viernes, 13 de noviembre de 2009
Dedicatoria de la Extrapolación Fantástica
Etiquetas:
extrapolación fantástica,
libro
Raúl Eduardo Buholzer Matamala
EXTRAPOLACIÓN FANTÁSTICA
Resumen básico de algunos de los acontecimientos más importantes de la centuria (1961-2061)
DEDICO ESTA OBRA EXTRAPOLACIÓN FANTÁSTICA
*A los hermosos recuerdos de mi ejemplar esposa Marta.
A mis dos hijos Yuri y Yenny que me enseñaron a conocer otras partes de la vida llenas también de la felicidad y me ayudaron a vivir gozando de ser padre y abuelo.
*A mi nuera Petra y a mis cinco NIETOS: Marcelo, Jaime, Miriam, Natalia y Ernesto que me enseñaron, de nuevo lo que es la felicidad completa. La proporción de mis genes repartidos en el ADN de cada una de las células de ellos va disminuyendo en cada una de las nuevas generaciones pero la desaparición completa es casi imposible. La suma de los genes aportados por mí lado en cada una las células de los dos hijos es la mitad de los 20488 míos y mis cinco nietos tienen en cada célula la cuarta parte, o sea, ya hacen un total mucho mayor que los genes míos. Mis hijos y nietos me han dado la tranquilidad de que estos maravillosos genes, que he heredado de mis antepasados, no se pierdan. Además me han dado la dicha de poder disfrutar plenamente de la vida. Estas fantásticas moléculas genéticas las dejo multiplicadas, desafiando el tiempo. Esta semi inmortalidad, aunque sea de estas asombrosas macromoléculas, es realmente una señal que me hacen pensar seriamente en que nuestros descendientes tendrán una vida muy larga o tan larga como lo deseen.
*A mis idealizados y aún virtuales ocho BISNIETOS y a mis otros catorce TATARANIETOS con los que en esta narración juego en una espaciosa mansión situada en el Cosmos-ingrávido.
*A mis ex alumnos, en quienes mis enseñanzas se han disuelto y esos gratos recuerdos lograrán seguir prolongándome. A ELLA que está siempre conmigo ya sea real o virtualmente.
*A mis colegas de la ex Universidad Técnica de la ciudad de Temuco, hoy Universidad de Santiago, que al quedar yo sin trabajo, en un hermoso gesto unánime y voluntariamente me regalaron como solidaridad, un día de su sueldo.
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