña saliendo a una órbita alrededor de la Tierra y dándole la vuelta a todo nuestro planeta en solo una hora y media. ¡Las zonas del Mundo-ingrávido son infinitas y Yuri demostró que se puede vivir placenteramente en estas zonas sin gravedad, o con gravedad solo virtual!. En forma natural en el cosmos, no se puede permanecer en otro estado que no sea el estado orbital, el número de estos estados orbitales es infinito. En los infinitos estados orbitales nada tiene allí peso, en forma natural el hombre siempre tendrá que vivir en estas órbitas sin tener peso. Por ejemplo, una persona que pesa en la superficie de la Tierra 80 kilogramos, al salir a cualquier órbita pesa ni siquiera lo que pesa un gramo de materia en la Tierra. ¡Se flota dentro de una nave en órbita, o en los enormes espacios del Anillo-geoestacionario, que se construyó precisamente en esta órbita!. Aquí no hay peso y por lo tanto desaparece este único efecto atribuido a la gravedad. La atracción de gravedad queda solo virtualmente en existencia y su existencia virtual es solo válida para los efectos de los cálculos matemáticos. La realidad es que también en la superficie de la Tierra al lanzarnos en caída libre perdemos totalmente el peso. Por ejemplo, en la Tierra hay instructores del paracaidismo acrobático, que se lanzan del avión con el aprendiz en sus hombros sin abrir el paracaídas y en los minutos mientras van en caída libre, el peso del aprendiz sobre sus hombres se hace cero. En el cosmos, para obtener la gravedad en el interior de una nave, equivalente a la gravedad producida por la Tierra, necesitamos tener funcionando continuamente motores a reacción muy potentes que hagan cambiar la velocidad de la máquina en 9,81 metros por segundo durante cada segundo.

Podemos especular afirmando que, en la superficie de la Tierra, si no estamos en caída libre y encerrados en una pieza sin ventanas, se podría pensar que la Tierra actúa sobre todos nuestros átomos y los del medio ambiente que nos rodea como impulsándolos constantemente hacia arriba y no en dirección hacia su centro como suponemos. De no mediar que estamos sobre la superficie de la Tierra, para tener dentro de esta pieza, los efectos de la gravedad normal, la virtual fuerza aplicada debería ser enorme y con dirección desde el centro de la Tierra hacia la superficie exterior. Solo así nos explicaríamos porqué tenemos exactamente la sensación o efecto físico de la gravedad. Entonces el efecto producido por la gravedad de la Tierra es el mismo que estar dentro de nuestra nave impulsándonos constantemente por ese poderoso motor que produce una aceleración igual a la de gravedad G., o sea, cambio de la velocidad en 9,81 metros por segundo durante cada segundo. Este es un indiscutible hecho físico objetivo, es algo muy interesante que ha llamado a ser investigado, por miles de físicos, desde épocas muy remotas. ¡Este es un lindo tema que está siempre vigente y por supuesto llama a meditar profundamente!

Las primeras palabras de Yuri desde el cosmos fueron: “La Tierra desde afuera se ve muy hermosa, pero debemos cuidarla”. Él aprovechaba sus visitas a los diferentes países para repetir: “La Tierra desde afuera se ve muy hermosa pero debemos cuidarla”. Sus visitas a los diferentes países lo convirtieron en un embajador de la paz. No dejaba lugar donde era invitado, desde los muchísimos que tenían el honor de recibirlo, para sostener, entre otras cosas, que aún existía un espantoso peligro real para la toda la Tierra. En ese tiempo, la vida de los seres humanos de todo nuestro planeta dependía de un botón rojo que administraban los gobiernos de dos poderosas potencias EEUU y la URSS. Se sabía, que si no había cordura, en cualquier momento la Tierra tendría una destrucción inminente por medio de las poderosas bombas atómicas de hidrógeno. Si explotaba solamente la mitad de ellas, a lo menos dejarían a la Tierra convertida en un desierto radiactivo por cientos de años. Existía un increíble arsenal de estas peligrosas bombas. Se podía destruir diez veces todo lo vivo sobre el mundo. Había bombas de hidrógeno de hasta 50 megatones, solo el equivalente explosivo era el de hacer explotar a 50 millones de toneladas del poderoso explosivo TNT, que era más potente que la pólvora. La bomba de hidrógeno era además desgraciadamente mucho más terrible como arma radiológica que como arma de destrucción mecánica, su radiactividad podía dejar muertos e inválidos a los habitantes de todo un pequeño país como Inglaterra. A fines del siglo pasado treinta y seis mil bombas atómicas se mantenían a punto de ser disparadas en diferentes partes del globo terráqueo. ¡Una bomba de hidrógeno despedazaría la capital de un país pero lo enormemente grave y peor es que dejaría radiactivo e inhabitable todo el país!.

Después de que Yuri realizó el primer vuelo de un ser humano al cosmos, vivió una vida muy agitada, no descansó ni un minuto, era de los que creían que la paz no se espera, se conquista. Tenía mucha claridad para exponer sus pensamientos y las conversaciones y entrevistas a la prensa las terminaba con una sonrisa muy agradable. Siete años más tarde de su salida al cosmos, Yuri y el instructor Sirioguín del avión Mig-15 murieron heroicamente, en un accidente aéreo. Al darse cuenta del serio desperfecto, que sufrían los aparatos de la dirección del avión, este se fue en picada enterrándose seis metros bajo tierra, seguramente una avería preparada por los enemigos de la paz y justo cuando sobrevolaba los alrededores de la ciudad de Moscú, no hizo caso a las instrucciones por escrito que tenía, en las que se establecía que en estos casos de emergencia los pilotos debían lanzarse en paracaídas. No se lanzó en paracaídas y murió tratando y finalmente logrando que su avión averiado, no cayera sobre un grupo escolar de la ciudad que en ese momento sobrevolaba. Salvó a los habitantes de esa localidad de tener que soportar una dolorosa tragedia. Desde su salida al cosmos y hasta su lamentable y trágica muerte mediaron solamente siete años, estos fueron siete años en los que Yuri recorrió las partes más importantes palmo a palmo de casi todo el planeta. Fue invitado por todos los países del mundo. Su tiempo estaba comprometido para muchos años en adelante. Partió siendo el héroe ejemplar de todas las agrupaciones progresistas y pacifistas, que eran indudablemente las más prestigiadas del mundo. Todas las universidades lo querían tener de huésped de honor. Recorrió casi todo la Tierra recibiendo los más grandes honores. Con su muerte, muchos pensamos que probablemente su accidente fue premeditadamente preparado, ya que lo querían callar los enemigos del pacifismo que existían en todas partes. Nosotros los Pitagóricos guiados por la Razón-omnipotente, lo ingresamos junto a Bertrand Russell en forma póstuma como socio de honor a nuestra organización.



Nos dejó como herencia y tarea la obligación de cuidar celosamente la existencia de nuestra amenazada y querida Tierra. En casi todos los medios informativos, fue considerado como el nuevo Colón. Para la prensa de aquel entonces esta comparación con Colón era el máximo galardón que se le podía dar a un hombre que se aventuraba arriesgando su vida en otros mundos diferentes. Ahora este nuevo mundo sin gravedad, que es el paraíso para los físicos, dejaba sus puertas abiertas a los experimentadores. Este nuevo mundo libre de gravedad era para la física el laboratorio soñado. Desde ese momento el Cosmos-ingrávido comenzaba a llamar al nuevo hombre, poseedor de una Razón-omnipotente, a que se venga a establecer en sus inmaculados dominios. En esta zona, que se extendía hasta el infinito, el hombre tenía definitivamente las puertas abiertas. Con esta hazaña ya no tendrían los seres humanos que temerle al echo de ir a cualquiera de las infinitas órbitas alrededor de la Tierra y estar seguros de que ahora podrían vivir tranquilamente allí en el mundo ingrávido.

Luego del primer e histórico viaje al espacio de Yuri, los otros cosmonautas que le siguieron salieron al cosmos muy confiados de que se podía vivir cómodamente allí. Con la feliz y exitosa experiencia de Yuri, los cosmonautas tanto de la URSS como de los EEUU y después China siguieron viajando al cosmos en una sucesión siempre creciente y logrando triunfos constantemente, para las comunicaciones y para la ciencia en todas sus áreas. Después de casi ocho años de un continuo ir y venir al espacio exterior surgió otro espectacular acontecimiento. Fue otra gran noticia. Mediante la misión Apolo XI, se produce el primer alunizaje de un ser humano en la Luna. Este alunizaje fue efectuado el 20 de julio del año 1969 por Neil Armstrong y E. Aldrin y después surgieron tantos y tantos héroes más, que no me es posible en este resumen nombrarlos a todos. Como ya lo dijimos años después se incorporó también China a este grupo de los países con capacidad de poder llevar hombres al espacio, enviando con su propio programa espacial a su primer cosmonauta a una órbita en el año 2004.



Los héroes surgieron en muchas e increíbles odiseas en el espacio, hay muchos ejemplos de extremo heroísmo surgidos con los primeros viajes al planeta Marte. Otros memorables grupos de cosmonautas han arriesgado sus vidas cazando amenazadores asteroides para cambiarlos de órbita y para que no nos amenacen más con sus sorpresivas y desagradables visitas. Hay otros titánicos héroes astronautas, que han tenido que pasar muchos meses en una riesgosa situación, para traer algunos asteroides y colocarlos en una órbita cerca de la Tierra. Han traído estos asteroides con el objeto de sacar de las rocas de ellos el material para la construcción, ya sea, para la utilización en las Ciudades-espaciales o para la construcción del Anillo-geoestacionario-habitacional alrededor de la Tierra. En estas enormes edificaciones los héroes individuales se contaron por decenas y ahora ya pasaron a ser héroes por grupos.

No había imaginación, hace un siglo en aquel año 1961 cuando Yuri salió de la Tierra, para haberse imaginado en ese momento y entrever la revolución tan trascendental que en aquel instante histórico se inauguraba. Nadie pronosticó que en solo cien años o sea que en el año 2061 más de la mitad de los seres humanos vivirían fuera de la Tierra.

El censo del año 2060 indicó que los habitantes extraterrestres, que vivimos en las Ciudades-espaciales y en el Anillo-geoestacionario, ya sumamos casi ocho mil millones. Este mismo censo ha contabilizado solo siete mil millones de personas que quedan todavía viviendo en la Tierra. Se da por descontado que históricamente muy pronto estarán radicados la casi totalidad de los habitantes fuera de nuestro planeta. Como lo dijera uno de los fundadores de la Astronáutica, Constantín Tsiolkoski, “La Tierra es la cuna de la razón”. El hombre y por ende la Razón-omnipotente, a partir de la hazaña iniciada por Yuri, han abandonado su “cuna”; era de prever como lo pronosticó Constantín que no se podía vivir eternamente en la cuna. Esto fue un acontecimiento que se recuerda hoy, cien años después, como lo más importante del milenio pasado y de seguro que se recordará por toda la eternidad.

En resumen, aparte de los vuelos de Yuri Gagarin, de Neil Armstrong, de la puesta en órbita de la estación Mir y en el año 1990 del Telescopio Espacial Hubble que cambió radicalmente la astronomía, siguieron sucediéndose los asombrosos acontecimientos trascendentales en el cosmos a una velocidad muy grande.

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