domingo, 17 de febrero de 2008

LA INVASIÓN DE LOS ROBOTS

Extrido de la obra inédita de Raúl Buholzer M.
EXTRAPOLACIÓN FANTÁSTICA

Capítulo 5

LA INVASIÓN DE LOS ROBOTS

5.1 La aparición masiva de robots de nuevas generaciones.

El arrollador avance de la “Revolución de los chips” abarcó todas las áreas hasta las más inimaginables. Las máquinas que ahora nos ayudan en las tareas, que antes necesitábamos hacerlas con solo nuestro intelecto, ahora son nuestras grandes y maravillosas amigas, les llamamos computadoras y a otros programables y capaces de manipular objetos o bien de realizar nuestros típicos y pesados trabajos los llamamos robots. Con el trabajo mancomunado de artistas y programadores, cada año los tipos de autómatas o robots que llegan a nuestras casas son más agradables y simpáticos. Son como esas visitas atentas, que nos ayudan a mantener en orden la casa, y que no queremos que se vayan muy pronto. A los autómatas realmente los necesitamos como un artículo de primera necesidad. Nos lamentamos muchísimo si, un mal día tienen algún desperfecto y no nos pueden ayudar a trasladarnos al trabajo, a lavar la loza o a hacer al aseo de la casa. Los precursores de los robots empezaron con el nombre de autos trasladándonos de lugar e indicándonos el lugar en que nos encontrábamos viajando, otros precursores de los robots siguieron como centrífugas inteligentes y nos lavaron las ropas, otros nos hicieron el aseo en nuestras casas, los con más inteligencia nos ayudaron y nos ayudan a hacer los cálculos, se meten a aconsejarnos en la administración pública, etcétera.

Difícilmente se puede responder a la pregunta ¿Qué son realmente los robots?. La definición de anteayer no es la de ayer ni tampoco la de hoy. Los chips, los computadores y los robots van cambiando de generaciones casi cada dos años y las nuevas generaciones se parecen a las anteriores pero tienen mejores y nuevas funciones. Los robots con nuevas funciones hay que definirlos de nuevo y entonces la definición anterior queda parcialmente inadecuada. Podemos aceptar como que la mayor parte de los robots son instrumentos programables, capaces de efectuar labores humanas, o sea son mecanismos capaces de reemplazar las manipulaciones automáticas o semi automáticas que efectúa el hombre. Estos robots vienen siendo como ingenios mecánicos cuyo control automático se efectúa electrónicamente de acuerdo a un programa. Ellos tienen una gran ventaja que pueden además trabajar en lugares contaminados en que nosotros no lo podemos hacer. Los robots tienen otra notable ventaja frente a nosotros y es que no necesitan ponerse escafandra para trabajar en el cosmos donde existe un vacío casi absoluto. Los autómatas trabajan mucho mejor sin la gravedad y su mantenimiento y duración en el vacío es enormemente mejor que en una atmósfera con gravedad y con oxígeno. Los robots en la Tierra se destruyen con el tiempo por el oxidante oxígeno de la atmósfera y soportando permanentemente su propio peso. Allí en el Cosmos-ingrávido, no hay oxígeno que les corroa sus mecanismos, ni aire con el molesto polvo que se les introduzca en su delicado cerebro. La ayuda de los robots para nosotros en el cosmos, pasa a ser como son los artículos de primera necesidad, es decir ellos son ahora imprescindibles para nosotros.

Desde comienzos de este siglo los robots se fueron haciendo muy numerosos, e imponiéndose como artículos de pertenencia obligada sobre todo en los hogares y son de mucha utilidad e imprescindibles en los lugares donde hay riesgos para nuestra salud. A raíz de esto fue creciendo la variedad y el número de los robots, en una proporción parecida a como lo fueron haciendo los automóviles en el siglo pasado.

El corazón y el cerebro de los robots está en los chips. Les contaré en primer lugar algo un poco más en detalle de como se originó el desarrollo de este fabuloso y revolucionario chip. El chip comenzó su actuación revolucionaria en el interior de los pequeños computadores de bolsillo y originó y continua originando cambios fantásticos en el desarrollo de los precisos y rapidísimos instrumentos utilizados en la técnica y en las ciencias. El chip nos entregó después cosas muy trascendentes para impulsar la evolución de los robots y por ello tuvo además gran trascendencia para la historia de toda la humanidad. El chip es un conjunto de circuitos integrados en una placa de silicio y cada circuito integrado puede ser programado para que realice una función, por ejemplo que sume, multiplique, calcule un ángulo, etcétera. La placa de silicio se hace generalmente de menos de un centímetro cuadrado o lo que es lo mismo de menos de cien milímetros cuadrados. El tope máximo de alrededor de cien milímetros cuadrados, se adopta en primer lugar para que pueda ser usado en aparatos pequeños, y en segundo lugar por problemas de velocidad, ya que con un tamaño mayor los electrones demorarían más en hacer los recorridos internos para cumplir con un mismo objetivo. Por tener que hacer este mayor recorrido la rapidez se vería afectada y la rapidez es una de las cosas más importantes del chip. El ideal máximo de su superficie está pues en no sobrepasar un centímetro cuadrado, o sea el tamaño aproximadamente correspondiente a la superficie de una uña. Esta placa generalmente fabricada de silicio sirve de soporte de los componentes llamados activos, diodos y transistores y a los otros componentes conocidos como pasivos, resistencias y condensadores. Con este conjunto, de “piezas” elementales se forman casi todos los circuitos internos del llamado circuito integrado, de los que tiene muchos cada chip. Están grabados en esta placa de soporte de silicio y en varios planos.

En septiembre del año 1958 nace el primer circuito integrado, Jack S. Kilby que hizo este primer chip no apareció en ningún lugar destacado de reconocimiento, una gran injusticia, ya que a comienzos de siglo en los países desarrollados los chips estaban en más de algún lugar en todos los hogares. Cuarenta y dos años después de hacer el primer chip, cuando ya los chips habían invadido el mundo, se le otorga el premio Nobel de Física del año 2000 a Jack Kilby, quién nació en el año 1923 y muere el 21 de junio del año 2005, o sea a los 81 años.

El chip era tan conocido que el gran honor de conceder este premio a este destacado físico el año 2000 fue una especie de vergüenza internacional para la Academia Sueca, ya que lo efectuaba tan tardíamente. La Academia Sueca se demoró demasiado tiempo en reconocer algo que ya estaba metido en el 99% de todos los hogares del mundo, en los televisores, en los computadores de bolsillo y en todos los otros computadores y en todos los artefactos electrónicos, etcétera.

Pocas cosas tienen una historia de crecimiento tan espectacular como la que tuvo y lo sigue teniendo el chip. En la década del 70 del siglo pasado la venta de los chips se empezó a hacer extensiva a todo el mundo. Cuando los chips pasaron a tener millares de transistores integrados en su interior, entonces ellos permitieron realizar valiosas funciones específicas para los computadores y desde entonces se les conoce mas bien con el nombre de microprocesadores.

El cerebro de los robots nace pues con los microprocesadores cuya primera aparición, empezó modestamente a comercializarse en los años setenta del siglo pasado, luego los microprocesadores pasaron a fabricarse por decenas de millones cada año. Estos circuitos integrados pasaron a usarse en una multiplicidad de cosas: máquinas lavadoras de ropa; televisores con comando a distancia; teléfonos portátiles; pantallas planas de monitores; en miles aparatos diferentes para la medicina; en todo tipo de otros aparatos con características de automáticos y en los calculadores y computadores chicos y grandes, etcétera. Dándonos cada vez mayor comodidad, fue invadiendo desde entonces todos los rincones donde vivíamos o trabajábamos. ¡Qué importante fue el primer tipo de computador de bolsillo! Le encomendamos de inmediato nuestros odiosos cálculos, confiamos en que los resultados obtenidos por este pequeño aparato eran más de fiar que los nuestros. Nadie pretendía competir con el pequeño computador en velocidad y exactitud. La confiabilidad era absoluta. El aprendizaje de las odiosas tablas de multiplicar pasó a la historia o al museo virtual como también las famosas reglas de cálculo usadas por los técnicos e ingenieros. Con el computador de bolsillo dejaron de inmediato de usarse, los voluminosos libros con las grandes tablas de logaritmos, las odiosas búsquedas en las tablas trigonométricas para encontrar las relaciones, en un triángulo, entre los ángulos y sus lados también pasaron de inmediato a dejar de usarse. Las voluminosas tablas trigonométricas pasaron al museo. El cálculo trigonométrico se convirtió en presionar solamente un par de teclas del pequeño computador, haciéndose por supuesto más de mil veces más rápido. Los computadores de bolsillo se llegaron a poder comprar con un par de dólares USA. En aquel tiempo a la hora de calcular los salarios este pequeño computador, igualó al modesto campesino semi analfabeto con su orgulloso patrón, en cuanto a la velocidad y exactitud de los cálculos. Y la misma suerte corrió una serie de otras cosas. ¡Desde allí nació la idea que había que tomar al computador como una maravillosa herramienta para poder pensar mejor, computarizar todo es un gran y supremo ideal, lo que resuelve el computador pasa a ser para nosotros algo como sagrado, supremo e indiscutible! Con nuestra maravillosa inteligencia logramos crear estos sorprendentes computadores, haciendo simbiosis con ellos apareció la ilimitada Razón-omnipotente. El poseer la Razón-omnipotente es el más extraordinario de los dones. En todo el enorme universo conocido, somos los seres humanos normales los únicos poseedores de esta Razón-omnipotente, que es la más asombrosa de todas las gracias.

Los chips y las máquinas que ayudan al pensamiento siguen duplicando, cada dos años, su capacidad tanto en potencia como en velocidad, además del natural aumento de todas sus admirables funciones. Aproximadamente cada dos años hay pues un brusco desarrollo de todas las cosas dependientes de los microprocesadores y esto se produce en todos los sentidos: potencia, rapidez, número de funciones, etcétera. Con el aumento de las funciones aparecen las posibilidades de otras aplicaciones de estos nuevos chips, no solamente para las áreas en que se usaban sino también para otras plazas diferentes. Esta revolución de los chips, que no tiene ningún límite como tampoco lo tiene nuestro desarrollo intelectual, nos abre de año en año perspectivas insospechadas. ¡Nuestra vida es ahora una hermosa aventura y es llevada a regiones insospechadas por los chips que ayudan cada vez con más eficacia a nuestra Razón-omnipotente! ¡Nuestra vida es también una hermosa aventura al vivir gozando con nuestras propias extrapolaciones fantásticas ayudadas por el fabuloso y audaz pensamiento! El chip es fantástico porque se introduce en los instrumentos para que realice precisamente alguna de nuestras funciones cerebrales. El microprocesador imitando algunas de nuestras funciones cerebrales se convierte en un ayudante de nuestra Razón-omnipotente y como ya lo hemos dicho el razonamiento y la conciencia pasa a ser lo más trascendental e interesante en todo el universo. Los chips como cerebro de los computadores, ya sabemos como fueron creciendo continuamente, en potencia y velocidad. Este crecimiento, que era duplicativo cada dos años, de las funciones principales para las nuevas generaciones de los chips fue algo absolutamente revolucionario. La inteligencia de los robots fue superior al de los de la generación anterior, los robots nos fueron reemplazando sucesivamente en todos los trabajos físicos e intelectuales. Nosotros seguíamos también aumentando nuestra propia inteligencia y por supuesto hoy estamos seguros de que ellos nunca nos superarán. Esta simbiosis es una combinación con los microprocesadores, los computadores y los robots, mantenemos una inteligencia creciente y siempre superior a cualquiera de ellos. Esta es la esencia del nuevo tipo de Homo-sapiens con razón omnipotente. Este fantástico y continuo crecimiento nos permite ayudar eficazmente a las funciones propias de nuestro raciocinio, le da más potencia a la inteligencia, nos hace más poderosos a los seres humanos, para enfrentarnos a la naturaleza y arrancarle sus secretos. Con su ayuda hemos conseguido el dominio de sus leyes, y nos hemos convertimos en lo que somos de Homo-sapiens, a Homo-sapiens con una razón ahora omnipotente. Con cada nueva generación nos distanciamos alejándonos cada vez más y definitivamente del mundo físico irracional...

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