sábado, 2 de enero de 2010

2.5 ONU “Organización de Naciones Unidas” y sus Cascos Azules

2.5 ONU “Organización de Naciones Unidas” y sus Cascos Azules

La “Organización de Naciones Unidas” ONU, que nació al término de la segunda y última guerra mundial, fue desde su fundación adquiriendo cada año más y más admiración por su ecuanimidad al momento de tomar las decisiones. Como corolario a este gran respeto en el año 2001 la ONU recibió el premio Nobel de la Paz compartido con su Secretario General de ese entonces Kofi Annan.

La ONU creó en el año 1956 “Los Cascos Azules” que son el grupo de militares defensores de los principios de la “Organización de Naciones Unidas”. En el año 2003 ya tenía la ONU a su disposición un contingente respetable de estos militares.

Por ese entonces los principales soldados defensores de la democracia se llamaron los Cascos Azules. Eran pues soldados pertenecientes no a un país sino que a la “Organización de Naciones Unidas”. Debían por supuesto atenerse expresamente a los propios principios de la ONU. Con esta naciente fuerza, la ONU se preparó para intervenir en cualquier lugar del mundo donde pudiera aparecer alguna organización que amenazara a la convivencia democrática de la humanidad. Los Cascos Azules, se crearon pues en el año 1956 con un débil presupuesto, pero felizmente este escuálido presupuesto fue creciendo de año en año. El principal objetivo de estos soldados era el de mantener la paz. Ellos debían evitar las guerras intestinas en cualquier lugar del mundo. Los Cascos Azules eran, en aquel tiempo, la antítesis o sea lo contrario de los generales vendidos, que se ponían al servicio de los dictadores. Estos nuevos soldados resguardaban la paz y defendían también el respeto que se debía tener para aquellos gobernantes que los pueblos habían elegido democráticamente. Entonces pues, “Los Cascos Azules” fueron, los integrantes de cuerpos especiales de tropas internacionales de la ONU.

En general los militares tradicionales eran intencionadamente muy mal formados en retrógradas academias militares donde entre otras cosas, para intervenir y reprimir las libertades, aplicaban a toda la gente progresista de su propio país el reaccionario concepto de ser un enemigo interno. Los Cascos Azules ayudaron posteriormente a hacer cambios muy radicales en la mentalidad de muchos militares.

Ahora y desde el año 2050 los nuevos “Cascos Azules” mantienen por la voluntad democrática de cada nación, sin ninguna presión, es decir voluntariamente, el orden y la paz prácticamente en toda la Tierra y sus alrededores. No han obligado a ningún país a dejar sus ejércitos, los diferentes países se han ido plegando voluntariamente a abandonar sus regimientos y han optado porque la ONU mantenga la custodia territorial de sus estados.

En el siglo pasado un grupo de sabios, donde estaba Alberto Einstein, ya había soñado con una solución parecida, es decir, tener un ejército internacional uno de cuyos objetivos sea mantener la paz. Desde el año 2050 y hasta este momento estos poderosos ejércitos internacionales, son celosamente vigilados a su vez, por un sistema computarizado y manejado por la ONU que garantiza e impide todo mal uso, o el uso injusto de sus armas. La computadora lleva como software un estricto programa donde se establece de acuerdo a la carta fundamental, que la ONU es un instrumento para fomentar la amistad, mantener la paz y la seguridad internacional. La carta fundacional de la ONU definía y define sus funciones como el foro donde se discutirán las controversias entre los países. Todo el complejo articulado de la carta de la ONU va actualmente magistralmente colocado en las memorias del computador central de las Naciones Unidas. Ha sido todo un éxito la forma como la ONU ha logrado mantener la paz en el mundo. La ONU da una gran seguridad internacional y ha ayudado a que los diferentes pueblos vean en ella un muro de contención para que no se repita una nueva guerra mundial.

Después de la segunda y última guerra mundial, voluntariamente las diferentes naciones se fueron plegando a esta organización internacional y suscribieron enfáticamente sendos acuerdos al respecto, entre estos compromisos resolvieron además cuales eran las medidas que se debían tomar con aquel país que no cumpla con los compromisos honorablemente legalizados. Agregando los consejos o medidas a tomar con los países que no cumplan con los acuerdos solemnemente firmados.

Les sigo contando algo más al respecto, así entonces, en una parte de la carta de la ONU textualmente entre sus objetivos dice: “Preámbulo y artículo primero. Mantenimiento de la paz y seguridad internacional. Los miembros se obligan a dirimir sus controversias por medios pacíficos y renunciar a la amenaza de la fuerza. Libre determinación de los pueblos: la sujeción de los pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjera constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales y compromete la causa de la paz”.

Por supuesto que apenas iniciadas sus actividades, uno de los asuntos más importantes de la ONU tuvo relación con la defensa de “Los Derechos Humanos”, o abreviadamente DD HH. Para este propósito se resolvió dejar muy en claro, cuales eran estos derechos. Desde muchos lugares del mundo se dirigieron a la naciente ONU sus mejores representantes de ideas progresistas, para dejar absolutamente claro este noble objetivo de Los Derechos Humanos y otras obligaciones de la ONU. Con este propósito se envió desde mi patria Chile también una delegación, ésta estaba muy bien abalada por tener Chile en ese momento histórico una larga y ejemplar trayectoria democrática. En esta importante delegación, que definiría las funciones de la ONU, iba mi gran amigo César Godoy Urrutia. A él le correspondió jugar un papel muy importante ante las Naciones Unidas. Él era muy respetado, ya que era el “Vicepresidente Internacional de los Profesores de Educación Básica”, de aquel entonces.

A pesar que teníamos diferencias de edad, con César éramos como hermanos y él lo decía frecuentemente. Decía que era mi hermano mayor y lo confirmó dedicándome una hermosa página en una de sus obras “Vida de un Agitador”, que son parte de sus memorias y allí él escribió: “Era como hermano, su casa era la mía”. Durante toda su vida, César Godoy fue un incansable luchador por los Derechos Humanos y por la paz, siendo aparte de esto, igual que yo, un ferviente admirador del filósofo matemático y pacifista Bertrand Russell. César fue uno de los parlamentarios, más conocidos de Latinoamérica, fue diputado por cinco períodos consecutivos. Fue diputado del Partido Socialista, después del Partido Socialista de los Trabajadores y posteriormente del Partido Comunista ante la Cámara de Diputados de Chile, o sea, por casi tres décadas consecutivas. Todos los profesores de Chile, de todas las corrientes políticas, veían en él a su auténtico representante, era un delegado de los profesores ante el Parlamento. Era muy querido por todo el mundo, no fue nunca un sectario dentro de su partido político, ni en las otras funciones profesionales. A César le tocó una importante participación en la redacción de los primeros documentos de la ONU. Por esta razón, él vivió toda su vida para defender las organizaciones que resguardaban los Derechos Humanos. Su participación en la redacción de los Derechos del Hombre fue muy valiosa. La defensa de los Derechos Humanos fue claramente establecida en esta declaración. Ya en el preámbulo de la carta fundamental aparece la obligación de tener fe en la dignidad y en el valor de la persona humana. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea de la ONU adoptó la Declaración de los Derechos del Hombre, que especifica el catálogo de libertades de la filosofía liberal y la prohibición de los atentados contra ellas, entre otros la tortura y los tratos degradantes.

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