miércoles, 13 de febrero de 2008

LA CIENCIA ASTRONÁUTICA y EL SPUTNIK 1

La entrada a la Era Espacial.
La ciencia astronáutica y el Sputnik 1.
Introducción y extracto de Aída María Román.

Introducción

Conociendo que la novela de ciencia-ficción, memorias y ensayos “Extrapolación Fantástica” ya está próxima a ir camino a la imprenta me he permitido extraer, de sus 750 páginas, un par de ellas. Mediante estas páginas y otras que vendrán luego ustedes irán conociendo, aunque sea parcialmente, las importantísimas informaciones que nos permiten trasladarnos a un futuro no muy lejano y lleno de esperanzas para todos los seres humanos. Lo que escribió el profesor Raúl Buholzer sobre nuestro futuro es muy interesante y nos deja muy optimistas.

Aparte del contenido de estas páginas sobre la importancia de la astronáutica hay un hecho muy curioso, el de llevar a una multitud que repletaba el Teatro Municipal de Temuco a que se traslade a otro estadio que se encontraba sin luces en una noche estrellada. Raúl me relató así lo que sucedió. -Al llegar a la entrada del estadio nos recibió el administrador manifestando su asombro en su voz tartamudeante. Él estaba más sorprendido que nunca a causa de nuestra insólita llegada al estadio a estas horas de la penumbra y se dirigió a mí muy sorprendido diciéndome, don Raúl, no tenemos luz eléctrica para las tribunas desde hace tres meses. Yo le dije, don Jorge, no necesitamos luz en el estadio. Entonces don Jorge se sintió más cómodo y agregó, pueden pasar enseguida al salón, allí caben como cien personas. Mire don Jorge, vamos a ocupar las graderías del levante, ya que somos miles de personas las que vamos a mirar una espectacular carrera de estrellas en el cielo. Necesitamos solamente que nos preste el micrófono portátil. El administrador le dijo a un ayudante que abriera los portones y se le indicó al público que llenara las graderías del lado levante. Allí, en el centro de la multitud, comenzó el astrónomo a indicar que detrás de las cúpulas de una iglesia que se veían desde el estadio, en unos minutos más, aparecería moviéndose entre las estrellas el primer objeto hecho por el hombre que lograba penetrar en el cielo, el Sputnik I.

Era el mes de octubre del año 1957. Veamos pues detalladamente como narra el profesor Buholzer este histórico episodio en su novela.
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Extraído de la obra inédita de Raúl Buholzer M.
EXTRAPOLACIÓN FANTÁSTICA

Capítulo 3
3.3 La ciencia astronáutica y el Sputnik 1

La ciencia astronáutica que inicialmente solo estudiaba teóricamente las posibilidades de la navegación a través del espacio, comenzó a convertirse en una rama del saber espacial de carácter objetivo solamente en el año 1957. Desde los comienzos del siglo pasado la astronáutica como ciencia se había iniciado solamente en teoría. Aparecieron algunos ensayos con este tema, pero fueron considerados estos libros casi como si fueran novelas de ciencia-ficción. En octubre del año 1957 se hace realidad el primer lanzamiento de un cuerpo al espacio, se llamó Sputnik 1. Se produjo un enorme asombro en toda la humanidad. Su itinerario al pasar sobre cada ciudad importante, salió en las primeras páginas de los diarios de todo el mundo. Durante el día no se veía el Sputnik, solo se podía escuchar por radio el bip bip que emitía incesantemente. Tanto en las tardes como al anochecer, debido a que iba relativamente muy alto, la luz del Sol se reflejaba sobre su superficie y entonces se podía ver al Sputnik como iluminado. Mucha gente salía a las calles y plazas al anochecer para ver pasar la incansable estrellita mágica, primer fantástico ingenio cósmico del hombre, que parecía se movía orgullosa entre las otras estrellas, que aparecían por su lejanía como eternamente inmóviles para el hombre. Los seres humanos nos habíamos subido al cosmos con un valioso e histórico instrumento a preparar la salida del hombre fuera de la Tierra. El Sputnik era una especie de preludio que anunciaba que el Homo-sapiens pronto estaría viviendo fuera de su pesado cascarón gravitatorio. El Sputnik daba cada una de sus vueltas a toda la Tierra en una hora y media, emitiendo constantemente el histórico sonido bip-bip. Este sonido podía ser captado a cualquier hora del día o de la noche en la parte de nuestro planeta por donde el Sputnik pasaba. Podía ser visto a simple vista solamente al atardecer, en los momentos que tardaba en cruzar de horizonte a horizonte una ciudad, es decir, más o menos durante unos 15 minutos. El sonido bip-bip era todo un símbolo del futuro, emocionaba a todos los seres humanos del globo terrestre, nadie ponía en duda la enorme importancia y significado de este simple mensaje, era la voz de la profecía que anunciaba que pronto un hombre estaría viviendo en ese nuevo y asombroso mundo de las estrellas.

Yo era en ese tiempo Profesor de Matemáticas en el Liceo de Hombres, hoy Pablo Neruda, de la ciudad de Temuco en Chile, era presidente del grupo de profesores que trabajaban allí. Llamé a mis colegas a realizar una reunión extraordinaria de profesores para estudiar que hacer ante este acontecimiento tan especial. Mis colegas acogieron la idea de hacer una concentración para entregar información detallada al respecto y me dejaron al frente de esta misión. Para celebrar este acontecimiento, conseguí con un amigo italiano Alberto Marvaldi, muy querido en la ciudad por sus ideas progresistas, que nos facilitaran el recinto bajo techo más grande de esta ciudad, el popular Teatro Municipal. Por supuesto que este pedido no lo hacía a título personal, sino a nombre de los Profesores del Liceo de Hombres N°-1 de Temuco. Extendimos una invitación, entre otras, a la Central Única de Trabajadores CUT, de la que formábamos parte también los profesores, para que participara con todos sus contingentes de trabajadores en la celebración de este gran acontecimiento. Los trabajadores acogieron esta invitación con gran entusiasmo. Llamamos por teléfono a Santiago - Chile, al Observatorio Nacional, nos comunicamos con el Director y Primer Astrónomo Sr. Federico Rutland. Lo invitamos a participar en el acto del Teatro Municipal, acogió esta invitación con mucho gusto, pese a que tendría que viajar los 700 kilómetros de distancia que mediaban entre Santiago y Temuco. El conferenciante explicó durante más de dos horas, en este recinto cerrado del Teatro Municipal, los detalles de como había sido puesto en órbita este satélite que ahora era el primer satélite artificial de la Tierra. Él indicó como funcionaba el Sputnik 1 y agregó que en media hora más lo veríamos pasar desde la calle. En vez de la calle nos fuimos de inmediato con las más de cinco mil personas que repletaban el Teatro Municipal, al estadio de nuestro Liceo, que quedaba en una parte baja de la ciudad y además oscura. El desfile apresurado por ir a ver pasar al Sputnik fue un inolvidable acontecimiento para los trabajadores de Temuco. Los trabajadores de la CUT tenían mucha experiencia en los desfiles normales, ya que marcharon muchas veces para protestar por sus bajos salarios, o para pedir la paz y la aniquilación de los arsenales atómicos. En este anochecer estrellado lo hacían para rendir homenaje a los sabios, a los vertiginosos avances de la ciencia y al esplendoroso futuro de la humanidad. Allí en el estadio, entre la estupefacción del público, justo a la hora y minutos que señaló el astrónomo, apareció moviéndose esta estrellita que nos dio quince minutos de gran emoción, mientras pasaba por lo alto apareciendo del lado oeste y poniéndose al lado este de la ciudad. En forma espontánea y emocionada, en las graderías oscuras del estadio de nuestro Liceo, el público vitoreó y aplaudió al Sputnik. ¿Cómo era posible que la intuición de todos los hombres fuera tan clara como para aplaudir con tanta clarividencia al futuro? Intuíamos todos que esto no tenía comparación con nada de lo que habíamos conocido y apreciábamos este acontecimiento en sus justas dimensiones. Percibíamos que era un acontecimiento histórico asombroso.

En esos tiempos, el mundo atravesaba por un período muy difícil, se probaban a diario las bombas atómicas de todo calibre. El Sputnik 1 iba a ser el mensajero definitivo de la paz. Un conocido trabajador de Temuco, el zapatero Alberto Núñez Rebolledo, gritó emocionado entre la concurrencia, “por fin ha llegado la paz a toda la humanidad, el Sputnik la defiende. ¡Viva la paz para todo el mundo!”

La noticia más trascendente del milenio pasado aparece produciendo una gran expectación en todos los países del orbe, las primeras páginas de todos los periódicos están dedicadas a este increíble y conmovedor acontecimiento. ¡La noticia se refiere a que el Homo-sapiens ya no vive solamente en la Tierra, sino comienza a ir a excursión con sus instrumentos al otro mundo donde el mundo material con todas sus cosas no tienen peso alguno!

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